Jim Carrey empezó a ser conocido a raiz de esta maravillosa película. Escribía Shakespeare en El Mercader de Venecia "tengo el mundo por lo que es, una gran teatro donde cada personaje ha de interpretar su papel".

Aunuqe es archiconocida la película puede que algún despistado la haya pasado por alto.

Un saludo.

Gran película, muy en sintonía con el diablillo cartesiano, y con nuestro clásico calderoniano de "La vida es sueño". Además de planteamiento ético kantiano sobre si es lícito emplear como medio la vida de un hombre, por feliz que éste sea en su ignorancia, para entretenimiento de los demás.