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TEMA: el papel de la filosofía en la actualidad

el papel de la filosofía en la actualidad 09 Ago 2017 15:23 #40607

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elías escribió:
Por cierto, Conrado, pero tú has estudiado algo de filosofía de la ciencia. Lo digo porque únicamente alguien que no sepa lo más elemental de filosofía de la ciencia puede afirmar: “La física teórica avanza así: postulando modelos que a priori no están confirmados. Son, en rigor, modelos metafísicos.”

Aplícate el cuento, anda. La cuestión no es si yo he estudiado algo de filosofía de la ciencia. Yo lo hice en el Grado en Filosofía de la UNED. Y con bastante éxito, dicho sea de paso. Y ahora en el Máster, que mira por dónde he escogido la especialidad en historia y filosofía de la ciencia. Ello no me otorga ninguna posición de privilegio. Sin embargo, al menos puedo decir que he leído algo. Por tanto, y a tenor de los hechos, la cuestión no es si yo he estudiado algo de filosofía de la ciencia, sino si lo has hecho tú, pues al no haber estudiado filosofía de manera reglada te has centrado en leer a los amigos solamente (sectarismo).

Yendo ahora a la cuestión que nos atañe, y esto es lo que más me gusta, una vez más te refuto con los textos en la mano, algo que tú no haces nunca (citar, y ya sé por qué). Supongo que por eso te pongo tan nervioso. En esta ocasión me remito a un texto de filosofía de la ciencia de uno de los más importantes filósofos de la ciencia españoles vivos de hoy en día: Jesús Mosterín.

Cuando dije que la física teórica avanza filosofando, haciendo primero metafísica (especulando), no lo dije sacándomelo de manga, como sueles hacer tú en tus intervenciones sin citar tus fuentes, sino porque se lo he leído a autores de prestigio y en publicaciones de larga tirada. Y a ellos me remito. En este caso echo mano de la publicación de Mosterín Ciencia, filosofía y racionalidad. La leí hace algún tiempo. Pero todavía tengo frescos algunos de sus capítulos.

Cito de un epígrafe que lleva por título "Ciencia y filosofía: un continuo". La tipografía es mía:

"Ciencia y filosofía forman un continuo. La filosofía es la parte más global y reflexiva del continuo, el escenario de las discusiones que preceden y siguen a los avances científicos. La ciencia es la parte más especializada, rigurosa y bien contrastada, la que se incorpora a los modelos estándar, a los libros de texto y a las aplicaciones tecnológicas. Ciencia y filosofía se desarrollan dinámicamente, en constante interacción. Lo que ayer era especulación filosófica hoy es ciencia establecida. Y la ciencia de hoy sirve de punto de partida a la filosofía de mañana. La reflexión crítica y analítica de la filosofía detecta problemas conceptuales y metodológicos en la ciencia y la empuja hacia un mayor rigor. Y los nuevos resultados de la investigación científica echan por tierra viejas hipótesis especulativas, y estimulan a la filosofía a progresar.

En griego clásico las palabras “ciencia” (epistéme) y “filosofía” (philo-sophía) se empleaban como sinónimos. Ambas se referían al saber riguroso, y se contraponían a la mera opinión infundada (dóxa). Lo que nosotros llamamos ciencia se originó en el siglo xvn, con la pretensión de ser una filosofía más rigurosa y fecunda que la practicada hasta entonces. A este surgimiento contribuyeron numerosas personalidades, entre las que destaca Isaac Newton, el fundador de la física moderna.

[...]

Sería difícil decir si Aristóteles, Descartes o Leibniz eran más filósofos o científicos. Aristóteles, por ejemplo, escribió más páginas de zoología que de metafísica, ética y lógica, juntas. Y las contribuciones de Descartes y Leibniz a la creación de la geometría analítica y del cálculo infinitesimal son bien conocidas. Incluso un filósofo tan presuntamente puro como Kant formuló la primera hipótesis coherente y compatible con la mecánica de Newton acerca de la formación de nuestro sistema solar, sugirió que la Vía Láctea es una galaxia entre otras y anticipó la idea correcta de que la fricción de las mareas frena la rotación terrestre.

A principios del siglo xix se constituyó la nueva universidad alemana, dividida en compartimentos estancos, y donde, al amparo de la reacción romántica antimoderna, las cátedras de filosofía fueron ocupadas por filósofos idealistas como Fichte o Hegel, que solo habían estudiado teología y filología, e ignoraban por completo la ciencia de su tiempo. Con ellos se consumó un cisma que tuvo consecuencias lamentables de oscuridad, palabrería e irrelevancia, de las que la filosofía alemana todavía no se ha recuperado del todo. Sin embargo, la filosofía mundial del siglo xx ha estado dominada por las grandes figuras de los filósofos científicos y de los científicos filósofos, muchos de ellos de lengua alemana, desde Frege, Husserl, Wittgenstein y Popper hasta Hilbert, Gódel, Einstein, Bohr y Lorenz.

