Castlelita escribió:
Y es que si no fuera por la química... Imposible. Yo no podría tampoco... ¿Cómo se manejaban en el pasado? Yo me lo pregunto muchas veces ¿Cómo sobrevivieron?...
Esto lo había dejado antes. Es interesante. Pongo algunos ejemplos de personas en las que he visto siempre algún desequilibrio:
Sócrates solo salió de Atenas para combatir. Su matrimonio al parecer era un desastre. Estaba todo el día en el ágora hablando con sus discípulos (es decir, con sus colegas y demás ciudadanos).
Kant: en su caso ni salió de su ciudad natal, lo más lejos que viajó fue unos 20km. Soltero de oro. El día lo tenía totalmente medido, siempre hacía lo mismo, día tras día.
Kierkegaard: solo hay que leer su diario para darse cuenta de la inestabilidad mental que arrastraba. Dejó a la mujer que amaba creyendo que, al pasar por ello y sufrir, se acercaría a Dios. La muerte de su madre le marcó a él y a su padre.
Unamuno: la relación con su mujer es muy rara (la ve como madre metafísica, pero como madre al fin y al cabo). Y su ansiedad por no morir, aunque fuera teniendo hijos, le llevó a ver en su mujer eso, un camino para SU propia salvación (tuvieron 6 hijos).
Por otro lado, las riadas de personas que decidieron encerrarse en conventos, templos, etc. Otros tantos que dijeron ser los “salvadores”, los iluminados, y en general el movimiento místico: el último estadio al que aspiran llegar, y que solo los elegidos llegan, es la separación del cuerpo y del alma (también en Platón). Bueno, pues Alma y yo, en esa época, hubiéramos sido dos de los elegidos, porque esa es la sensación de la despersonalización.
Así que, nada nuevo bajo el Sol. Tan solo que ahora somos más conscientes, lo que nos hace capaces de ser más libres.
Un abrazo!