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TEMA: Esbozo interpretativo de Wolfhart Pannenberg

Esbozo interpretativo de Wolfhart Pannenberg 25 Ene 2014 22:00 #19060

  • Nolano
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En mis consideraciones sobre la perspectiva filosófica de la existencia de Dios me había quedado en Kant, cuya doctrina al respecto parecía bastante definitiva. Me referiré en este mensaje y en otro posterior a las posiciones de los dos teólogos cristianos ya más próximos a nosotros en el tiempo de los que se ocupa Fraijó en esta asignatura de Filosofía de la Religión. Tengo que empezar con una advertencia: a diferencia de lo que sucede con Hume y Kant, yo no he leído directamente los textos de Pannenberg y de Rudolf Otto. Por tanto, todo lo que voy a decir se fundamenta en la lectura indirecta a través de los textos de Fraijó (“Dios, el mal y otros ensayos”; las citas corresponden a este libro). Por ello he titulado el hilo como un “esbozo”, con lo que ello tiene de apuntes tomados al vuelo y provisionales. Estaré agradecido si alguien más versado me corrige.

Tengo que volver a unas frases mías en el hilo que abrí sobre Kant y la existencia de Dios:Nolano escribió:
Fraijó no anda muy fino, en mi opinión, pues parece que contrapone “demostrar” a otra cosa, en la cual mezcla de forma indistinguible “mostrar” y “probar”, o no llega a diferenciar ambos procesos de forma clara. En mi opinión nos encontramos ante tres conceptos diferentes y perfectamente distinguibles:
1. Demostrar algo: afirmar algo como conclusión apodíctica de un proceso deductivo.
2. Mostrar algo: señalar algo por deixis.
3. Probar algo: afirmar la existencia de algo mediante la deixis de pruebas indirectas, mediante un proceso inductivo, sin mostrar directamente la cosa cuya existencia se afirma.
Creo que el no tener claros esos tres conceptos limita bastante la percepción que Fraijó tiene de la doctrina de Pannenberg, lo que le lleva en ciertos momentos al estupor sobre lo que éste dice. Sin embargo, yo creo que no es difícil entender por qué derroteros va el teólogo alemán y solventar las aparentes contradicciones y rectificaciones de rumbo que nos explica Fraijó. Y reconozco la osadía de estas afirmaciones desde el escaso e indirecto conocimiento por mi parte de lo que dice Pannenberg, pero espero justificarlas debidamente con mis explicaciones subsiguientes.

El estado de la “cuestión de Dios” había quedado, después de Kant, de la siguiente forma. Dios no puede ser “mostrado”, carece de cuerpo y de cualidades perceptibles por los sentidos humanos; de hecho, Kant consideraba eso un presupuesto ineludible de la moralidad, pues si viéramos a Dios, si supiésemos con certeza que Dios existe, todos haríamos el bien, por la cuenta que nos trae al tener que vérnoslas con un Ser de esa naturaleza; y, entonces, no podríamos decir que nuestro comportamiento es moral, pues la moralidad consiste en obrar por mor del deber, no por miedo al Juez Supremo. Por otro lado, una vez aclarado el embrollo anselmiano de la “existencia” como propiedad necesaria, y reconocido el carácter intensional de la palabra Dios, tampoco la vía demostrativa o apodíctica es transitable en esta materia. Pienso que Pannenberg está de acuerdo en todo lo anterior, lo que le lleva, inevitablemente, como teólogo creyente, a aventurarse por la única vía posible: la de la prueba inferencial o inductiva. Por eso tenía razón su compañero de cátedra y no Fraijó:Fraijó escribió:
Incluso su entonces compañero de cátedra (...) J. Moltmann, le acusaba (...) de intentar una nueva versión de las pruebas de la existencia de Dios. Nada más ajeno al pensamiento de nuestro autor. (p. 284)

Fraijó ahí se equivoca: eso era, precisamente, lo que pensaba nuestro autor, como bien sabía su compañero. A partir de ahí Fraijó no es capaz de entender bien el pensamiento de Pannenberg, debido a ese error de partida.

Ciertamente Pannenberg conocía muy bien las vías tomistas, y sabía lo que éstas podían dar de sí. El segundo error de Fraijó es dejarse llevar por Gómez Caffarena en la interpretación de la refutación por Kant de la prueba cosmológica, que queda reducida por ellos a una mera variante de la prueba ontológica, lo que, evidentemente, no es. Lo que Kant rechazaba de la “prueba cosmológica” es que de la observación sensible desde los hechos del mundo y su encadenamiento causal nunca podremos llegar a afirmar con sentido una proposición sobre el mundo como totalidad. Pero la existencia de Dios es eso, una afirmación sobre el origen causal del mundo en su totalidad, no una afirmación sobre ningún hecho del mundo, dentro del mundo y, por tanto, dentro de la experiencia posible para el hombre.