La ciencia actual ha progresado tanto que su transmisión y desarrollo serían inconcebibles sin una extremada división del trabajo intelectual. El científico típico sabe cada vez más sobre cada vez menos. Eso es lo que le permite seguir avanzando. Sin embargo, el científico es también con frecuencia un ser humano dotado de una curiosidad sin límites, que se extiende más allá de las fronteras de su propia especialidad, y dotado de un agudo sentido crítico. Eso es lo que le permite seguir filosofando.

Todos los científicos de talla filosofan y especulan. Stephen Hawking ha llegado a decir que en nuestro tiempo solo los físicos se atreven a hacer filosofía. Gran parte de las teorías de vanguardia de la física actual son puramente especulativas, sin contacto alguno con la contrastación empírica. La teoría de supercuerdas, que ha ocupado a muchos de los mejores físicos teóricos en las últimas décadas, es de momento puramente especulativa, a pesar de su impresionante sofisticación matemática. Ello no excluye (ni implica) que algún día pueda encontrar puntos de contacto con la realidad y convertirse en ciencia empírica. También el atomismo fue una mera especulación filosófica durante casi 2500 años, antes de encontrar confirmación experimental y pasar a ser la base de la química. Por otro lado, el que los científicos especulen filosóficamente no implica tampoco que sus especulaciones sean siempre buenas. En el llamado principio antrópico ya vimos un ejemplo de mala filosofía.

Desde los orígenes del pensamiento racional, el ser humano, en momentos de lucidez, se ha planteado grandes preguntas: ¿de qué están hechas todas las cosas?, ¿cuál fue el origen y cuál será el fin del Universo?, ¿qué es la vida?, ¿de dónde venimos?, ¿a dónde vamos?, ¿qué sentido tiene nuestra vida?, ¿qué podemos conocer? Contestar a estas grandes preguntas es la motivación profunda de la empresa científica y filosófica. Cuando los filósofos se olvidan de ellas o cuando tratan de contestarlas ignorando los resultados de la ciencia, caen en el escolasticismo y la huera verborrea. Cuando los científicos se olvidan de ellas, quedan reducidos a un tecnicismo árido y desabrido. Por el interfaz entre ciencia y filosofía pasa el horizonte en expansión de la comprensión racional del mundo y el punto álgido del placer intelectual.

No hay ninguna oposición ni separación tajante entre ciencia y filosofía. La contraposición se da, más bien, entre la frivolidad, la superstición y la ignorancia, por un lado, y la tendencia al saber y el empeño esforzado y racional por comprender la realidad, por otro. Este esfuerzo se plasma en la curiosidad universal, el rigor, la claridad conceptual y la contrastación empírica de nuestras representaciones. En la medida en que estos ideales se realizan parcial y localmente, hablamos de ciencia. En la medida en que solo se dan como aspiración todavía no realizada, hablamos de filosofía. Pero solo en su conjunción alcanza la aventura intelectual humana su más jugosa plenitud.
"

MOSTERÍN, Jesús (2013), Ciencia, filosofía y racionalidad, Barcelona: Gedisa, pp. 22-24.

Con lo acabado de citar queda claro que mi postura es la misma que la de Mosterín, que ya no es un don nadie. Yo sólo soy un estudiante de filosofía, es decir, nadie. Y Elías, en tanto que perfil anónimo de Internet... pues eso, menos que nadie todavía. Pero Mosterín ya es alguien. Y en un examen de filosofía de la ciencia lo puedes citar sin temor, por más que su postura se pueda discutir. Pero, en ese caso, con los textos de quien sea en la mano.

Pero espera, que aún hay más. Unas páginas más adelante, en el mismo libro, hay un epígrafe que aborda más en concreto la cuestión de la especulación en la ciencia; es decir, el papel de la metafísica en la ciencia. Ése que tú, Elías, dices que no puede haber. Pero que, muy al contrario, hay, como ya ha quedado patente en el texto de más arriba.

