Eso espero, ya lo creo. Hasta ahora, y como precario aficionado, la filosofía solo me ha dado satisfacciones y sobre todo serenidad. Me parece increíble que algo como la serenidad sea ya una sensación casi erótica (aunque igual lo ha sido siempre), una zona marginada y de difícil acceso que no quiero perder. Y además he conseguido un conocimiento impagable, comprender la diferencia entre distracción y contemplación. Esas son mis principales motivaciones y el sonido al que quiero dar volumen. Consciente también de que me va a costar mantener una disciplina de estudio.