con la mía, no pretendía responder en exclusiva a tu aportación, sino a lo dicho en general en los últimos comentarios, y por eso también generalizo un poco. no obstante, creo que la comparación que haces entre Mainländer y Schopenhauer, o al menos del modo en que lo haces (hablar de un devaneo de sesos para esquivar el suicidio una vez hecho el diagnóstico pesimista, ironizar sobre el hecho de ser pesimista y dedicarse a placeres burgueses, etc.), sí hay algo de lo que indico.
creo que si la eudemonología es una parte muy fructífera, vista con los ojos y las preocupaciones de hoy, de lo que Schopenhauer nos aportó, con mucha mejor suerte que su estéril proposición de retiro pseudobudista, es precisamente porque para él este problema merecía algo más que un gesto de frivolidad, como el que sí caracteriza a Cioran; diría que saldarlo como algo parecido al resultado de «intentar justificar» el rechazo al suicidio para seguir comiendo filetes es algo injusto, pero es mi opinión, claro.
también por esa referencia a un «tipo de "excusas"», así en genérico, por parte de Lapidario, me parecieron aportantes los matices que indicaba; aunque no tienen por qué convenceros, claro.
abracci,