Esmorganteandante escribió:
La teoria marxista de la historia, asi como de su relacion con la antropología, son cuestiones para cuyo analisis, desde la perspectiva estrictamente filosofica, es imprescindible una profunda lectura de las obras del propio Marx. Quizas sea pertinente una lectura hermenéutica, desde un punto de vista mas Heurístico, antes que propiamente literal, pues, ciertamente, las obras de marx, al igual que las sagradas escrituras, son susceptibles de libre interpretación.
Eso nos puede llevar al relativismo, ¿no le parece? Es más, eso me suena al método alegórico del judío medieval español Moisés Maimónides en su obra
Guía de Perplejos. Con la excusa del recurso a la alegoría las «Sagradas Escrituras» podrían llegar a decir lo que a cada uno le interesase que dijesen. Y así, de paso, vamos acomodando el discurso de hace más de 2.000 años al socaire de los nuevos tiempos.
Pero imaginemos por un momento que hacemos lo mismo con los textos de Marx. Es decir, que recurrimos a algo así como el método alegórico de Maimónides. Entonces yo podría hacer una lectura anarcoliberal, por ejemplo, del Manifiesto comunista, ¿no le parece?
Esmorganteandante escribió:
En mi opinion, las tesis marxistas sobre las cuales se fundamentaron los ideologos decimononicos comunistas utópicos y científicos, sirvieron como precursor teorico de una «doctrina teleologica» para convertir la sociedad zarista rusa en impudico totalitarismo stalinista.los propios ideologos bolcheviques renegaron de sus propias tesis al permitir la supremacia de una figura soberana sobre el resto de «camaradas rojos», con ayuda de un aparato militar trotskista. Los ideólogos comunistas decian buscar una sociedad ideal basada en la justicia e igualdad inalienables, aunque finalmente no parecieron predicar con la debida praxis. Estos ideólogos comunistas de cafetín francés y de pobladas y abigarradas barbas y mostachos no mostraron decencia alguna hacia aquel proletariado al cual procuraban elevar al poder, mas prefirieron lanzar un esputo a la cara del ingenuo de karl marx y de su mecenas papa engels. En verdad, si feuerbach contemplara la vida oprimida y observada por gran hermano ruso del comun ciudadano ruso, se revolveria en su vetusta tumba.
En lo sustancial estoy de acuerdo. De hecho, no es tanto un juicio de valor como una cuestión de hecho. Es una mera cuestión de historia universal. Ya sabemos cómo se las gastó el «camarada» Stalin. Y además la propaganda ya está hecha. No importa lo que digan los libros de historia que, a fin de cuentas, sólo leen cuatro gatos.
Cada vez estoy más de acuerdo con H. Putnam: la comunicación (de masas) funciona a base de estereotipos. Y ya está.