Aunque no soy muy amigo de la divulgación de medio pelo, me ha llamado la atención esta entrevista de Punset en algunos puntos.
1. Vedral afirma
"Porque se puede realizar un experimento aquí que de repente afecte a un objeto muy, muy lejano; lo cual, por supuesto, no es posible según la física newtoniana clásica." Si no me equivoco, creo que esto dice poco en su favor, por muy profesor de teoría de la información cuántica en la Universidad de Oxford que sea, porque precisamente la física newtoniana era la que decía que sí era posible, y sin embargo esas acciones a distancia instantáneas que se le atribuían a la gravitación resultaban sospechosas para muchos. Así por ejemplo Faraday mantenía esta postura antinewtoniana sobre las fuerzas a distancia que teóricamente se ejercerían instantáneamente: en su concepción, la transmisión por contigüidad debía llevar un tiempo, corroborando la existencia de líneas de fuerza. En la línea clásica, además, la teoría de Maxwell también consideraba instantánea la propagación de potenciales. Si esto es lo que podemos considerar como física clásica newtoniana no fue ella la que puso límite a la propagación de los campos, sino precisamente la teoría de la relatividad - primer gran hito en poner patas arriba la física clásica - que llegó a contrastar ese efecto de retardo experimentalmente (igual a c).
2. También dice en la entrevista
"Cuando analizamos las unidades fundamentales de la realidad, las que lo componen todo a nuestro alrededor, creo que ya no debemos pensar en estas unidades como fragmentos de energía o materia, sino que deberíamos pensar en ellas como unidades de información." Ante la indeterminación, ¿no es esto un auténtico retorno al
esse est percipi de Berkeley? Y sin embargo, esta afirmación que se reviste de forma sensacionalista de una pretensión ontológica, no es más que una resignación epistemológica: lo que tenemos son fenómenos, una vez los medimos y asimilamos como información, y a ella nos atenemos para validar las contraintuitivas predicciones de las ecuaciones cuánticas. Lo demás, me parece, es panfleto que vende pero no ilumina.
3. Dice
"Si ahondamos en la biología, tal vez descubramos que muchas eficiencias se explican por mecánica cuántica." Esto no ha podido sino recordarme al planteamiento que hice el pasado cuatrimestre en mi trabajo de Teorías de la Ciencia sobre
El problema del reduccionismo fisicalista de la biología: ¿será la mecánica cuántica y su incertidumbre el concepto puente que permita vincular - aunque no reducir - la bilogía y la física?
4. Concluyen
"para nosotros resulta muy liberador saber que nuestro futuro está abierto y que, en realidad, no está predeterminado. Creo que es un gran cambio.". De nuevo se abre con esto la eterna cuestión del
clinamen y la libertad que tan brillantemente trató Nolano, o también la cuestión de la "salvadora incertidumbre" de Unamuno
de la que hablábamos aquí. Pero a pesar de estos ascendentes clásicos sobre esta cuestión que se puede enfocar tan fácilmente desde el punto de vista antropológico, ¿no hay un eco muy actual postmoderno en esta interpretación - que ya hemos comentado de una u otra forma - tan amiga de los relativismos, con el peligro que estos pueden suponernos? El equilibrio es necesario. Y sí, como advertía Epicuro y recuerda Nolano, incluso en la moderación hay que ser moderados, pero ¿cuando llegará el momento en que haya que poner coto a la ida - o venida - contrapendular para recuperar el equilibrio estable del sistema? Ése, me sigue pareciendo, es el tema de nuestro tiempo.