Si mi conjetura es correcta, lo que intenta Pannenberg es una inferencia de la existencia de Dios rechazando la idea kantiana de que no podemos afirmar nada sobre el mundo como totalidad. Pannenberg cree que sí podemos. Ciertamente no se tratará de una proposición científica, es decir, falsable (al menos hasta que no se produzca el acto de clausura del mundo en el Juicio Final), pero eso no quiere decir que no se trate de una proposición “evidente”. Eso es lo que subyace en la siguiente afirmación de Pannenberg:
Fraijó escribió:
Y, si se le pregunta en qué objetos de la experiencia se revela Dios de modo indirecto, al menos como problema, Pannenberg responde: «en todos». (p.285)
A lo que Fraijó apostilla a continuación:
Fraijó escribió:
Pero este lector, y tal vez no sólo él, queda algo perplejo y cabizbajo, sin poder compartir tanta afirmación contundente,
A mí, al contrario que a Fraijó, esa afirmación de Pannenberg no me deja perplejo, sino que me parece que encaja perfectamente en la doctrina de Pannenberg tal como yo la interpreto: no son los objetos particulares de la experiencia en los que se revela Dios, sino en lo que estos objetos particulares revelan en su totalidad. Intentaré explicarlo.

Nosotros, dentro del mundo, tenemos percepción sensible de fenómenos, en buena doctrina kantiana. Según Kant, percibiríamos una serie de fenómenos del tipo: A1,A2 ... An, B1, B2... Bm, ... X1, X2... Xo. Esa serie no nos permite decir nada sobre el mundo como totalidad. Pero ahora pensemos, con Pannenberg, que Kant no ha sido capaz de interpretar bien la serie de fenómenos y que, correctamente interpretada, es la siguiente: A1,A2 ... As. Entonces, ¿sería verdad que no podemos afirmar nada sobre el mundo como totalidad? ¿No es más cierto que podríamos afirmar algo sobre el mundo como totalidad: que tiene la propiedad A? En mi opinión, eso es lo que sostiene Pannenberg. Es como si vemos en el mar un iceberg; sólo vemos una novena parte, pero podemos inferir de forma “evidente” que la parte sumergida es también de hielo, igual que la parte que emerge, aunque aquélla no podamos verla por estar debajo del agua. Esa es, en mi opinión, lo que afirma la “tesis de la discordia” de Pannenberg.

Por eso, en el fondo, la doctrina de Pannenberg es una Filosofía de la Historia:
Fraijó escribió:
Pannenberg recupera la historia, entendiendo por ella «la realidad total» (p. 289)
Para poder afirmar el sentido del mundo en su totalidad y la correspondiente existencia de Dios, Pannenberg acude no sólo a los fenómenos sensibles e históricos, sino a la tradición, a la revelación y a la antropología y los mitos culturales de muerte y resurrección, para, con todos estos elementos, poder configurar su visión del mundo como totalidad. De ahí la importancia que da a la resurrección de Cristo como hecho histórico. La historia nos ha manifestado, hasta el momento presente, la serie de hechos A1,A2 ... As. Pero, además, con la resurrección de Cristo nos ha manifestado el hecho Az, el hecho definitivo y final, la resurrección de la carne, que es, para Pannenberg, la prueba evidente de que los hechos todavía no producidos, la parte oculta de la historia, el futuro, la serie At,Au ... Ay, también son A.
Bin ich doch kein Philosophieprofessor, der nöthig hätte, vor dem Unverstande des andern Bücklinge zu machen.
No soy un profesor de Filosofía, que tenga que hacer reverencias ante la necedad de otro (Schopenhauer).


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Última Edición: 25 Ene 2014 22:23 por Nolano.
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Re: Esbozo interpretativo de Wolfhart Pannenberg 26 Ene 2014 01:43 #19067

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Aunque en general comparto tu interpretación del proyecto de Pannenberg, creo justo ofrecer otra interpretación a algunas palabras de Fraijó que has citado y has tomado por erradas, y que en mi opinión están malinterpretadas.

