Hola, Zolaris:
Muchas gracias por tus dos aportaciones, realmente buenas. Si te parece contesto a ambas y como me suele gustar, desde el final.
Con Beatriz (o Paul) Preciado me pasa como el compositor de la banda sonora de la Naranja Mecánica, Walter (o Wendy) Carlos. Tengo vinilos donde es uno y otra.
De Preciado me leí una magnífica obra, sublime, deliciosa,
Testo Yonqui. Se la regalé a mi ahijada, una joven bisexual activista LGTBI. ''No he pasado de la mitad, no me entero pero me ha encantado''. ''Ya te enterarás y te encantará'', le contesté. En este desgarrador libro expone el poder de lo que llama la
industria farmaco-pornográfica, donde su actuación está dirigida hacia nuestro sexo y sexualidad.
Para ello se pone en juego un dispositivo, un relato que se autojustifica porque va hacia lo más hondo de nosotros mismos. Si nos beneficia o no sería cuestión de evaluarlo pero en el camino nos ha dejado neuróticos, empastillados, desquiciados, llenos de testo...
Y ahora tomamos la
Naranja Mecánica. La experimentación que hacen con él bien podría ser la
industria farmaco pornográfica. El problema, sobre todo, es precisamente la supresión del
libre albedrío que se hace de él. Si esto está escrito en el Cosmos o en los planes de Dios quizá no tenga demasiada importancia. Lo realmente importante es que dejaría de tener responsabilidad en lo que hace y no sería un humano.
Decir que somos una anomalía en el Universo o que no estábamos previstos en el guión ya es caer en el determinismo. Kant mismo habla de la posible vida en otros planetas. Pero a lo que se dirige Kant es a dar un marco epistemológico a la física newtoniana del momento. Sigue teniendo una cierta vigencia en tanto que las leyes de conservación (de la masa, del momento angular, cantidad de movimiento, carga, etc) se mantienen y podemos seguir entendiéndolas, desde el esquema Kantiano, como
juicios sintéticos a priori. Empero del
principio de simetría diría Kant que es también un juicio sinténtico a priori mas no se cumple con el spin de los neutrinos, así que el esquema de Kant, para la ciencia moderna, puede ser un tanto débil.
Si la ciencia no es considerada mito, aunque sí relato, es porque se somete a la verificación y experimentación. Cuando se publicó lo de los multiuniversos en revista científica saltó el debate sobre esto. No es lo único, hay multitud de teorías que nunca podrán ser verificadas. Para mí esto no es ciencia, es filosofía, con ecuaciones y desde un esquema materialista, pero filosofía. Podríamos decir que sigue siendo esa
filosofía natural no desligada aún de la ciencia. El problema es que tiene tal grado de sofisticación matemática que ni siendo físico o matemático se tiene un fácil acceso con lo que mis colegas cosmólogos son una especie de monjes que atesoran de forma oculta los misterios de la verdad del mundo.
Si sigo el relato materialista, el límite de comprensión del Universo lo tengo claro: una masa viscosa gris de apenas un kilo de peso llamado cerebro. Si esa porquería pretende entender el Universo lo tiene bien crudo. De ahí sale todo, no nos engañemos. Así que personalmente prefiero ir al Prado a tener que pelearme con las ecuaciones de la cosmología moderna. No sólo a comprender, sino a también a
descansar del yo, que es como interpreto lo que comentas sobre dejar de existir. Por cierto, yo también he sacado en otro hilo una frase de un cómic (de
La balada del mar salado de Pratt):
la diferencia entre la ironía y el sarcasmo es la misma que entre el suspiro y el eructo.
Los trabajos los tienes en el blog de Estética. Pon en Google: blog estetica uned trabajos. El primero es el de Silvanus y el segundo es el mío.
Saludos