El tema parece que se desvía un poco
En otro hilo estáis hablando del consentimiento infantil. A todos nos causa repulsión escuchar historias de hombres de 30 que tienen relaciones con niñas de 13, pero no creo que para participar en la discusión sobre la edad mínima de consentimiento haya que renunciar a una postura culturalista. En la tribu de los etoro, a partir de los 12 años, los niños son inseminados oralmente de manera diaria por adultos, porque tienen la creencia de que la cantidad de semen que un hombre tiene a lo largo de su vida es estable, por lo tanto, en el proceso diario de inseminaciones se llena el “depósito” de semen de los niños. Una de las razones por las cuales el tema de las relaciones de niños y adultos es tan importante es por lo que marcoaurelio dice en ese otro hilo: la cantidad de terribles afecciones físicas y psicológicas que parecen tener su origen en abusos y traumas causados por abusos y demás a niños. Pero yo me imagino que lo traumático en la tribu de los etoro será que no te inseminen y te conviertas en un paria socialmente rechazado. Además, por mucho que la tradición etoro nos resulte tan terriblemente chocante, ¿hemos de hacer algo? El relativismo es un peligro que acecha en un extremo, pero el esencialismo de nuestra postura y el colonialismo acechan por el extremo contrario. Creo que por, simplemente, reconocer el poder de la cultura no estoy inhabilitado para rechazar de raíz cualquier forma de abuso a menores o de relaciones entre menores y adultos, porque tiene consecuencias graves y demostradas en los menores de nuestras sociedades.
En cuanto a los Derechos Humanos, yo no creo demasiado en ellos. Creo que son meras generalidades que se pueden adaptar a cualquier marco jurídico, porque siempre son interpretables y están sujetos a excepciones que muchos entendemos que son razonables -y otras que no-, pero que no se derivan “lógicamente” de la formulación del derecho humano en sí. “Libertad de reunión” excepto que te reúnas para planear un atentado, “libertad de expresión” excepto que hagas apología del ISIS, “libertad de elegir pareja” excepto que sea una niña de 10 años, “libertad de circulación” excepto si vas desnudo por la calle, “libertad religiosa” excepto que te metas en alguna secta chunga… Al final, yo entiendo los Derechos Humanos como un arma política, como un significante flotante de los que habla Laclau: si consigues hacer ver que tus ideas y tus comportamientos son aquellos que van acorde con los derechos humanos, pues tienes legitimidad para hacer según que cosas. Ayer EEUU imponía sanciones contra China por “no respetar los derechos humanos” debido a su trato de los uigures, porque entiendo que los bombardeos con drones y sillas eléctricas en cambio sí que encajan en el marco del respeto a los derechos humanos.
Estoy con Alma en que las situaciones habrá que examinarlas una a una, no existe una fórmula a través de la cual vamos a poder enjuiciarlas todas. Pero, repito, tampoco creo que el hecho de declararte culturalista te inhabilite a participar en la discusión, como si solamente pudieses hablar de derechos si crees que existe algún principio metafísico que los sustancie.