Por otra parte, sigo opinando que el planteamiento de poner a la ciencia más cualificada en un lado de la balanza y en el otro una “lechuga curativa”, es simplista y etnocentrista (es mi opinión), fruto de conocer solo a los charlatanes. En general, la gente verdaderamente sabia, en todas partes, suele ser muy silenciosa, no se ofrecen, hay que buscarles.
Y por cierto, ¿qué os parece la noticia mundial que ha saltado la tarde del domingo sobre lo ocurrido con los implantes? Gente ciega de por vida por el uso de gases en mal estado usados durante la operación ¡¡¡Ciegas de por vida!!! O gente a la que se han puesto implantes de cadera que han ido desprendiendo sustancias tóxicas a lo largo del tiempo ¡sabiendo que esos productos eran nocivos! Repito: ¡¡¡sabiéndolo!!!, primando el beneficio económico sobre la salud pública. O mujeres a las que les han implantado sistemas anticonceptivos nocivos para la salud, que encima tienen que soportar una lista de espera para que se los quiten, y que seguramente va a significar una histerectomía, es decir, ¡¡¡esterilidad de por vida!!! etc., etc., etc. A lo mejor hubieran preferido una "lechuga curativa".
Coincido en gran parte contigo, Agar. El problema es que se ha querido dar una visión de las terapias naturales ridícula, sesgada e ignorante. Ya dije en otros comentarios que ciertas disciplinas como la fitoterapia y la acupuntura han presentado evidencias y estudios, incluso con revisiones y por organismos oficiales competentes, pero que de ello no se ha dicho absolutamente nada en ningún medio.
El tema de los implantes es sencillamente deleznable, carente de ética y espero que se depuren las responsabilidades pertinentes.
Y esto, por ambos lados, es lo que ocurre cuando la medicina se deja a cualquier criterio, ya sea económico o simplista: que un charlatán sin formación sanitaria o científica alguna dice que la homeopatía cura el cáncer o que acaban primando más los beneficios económicos que la recuperación del paciente ante una intervención quirúrgica. Pero aún con estos casos debemos evitar pensar que toda intervención con terapias naturales o que toda la medicina oficial es de esta manera.
Código deontológico, principios bioéticos, evaluación riesgo coste-beneficio, políticas sanitarias equitativas y coherentes, paciente como centro de la atención sanitaria. Ese es el camino.
En occidente siempre ha existido esa corriente gnóstica soterrada en el devenir histórico. Pero en occidente, y en la actualidad, la gente verdaderamente sabia, y en el terreno que nos ocupa, lo que hace es publicar en las revistas científicas. No hay que buscarlos; son ellos los que se publicitan.
Yo discrepo. Cierto es que los científicos en términos generales son bastante altruistas y en investigaciones de calado, cuyos descubrimientos atañen a la sociedad en general, publican los resultados rápidamente para que el resto de comunidades científicas tengan acceso al estudio y sobre todo, porque se avanza más rápido. 1000 cabezas piensan más que 10.
Hay otro tipo de conocimiento más ligado a otros aspectos que no es fácil de obtener y, por supuesto no se publica en ningún sitio. Te pongo de ejemplo un buen amigo mío, neurocientífico y doctorado en conducta humana. Obtuvo mucha información de estudios antropológicos sobre el terreno compartiendo vida con culturas indígenas y sabidurías que hoy en día se tildan de "populares" o "supercherías". Esa gente no publica estudios, o te vas allí y experimentas ese conocimiento in situ y a través de la experiencia o jamás podrás saber lo que en cultura chamánica implica para la conciencia un retiro de oscuridad, un enterramiento o un viaje de planta (y lo que a nivel del sistema nervioso conlleva: activación de la glándula pineal, reducción de los transportadores de dopamina y serotonina, activación y conexión de ciertas zonas cerebrales, etc). Y ese conocimiento, por lo que este profesional me contó, no te lo regalan y tampoco se compra.
Un saludo.