Elias:
Somos primero animales. Si no existieran los instintos no estaríamos vivos. El hambre nos obliga a buscar cualquier cosa que comer, con eso sobrevivimos. El niño recién nacido a la media hora está tomando el pecho y nadie le ha explicado cómo. Cuando algo nos sorprende mucho o asusta, el cuerpo se autoprotege de modo rápido y automático, mediante la reacción de la adrenalina. Claro, considero que hay unos instintos, pocos, puramente biológicos. Esos valores (primeros acuerdos) obviamente -en mi concepción- no son instintos, son socialización y cultura. Primeros valores y primeros acuerdos, es algo que van de la mano, yo no sabría qué es primero.
En un animal no humano…supervivencia. Y en el humano también. El hombre solo pone en riesgo su vida, en tanto cree que la apuesta que va hacer, el riesgo que va a correr, cree tenerlo controlado, se puede equivocar pero ha anticipado resultado positivo, sino no lo haría. Salvo que habláramos de altruismo, asunto en que quizás no estaríamos muy de acuerdo. No te gustan los instintos. Mi posición, coincidente con Lanaganey y con muchos, es que somos simios.
Si los valores solo son subjetivos , entonces no hay forma de estar de acuerdo sobre el acto correcto, nada sería bueno ni malo. Por ahí iba el emotivismo y la metaética de hace 80 años, arrinconando la Ética, digamos que mi posición estaría cerca de F. Von Kutschera . Mi opinión -sería larga y no viene al caso- es que hay valores que han de descansar en acuerdos intersubjetivos. Si te importa la moral y la ética como creo que entiendo, se te ha de quedar corto el subjetivismo y esa opinión de que cada uno tiene los suyos y punto. Tu penúltimo párrafo me despista.
La teoría objetiva: valores eternos e inmutables, no tiene recorrido, no llega a la esquina. Yo desde luego, no digo nada parecido. No creo que nadie defienda hoy día esa teoría objetiva.
De todos modos, el debate no debería girar tanto en torno a mis opiniones como al posicionamiento de Morris, quien sostiene que las virtudes o altos valores no tendrían una categoría tan alta como suponemos, porque cambian en función de las conveniencias del momento social, es decir del desarrollo económico o como él dice de las “formas de captura de energía”. Luego no hay seguridad ni certeza cuando alguien afirma: “esto es correcto o eso es malo”; todo sería relativo (relativismo moral), todo depende el color con que se mira. De modo que no debemos juzgar o emitir juicios, y menos juicios categóricos (adiós Kant). El malo no es tan malo, ni el explotador tan explotador.
saludos