Comienzo por:
Fraijó escribió:
Incluso su entonces compañero de cátedra (...) J. Moltmann, le acusaba (...) de intentar una nueva versión de las pruebas de la existencia de Dios. Nada más ajeno al pensamiento de nuestro autor. (p. 284)
Lo que viene a subrayar aquí el profesor es que dentro del proyecto profundamente racional de Pannenberg, su proceder no mantiene la presunción escolástica del silogismo demostrativo, sino que se desarrolla de forma más bien inductiva, construyendo a base de indicios la verosimilitud de Dios como fundamento de la realidad total, tomando esta realidad como historia universal, instrumento de revelación por antonomasia, y que por tanto se encuentra inconclusa para nosotros, lo que impide la certidumbre que constate de una vez dicha revelación. Las vías tomistas, aún partiendo de la observación a posteriori para elevarse al estilo del Estagirita hasta un primer motor o una primera causa eficiente, se construyen encadenando premisas, deducciones y conclusiones. Al margen de debatir sus premisas, cabría, para criticarlas, hablar de algún que otro non sequitur. Pero no puede hacerse lo propio, viene Fraijó a decir, en el caso de Pannenberg, y por ello la crítica de Moltmann no sería justa en este sentido. Pannenberg abandona semejante certidumbre, y pone su empeño en acumular prolijamente indicios que aumenten dicha verosimilitud haciendo un planteamiento siempre abierto, siempre cuestionable.

Y ahora voy con ésta:
Fraijó escribió:
Y, si se le pregunta en qué objetos de la experiencia se revela Dios de modo indirecto, al menos como problema, Pannenberg responde: «en todos». (p.285) Pero este lector, y tal vez no sólo él, queda algo perplejo y cabizbajo, sin poder compartir tanta afirmación contundente
Aquí, la perplejidad a la que Fraijó se refiere no obedece, como pareces interpretar, a la incapacidad para comprender semejante afirmación en el contexto del proyecto de Pannenberg. Al contrario, se rebela frente a la fortaleza de semejante convicción en nuestro teólogo: dicen que el milagro no está si no en los ojos del que mira. Y Fraijó, que se tiene por más filósofo de la religión que por teólogo, viene a subrayar la distancia que encuentra entre las supuestas "evidencias" de Dios en todos los rincones de la historia y la realidad que Pannenberg cree encontrar. Por eso queda, no sólo perplejo ante lo que no ve, sino cabizbajo porque desearía poder compartir una convicción semejante. Es, probablemente, una cuestión de fe la que asiste a la mirada del teólogo Pannenberg, y con la que el filósofo Fraijó no puede contar a priori.
Javier Jurado
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Re: Esbozo interpretativo de Wolfhart Pannenberg 26 Ene 2014 11:45 #19070

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Kierkegaard escribió:
su proceder no mantiene la presunción escolástica del silogismo demostrativo, sino que se desarrolla de forma más bien inductiva (...)
Las vías tomistas, aún partiendo de la observación a posteriori para elevarse al estilo del Estagirita hasta un primer motor o una primera causa eficiente, se construyen encadenando premisas, deducciones y conclusiones.
Supongo que en el fondo estamos de acuerdo, pero ya puestos a matizar, creo que el uso que haces de "demostrativo" o de "deductivo" es lo suficientemente ambiguo como para dar lugar a confusión.

Nos dice el Diccionario que "deducción" es, en Filosofía, "Método por el cual se procede lógicamente de lo universal a lo particular". Y "demostrar", en el mismo orden filosófico, "Mostrar, hacer ver que una verdad particular está comprendida en otra universal, de la que se tiene entera certeza". Bajo esta definición, la vía tomista de tipo cosmológico no sería en ningún caso una deducción ni una demostración, pues no va de la constatación de un universal del que se tiene certeza hacia un particular, sino, al contrario, de hechos particulares a una verdad universal. Y, en este sentido, la "prueba" de Pannenberg está incluida, sin lugar a dudas, me parece a mí, dentro del género de prueba inductiva de la existencia de Dios y en eso está en la línea de las vías tomistas. Entonces, afirmar, como Fraijó, que "nada más ajeno al pensamiento de nuestro autor" que intentar una nueva versión de las pruebas de la existencia de Dios me parece totalmente equivocado.

El argumento de Santo Tomás era algo así como:

1. Todas las cosas que suceden en el mundo tienen una causa.
2. El mundo es una cosa que sucede en el mundo.
3. Luego, el mundo tiene una causa.

Evidentemente, la pega está en la premisa 2, puesto que el mundo como totalidad no es una cosa que suceda "en" el mundo, como explicó Kant. Cayendo la premisa 2, cae el argumento. Nótese, por lo demás, que el argumento tomista no es una deducción, pues no va de un universal a un particular, sino de observaciones particulares (observo que en el mundo todo tiene una causa) para afirmar un universal, en el que luego subsumo un particular (mundo como hecho particular). Puede resultar un poco engañoso el cuantificador universal de la premisa 1, pero es obvio que ahí lo que hace Santo Tomás es introducir la técnica lógica de la introducción del cuantificador universal que estudiamos en deducción natural y que es claramente un proceso inductivo.

