El Abel escribió:
.
Pero si lo pienso, yo Abel, tengo que contemplar la posibilidad de que a mi hijo de 8 meses le dieran un año de vida al cabo del cual sus órganos no sirvieran pero que si lo matan ya sí. Y no hablo en abstracto, hablo de ese niño que he visto nacer y cuando tenía en brazos no paraba de llorar de alegría pero que en la habitación de al lado operaban a su madre de vida o muerte. Si lo veo así, solo si lo veo así, entonces realmente me implicaré en el problema ético y filosófico.
Así lo reflexioné y fue muy duro enfrentarme al dilema, atroz podría decir. Otro ejemplo. Recuerdo en una ocasión que volvía de Valencia en coche y venía escuchando unas conferencias sobre Nietzsche. Llevaba tiempo estudiándolo cuando de repente me hice cargo del sentido del nihilismo, que bajo todo esto que escribo, su sentido y significado no hay nada. Ni siquiera en el amor a mi hijo. Tuve que para el coche porque la sensación de angustia fue enorme. ¿Alguien no cayó en la cuenta de lo que significa verdaderamente la nausea o la angustia existencial?
Si por el contrario estudiamos filosofía para llegar a un examen bien preparados, con el discurso bien elaborado, pues como el que lee a ''Ana Karenina'' o las ''Aventuras del Pato Donald'' o ''Ecce homo'', da igual, no nos habremos arrojado al pensamiento que se nos plantea.
Por otra parte, no hace falta llenar de contenido el pensamiento, basta con que sea formal. Fredge se acabó suicidando porque no encontró solución a ''el conjunto de los conjuntos que no se contienen a si mismo, ¿se contiene a si mismo?'', que es equivalente a otras como ''el barbero de mi pueblo solo afeita a quienes no se afeitan a si mismos, ¿quien afeita al barbero?''. Entre matemáticos no faltan personas con graves trastornos que son aumentados por una soledad extrema cuando se enfrentan a una serie de problemas de un castillo que nunca acaba.
Entonces arribamos al punto inicial. ¿Para qué estudiar filosofía? ¿Para responder a preguntas del Trivial Pursuit o para que realmente nos planteemos cuestiones vitales y arrojarnos a ellas? Si es para lo segundo, que es lo que sucede en muchos casos, pues está bien, lograremos estatus social citando a Kierkegard aunque en muchos casos se reirán de nosotros recordando a
Faemino y Cansado. Para lo segundo, no solo podremos ser más infelices sino menos equilibrados. Hay que andar con tiento.
Todo esto es mi experiencia personal, que nunca he ido al psicólogo ni psiquiatra ni tomado pirulas tipo prozac. No significa que sea muy equilibrado sino que he hecho por mantener una salud mental a sabiendas de lo delicada que es la cocotera, que lo raro es estar sano. Cuando he visto que el tarro se me iba por ahí yo lo acompañaba de cañas, a hacer una maratón o a intentar echar un polvo aunque fuera conmigo mismo; jamás leer filosofía, me parecía lo más perjudicial. El culto a la frivolidad como forma de escapatoria.
Saludos
PS: 'Honorable tutor'...
eres un cachondo Cum Lupus, me he reído un rato.
Pero esa escapatoria, que es algo común, hace que no te encargues de ese pensamiento, por ejemplo del nihilismo. Por el contrario, gente que, merced a ese mismo problema y debido a su posible obsesión, escribe:
“El verdadero medio de no estar sujeto a turbación es considerar las cosas que son de nuestro gusto o amamos, como ellas son en si mismas. Haz de comenzar el examen por las que importan menos. Por ejemplo: cuando manejas una olla de barro, piensa que es una olla de tierra la que manejas, y que puede quebrarse fácilmente. Porque, habiendo hecho esta reflexión, si acaso se quebrare, no te causara alteración. Asimismo, si amas a tu hijo o tu mujer, acuérdate que es mortal lo que amas, y por este medio te libraras del impensado sobresalto cuando la muerte te los arrebate.”
Porque hasta hace bien poco la muerte de un hijo era algo común. Esa náusea es, para el ser humano, algo que está ahí. Cada uno exhortamos a nuestros miedos de diferentes formas. Es cierto que todo es perecedero, incluidos los hijos. Y no sabemos si hay algo detrás de la vida. Y si me voy de cañas, pues lo único que hago es olvidar,distraerme, pero la raíz existencial está ahí y seguirá.
Lo suyo, para alguien que se asume a sí mismo en la contrariedad, es decidir. ¿Cuántos filósofos optaron por no tener hijos porque no estaban dispuestos a traer al mundo a un sufriente más, o a un ser condenado a morir? Eso es decidir. Se asumen.
Aunque, claro está, lo mejor es no haberlo pensado nunca. Dar la vida como algo cierto y estable, y seguir.
Un saludo.
La cita es de Epicteto.