Sigo citanto, es decir, refutándote. Bueno, no lo hago yo, sino Mosterín, que sabe más que tú y que yo. La tipografía sigue siendo mía:

"La noción del saber es más estricta y estrecha que la del mero pensar u opinar. La palabra “ciencia” es un calco del latín scientia, derivado del verbo scire, saber. Casi todos (excepto algunos primitivos y posmodernos) preferimos saber a opinar. Tan grande es su prestigio que quienes predican algo suelen disfrazarlo de ciencia. Los predicadores por antonomasia (la orden de predicadores), es decir, los dominicos, expresan sus ideas teológicas en una revista titulada La cienda tomista. En las facultades de Filosofía de la Unión Soviética había siempre un Departamento de Comunismo Científico. Incluso los charlatanes y nigromantes pretenden practicar las ciencias ocultas: ocultas, sí, pero ciencias.

La filosofía surgió en Grecia con el intento de separar el grano de la paja en el orden cognitivo, es decir, con la distinción entre el conocimiento sólido (episteme) y la opinión infundada (doxa). Esta preocupación atraviesa la historia entera de la filosofía y, en cierto modo, culmina con las discusiones de los años treinta del siglo xx en torno al llamado “problema de la demarcación”. Demarcar un terreno es señalar sus lindes o confines, trazar la frontera que lo separa de los otros terrenos. Cuando los filósofos de la ciencia han hablado del problema de la demarcación, se lian referido a la búsqueda de un criterio que sirviese para separar la ciencia fiable de la mera especulación. En efecto, los positivistas lógicos del Círculo de Viena habían enfatizado el contraste entre la ciencia rigurosa, fiable y empíricamente contrastada, por un lado, y los mitos religiosos, las especulaciones metafísicas, las ideologías y las meras opiniones arbitrarias, por el otro. Como moraleja, trataban de aproximar la filosofía a la ciencia sólida y alejarla de la especulación quimérica.

Wittgenstein, Carnap, Ayer y otros, propusieron el criterio venficacionista de demarcación: solo aquellos enunciados o teorías que son potencialmente verificables serían enunciados científicos (o con sentido). Sin embargo, y como señaló Popper, este criterio no funciona, pues las leyes y teorías de la ciencia son enunciados generales y, por tanto, no son verificables; lo que sí son es refutables, pues basta con descubrir un caso en que no se cumplen para que queden refutadas. Por eso Popper propuso el criterio falsacionista de demarcación: solo los enunciados o teorías refutables serían científicos. Este criterio tampoco funciona, pues la ciencia contiene muchos enunciados existenciales («hay una partícula con tales propiedades...»), que son verificables, pero no refutables. Algunos propusieron que los enunciados y las teorías fueran o verificables o refutables, pero ni siquiera eso lo cumplen los enunciados científicos complejos, en cuya forma lógica se alternan cuantificadores existenciales y universales. Al final queda la exigencia de algún tipo de contestación, de algún contacto con la realidad empírica, a la que siempre se concede la última palabra.

Los neopositivistas pensaban en no-ciencias como la religión, la astrologia, el psicoanálisis, el marxismo o la metafísica. Actualmente, sin embargo, la frontera de la fiabilidad epistemológica no pasa solo por el borde entre ciencia y metafísica, sino también dentro del dominio mismo de la ciencia (en sentido sociológico). Algunas cosas que dicen los científicos las sabemos realmente, pues se basan en datos y teorías científicas fiables, bien contrastadas mediante observaciones, aplicaciones tecnológicas y experimentos. Sin embargo, algunos científicos se arriesgan a proponer teorías especulativas, para las que hay poco o nulo apoyo empírico. Aunque fascinantes en sí mismas e imprescindibles como semilleros del progreso científico a largo plazo, estas especulaciones son poco fiables y no forman parte todavía de la ciencia en sentido fuerte.

En cada área de la física, la situación teórica actual está caracterizada por la interacción entre el modelo estándar y la nube de hipótesis especulativas que lo rodea. El modelo estándar (por ejemplo, el de la física de partículas o el de la cosmología del Big Bang) está constituido por una serie de teorías bien establecidas y consistentes entre sí que, en su conjunto, permiten explicar gran parte de los datos observados, así como predecir nuevos resultados empíricos no detectados antes. Y ningún dato conocido contradice las consecuencias del modelo estándar. El modelo estándar subyace a la enseñanza, la investigación y la tecnología.

