leopoldd escribió:
Hay algo que me fascina en este foro. Resulta que dos magníficos filósofos como Teresa Oñate o Martínez Marzoa son ilegibles o incluso unos petardos. Estamos estudiando filosofía u otra carrera para no ser capaces de enfrentarnos a un texto exigente?
Leo opiniones políticas típicas de tasca (o de gastro bar) por doquier.
Desprecio por asignaturas enteras con un desdén asombroso.
Críticas infundadas a profesores que uno se espera en adolescentes pero no en gente crecidita y menos estudiando filosofía en la UNED. Ojo, con esto no quiero decir que no haya muchas cosas criticables, pero estar siempre con el cuchillo preparado para dar la puñalada es una actitud nefasta. Mucha gente parece estar sólo atenta al error o al lapsus para destrozar el trabajo de una persona. Yo mismo padecí críticas torticeras y rumores rocambolescos durante los años que di clases en la universidad por parte de alumnos de 19 años, no así por parte de los de más edad.
En los foros de alguna asignatura he leido cosas que si yo fuese el profesor tomaría acciones contra ciertos alumnos. La semana pasada un alumno casi insultó a una profesora del segundo semestre. y estamos aún en febrero!
Cuánto perdonavidas engreido. Qué falta de humildad.
Menudos futuros graduados en filosofía.
Así crece vox (y el buenismo).
Bueno, relax, hombre. Yo creo que en este foro prima ante todo el respeto. Y no se debe confundir la crítica con una sentencia firme de apologetas de turno.
Por lo que a mí respecta, he de decir que Oñate y Marzoa me parecen maravillosos, y sus manuales aunque exigentes, en mi opinión, lo son por distintos motivos. Marzoa es complejísimo, sobre todo para un estudiante de primero, yo he llegado a tirarme una hora completa para comprender al 80% una sola página de la Física y Biología de Aristóteles. Es ahí donde reside su exigencia. Pero, por ejemplo, en el caso del manual de Oñate creo más bien que su exigencia está en que su estilo lingüístico es infumable. En ese sentido se me asemeja mucho a la forma de expresión de Heidegger. Infumable también.
Por lo demás, las críticas de alumnos jóvenes, aunque no se expresen por motivos correctos, suelen acertar en el diagnóstico.