Veo este vídeo y no puede sino asaltarme una duda, ¿podrá esta humanidad tan desmemoriada emprender tan épico viaje sin alforjas?
En este tránsito diacrónico al que no podemos sustraernos, ¿seremos capaces de no apear en al primera estación todo aquello que dotó al ser humano de su carácter esencial? Ese piélago de disposiciones y acoplamientos, hoy ya irrenunciables, a las que no podemos sustraernos. Música, poética, filosofía son herramientas necesarias para todo viaje.

La realidad es que cuando vas en metro nadie —o prácticamente nadie— se levanta cuando entra un viejecito. No sé si también significará algo, jugando un poco más con la metáfora, pero tampoco suelen levantarse cuando entra una embarazada, yo supongo que no se fijarán...

Vamos, que no pensamos ni en el pasado ni en el futuro.

El vídeo genial.

El vídeo que has colgado, Bud, es difícil saber cómo interpretarlo. Tal vez en eso radica su interés. Hace un tiempo, estuve tentado de colgar en este enlace un comentario acerca de J.S. Bach, algunas de cuyas obras tienen un altísimo componente matemático, singularmente la Ofrenda musical y El arte de la fuga. Creo que por eso el autor del vídeo ha seleccionado una pieza precisamente de J.S. Bach, que se desarrolla con un ritmo totalmente metronómico, mecánico.

Cierto que son también muy abundantes las versiones de Bach más “humanas”, como ésta, del gran violonchelista Mischa Maisky, artista sumamente peculiar, como se puede apreciar en la vestimenta que exhibe en el vídeo (hace años estuvo en el Festival de Música de Pollença, y dio un memorable recital; entre pieza y pieza se marchaba al camerino y salía con una nueva y llamativa camisa de seda, cambiando su color para estar a tono con la obra que iba a interpretar: fucsia, tabaco, azul celeste... Nunca había visto algo así en un concierto de música clásica y no lo he vuelto a ver).

Sin embargo, la versión del vídeo de Bud parece aludir al famoso “método Suzuki”, profesor japonés que enseñaba a los niños a tocar el violín mediante el aprendizaje de los movimientos mecánicos (aprender música vendría después).:

Creo que la reminiscencia de este sistema de enseñanza del violín en el vídeo de Bud es clara. Mi interpretación es que lo que representa ese vídeo no es, como creo que interpretas, el florecimiento de la música en un medio subterráneo, el Metro, casi un icono del medio de transporte del obrero urbano, un paradigma de la masificación de la sociedad capitalista; según esta interpretación, hasta en el entorno más hostil al arte y más deshumanizado puede estar escondida la primavera a través de la sublimación por el arte. Sin embargo, mi interpretación sería que, bajo la capa de lo sublime, el arte es pura mecánica, pura ilusión autista de los violonchelistas que se creen únicos en su arte y no son más que una pieza de un engranaje de automatismos mecanizados. La música sería entonces también un mecanismo simbólico de alienación que nos introduce en una burbuja que creemos sublime, pero que no es sino un viaje a ninguna parte dentro de un vagón de metro.

Pero lo bueno del arte es que queda siempre abierto a interpretaciones muy diferentes. Trátese de Bach o del vídeo del metro.

Nolano dijo
Creo que la reminiscencia de este sistema de enseñanza del violín en el vídeo de Bud es clara. Mi interpretación es que lo que representa ese vídeo no es, como creo que interpretas, el florecimiento de la música en un medio subterráneo, el Metro, casi un icono del medio de transporte del obrero urbano, un paradigma de la masificación de la sociedad capitalista; según esta interpretación, hasta en el entorno más hostil al arte y más deshumanizado puede estar escondida la primavera a través de la sublimación por el arte. Sin embargo, mi interpretación sería que, bajo la capa de lo sublime, el arte es pura mecánica, pura ilusión autista de los violonchelistas que se creen únicos en su arte y no son más que una pieza de un engranaje de automatismos mecanizados. La música sería entonces también un mecanismo simbólico de alienación que nos introduce en una burbuja que creemos sublime, pero que no es sino un viaje a ninguna parte dentro de un vagón de metro.

Pero lo bueno del arte es que queda siempre abierto a interpretaciones muy diferentes. Trátese de Bach o del vídeo del metro.