Como vimos en el capitulo anterior, un modelo es una máquina para generar respuestas a las preguntas que nos hacemos. Aunque la estructura lógica del modelo es cierta estructura matemática, su función pragmática consiste en ayudarnos a responder a las preguntas sobre el sistema real modelado. El modelo estándar determina las respuestas que da la ciencia a esas preguntas en un momento dado. Fuera del modelo estándar, los científicos imaginativos proponen nuevas teorías especulativas e hipótesis audaces (como la teoría de supercuerdas, la inflación eterna o el multiverso) pero ayunas de contrastación y, con frecuencia, incompatibles entre sí. Sus promotores las desarrollan y tratan de arrancarles predicciones contrastables. Si tienen éxito, la teoría pasa a incorporarse al modelo estándar, que sufre los reajustes necesarios y genera los correspondientes cambios en los libros de texto. Las especulaciones desempeñan un papel positivo y necesario en la dinámica científica, como posibles locomotoras del progreso. No hay que despreciarlas, pero tampoco hay que confundirlas con los resultados bien establecidos que conforman el modelo estándar y que son los únicos que merecen ser incorporados a nuestra cosmovisión racional.

Una estructura matemática o modelo no siempre representa algo. No hay representación sin presentación. Los modelos son propuestas que hacemos a la realidad y que la realidad puede aceptar o rechazar. Muchos de los modelos considerados en la cosmología y la física teórica actuales son meras propuestas, todavía no aceptadas ni rechazadas por la naturaleza.

En la física contemporánea, la frontera entre ciencia y especulación separa (provisionalmente) la física contrastada de las meras conjeturas. Las principales teorías de la física contrastada son, en lo referente a lo grande, la teoría general de la relatividad y el modelo cosmológico estándar del Big Bang; y, en lo pequeño, la teoría cuántica de campos y el modelo estándar de la física de partículas (= electrodinámica cuántica + cromodináutica cuántica). Las principales teorías especulativas de la física teórica incluyen la teoría de supercuerdas y la teoría M, así como la gravedad cuántica de bucles. Entre las especulaciones cosmológicas, las hay relativamente moderadas, como el modelo inflacionario de Alan Guth y el modelo cosmológico cíclico conforme de Roger Penrose, basado en la relatividad general. Paul Steinhardt y Martin Bojowald han propuesto otros tipos de modelos cíclicos basados en supercuerdas o en la gravedad cuántica de bucles. Las especulaciones más confusas y descabelladas corresponden a la presunta infinidad de Universos desconectados y al principio antrópico, cuyo análisis detallado aplazamos hasta el capítulo 13.
"

Ibídem, pp. 137-140.

elías escribió:
Un modelo se considera científico no porque esté confirmado sino porque pueda ser verificado (falsado) mediante el método científico.

Eso es el falsacionismo popperiano, que está ya altamente desgastado y algo desacreditado, tal como vimos en las citas de los textos de Mosterín. Me temo que entramos en el campo de uno de los problemas abiertos más antiguos de la filosofía moderna: el de la demarcación científica. Pero eso ya es harina de otro costal.

Después de toda la parrafada pregunto y vuelvo al principio: ¿tú tienes alguna formación en filosofía de la ciencia? Yo no lo tengo muy claro. Creo firmemente que tienes algunas lecturas, eso está claro, pero estoy convencido de que te has quedado atrás. No te has reciclado y sigues cacareando lo que leíste en tus tiempos mozos, calculo allá por los años sesenta o setenta. Y además sólo lees a tus "amigos". Por eso desonoces las obras de Dawkins y de Hawking. Tan sólo conoces de ellos algunas vaguedades imprecisas. Probablemente lo poco que sabes de ellos es lo que has leído de manera indirecta, a través de las críticas teológicas.

Por lo demás, siempre es un placer refutarte recurriendo a los textos de quienes saben más que nosotros. No soy yo quien dice que no tienes razón, lo dicen pensadores de presitigio, filósofos de la ciencia. B)

PD: por cierto, con esto quedaría respondida la cuestión del papel de la filosofía en la actualidad. Al margen de mi primera opinión, algo pesimista y realista, tiene un papel predominante para la ciencia y, en particular, para la física teórica y especulativa: a veces no queda más remedio que romper los límites de la rigidez del método científico (método axiomático) y echar al asunto algo de imaginación para seguir avanzando.
David Feltrer Bailén Esta dirección electrónica esta protegida contra spam bots. Necesita activar JavaScript para visualizarla
Graduado en Filosofía (UNED - febrero de 2016)
Estudiante del Máster en Filosofía Teórica y Práctica (UNED - octubre de 2018)
Estudiante del Grado en Geografía e Historia (UNED)
Última Edición: 09 Ago 2017 15:34 por Conrado.
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el papel de la filosofía en la actualidad 09 Ago 2017 20:13 #40608

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Conrado, fíjate que lo que dijiste fue: ““La física teórica avanza así: postulando modelos que a priori no están confirmados. Son, en rigor, modelos metafísicos”

