cuervo ingenuo escribió:
Buenas.
Para mí, en el mundo académico, las referencias suponen madurez crítica y generalmente mejores exámenes... estoy de acuerdo con Amanda según lo contaba Silvanus el otro día.
Sobre este tema, he tenido bastantes dudas, reacciones y he pasado por muchos estados mentales. Primero cuando hacía Filología Hispánica, y luego (menos, ya por saber cómo funcionan las cosas) con Filosofía.
Sea un trabajo de Filología (en su rama de literatura, en mi caso), ya se de Filosofía, a los efectos de lo que pienso da lo mismo, porque lo que ocurre es que un artículo académico debe contener o limitarse por una serie de normas (las referencias, la forma de escritura, el abstract, etc.).
Sin embargo, cuando yo estaba haciendo filología y di, por ejemplo, con los libros de Dámaso Alonso, su forma de escribir, su estilo, todos los artículos que leí de él, eran otra cosa: eran más humanísticos, menos "científicos". Y esto es algo que, al perderse, para mí es terrible. Invito a leer los trabajos que tiene Dámaso Alonso, mismamente sobre Vicente Aleixandre. Incluso a Bousoño.
Es cierto que las referencias, como decías, cuervo, señalan lecturas, bagaje como investigador, en eso estoy totalmente de acuerdo, y no se puede escribir algo (académico) creyendo que se sabe todo, como por pura intuición. Pero me pregunto si la mejor forma de digerir las lecturas, todo ese bagaje, no es sino otra, a saber: olvidarse de ellas, porque ya son parte.
En el caso de Amanda cuando me corrigió el trabajo que hice sobre Aleixandre, lo comprendió a la perfección: se trataba de algo creativo, atrevido, y así me lo hizo saber. Pero es Amanda, y es profesora de Estética. ¿Cuántos más tienen esa mente amable, dispuesta a otras formas de expresión? Porque al final todo es eso: formas de expresión. Y la pregunta es si las humanidades deben regirse siempre y bajo cualquier circunstancia por las mismas reglas que un trabajo científico.
Abrazo.