Pulpo,
voy por parates:
1. Me gustaría si es posible, que me argumentara un poco el binomio antropología-filología, compartimos sensaciones pero yo no termino de verlo claro y me acusa mucha curiosidad.
2. "Con ellos no aprenderás a hablar bien ni a escribir si empatizas bien pues muchos proceden de un estamento poco cualificado y terminas hablando igual." Disiento contigo en esta parte, tengo pacientes de todo tipo: arquitectos, profesores, ingenieros e incluso filósofos.
Desde luego que no me enseñan a escribir, pero algunos tienen un rico y extenso vocabulario que en ocasiones te lleva a intentar decirles, ¿a qué te refieres con esto?, porque no te enteras.
El saber que yo me refiero no es tanto intelectual (hay una parte), sino es un saber más de ponerte en los zapatos del otro, el entender sus circustancías, el entender el por qué un día viene de mala ostia y te dice que eres un mamonazo que lo atiende en 5 minutos. Es un saber-humano, un saber un tanto "invisible" a lo platónico. También te puedo decir, que los perfiles de ciencias duras o filosofía son los más complicados...en ocasiones son como una página de excel, es imposible romperles esquemas.
Mis pacientes me nutren con sus experiencias, con sus pasiones, con sus errores y sus aciertos. Algunos me han regalado escritos preciosos, otros cuadros, otros pasteles hechos por ellos mismos. El caso es que la interacción (que es a lo que me refiero) es de igual a igual, aunque yo sepa más de enfermedades que ellos. Eso les hace sentir cómodos y si se equivocan no voy a machete, sino que intento explicarles.
Si a mi alguien de este foro me señala un error (ortográfico, reflexivo, de autor, etc.) y lo hace de una forma constructiva y sin parecer que ha sucedido una hecatombe, chapo. Pero cuando se utilizan términos: se me salen los ojos, me haces llorar, ha sido una pedrada en todo el ojo, etc, se siente en el ambiente que estamos ante un muro de prepotencia que se acaba de reflejar en los siguientes post.
Yo hice un examen en la UNED y precisamente en filosofía, donde tenía más de siete faltas de ortografía y saque un 8,75. La llame para que me sumara la parte de la evaluación continuada (que no aparecía) y me pasé por su despacho para comentar algunos puntos que aunque bien explicados, había que argumentar más. De allí me fui con dos libros sobre Platón y Aristóteles (antigua edición) y la señalización de la misma: "tenemos en cuenta los nervios de la prueba presencial, los errores ortográficos no tienen tanto peso, esto no es bachillerato." Eso es una critica constructiva
Y fue el peor examen de mi vida, porque encima nos llovieron gatos desde la sede de la UNED
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Criticas constructivas si, al cuello me sobran.
Team.