Posteriormente has dicho: “Cuando dije que la física teórica avanza filosofando, haciendo primero metafísica (especulando), no lo dije sacándomelo de manga, como sueles hacer tú en tus intervenciones sin citar tus fuentes, sino porque se lo he leído a autores de prestigio y en publicaciones de larga tirada. Y a ellos me remito. En este caso echo mano de la publicación de Mosterín Ciencia, filosofía y racionalidad. La leí hace algún tiempo. Pero todavía tengo frescos algunos de sus capítulos

Bien, en cambio qué es lo que ha dicho Mosterin: “La ciencia actual ha progresado tanto que su transmisión y desarrollo serían inconcebibles sin una extremada división del trabajo intelectual. El científico típico sabe cada vez más sobre cada vez menos. Eso es lo que le permite seguir avanzando. Sin embargo, el científico es también con frecuencia un ser humano dotado de una curiosidad sin límites, que se extiende más allá de las fronteras de su propia especialidad, y dotado de un agudo sentido crítico. Eso es lo que le permite seguir filosofando.

Como también se dice: “Todos los científicos de talla filosofan y especulan. Stephen Hawking ha llegado a decir que en nuestro tiempo solo los físicos se atreven a hacer filosofía. Gran parte de las teorías de vanguardia de la física actual son puramente especulativas, sin contacto alguno con la contrastación empírica. La teoría de supercuerdas, que ha ocupado a muchos de los mejores físicos teóricos en las últimas décadas, es de momento puramente especulativa, a pesar de su impresionante sofisticación matemática.

Pues bien, estoy de acuerdo con lo que dice Mosterín pero no estoy de acuerdo con lo que tú dices. Y no lo estoy porque se están diciendo cosas diferentes.

Verás, un científico puede bucear, tener sexo o montar en bicicleta y no por ello vamos a decir que la actividad de bucear, de tener sexo o de montar en bicicleta son actividades científicas. Pues claro que un científico “es también con frecuencia un ser humano dotado de una curiosidad sin límites, que se extiende más allá de las fronteras de su propia especialidad, y dotado de un agudo sentido crítico. Es que esto no le he puesto en duda ni creo que lo ponga en duda cualquiera. Eso sí, lo que hace ese ser humano no lo hace en tanto que científico sino en tanto que persona que reflexiona. Sí, claro que todos los científicos de talla filosofan y especulan como también comen y van al baño. Esto último es indubitable.

Pues claro que Albert Einstein reflexionó sobre qué ha de entenderse por realidad ( poseía un concepción diferente a la mantenida por Bohr y por eso diferían en la interpretación de los fenómenos cuánticos) como reflexionó sobre el espacio, el tiempo, el movimiento y la materia. Sí, claro, Albert Einstein como cualquier científico de talla tiene que poseer una determinada concepción sobre la realidad y sobre el mundo. Pues claro que sin poseer determinadas concepciones filosóficas no podría hacerse ciencia. Bastaría con que un científico poseyera la creencia filosófica de que el mundo no puede ser conocido para que acto seguido abandonara toda labor científica. En esto supongo que ambos estaremos de acuerdo. Pero es que la creencia de que el mundo puede ser conocido no es una cuestión científica sino filosófica. No hay ningún experimento científico que demuestre científicamente que el mundo puede ser conocido mediante la razón. No, es precisamente la creencia de que el mundo puede ser conocido lo que posibilita la existencia de la ciencia.

Por tanto,claro que hay una relación entre la ciencia y la filosofía. Entre otras que una ( filosofía) es condición de posibilidad de la otra( ciencia). Eso sí, una vez que se han aceptado determinadas creencias filosóficas entonces ya se puede hacer ciencia moderna.

Dices Conrado: “que la física teórica avanza filosofando”. Pues no, la física teórica no avanza filosofando. Quien filosofa no es la física teórica sino los científicos. Pero no en tanto que científicos sino en tanto que filósofos. La ciencia no hace filosofía sino que lo que hace es ciencia.

Dices Conrado: “La física teórica avanza así: postulando modelos que a priori no están confirmados. Son, en rigor, modelos metafísicos”. Pues no, Conrado, lo siento, pero tampoco. La física teórica avanza pero no postulando modelos metafísicos sino modelos físico-matemáticos. Cuestión aparte es que esos modelos físico-matemáticos traten de formalizar determinadas ideas, reflexiones o especulaciones filosóficas. O dicho de otra forma, si un físico teórico establece un determinado modelo metafísico pero dicho modelo no se formaliza matemáticamente entonces la física teórica no avanzará ni un milímetro. Con modelos metafísicos la ciencia no avanza sino que avanza por la postulación de nuevos modelos físico-matemáticos.

