Alma escribió:
nunca voy a rechazar la obra de un autor por su ideología, conducta particular o cualesquiera otras circunstancias personales.
Hola Alma.
Creo que no se trata, al menos en mi caso no, de rechazar una obra por quién la ha hecho sino por LO QUE DICE la obra. Es decir si Althusser era un perturbado y terminó asesinando a su mujer eso no cuestiona su filosofía a no ser que su filosofía llame a esa perturbación y asesinato... Como no cuestiona la música de Michael Jackson o el cine de Woddy Allen que fueran unos pederastas si es que lo fueron (lo desconozco).
Lo que a mí me hace cuestionar el “cine” de Riefenstahl es lo que cuenta, la publicidad burda y abyecta dictada al oído por Goebbels y Hitler. No es quién lo hace, es lo que es… no existe dilema sobre la atribución de la obra, porque no se critica al autor descontextualizado de la obra. Se critica al autor como fabricador de la obra (no uso el término creador, porque el creador final podría ser Goebbels en este caso). Si mañana se descubriera que estos subproductos los filmó Buñuel, no cambiaría mi percepción sobre los mismos.
Precisamente, el error que veo en la argumentación de Žižek es ese, hablar del fascismo de Riefenstahl desde las obras (supuestamente) no fascistas.
Viene a decir: vamos a amar a "Leni" porque como en 2002 (¡¡¡¡en 2002!!!) hizo un documental sobre las profundidades del mar toda su obra no es fascista. No. Ese no es el problema que se discutía en este hilo que hablaba exclusivamente de un filme (
Triumph des Willens, 1934) y se aludía a otro
Olympia (1938), ambos productos publicitarios nazis sin atisbo de duda. Ambos ensalzados por cierta crítica olvidadiza de lo que supusieron esos filmes.
El caso de Heidegger es, para mí, mucho más complejo porque no tengo claro hasta que punto su filosofía está "contaminada" por el nazismo. Yo mismo he defendido en este foro tratar de aprovecharse de ella y dejar de lado su nazismo, que en este foro se ha cuestionado muchas veces y que puede ayudar a entender mi intransigencia con Riefenstahl y el asunto del blanqueo.
Para el asunto que comento sobre Heidegger hay esto publicado en el anuario de filosofía de la historia de la Complutense con un montón de referencias bibliográficas (desde el enlace se puede descargar el ensayo):
revistas.ucm.es/index.php/ASHF/article/view/55658
Ya que entro a "manchar el hilo de la autonomía estética en la recepción" aprovecho para contestarte aquí al argumento torticero del
perro semihundido, no sin antes felicitarte por tu buen gusto.
Perro semihundido es una de las pocas obras del Prado que yo colgaría en mi casa y, en mi opinión, una de las más importantes del Museo. Desde luego la más “vanguardista”.
Pero si mañana se descubriera que fue pintada por Asensio Juliá o cualquier otro discípulo de Goya, mi análisis sería el mismo. Porque mi análisis no depende del nombre o del hombre que firma la obra. Se discute si
El coloso, otra excepcional obra, es de Goya (ya no lo es según el Prado) o de Juliá… a mí me da lo mismo. Claro que tengo una opinión “técnica” sobre la autoría, pero es irrelevante en el análisis de lo que ahí se expone.
Buen día a todos
Bien, muy bien, pero la cuestión de fondo sigue siendo la misma. Olvidemos al autor. ¿Puede tener valor artístico una obra que ensalza una ideología abyecta? Mi opinión es que sí. No valor moral, por supuesto, pero es que no se trata de eso. Si esas escenas (conste que aún no he visto los dos documentales, creí que sería más fácil encontrarlos) estaban admirablemente bien filmadas, lo están y para mí el tema se acabó. Si me incomoda lo que transmiten, me limito a no verlas o a apagar el televisor, y que se dediquen otros a hablar de su valor estético o de su falta de él.