Domingo, último día de vacaciones antes de volver a los trayectos en coche, caravanas, aulas repletas de adolescentes hormonados, ruido, caos, estrés, ... Domingo, último día para intentar organizar todo el material trabajado de cara a los exámenes finales de enero que, nuevamente, es más que el que realmente puedo defender en dos horas. Domingo, está lloviendo, por primera vez en todas las fiestas, su sonido y el aroma a petricor asciende para aportarme algo de calma. Entro en el foro y me encuentro con este hilo, nostalgia y desazón se entremezclan. Me hace recordar la época en que cursaba la licenciatura, mis estanterías repletas de libros, música en diversos formatos y cine, las visitas a las librerías de viejo en busca de alguna joya, los intercambios de discos de grupos que no llegaban a España, las horas en la biblioteca leyendo ejemplares olvidados en el depósito, ... Más todo eso pasó. La economía me obligó a venderlo todo, a vivir como un espartano y a soportar la realidad como un estoico. Y cuando creí que todo estaba perdido, comencé a dar clases, a deambular por pueblos y ciudades, a abrazar mi condición de nómada y de apátrida. Aprendí que se vive mejor con menos, con lo necesario; sin embargo, los libros siguen siendo mis compañeros de viaje: entran, salen, vuelven, desaparecen, ... Muchos son como ese primer amor (Nietzsche, Kierkegaard, Schopenhauer, Hesse, Kafka, Camus, Dostoievsky, Sartre, Unamuno, Cioran, ...), otros brotan con savia renovada ("La broma infinita" de David Foster Wallace, "Libertad" de Jonathan Franzen, "La lluvia amarilla" de Julio Llamazares, ... Spinoza, Heidegger, la Escuela de Frankfurt, la fenomenología, la hermenéutica, Zapffe, ...), y otros pasan sin pena ni gloria.
He aquí lo que está conmigo en este momento:
No obstante, lo que se puede apreciar en estos volúmenes es a un estudiante de filosofía, no quién soy, porque... ¿quién o qué soy? ¿Un animal humano? ¿Un ser racional? ¿Un ser arrojado al mundo? Lo que sí tengo claro es que soy un buscador, pero no siempre acepto, sino más bien me resigno, que explorar no necesariamente implica hallar.
P.D. Los fragmentos de lecturas que son de mi interés los custodio en varios cuadernos escritos a mano.