Es que acaso no lees lo que copias y pegas. Si lo hubieses hecho allí podrías haber leído: “La teoría de supercuerdas, que ha ocupado a muchos de los mejores físicos teóricos en las últimas décadas, es de momento puramente especulativa, a pesar de su impresionante sofisticación matemática". ¿Sofisticación matemática? ¿Que habrá querido decir con ello, Conrado?

Verás, Conrado, Newton, que era un gran científico, también desarrollo teorías metafísicas en torno a Dios. Qué vamos a decir entonces, que como dichas teorías fueron formuladas por un científico, y a pesar de que eran puramente especulativas, nos sirven para que pueda avanzar la física teórica. No, por supuesto que no. Si esas especulaciones filosóficas o metafísicas no puede ser expresadas en ecuaciones matemáticas a la ciencia moderna no le sirven absolutamente para nada.

La teoría de supercuerdas no es en rigor un modelo metafísico sino que es en rigor un modelo físico-matemático, o únicamente un modelo matemático, para otros.

-Por tanto, y lo dicho, lo que hace avanzar a la física teórica no es la postulación de modelos metafísicos sino la postulación de modelos físico-matemáticos. Salvo que tú llames a los modelos físico-matemáticos, metafísicos. Y claro, de noche todos los gatos son pardos o todas las vacas son negras.

-Por tanto, y lo dicho, la física teórica no avanza haciendo primero metafísica, es decir, ,especulando. No, la física teórica avanza porque una persona, y en tanto que filosofo, postula una nueva forma de entender la naturaleza o un determinado ámbito de la misma. Es posteriormente y cuando la ciencia, y ahora sí, en tanto que ciencia, formaliza matemáticamente aquellas especulaciones que únicamente puedan ser formalizadas matemáticamente, por lo que la física teórica avanza.

Dices, Conrado: “Con lo acabado de citar queda claro que mi postura es la misma que la de Mosterín, que ya no es un don nadie. Yo sólo soy un estudiante de filosofía, es decir, nadie. Y Elías, en tanto que perfil anónimo de Internet... pues eso, menos que nadie todavía. Pero Mosterín ya es alguien. Y en un examen de filosofía de la ciencia lo puedes citar sin temor, por más que su postura se pueda discutir. Pero, en ese caso, con los textos de quien sea en la mano.

1.- No, lo siento, pero tu postura no es la misma que la de Mosterín.

2.- Verás, este perfil anónimo de internet que es menos que nadie te va a dar un consejo. Se puede ser un buen pintor de brocha gorda pero no tener la habilidad, la sensibilidad o las capacidades para pintar con un pincel. Y sí, claro que en un examen de filosofía de la ciencia se puede citar sin temor a Mosterín. Pero eso sí, además de citarlo no crees que sería mucho mejor entenderlo. Porque bien pudiera ser que repitas como un papagayo todo lo dicho por Mosterín sin entender lo que Mosterín nos ha querido decir.
Última Edición: 09 Ago 2017 20:21 por elías.
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el papel de la filosofía en la actualidad 10 Ago 2017 07:24 #40609

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Dices, Conrado: “No es cierto lo que me atribuyes. Lo que mi proferencia significa es que tengo la sensación de de que no has leído ninguna de mis intervenciones. Y cuando hablo de "leer" (leemos hablándonos a nosotros mismos) me estoy refiriendo a la teoría de los actos de habla de John Searle que se estudia en Filosofía del Lenguaje II. Según ésta un acto de habla consiste en algo mucho más complejo que la mera articulación fónica de unas palabras. Ése es sólo el primero de los momentos de un acto linguístico. Leer (o hablar) consiste también en comprender el sentido de lo que se lee. Y cuando entablo debate contigo tengo la sensación de que no me lees en ese sentido. Y eso sígnifica "que si quieres arroz, Catalina". Podría haber sustituido todas mis intervenciones por algo tan espurio como eso y el resultado hubiese sido el mismo. En otras palabras: no importa cuantas pruebas y textos se te traigan a colación. A ti te da igual. No reconoces nada.”

Es curioso, porque a mi me pasa exactamente lo mismo.

Dices, Conrado: “Ya sé que en esto no estamos de acuerdo. No es la primera vez que perdemos el tiempo discrepando en la cuestión sobre Dios (los dioses, para mí). Además, por tu parte, la cuestión religiosa es más bien pasional que racional. Es lo que tiene la religión (ya sea sagrada o secular). Y créeme que en ese aspecto te comprendo. Para mí la unidad de España significa lo mismo que para ti el Dios todopoderosos. O eso creo. Pero a mí ni se me caen los anillos, que no llevo, en reconocer mis pasiones y, por tanto, mis limitaciones: cuando la pasión entra por la puerta, la razón sale por la ventaba, creo que eso es conocido por todo el mundo.”