Si tomamos ahora el significado de "revelar", creo que el pertinente aquí es el de "Proporcionar indicios o certidumbre de algo". Por tanto, revelar sirve tanto para "mostrar" (certidumbre por ostensión) como para "probar" (aportación de indicios, y vía inductiva). No sé qué perplejidad puede producir, entendidos los términos en que se mueve Pannenberg, que éste afirme que "todos" los hechos conocidos del mundo en su conjunto revelen la existencia de Dios, es decir, sean indicios de la existencia de Dios. La perplejidad de Fraijó sólo se justifica por no haber entendido bien cuál es el planteamiento de Pannenberg.

Y vuelvo a reiterar lo tentativo (y ciertamente osado) de mis interpretaciones, puesto que no he leído a Pannenberg y menos aún en alemán, así que no sé qué palabras utiliza que se han traducido por "evidencia" y "revelar" en las traducciones españolas. Pero con los datos de que disponemos, y partiendo de la base de que Pannenberg no es un cantamañanas que habla por hablar, así lo veo yo.
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Última Edición: 26 Ene 2014 11:50 por Nolano.
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Re: Esbozo interpretativo de Wolfhart Pannenberg 26 Ene 2014 19:40 #19076

Nolano, si me precisas un texto de Santo Tomás en el que diga que el mundo es "un objeto" te pago una mariscada.
¿Podría decirme que camino debo tomar para irme de aqui? preguntó Alicia; "eso depende, en mucho, del lugar al cual quieras ir" contestó el gato. "No importa mayormente el lugar" ; "en tal caso, poco importa el camino" "...con tal de que lleve a alguna parte..." "puedes estar segura de que todos...
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Re: Esbozo interpretativo de Wolfhart Pannenberg 26 Ene 2014 20:44 #19077

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Genio Maligno, si me precisas donde he dicho yo en este hilo que Santo Tomás lo dice, te la pago yo a ti. ;)
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Re: Esbozo interpretativo de Wolfhart Pannenberg 26 Ene 2014 20:54 #19078

"El mundo es una cosa que sucede en el mundo". Definire potes?
¿Podría decirme que camino debo tomar para irme de aqui? preguntó Alicia; "eso depende, en mucho, del lugar al cual quieras ir" contestó el gato. "No importa mayormente el lugar" ; "en tal caso, poco importa el camino" "...con tal de que lleve a alguna parte..." "puedes estar segura de que todos...
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Re: Esbozo interpretativo de Wolfhart Pannenberg 26 Ene 2014 22:25 #19081

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Possum.

Secunda via est ex ratione causae efficientis. Invenimus enim in istis sensibilibus esse ordinem causarum efficientium: nec tamen invenitur, nec est possibile, quod aliquid sit causa efficiens sui ipsius; quia sic esset prius seipso, quod est impossibile. Non autem est possibile quod in causis efficientibus procedatur in infinitum. Quia in omnibus causis efficientibus ordinatis, primum est causa medii, et medium est causa ultimi, sive media sint plura sive unum tantum: remota autem causa, removetur effectus: ergo, si non fuerit primum in causis efficientibus, non erit ultimum nec medium. Sed si procedatur in infinitum in causis efficientibus, non erit prima causa efficiens: et sic non erit nec effectus ultimus, nec causae efficientes mediae: quod patet esse falsum. Ergo est necesse ponere aliquam causam efficientem primam: quam omnes Deum nominant.

Esta es la segunda prueba (o vía) de la existencia de Dios, tal como Santo Tomás la expone en la Suma Teológica (I, q.2, a.3). Traduzco las frases que quiero destacar:

Sin embargo no encontramos, ni es posible, que algo sea causa eficiente de sí mismo, pues sería anterior a sí mismo, lo que es imposible, (...) Pero si se procede hacia el infiinito en las causas eficientes, no habría una primera causa eficiente: y así no habría ni efecto último, ni causas eficientes intermedias: lo que es absolutamente falso. Luego es necesario poner alguna causa eficiente primera: a la que todos llaman Dios”.

Me preguntas dónde dice Santo Tomás que el mundo es una cosa que sucede en el mundo. Evidentemente, no estaba citando yo literalmente a Santo Tomás, sino exponiendo su esquema argumentativo bajo la óptica kantiana de la antinomia de la razón pura, que es lo que me interesaba para aclarar la posición de Pannenberg y en qué se diferencia ésta de la tomista, tal como yo lo veo. Pero no creo haber sido infiel al argumento tomista. Santo Tomás pide una primera causa; no expresamente del mundo, sino de la cadena de causas intermedias para llegar al efecto último, pero ¿qué es esa cadena de causas y efectos, sino el mundo en su totalidad? Esa cadena es lo que constituye el mundo, pues no hay nada en el mundo fuera de esa cadena causal, como dice al principio: “enim in istis sensibilibus esse ordinem causarum efficientium”; lo que no tiene causa o no es causa de ningún efecto estaría fuera del “orden” del mundo (de las cosas sensibles) y, por tanto, del mundo.

