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TEMA: Nicolás de Cusa: Ley del Uno

Nicolás de Cusa: Ley del Uno 18 Jun 2013 23:32 #14420

  • grealeser
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Hola, para los impenitentes estudiantes estivales ahí dejo esta reflexión en voz alta sobre Cusa.

Y es que fue Hegel quien dijo aquello de que nadie puede saltar por encima de sí mismo, y que cada hombre es hijo de su época. Esto se evidencia agudamente en Nicolás de Cusa, quien vivió ideológicamente a caballo entre el Medievo y la época Renacentista. En efecto, agotada ya la caduca escolástica racionalista que ahogaba a su Dios en un mar de intersticios racionales fue Ockham quien tomó la pragmática decisión de escindir razón y fe para convertirte en un filósofo fideísta, donde la razón es una contingencia humana enfrentada a la plenitud de la virtud sobrenatural infusa que caracteriza al buen religioso. Retomando esta línea discursiva se yergue Cusa, sabedor del daño irreparable que el intento de racionalizar la fe había hecho a ésta.

La principal aporía que hallo en Cusa para denominarle filósofo (entendiendo la filosofía como aquella disciplina que se asiste de la razón misma, sin más apoyos que los hechos y las proposiciones que de ellos se derivan directamente) es que él parte de una idea preconcebida de Dios, una idea ya dada, revelada y dogmática, pues su dios es un Uno-Todo-Infinito, y al hacer coincidir a Dios con la Verdad ésta vuela hacia alturas inusitadas para la moderada potencia del hombre. El problema filosófico que creo fundamental en Cusa es preguntarse por qué parte de esa idea de Dios, y a esto me remito a la argumentación que sitúa a nuestro pensador entre el pasado-futuro, entre la tradición y lo nuevo.

A mi juicio, Cusa se mueve siempre en un nivel óntico, entendiendo el Dios-Uno-Todo como cosa sensible, como ser-algo-que-es-sin-el-hombre, pero olvida que su pensamiento desemboca en una circularidad: la de asomarse más allá del abismo, cómo si él hubiera vuelto de esa otra vida donde sí podemos conocer al Uno-Todo en su totalidad para decirnos que es infinito. Incluso el mismo concepto de infinitud se pierde en esa misma circularidad, pues en base a su propio principio gnoseológico de que el conocimiento es una acción mediante oposición, no se podría conocer qué es el infinito mismo para decir de Dios que Éste es infinito. Así, y de nuevo a mi juicio crítico, Cusa cree que más allá del firmamento hay más, más mundo, más estrellas, y que tal "más" coincide con el infinito, coincidiendo éste con Dios. Pero, ¿se puede solapar inmensidad a Infinito o, más bien, la palabra infinito siempre tenderá a una aproximación metafísica? Sea como fuere decir que Dios es Uno y es Todo es dejar al hombre pendiendo de un hilo, de una orientación que debe asumir y hacer suya; un doble juego de conocer el afuera para quedar subyugado por el afuera mismo. Habría que recordar que la filosofía, por su propio campo de acción habría de poder ser comunicada mediante el logos público y común, y si en Cusa el ámbito divino es trascendente a la estrechez mental del hombre entonces veo difícil como éste puede dar cuenta filosóficamente de Dios alguno.

Por otro lado, respecto a la coincidencia de opuestos y la Unidad en la que aquélla se resume es algo que ya dijo Heráclito. El filósofo griego, tachado historiográficamente de defender un monismo dinamista, parece haber apoyado la idea de que todo fluye, de que el devenir es incesante y arrollador a su paso. No obstante, también Heráclito ofrece otra interpretación: la de ser considerado como un monista estático, es decir, si todo cambia, si el Todo cambia y fluye, entonces la ley misma del cambio es la única que no cambia, que es inmutable y necesaria, por lo que lo que legisla es La Ley del Cambio, sin que esta ley sufra modificación alguna. Visto de esta manera, tal Ley se asemeja a la idea de Dios como complicación, donde lo máximo y lo mínimo devienen Unidad, donde camino arriba o camino abajo es uno y lo mismo, tan solo separable racionalmente pero unitario en su diferenciación cusiana del intelecto. Encuentro en tal teoría de la coincidencia de opuestos una especie de conversación de Dios con un muro, cuya voz va hacia el muro mismo y al rebotar regresa a Dios, lo que vendría a explicar las fases de complicación-explicación-contracción. Visto así la voz debilitada llega al muro, y aunque el mortal no pueda percibirlo por su estrechez también esta mínima intensidad es divina. Con ello Heráclito, los estoicos y también Cusa eliminan el dolor, el sufrimiento, el mal y la muerte; es el yin-yang oriental, donde la vida es muerte y la muerte es vida, donde la ley necesaria hace que todo cuanto hay (todo en lo que el hombre no gobierna) sea tal como Debe Ser, pues si la enfermedad y el miedo hacen posible valorar la salud y la seguridad entonces aquéllos son, más que un mal necesario, un bien, un bien necesario conforme a la Ley del Uno.
El noble debe vivir con honor o con honor morir.- Sófocles.
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