Ahora bien, si lo que queremos es hablar de la correlación entre nivel socio económico (que no se representa por valores de renta per cápita, ni nivel de renta) y calificación académica (que no tiene nada que ver con puntuación Pisa) tendríamos que hablar del aprendizaje humano: teorías conductistas del aprendizaje, teoría socio-cognitiva, supuestos básicos del cognitivismo, naturaleza del conocimiento y almacenamiento en la memoria de largo plazo, meta cognición, aprendizaje autorregulado, transferencia y resolución de problemas, procesos sociales en la construcción del conocimiento…etc, etc, etc…
Tendríamos que hablar de motivación: modelos de expectativa-valor, influencia en el aprendizaje de la auto-percepción, los modelos motivacionales de M. Ford, auto fijación de metas especificas, motivación intrínseca, autodeterminación motivacional, recompensa, motivación del logro, ansiedad, motivación del profesorado, ambiente escolar, feedback profesor-alumno, expectativas creadas, organización escolar, disciplina, integración en grupos, influencia familiar, nivel de educación de los progenitores, implicación padre-madre, ambiente de estudio, grupos de influencia inter-generacionales, adaptación escolar, abandono escolar, políticas institucionales educativas, temarios, objetivos curriculares….etc, etc, etc…..y también ámbito socio-económico.
Eso: “y también ámbito socio-económico”, entre otros cuarenta factores que influyen en el éxito académico de un alumno concreto, y sobre los cuales existen más constatación de su influencia directa, como la influencia de la estimulación cognitiva en el hogar en las motivaciones académicas intrínsecas (Gottfried, Fleming, 1998) o la implicación de los progenitores en la educación de los niños (Eccles et al., 1998) (Yogman, Kindlon y Earls, 1995) (Tamis, Le Monda y Cabrera, 1999) (Steinberg et al., 1996) (Epsein, 1995) (Lee, 1993) o cuando los progenitores tienen alta confianza en las habilidades de sus hijos y valoran su trabajo escolar, lo que aumenta su motivación positiva (Brody, Flor y Gibson, 1999) o el afecto y respeto demostrado por los progenitores a los hijos contrarrestando la influencia de los grupos adolescentes, aminorando incluso el desvío hacia las drogas (Bogenschneider, Wu, Raffelli y Tsay, 1998)…..etc, etc, etc…..
Una buena dotación presupuestaria en el sistema educativo, siempre es beneficiosa y conveniente, pues ayuda al proceso educativo, pero nada tiene que ver con el estatus socio económico de los progenitores o la zona donde se enclave el centro educativo.
La dotación presupuestaria, de personal e infraestructuras en un sistema público, se hace en función al número de alumnos, no del estatus socioeconómico de los padres o zona en que se enclave el centro. Los centros escolares de barrios marginales tienen la misma dotación de infraestructuras y de personal que los barrios céntricos. Por tanto no existe ninguna correlación directa entre la dotación de medios presupuestarios y resultados académicos, siendo un factor basal siempre beneficioso, pero sin resultar determinante en el éxito académico. En cambio si resultan muy relevante los factores mencionados antes como la implicación de los progenitores en la educación, la motivación del profesorado, así como las técnicas pedagógicas empleadas, o el entorno social afectivo del alumno (familia, amistades…)
El estatus socioeconómico de los progenitores o de la zona donde se enclave el centro escolar es una variable descriptiva, pero no explicativa. Un nivel bajo socioeconómico no es la causa directa de bajas calificaciones académicas. Son más bien los factores que suelen acompañar dicho estatus los que resultan cruciales.
Como la falta de motivación en la fijación de un criterio claro por parte de los progenitores y el entorno social, de que una buena formación es necesaria para obtener un buen puesto laboral y situación económica estable (Meece, 1997)
También las experiencias educativas negativas no compensadas con el apoyo de los progenitores, que tienen una formación académica baja y no ven la importancia de la formación académica o no creen tener posibilidad de acceso a una educación superior (Stipek y Ryan, 1997)
Asimismo un nivel socioeconómico bajo es un gran acicate familiar y de entorno social para que el alumno busque rápidamente y a edades tempranas una fuente económica que ayude a la situación familiar, abandonando los estudios.
