elías escribió:
Hola, Cuervo Ingenuo
Hay una cuestión de tu reflexión que me interesa sobremanera. Cuando hice referencia a la importancia de ver un original es precisamente por lo que toca también a la otra cara de la moneda a la que tú aludes y que yo no cité. A mi me ocurrió exactamente lo mismo con una de las obras más enigmáticas de la pintura: "La tempestad" de Giorgione.
Dices que te decepcionó el original pero no así una copia. En fin, lo que trato de saber es si puedes llegar a considerar una lámina, es decir, una copia de un original, como una obra de arte o como más artística que el original o si puedes considerar que en una copia pueden existir valores estéticos que no se encuentran en el original.
Y de ser así, cómo es ello posible.
Max scheler consideraba que los valores residían en las cosas pero que eran independientes de ella. Es decir, que existía un mundo de los valores independiente de las cosas. Lo cual juzgo como algo insostenible. Una obra de arte nos puede parecer artística pero aumentemos o multipliquemos por diez el tamaño de dicha obra y nos podrá parecer un esperpento. Pese a lo que muchos opinen, especialmente los hombres, parece que el tamaño sí que importa. Es decir, los valores artísticos residen en la obra pero no son independientes de las propiedades de la cosa a valorar.
Hola Elías:
Aunque entiendo a donde quieres llegar no entiendo los problemas que planteas.
No entiendo muy bien que es la "artisticidad".
Si ya he dicho que para mí la obra de arte destaca por su contenido práctico, eso no tiene mucho que ver con la técnica en que esté hecha ni, en principio, con el número de obras "iguales" que haya.
Si me preguntas que me impresiona más el
David (copia) de la
Plaza de la Signoria o el recontextualizado (original) de la
Galería de la Academia, seguramente te diré que el de la Galería de la Academia ha perdido su "ser", es un símbolo que ha perdido su contexto.
Madrid está llena de esculturas de Botero que compró el Ayuntamiento al "por mayor", pero he visto las mismas esculturas en muchas ciudades. Hay por ahí un documental de su taller, que no es un taller es una fundición, con un montón de gente fundiendo los mismos modelos una y otra vez... desde allí los envían (o al menos enviaban) a medio mundo.
Aunque no se trate (siempre) de copias, los museos están plagados de obras mal atribuidas, algunas de ellas es imposible que no estén intencionadamente mal atribuidas, pero es más interesante tener un Greco que un Tristán o un Goya que un Juliá. Yo no soy muy formalista, pero hasta yo he visto atribuciones muy groseras en los mejores museos del mundo.
Recuerdo que en la Universidad Autónoma de Madrid había un profesor que se dedicaba a las atribuciones privadas. Nosotros, los estudiantes, nos preguntábamos cuánto había de ético en atribuir y cobrar por ello y si cobrarías más (tendrías más clientes) en función de lo que atribuyeses.
Desde hace tiempo se habla de museos de copias (Japón, Emiratos Árabes) mientras que hay originales que casi nadie ha visto porque están guardados en cajas fuertes.
Con esto quiero decir que la mayoría no podemos distinguir copia de original. Original de uno de original de otro. No me interesa mucho el debate técnico, la verdad.
Si lo que me preguntas es sobre una lámina, una copia mecánica, estoy seguro de que hay láminas con la calidad suficiente para que a una distancia prudente (a la que te puedes acercar sin que salte la alarma o te asalte el seguridad en muchos museos) se acercan muchísimo al original. Si me hablas de una lámina corriente, reproducida en un buen libro, a una escala diferente... no lo sé, me sigue interesando el estudio de la obra de arte como documento histórico mucho más que el presunto deleite estético... debe de ser que no tengo vocación.
Grabados, fotografías, filmes, vaciados, instalaciones,
performances... pero también restauraciones. Hace no mucho había libros que decían que a Miguel Ángel no le importaba el color... solo hubo que limpiar la
Capilla Sixtina de siglos de humo de vela para que viéramos un nuevo Miguel Ángel que poco antes hubiéramos pensado era imposible, era falso.
Creo que el concepto de original y copia ya no es relevante si no eres el dueño de la pieza. Del artista hoy (o al menos del de hoy) no creo que lo que más se valore sea su pericia técnica. Duchamp acabó con aquello hace 100 años.
Estas preguntas siempre me han parecido extrañas... nadie se pregunta si se puede disfrutar el Quijote en una copia diferente al manuscrito de Cervantes.
Pero, Elías, yo no tengo la respuesta porque todavía hay veces que me emociono delante de alguna obra, que no me "ha punzado", como diría Barthes, en "papel".