Bien, eso simplemente no es cierto. Yo, y desde el ámbito religioso, nada suelo decir. Dudo mucho que sepas cuáles son mis creencias religiosas. Otra cuestión es que yo pueda defender, y desde el ámbito filosófico, que el teísmo sea una doctrina defendible como lo es el ateísmo o el agnosticismo. Ahora bien, eso no me convierte en alguien que es más pasional que racional. No, quienes son pasionales y dogmáticos son las personas como tú que más allá de sus creencias ateas consideran que los demás, y por no defenderlas, son pasionales. Pero ese es tu problema y no el mío.

Dices: “Por tanto, ya sabes, yo también soy un poco teísta: mi Dios es la unidad de España. No pretendo convertirlo en algo racional, porque, aunque tenga algo de eso y se puedan esgrimir razones para defenderla, en realidad no lo es en general. No hay nada de malo en admitir nuestros prejuicios y nuestros ídolos. Pero tú, Elías, no lo haces nunca, y pretendes adornar de filosófico lo que en realidad es totalmente pasional (religión). Eso es muy humano y, como acabo de decirte, nos afecta a todos. Solo que cada uno tiene sus pasiones. Y la mía no es precisamente la de adorar a ningún otra deidad que no sea la terminada de citar.”

Verás, el decir que la religión es algo totalmente pasional es simplemente un brindis al sol. Si tú no conoces, porque está claro que no lo conoces, el fenómeno religioso, y en tu ignorancia lo reduces al algo totalmente pasional, no es que yo tenga que admitir mis prejuicios y gritar contigo que la religión es algo totalmente pasional sino que tienes que ser tú el que tienes que formarte un poco más y mejor en determinadas cuestiones si quieres hablar con conocimiento de causa. No es que en el fenómeno religioso no intervengan los sentimientos, claro está, sino que lo que es insostenible es reducir todo el fenómeno religioso a puros sentimientos.
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el papel de la filosofía en la actualidad 10 Ago 2017 08:29 #40610

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Se ha dicho: "En la física contemporánea,la frontera entre ciencia y especulación separa (provisionalmente) la física contrastada de las meras conjeturas. Las principales teorías de la física contrastada son, en lo referente a lo grande, la teoría general de la relatividad y el modelo cosmológico estándar del Big Bang; y, en lo pequeño, la teoría cuántica de campos y el modelo estándar de la física de partículas (= electrodinámica cuántica + cromodináutica cuántica). Las principales teorías especulativas de la física teórica incluyen la teoría de supercuerdas y la teoría M, así como la gravedad cuántica de bucles. Entre las especulaciones cosmológicas, las hay relativamente moderadas, como el modelo inflacionario de Alan Guth y el modelo cosmológico cíclico conforme de Roger Penrose, basado en la relatividad general. Paul Steinhardt y Martin Bojowald han propuesto otros tipos de modelos cíclicos basados en supercuerdas o en la gravedad cuántica de bucles. Las especulaciones más confusas y descabelladas corresponden a la presunta infinidad de Universos desconectados y al principio antrópico, cuyo análisis detallado aplazamos hasta el capítulo 13."


Bien, este párrafo me sirve para aclarar lo que te he querido decir, Conrado. Una cuestión es un modelo físico-matemático y otra un modelo puramente matemático. Una de las diferencias entre uno y otro radica en si dicho modelo puede o no ser sometido a la experimentación o probación física (falsación).

Supongamos que un físico, pero no en tanto que físico, especula sobre la posible existencia de un Universo formado por varios Cosmos. Pero considera que esos cosmos son incomunicables entre sí. Es decir, que desde un cosmos no se puede tener conocimiento directo o indirecto de la existencia de los demás cosmos. Supongamos que desarrolla un formalismo matemático para plasmar esa concepción del Universo. ¿Ese modelo será un modelo que permite o no avanzar a la física teórica? ¿Ese modelo puede ser considerado un modelo físico-matemático? Obviamente no, ese modelo no será un modelo físico-matemático porque no puede ser sometido a probación física sino que será un modelo meramente matemático, y por tanto, no servirá de nada para el avance de la ciencia.

Supongamos que ahora ese científico publica un libro en donde nos habla de dicha especulación filosófica y en el que está expresado dicho formalismo matemático. ¿Podremos decir que la ciencia, o ese científico, en tanto que científico o en tanto que ciencia, nos está proponiendo un nuevo modelo o una nueva concepción sobre el Universo? Obviamente la respuesta es no. Sí, se nos está proponiendo un nuevo modelo del Universo pero no desde la ciencia sino desde la especulación filosófica.Cuestión aparte es el valor que cada uno le atribuya a esa especulación filosófica.

