neurometafisico escribió:
[ (la esperanza de inmortalidad no se resuelve con un clon, ya que si te presentan tu clon que es exactamente igual a ti, tú sabes que no eres él, es como un gemelo idéntico).
Ahí está la cuestión, y lo que no termina de cuadrar en tu pensamiento solipsista, pues el espíritu o Yo, es siempre el mismo en todo, y si hacen mil clones míos, seré Yo en esos mil cuerpos diferentes, pero en cada cuerpo tendré unas vivencias diferentes y me parecerá que soy otro.
No es necesario hacer clones, sólo existe un espíritu, un Yo omnipresente, el cual mora en todo y en todos, tanto en la célula como en el mosquito como en el hipopótamo como en el elefante o el ser humano, un ánima mundi, un espíritu absoluto y único que sólo Él es.
Es uno mismo, pues todos somos el mismo Yo, pero en la diversidad de las formas, y esa es la unicidad del Ser en la diversidad de las formas.
No somos el conjunto de memorias o el cuerpo, sino ese Yo inmutable que siempre es el mismo desde que nace hasta que muere el cuerpo, y ese Yo no cambia nunca, es siempre el mismo, aunque perdamos la memoria no dejaremos de ser ese Yo, aunque sin memoria.
Ese Yo que somos, es el que siempre nace, es el mismo en todo y en todos, y en cada cuerpo tiene vivencias y memorias diferentes, es el que sólo Él es, o sea Dios.
El espíritu que mora en todos los cuerpos los cuales son su templo o santuarios, y es uno mismo y es inmortal, lo único que se renueva es el templo, se crean nuevas vidas y se renueva y evoluciona el cuerpo, pero el Yo siempre es el mismo en todos los cuerpos y en todo, es la sustancia de la cual todo está compuesto y es mente.
Partid un leño y allí estoy yo, levantad una piedra y allí me encontrareis.
Esa es la inmortalidad.
En cuanto a lo del centro del universo, que es uno mismo, pues mires donde mires siempre estás en el centro, es ahí donde se encuentra el árbol de la vida, el cual se halla justo en el centro del Edén, donde los hombres no puedan hallarlo por más que busquen, hasta que no busquen en su interior.
Saludos.