Asimismo en estos entornos de baja formación, el recurso a la violencia directa es muy acusado, creando una gran tendencia a desarrollarla en los niños desde edades muy tempranas, formándose escalas de valores fundamentadas en dicha violencia, creando grandes problemas de disciplina e integración en los centros escolares, así como de respeto hacia el profesorado, algo básico para la integración en el sistema escolar y la obtención de buen rendimiento académico.
Y sin poder realizar un estudio mas exhaustivo de factores de aprendizaje, debido a limitación de un foro, como la influencia negativa en el nivel de concentración académica en un entorno económico inestable de los progenitores, o las implicaciones sobre motivación, autoestima, o expectativas de vida de un estatus bajo socio económico que afectan directamente al estado anímico por tanto al rendimiento escolar.
Martha C. Nussbaum, “Una de las cosas que me abrió los ojos a la realidad fue un viaje de intercambio estudiantil que hice, un verano, en el que estuve viviendo con una familia obrera, en Swansea, en el sur de Gales. Aprendí lo que es de verdad vivir en la pobreza. No me pareció ni romántico ni atractivo. Estaba siempre triste y aquello tenía poco que ver con mis sueños, porque la pobreza mata las aspiraciones y te quita las ganas de vivir”
Se suele asociar un estatus social alto con un mayor apoyo extraescolar que debería justificar un mejor rendimiento académico, pero no existen estudios serios que apoyen esta tesis. Algo razonable, pues el apoyo extraescolar es habitualmente muy inferior en medios y calidad al de la enseñanza de los centros escolares. Por una parte no cuentan con los medios educativos de un centro educativo (pizarras digitales, material didáctico de apoyo, o monitores de apoyo a problemas individualizados) No cuentan con infraestructuras adecuadas: aulas con mobiliario adecuado, laboratorios, bibliotecas, o salas de apoyo. Personal de baja cualificación: el profesorado extraescolar suelen ser estudiantes o recién licenciados, muchas veces en materias que solo tienen que ver lejanamente con la que enseñan, sin ninguna formación pedagógica, ni psicopedagógica y con una mínima experiencia como profesores o simplemente inexistente. Asimismo escasamente motivados por puestos laborales muy precarios y escasamente remunerados y para el que son seleccionados sin el mas mínimo rigor o superación de exámenes, tiempo de preparación, exigencia de proyecto pedagógico o académico ..etc.
Asimismo se suele relacionar un estatus socio económico alto con un buen entorno familiar de estudio: habitación propia, recursos pedagógicos, acceso a la tecnología. Pero estos factores, que siempre son beneficiosos, no sirven para nada e incluso pueden ser contraproducentes sin la implicación directa de los progenitores, ya que la creación de un espacio propio del alumno sin ninguna supervisión, puede facilitar que el niño descuide sus tareas académicas atraído por una mayor fuente de estímulos de diversión, en un entorno que le permite aislarse del control parental. Siempre resulta clave la implicación de los progenitores. De nada sirve una habitación propia con ordenador y excelente conexión a internet, si se usa para estar todo el día conectado al facebook, en el mejor de los casos.
Comprimir todo este complejo entramado de sistemas de aprendizaje humano y estructuras de motivación cognitiva, a un solo factor de influencia como el socio económico, que como hemos visto tiene un nivel descriptivo pero no explicativo, justificándose en una simple tabla estadística que relaciona nivel socio-económico con puntuación académica, es excesivamente reduccionista. Recordemos que los datos estadísticos dependen mucho del enfoque que se les dé y la argumentación que los sustente, no tienen validez de prueba en sí mismos. Ejemplo estadístico: dos comensales y un pollo, uno se come el pollo entero, según la media aritmética estadística, cada uno se ha comido medio pollo. Hay que interpretar con mucho cuidado los datos estadísticos y darles una adecuada fundamentación argumental que les de su valor real.
La realidad educativa es mucho más compleja que la referencia a un solo factor y tan genérico como el socio económico para explicar el nivel académico.