Otro ejemplo suele ser el de la Teoría de la Evolución de las Especies. Suele ser muy habitual el que muchos científicos, poco dados a distinciones filosóficas, nos digan que dicha teoría demuestra la inexistencia de Dios o que no es necesario postular la existencia de Dios para explicar el origen del hombre. Lo cual, y a todos luces, es falso. Y esto es precisamente lo que yo estoy denunciando.

Una cuestión es la teoría de la evolución de las especies como otra bien diferente es una interpretación materialista o teísta de la evolución de las especies. Es que son dos cosas bien diferentes. Y el no tenerlo claro lleva a un mar de confusiones.

Como ya he dicho la teoría de la evolución de las especies es una teoría científica, y por tanto, una teoría que nos habla de causas eficientes, es decir, de cómo se lleva a cabo la evolución de las especies. Por tanto, un científico no puede decir que dicha teoría demuestra o no la existencia de Dios. Lo que sí puede hacer un científico, pero no ya en tanto que científico, es decirnos que “desde” la teoría de la evolución de las especies puede defenderse, pero ya con argumentos filosóficos y no únicamente científicos, que Dios no existe. También suele ser habitual que un oyente, y por no tener claro este tipo de distinciones, considere que si un científico niega la existencia de Dios llegue a considerar que por tanto la ciencia demuestra la inexistencia de Dios

Es más, un científico, y en tanto que científico, nos puede decir que para explicar el cómo o el mecanismo de la evolución de las especies no es necesario apelar a la participación directa de Dios. Lo cual es cierto y además, así es como funciona la ciencia moderna y como debe de funcionar . Es decir, y a pesar de que el método científico esté basado en la falsación, es más razonable la explicación que nos da la Teoría de la Evolución de las Especies que una presunta explicación basada en una participación directa de Dios. Hoy, y a la altura de los tiempos, es del todo insostenible, y no lo sostiene ni la Iglesia Católica, el decir, como hacen los creacionistas, que las especies no evolucionan o el decir que evolucionan por una participación directa de Dios. O dicho en términos teológicos, es insostenible el decir que Dios es causa segunda de la evolución de las especies. Pero es que ello nada nos dice de la posible existencia de Dios o de Dios como causa primera de la evolución.

Sé que para algunos ateos todo esto puede sonar a rancio o a una estéril disquisición filosófica. Pero es que ese no es mi problema. Yo lo único que trato es de delimitar lo que puede decirnos la ciencia.
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el papel de la filosofía en la actualidad 16 Ago 2017 07:33 #40660

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Última Edición: 31 Jul 2022 12:46 por Silvanus.
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el papel de la filosofía en la actualidad 16 Ago 2017 09:11 #40662

  • elías
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En toda persona cabe hablar de una dimensión cognoscitiva, sentimental y volitiva. Y por tanto, y si se desea formar a una persona en su integridad, deben de ser atendidas dichas dimensiones. Generalmente la educación, y por razones filosóficas (intelectualismo), se ha centrado únicamente en el aspecto cognoscitivo y ha dejado a la deriva los aspectos sentimentales y volitivos ( como si estos no dieran a una cara de la realidad). O dicho de otra forma, ha dejado a la deriva el cultivo de los valores y de los deberes. Y no es que en la educación no se den valores y deberes sino que los mismos se introducen subrepticiamente por lo puerta de atrás. Preguntemos a un alumno de bachillerato en qué consisten los valores o qué son los valores ( si son objetivos, subjetivos o se construyen) o preguntemos en qué consiste la ética. Dicho alumno tendrá serias dificultades en contestar a dichas preguntas aunque se le haya inundado de valores y de deberes. Si uno ley el currículo de ética para la ciudadanía no verá por ningún lado en qué consisten los valores (qué es un valor en tanto que valor) aunque se nos den, y dependiendo del gobierno de turno, cuáles son los valores que deben de ser defendidos. Pero si una persona no sabe qué es un valor como si no sabe si dichos valores son subjetivos, objetivos o son “construidos” difícilmente sabrá lo que está defendiendo más allá de defender unos valores porque esos son los que “tocan” defender. El mundo de la axiología (valores) sigue siendo un mundo total y absolutamente desconocido. E igual ocurre con el mundo de la ética o de los deberes. Existe una continuidad entre los hechos, los valores y los deberes (los deberes se apoyan en los valores y éstos en los hechos) y dicha continuidad debe ser puesta de manifiesto.
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