Esa era precisamente la interpretación que le daba al video, hasta en el entorno más hostil como tú dices, puede florecer el arte. Evidentemente este es un ejemplo demasiado evidente, aunque tú mismo, como gran conocedor de la música, has podido profundizar mucho más que yo que soy un neófito. Pero como muy bien has visto los tiros iban por ahí. A veces es ese bagaje cultural, esas disposiciones que poseemos, las que pueden predispodernos, las que pueden hacen fructíferos acoplamientos que antes pensábamos imposibles, o a lo peor ni tan siquiera los pensábamos.
Todo esto viene a colación con un experimento en el que un reputado violinista, Joshua Bell, participó. En dicho experimento el violinista interpretó diversas piezas en la estación de metro de Washington, siendo totalmente ignorado por los viandantes.Pocos pudieron apreciar el arte que les envolvía.
www.google.es/url?sa=t&rct=j&q=joshua%20...6V36-bvUKgTA&cad=rja



Y es ahí donde quería yo ir a parar, la belleza puede pasar desapercibida cuando sucumbimos a una rutinización, cuando andamos en nuestras cosas, cuando nos acostumbramos en exceso, cuando perdemos la capacidad de asombro. Es por ello que en tales situaciones es tan difícil acoplarse, "sintonizar" lo bello.

Un saludo.

Siguiendo con el tema, la pieza que da inicio al hilo es el Preludio de la suite para cello nº 1 de Bach. La cual impresiona escuchar de las manos de Rostropovich.



Esta pieza también fue parte de la banda sonora de la película Master and Commander, película en la que la música tiene un papel preponderante, amén de las escenas navales que son espectaculares. Por cierto, en una de las escenas, para mí de las mejores de la película, se recurre a Boccherini, un compositor italiano afincado en España del que se dice que murió pobre como una rata, la pieza que se toca es "La música nocturna de Madrid".




Un saludo.

1. Sobre Joshua Bell en el metro de Washington creo que pone de manifiesto lo que ya discutimos cuando intentamos definir el arte. El tercer elemento que identificamos era el entorno institucional; lo que le faltaba a la limpiadora que quitó el cubo y "limpió" la obra de arte. Los pasajeros del metro difícilmente podían identificar como arte una escena con tan poco sentido "institucional artístico".

2. Mstislav Rostropovich, el más grande violonchelista que ha visto el planeta Tierra. También tuve la ocasión de escucharlo en directo en Pollença, y otra vez en el Auditorio de Palma. No hay más que ver el vídeo: parece que el instrumento y el arco son parte de su propio cuerpo: la mecánica, el esfuerzo, la física del movimiento y de la fricción de las cuerdas ha desaparecido. Parece que, sencillamente, habla a través del instrumento. Estuve tentado de poner ese mismo vídeo; pero me pareció todavía excesivamente mecánico, en comparación con la versión de Mischa Maisky, así que me decanté por la de este último, que se acomodaba más a lo que quería exponer en mi interpretación del vídeo inicial.

3. Boccherini estuvo en la corte de Felipe V en Madrid. Tocaba también el violonchelo y tiene un notable concierto para este instrumento. En esa corte madrileña estuvo también afincado por aquella época un personaje muy interesante, Farinelli, "il castrato". Se hizo una película sobre él que seguro que te interesa, Bud.

Boccherini esribió en España numerosas piezas para cuerda y guitarra. Y más aún, introdujo las castañuelas en la música clásica de cámara, en este Fandango (de un quinteto para cuerda y guitarra), que te pongo en versión de tu estimado Jordi Savall:

La película "Master and Commander" está basada en la novela de Patrick O'Brian "Capitán de mar y guerra". Tiene algunas cosas dignas de mención. La novela empieza en Mahón, donde Jack "El Afortunado" comienza su carrera de capitán, que entonces estaba en manos de los ingleses. La primera escena es en el palacio del Gobernador inglés en Mahón (el edificio donde está actualmente la Comandancia militar, en la calle hoy de Isabel II, sobre el Puerto de Mahón). Jack asiste a una recepción en el Gobierno militar donde se interpreta música de Locatelli (a buscar en youtube, para melómanos irredentos). Perdonad el rollo, pero sé que a Bud todo esto le va a interesar bastante.