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TEMA: Una bola arrugada

Una bola arrugada 13 Abr 2011 10:00 #2332

  • Kierkegaard
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A lo largo de la historia hemos podido ir comprobando cómo la madurez del método científico y la aproximación empírica nos han ido desengañando de nuestros prejuicios más idealistas y antropocéntricos. Un ejemplo notable es el de la figura de la Tierra.

Su concepción puede remontarse a la platónica idea de una Tierra absoluta y perfectamente esférica como el resto de los divinos astros, que servía a los Eratóstenes, Aristarco y Posidonio como axioma a partir del cual hacer sus mediciones y cálculos. Aunque esta creencia esférica fue mayoritaria a lo largo de los siglos, algunos personajes dudaron de la misma. Mucho antes Anaximandro había concebido la Tierra como un cilindro, Anaxímenes como un disco, y el atomismo de Meliso, Demócrito y Leucipo, estimaba que la Tierra es plana y alargada e inclinada en su zenit respecto al polo por el mayor calor del aire del sur. Y por prejuicios religiosos otros disidentes cuestionaron dicha esfericidad como Lactancio - al que Copérnico tachó de ignorante -, San Cirilo de Jerusalén, San Juan Crisóstomo, Severiano obispo de Gabala, el monje nestoriano Cosmas Indicopleustes, etc.

La polémica no era del todo gratuita, pues muchos como San Agustín argumentaron ardientemente contra quienes afirmaban que habría habitantes en las antípodas – lo cual se acabó demostrando como cierto. Esto podía significar una ruptura con la unicidad de la humanidad descendiente de Adán y Eva, y la tesis fue perseguida bajo la pena de expulsión de la Iglesia. El rechazo hipotético a semejantes seres desligados de la filiación adámica sería empleado por algunos de los conquistadores del Nuevo Mundo como argumento para justificar la explotación de los indignos indígenas, frente al arrojo defensor de otros hombres de Iglesia como Bartolomé de las Casas o Francisco de Vitoria.

En cualquier caso, la imagen platónica de una esfera perfecta iba en consonancia con la imagen geocéntrica ptolemaica de un Universo centrado en torno a la Tierra. Heredada esta imagen por el antropocentrismo cristiano del Universo como Creación, la Tierra fue revolucionariamente puesta en órbita por Copérnico, que la sacaba del centro del Universo, aunque no entraba a cuestionar su esfericidad. A raíz de la revolución científica detonada, entre otros, por hitos como los del polaco, la República de las Letras fue quitándose poco a poco los prejuicios de encima.

Y así llegamos a la polémica y acalorada discusión que maniqueamente y por simplificar se ha considerado entre cartesianos y newtonianos, franceses e ingleses, teóricos y experimentales, sobre la figura de la Tierra: empezaron por el análisis pendular de Huygens y la comprobación experimental de Richer en Cayena, pasando por la explicación de Newton, que otorgó a la Tierra una figura de elipsoide achatado por los polos y que discrepando de su valor concreto también Huygens propuso frente a las medidas que, impulsadas por Colbert en Francia, habían hecho a Picard y a los Cassini considerar una figura de la Tierra achatada no por los polos sino por el Ecuador, y a la que Mairan dio su apoyo, a pesar del escepticismo de Poleni, Desaguliers o Maupertius. De ahí vendrían las expediciones a Laponia (Maupertius, Clairatu) y a Ecuador (Godin, La Condamine, Bouguer, Santacilia y De Ulloa) para resolver finalmente la cuestión dando la razón a quienes afirmaban el achatamiento polar.

Hoy me ha sorprendido esta noticia, que una vez más, nos confirma lo ingenuos que son a veces nuestros idealismos:

La Tierra, arrugada por la gravedad
Javier Jurado
@jajugon
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Última Edición: 13 Abr 2011 10:13 por Kierkegaard.
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