No lo dudo, Critias35, pero como me dijo en una ocasión el profesor Solís "cuidado con las fuentes de Internet". En mi opinión lo mejor para leer historia de la filosofía con alguna pretensión de rigor es recurrir a las grandes obras reconocidas internacionalmente. Se pueden adquirir a precios muy, muy asequibles por Iberlibro y, por supuesto, consultar en bibliotecas. Pero claro, siempre es más cómodo hacer click. Y lo digo porque cuando voy a la biblioteca del centro asociado de Barcelona me encuentro con libros que se ve claramente que no han sido abiertos en años: los abres y empiezan a crujir al ser movidos por primera vez en muchísimo tiempo.
Internet está bien siempre y cuando las fuentes sean fiables. Se me podría espetar que tampoco todas las fuentes en papel lo son. Sí, es cierto, pero hay una diferencia importante: publicar un libro no es tan fácil como publicar en Internet (excepto en revistas y
sites de prestigio, se entiende). En Internet cualquiera puede escribir, mientras que detrás de un libro hay un equipo revisando (supuestamente) los contenidos y las formas. Aun así hay cada perla en papel... Pero imagínate entonces en Internet.
Recurrir a Internet no debería ser una excusa para dejar de leer las obras en papel o en formato e-book consolidadas. Y creo que no hay excusa, dado que hay bibliotecas por todos lados y, además, están las tiendas online donde se pueden encontrar libros nuevos o seminuevos a precios excelentes.
Por lo demás algunas universidades españolas y extranjeras ponen a disposición de la sociedad cursos y material de manera "gratuita" (hay que pagar la conexión a Internet y pagar impuestos). Por ejemplo,
la UNED. El de
Filosofía de las Ciencias Sociales se encuentra allí, a disposición de cualquier internauta.
Y además está el
Canal UNED, con
una sección de Filosofía excelente.
A quienes les interese el arte y la historia universal uno de los mejores sites en español es
Artehistoria. Está todo muy bien estructurado
por contextos. En el
listado de personajes históricos se encuentran la mayoría de los grandes filósofos.