La primera causa es Dios, y el primer efecto es la causa segunda (o primera intermedia) que podemos identificar con el mundo en su totalidad, pues contiene en sí la posterior cadena de causas y efectos, que es el primer suceso del mundo (pues Dios, causa primera, no puede ser suceso del mundo, pues, si no, también necesitaría causa y ya no sería la causa primera, es decir, no sería Dios). No puedo pensar que la primera causa intermedia (o segunda causa) no sea un suceso del mundo que lleva indisolublemente unida la cadena causal de las cosas sensibles. Y el mundo, precisamente por ser una cosa mundana, que sucede en el mundo, exige una causa, porque es un efecto y no causa sui. Si el mundo no fuera un suceso del mundo, en la concepción de Santo Tomás, no necesitaría causa, podría ser causa sui.

La otra posible interpretación me parece, Genio Maligno, que sería que Dios forma parte del mundo; no sé si es ésa la interpretación tuya de Santo Tomás. En este caso el mundo en su totalidad (que incluiría a Dios) ya no sería un suceso del mundo, pues incluiría una causa incausada. Pero esa interpretación, que Santo Tomás metiera a Dios dentro del mundo, no me parece plausible, como he explicado en el párrafo anterior.
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Re: Esbozo interpretativo de Wolfhart Pannenberg 27 Ene 2014 00:45 #19084

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He de reconocerte, querido Genio maligno, que cuando ayer leí el mensaje 19070 de nuestro amigo Nolano, pensé de inmediato en recurrir a tu debilidad por Santo Tomás para revisar esa formulación tan kantiana de la vía. Pero veo que has salido al quite por tu propio pie. ;)

Y aunque con gusto leeré tu respuesta a su explicación más detallada, yo me adelanto en lo que respecta a la crítica que Nolano me hace sobre el uso indebido de los verbos demostrar y deducir en el caso del Aquinate.

Vaya por delante que convendría efectivamente leer de primera mano a Panneberg para salir de dudas sobre la justicia de la crítica de Moltmann. Pero vayamos con Santo Tomás y la crítica de que la formulación de sus vías no es de tipo “deductivo”:
Nolano escribió:
Bajo esta definición, la vía tomista de tipo cosmológico no sería en ningún caso una deducción ni una demostración, pues no va de la constatación de un universal del que se tiene certeza hacia un particular, sino, al contrario, de hechos particulares a una verdad universal. […] Puede resultar un poco engañoso el cuantificador universal de la premisa 1, pero es obvio que ahí lo que hace Santo Tomás es introducir la técnica lógica de la introducción del cuantificador universal que estudiamos en deducción natural y que es claramente un proceso inductivo.
En primer lugar, como has reconocido en último mensaje, esa no es literalmente la formulación de la vía, y por tanto si es apropiada para hacer una lectura kantiana de la misma, no parece ser adecuada si lo que está en cuestión es el carácter deductivo de la misma. Aun así, sobre esta formulación tuya, me resulta un tanto forzado eso de que la primera premisa que planteas no sea una verdad universal. ¿Cómo se alcanzan las verdades universales, dentro de los parámetros aristotélicos-tomistas? Simplificándolo, entiendo que o bien porque proceden del puro razonamiento abstracto (matemáticas, lógica,…) y son, en términos kantianos, a priori; o bien, precisamente, porque se ha efectuado un proceso inductivo a partir de los casos particulares hasta alcanzar la formulación de una verdad universal. Así pues, dentro de tu formulación, decir “Todas las cosas que suceden en el mundo tienen una causa” es la conclusión de dicho proceso inductivo que ha venido observando que nunca se ha dado un caso particular en el que algo no tuviese una causa; pero no por ello dejaría de ser una verdad universal. Así pues, incluso según tu cuestionable formulación, no veo por qué Santo Tomás no estaría aplicando aquel “método por el cual se procede lógicamente de lo universal a lo particular”. Habría por tanto deducido o demostrado la existencia de Dios incluyendo entre sus premisas tal verdad universal.

