De acuerdo en que Jennifer Hermoso ha dado un paso de gigante, pero ella no debería de haber sido quien hubiese tenido que dar ese paso. Se trata de quitar el foco de la víctima, no de ponerle todos los altavoces. Mucho menos cuando es un caso que ha acaparado toda la atención mediática y no solo en España. Jugadoras importantes de todo el mundo se han pronunciado, esas jugadoras que forman parte de su mundo. Pero además está el silencio cómplice de sus compañeros masculinos, de los clubs de fútbol e incluso de la Liga española masculina. Y, por supuesto, de la prensa.
Traigo la portada del diario AS que está siendo hoy muy comentada. Véase como mínimo:
A. El uso de la expresión “deja caer”, como si la jugadora fuese la culpable de que Rubiales se tenga (hipotéticamente) que ir. Es más, como si ella tuviese el poder de hacerlo. Al emperador a que levanta el pulgar hacia arriba o hacia abajo.
B. Cómo la foto reproduce el beso de Rubiales a Hermoso. Sin embargo, ahora Rubiales es el trofeo. Es decir, la jugadora se ha cobrado la pieza. Pasa de víctima a vengadora femme fatal.
C. A la jugadora se la llama “Jenni”, mientras al presidente de la Federación se le llama “Rubiales”.
Esta portada se une a otros comentarios “desafortunados” que hemos escuchado en estos últimos días en la prensa deportiva.