Pero ahora, en segundo lugar, vamos a hacer algo más de justicia a la formulación original de la vía tomista que tú mismo has traído aquí en su original latino. Por ejemplo, bastaría con extraer un par de premisas del razonamiento para evidenciar el carácter profundamente universal que tiene el intento de deducción tomista:

1. En este mundo sensible existe un orden de causas eficientes (Invenimus enim in istis sensibilibus esse ordinem causarum efficientium). O dicho de otra forma, “Para todo objeto x, existe al menos un y que es su causa”.

2. No es posible ni vemos que algo sea causa eficiente de sí mismo (nec tamen invenitur, nec est possibile, quod aliquid sit causa efficiens sui ipsius). O dicho de otra forma, “Para todo objeto x, es falso que x sea su causa”.

Y así sucesivamente, hasta alcanzar el potente Ergo est necesse.¿De verdad puede decirse que la formulación tomista no pretende ser - con todas las trabas que se le puedan poner a sus premisas o incluso a sus razonamientos intermedios, como el de la imposibilidad de la escalada al infinito – un proceso deductivo o demostrativo?
Nolano escribió:
Si tomamos ahora el significado de "revelar", creo que el pertinente aquí es el de "Proporcionar indicios o certidumbre de algo". Por tanto, revelar sirve tanto para "mostrar" (certidumbre por ostensión) como para "probar" (aportación de indicios, y vía inductiva). No sé qué perplejidad puede producir, entendidos los términos en que se mueve Pannenberg, que éste afirme que "todos" los hechos conocidos del mundo en su conjunto revelen la existencia de Dios, es decir, sean indicios de la existencia de Dios. La perplejidad de Fraijó sólo se justifica por no haber entendido bien cuál es el planteamiento de Pannenberg.
Creo que vuelves a errar en la interpretación de la perplejidad de que habla Fraijó y que pensaba haber aclarado. No se trata de una perplejidad porque Pannenberg diga eso, sino porque de verdad lo crea en serio, así lo viva, así lo experimente. No comparte Fraijó esa convicción, esa certidumbre. Si era una cuestión de simple incomprensión, de simple constatación de una incongruencia dado su pensamiento, ¿a qué manifestarse también “cabizbajo”?

Resulta entretenido este intercambio, pero me parece demasiado injusto retorcer así las palabras de Fraijó para generar un pretexto :P
Javier Jurado
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Última Edición: 27 Ene 2014 00:50 por Kierkegaard.
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Re: Esbozo interpretativo de Wolfhart Pannenberg 27 Ene 2014 10:15 #19089

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Me alegro, Kierkegaard, de tu regreso al foro, del que andabas un poco ausente.

I
Kierkegaard escribió:
como has reconocido en último mensaje, esa no es literalmente la formulación de la vía,

Bueno, eso no es del todo así; no es que lo haya reconocido en mi último mensaje, sino que ya lo dije explícitamente en el anterior, al escribir que "El argumento de Santo Tomás era algo así como:". Declaración palmaria y expresa de que se trataba de una reformulación de mi cosecha de la vía tomista.

Aquí de lo que se trata es de contextualizar el pensamiento de Pannenberg. Si, como afirmaba su compañero de cátedra y yo creo acertado, lo que pretende Pannenberg es "intentar una nueva versión de las pruebas de la existencia de Dios", habrá que partir del estado de la cuestión previo a ponerse Pannenberg manos a la obra.

¿Por qué intentar una nueva versión? Tiene que ser porque las viejas no sirven en el momento actual. No estamos hablando de nuevas pruebas, sino de una nueva versión de las antiguas pruebas. ¿Y de qué prueba podemos estar hablando, de la ontológica o de la cosmológica, de las pruebas a priori o de las pruebas a posteriori? A mí me parece evidente que se trata de lo segundo, pues así resulta de la exposición que hace Fraijó de los libros de Pannenberg. ¿Y por qué no sirven la vías tomistas, haciendo necesaria una nueva versión puesta al día? Creo que es porque las vías tomistas no superan la crítica de Kant.

Estoy muy lejos de ser un experto en lo de las pruebas de la existencia de Dios especialmente desde Kant a nuestros días, por lo que me tengo que fiar de lo que dice Fraijó. Y, teniendo en cuenta que Hegel no aporta nada en este asunto, el filósofo anterior a nuestros días que se ocupó de esta temática fue Kant. (Nota: hace ya bastantes años leí un libro de Franz Brentano sobre la existencia de Dios, pero si la memoria no me falla, venía a ser una defensa de las vías tomistas, sin aportar nada nuevo, según me pareció.) Así que, para afrontar a Pannenberg había que reformular el argumento tomista en los términos en que lo vio Kant, para ver dónde estaba su defecto, que lo hacía inservible, y por qué era necesaria una nueva versión, basada ya ahora no en la cadena causal de los sucesos "en" el mundo, sino en una visión posible del mundo como totalidad y, por tanto, no integrado en la cadena causal que conforma el mundo. Naturalmente, si Santo Tomás hubiera podido leer a Kant, creo que no habría formulado sus vías como lo hizo.

No acabo de entender a dónde queréis llegar El Genio Maligno y tú: ¿a defender los argumentos tomistas como argumentos válidos? Si consideráis que son válidos, que no resultan afectados por la crítica de Kant, no tengo nada que decir al respecto; sois libres de pensarlo así, aunque, entonces, no sé exactamente qué pensáis que aporta Pannenberg de novedoso para merecer nuestra atención.

II

Sigo pensando que te equivocas al pensar que las vías tomistas son demostraciones. Son inducciones (al menos las más transitables y no las que bordean la prueba ontológica) y eso, en sentido estricto, no es nunca una demostración. Como el movimiento se demuestra andando, la escasa capacidad de las vías tomistas para convertir nunca a nadie a la creencia en la existencia de Dios son buena prueba de que carecen de capacidad demostrativa. Que yo sepa nadie ha dudado jamás del teorema de Pitágoras o de que los números primos son infinitos, desde que eso quedó demostrado por Euclides.
Kierkegaard escribió:
1. En este mundo sensible existe un orden de causas eficientes (Invenimus enim in istis sensibilibus esse ordinem causarum efficientium). O dicho de otra forma, “Para todo objeto x, existe al menos un y que es su causa”.

2. No es posible ni vemos que algo sea causa eficiente de sí mismo (nec tamen invenitur, nec est possibile, quod aliquid sit causa efficiens sui ipsius). O dicho de otra forma, “Para todo objeto x, es falso que x sea su causa”.

Y así sucesivamente, hasta alcanzar el potente Ergo est necesse.¿De verdad puede decirse que la formulación tomista no pretende ser - con todas las trabas que se le puedan poner a sus premisas o incluso a sus razonamientos intermedios, como el de la imposibilidad de la escalada al infinito – un proceso deductivo o demostrativo?

Lo que yo digo no es que la formulación tomista no pretenda ser un proceso deductivo. Lo que yo digo es que no lo es, que es un falso proceso deductivo.

La premisa 1, que habla de "este mundo sensible", ya es a posteriori, como bien indica el calificativo de "sensible". La premisa 2 contiene un "ni vemos", lo que también muestra a las claras que se trata de una proposición a posteriori. Es verdad que afirma que "no es posible ni vemos", aunque lo primero queda desmentido inmediatamente por la conclusión de que Dios es necesario, siendo causa sui, lo que desmiente que no sea posible que algo sea causa eficiente de uno mismo, cosa que se había afirmado en la premisa 2. Es decir, la premisa 2 para ser aceptable, y no incongruente con la conclusión, debe rezar "no vemos que algo sea causa eficiente de sí mismo".

Es cierto que esta premisa 2 parecería, en buena doctrina kantiana, ser a priori, en la medida en que involucra la causalidad, que es una categoría a priori del sistema kantiano. Y ahí es donde yo hice mi formulación propia del argumento tomista, porque, la causalidad es una categoría a priori de toda experiencia posible; al aplicarle al mundo como totalidad la categoría de la causalidad, Santo Tomás, incurre en un exceso, pues si bien los fenómenos "en" el mundo son objeto de experiencia posible, el mundo como totalidad (o, lo que creo que es lo mismo, la segunda causa o primera causa perceptible) no lo es: ¿sería posible una percepción fenoménica del primer hecho del mundo o causa segunda, sin que fuera preceptible la cusa primera? Kant y yo creemos que no. Por eso, al mundo como totalidad (o, lo que es lo mismo, a la causa segunda que contiene en sí toda la posterior cadena causal de fenómenos perceptibles) no le es aplicable la categoría de la causalidad. O bien la premisa 2 es a posteriori, se refiere a lo que vemos o no vemos, o es falsa, pues aplica erróneamente una categoría a priori, la causalidad, a algo a lo que no se puede aplicar. Por eso me he permitido reformular el argumento tomista para mostrar de forma lo más clara posible por qué, para Kant, no era válido.

Más allá de las modernas teorías de la ciencia, si nos retrotraemos a Kant y a su crítica de las vías tomistas, tenemos que, para poder hablar de una demostración debemos movernos en el ámbito de las proposiciones (juicios en terminología kantiana) a priori, es decir, proposiciones analíticas (que siempre son a priori) o proposiciones sintéticas a priori. Eso es así porque la demostración va de lo universal a lo particular, y lo universal es siempre a priori. ¿De qué clase es la proposición "Dios existe"? Ya vimos, al hablar de la refutación kantiana de la prueba ontológica, que "Dios existe" no es una proposición analítica, pues la existencia no es una propiedad que pueda incorporarse a un término intensivo. Y "Dios existe" no es tampoco una proposición sintética a priori, porque no se puede extraer una proposición a priori de premisas a posteriori.

III

Sobre mi "retorcimiento" de las palabras de Fraijó, creo que las citas literales que he aportado de él excluyen retorcimiento alguno. Creo que he interpretado las cosas de la forma más ajustada a lo que él mismo dice. Y no veo qué puede añadir el "cabizbajo" a la perplejidad. Cabizbajo, en este contexto quiere decir, me parece, que Fraijó quedó meditabundo y pensativo, efecto propio de la perplejidad y de la incomprensión sobre lo que decía Pannenberg. Salvo que quiera decir que sintió vergüenza ajena por lo que estaba afirmando Pannenberg. Pero no parece que sea esto último. Y no me parece que cuadre decir que soy injusto con alguien porque rebato lo que dice dando una opinión contraria; no sé qué tiene que ver la justicia con eso.
Bin ich doch kein Philosophieprofessor, der nöthig hätte, vor dem Unverstande des andern Bücklinge zu machen.
No soy un profesor de Filosofía, que tenga que hacer reverencias ante la necedad de otro (Schopenhauer).


Jesús M. Morote
Ldo. en Filosofía (UNED-2014)
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Última Edición: 27 Ene 2014 11:30 por Nolano.
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Re: Esbozo interpretativo de Wolfhart Pannenberg 27 Ene 2014 11:29 #19091

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Nolano escribió:
Me alegro, Kierkegaard, de tu regreso al foro, del que andabas un poco ausente.
Al margen de temas personales que me han tenido – y me tienen – bastante ocupado, digamos que las intervenciones de los últimos meses me dejaban bastante perplejo y cabizbajo, y sin ganas de participar en absoluto. Pero he pensado que, antes que meterme en el “fregao” de poner los puntos sobre las íes – otra vez sobre asuntos ya hablados – he optado por contribuir en la medida de mis posibilidades con otro contenido al foro.

INolano escribió:
No acabo de entender a dónde queréis llegar El Genio Maligno y tú: ¿a defender los argumentos tomistas como argumentos válidos?
No sé cuál será la pretensión de El genio maligno, pero la mía al menos no es en absoluto defender los argumentos tomistas sino defender que, como dice Fraijó, puedan ser de un tipo distinto al formulado por Pannenberg. Pensaba que al menos eso estaría claro.

II
Sigo interpretando que demostrar o deducir es lo mismo que inferir desde el punto de vista lógico. Y en este sentido, es indiferente si las premisas se han obtenido mediante inducción o no: el cálculo aplicado sobre ellas para llegar a la conclusión es de tipo deductivo o demostrativo. Y eso es lo que al parecer Pannenberg no haría, en opinión de Fraijó, a diferencia de lo que Santo Tomás que claramente hace. La escasa capacidad de las vías tomistas para convertir a alguien no dice nada del carácter demostrativo que siguen, sino de la validez de sus premisas.

Pero como apelas a la noción kantiana de "demostración" exigiendo que ésta se mueva en el ámbito de las proposiciones a priori, no creo que tenga mucho sentido seguir discutiendo de terminología. Simplemente creo que cuando Fraijó responde así, lo hace en el sentido que apunto y no es descabellado.
Nolano escribió:
Lo que yo digo no es que la formulación tomista no pretenda ser un proceso deductivo. Lo que yo digo es que no lo es, que es un falso proceso deductivo.
Pero entonces, Fraijó podría tener razón. Moltmann le critica a Pannenberg estar realizando un nuevo intento de las vías tomistas. ¿En qué sentido? Si, como yo digo, es en que pretende construir un proceso deductivo (al margen de que éste sea válido o no), Fraijó puede tener razón en que no es esa su pretensión. Si es en algún otro sentido, quizá no venga a cuento el matiz. A saber. No creo que merezca la pena seguir gastando tiempo en esto.

III
Discúlpame si no he sabido acertar con la palabra retorcimiento. Quería decir que según mi interpretación, la tuya está demasiado traída por los pelos. Tanto, que parece no hacer “justicia”, en el sentido de reconocer lo que corresponde a la intención e idea de Fraijó.

Cabizbajo, como ya dije, corrobora mi interpretación de que, esperando una solución más racional acorde con la búsqueda de la filosofía de la religión, Fraijó se encontró en Pannenberg una respuesta demasiado teísta, demasiado cargada de convicción de fe. Lo que le entristeció, que es lo que significa cabizbajo, y no meditabundo o pensativo.
Javier Jurado
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