A principios del siglo XXI, la poderosa Tyrell Corporation creó, gracias a los avances de la ingeniería genética, un robot llamado Nexus 6, un ser virtualmente idéntico al hombre pero superior a él en fuerza y agilidad, al que se dio el nombre de Replicante. Estos robots trabajaban como esclavos en las colonias exteriores de la Tierra. Después de la sangrienta rebelión de un equipo de Nexus-6, los Replicantes fueron desterrados de la Tierra. Brigadas especiales de policía, los Blade Runners, tenían órdenes de matar a todos los que no hubieran acatado la condena. Pero a esto no se le llamaba ejecución, se le llamaba "retiro".

El final de la película es conmovedor. La trama ofrece mucho sobre lo que reflexionar.

Una cosa que me llama poderosamente la atención es la siguiente: la película en cuestión es del año 1982 pero está ambientada en el 2019. En perspectiva, es que como si en el año 1982 se pensará que en la fecha en la que transcurre la trama el progreso hubiera modificado las condiciones de vida (movilidad, vestimenta, lenguaje, viviendas) muchísimo más de lo que realmente lo ha hecho. Un ejemplo son los coches voladores, lo cual se podría imaginar en 1982 para esta época pero de la cual estamos realmente lejos de su uso.

No dejéis de verla, os recompensará.

Me alegro de que la hayas descubierto.

La peli ha tenido tres ediciones distintas, y a diferencia de como suele suceder, las últimas cambian completamente el sentido de la historia.

a) La edición de 1982 que se vio en cine, con voz en off explicando cosas que no importan gran cosa y happy ending… Esta es la edición que se emitió por TV durante años y que se podía encontrar en vídeo.

b) En 1997, Ridley Scott consiguió que le dejaran reeditar la peli. Quitó la voz en off y el happy ending… y añade el sueño del unicornio (hábilmente mangado de su película posterior, Legend (tema para tratar otro día).

c) Finalmente, en 2007, The Final Cut, con motivo de la edición completa en alta definición de todos los montajes habidos hasta la fecha. Sin duda habrá algunos retoques entre la del 97 y la del 2007, pero no he sido capaz de identificarlos.

Al margen de happy endings y voces en off, la cuestión del unicornio es clave…

Vaya desconocía el tema de las diferentes versiones. Habrá que volver a verla sin duda. La ve yo vi fue con happy ending...

Como te decía, en 2007 se reeditaron todas las versiones en alta definición, en HD DVD y Blu ray; también en DVD corriente.

En ese estuche van cinco ediciones distintas con una introducción del director. Las US e International Theatrical no son de su agrado. La del 97 la define como "intento" de devolver la historia a la visión original. La de 2007, obviamente es su preferida.

Cambia completamente el tono de la historia. Te la recomiendo.

Es sin lugar a dudas una película de culto y un referente del cine. Sin olvidar la enorme banda sonora que articula y da consistencia a toda la película recreando un conjunto impresionante; creo que es muy difícil aunar con tanto talento imagen y sonido en una película;Ridley Scott lo consiguió. Sin olvidar, por supuesto, el trasfondo de la historia, y las certeras frases que profiere Rutger Hauer, el lider de los replicantes, a la sazón el más duro y a la par sensible de ellos, las cuales quedan grabadas a fuego en la memoria del espectador: "Las estrellas que brillan con el doble de intensidad durán la mitad de tiempo". "He visto cosas que nadier creería..."
Siempre que salgo a correr, me acompaña parte de la banda sonora de Vangelis.

Un saludo.

grealeser escribió: Imagínate que la película es una adaptación del relato de Philip K. Dick de 1968 titulado “¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas?” y cuya acción transcurre en los años noventa del siglo XX. Siempre he tenido la sensación de que el relato está imbuido de cierto aire místico-religioso, más que filosófico, pese a que podamos hacer mención a la obra de Descartes (¿no es el nombre de Deckard, el personaje interpretado por Harrison Ford fonéticamente muy similar al del apellido del filósofo francés?) con la dualidad mente cuerpo y su concepción del hombre-máquina.

También pueden conducirnos a reflexiones sobre las implicaciones éticas relacionadas con el estatus que se le debe otorgar a un androide que, aun siendo una creación humana, aparece dotado de plena autonomía y por tanto susceptible de poseer ciertos derechos equiparables a los de las personas y a cuestiones que se enmarcan dentro de la filosofía de la mente como la posibilidad de crear una conciencia de modo artificial introduciendo en ella recuerdos y sentimientos propiamente humanos que una máquina puede llegar a sentir como propios aunque no lo sean.

Cuestiones que tal vez tengamos que afrontar con mayor seriedad dentro de no mucho tiempo, si hacemos caso de lo que en estos días se debate en la International Joint Conference Artificial Intelligence que se está celebrando en Barcelona.

Me gustan tus observciones Rafael, y no tengo más que compartirlas plenamente contigo.

Un gran clásico que yo vi hace no mucho tiempo por primera vez, recomendado entre otros por Bud. Además de todo lo comentado, y a pesar de su genialidad, me llamó la atención la inevitable proyección de nuestro presente a cualquier relato de futurista: aunque los coches vuelan, para llamar uno no dispone de algo tan habitual en nuestros días como un móvil, sino que tiene que recurrir a una especie de cabina telefónica en la calle.

Rafel escribió:
Exacto, ahí está la clave de la historia y lo que la hace tan atractiva, al margen de su diseño de producción, dirección artística, banda sonora etc…

Para mí está claro: si puede sufrir, da igual que sea o no humano.

Otras películas que abordan este tema y que ahora me vengan a la cabeza son A.I., Inteligencia Artificial, dirigida por Spielberg tras la muerte de Kubrick (de quien era el guión). Para mí es una película generalmente infravalorada, pero que echa sal en la herida como sólo Kubrick podía hacerlo.

En tono de película más familiar tenéis El hombre bicentenario, de Chris Columbus, basado en un relato de Isaac Asimov. No está nada mal.

Regresando a Blade Runner, os invito, a quien no la conozca, a ver Metrópolis, de Fritz Lang. Encontraréis en ella una clara precursora de la peli de Scott.

Harman escribió: Algunas citas filosóficas al respecto de lo que dices:

Si estoy obligado a no hacer ningún mal a mis semejantes, es menos por su condición de ser razonable que por su cualidad de ser sensible, cualidad que, siendo común al animal y al hombre, debe al menos darlo a aquél el derecho de no ser maltratado inútilmente por éste

El que no sufre, y no sufre porque no vive, es ese lógico y congelado ens realissimum, es el primum movens, es esa entidad impasible y por impasible no más que pura idea. La categoría no sufre, pero tampoco vive ni existe como persona. ¿Y cómo va a fluir y vivir el mundo desde una idea impasible? No sería sino idea del mundo mismo.

Pero el mundo sufre, y el sufrimiento es sentir la carne de la realidad, es sentirse de bulto y de tomo el espíritu, es tocarse a sí mismo, es la realidad inmediata.

El dolor es la sustancia de la vida y la raíz de la personalidad, pues sólo sufriendo se es persona.

Esperaba aquel hombre, al recibir el temido golpe, haber de sufrir tan reciamente como hasta sucumbir al sufrimiento, y el golpe le vino encima y apenas si sintió dolor; pero luego, vuelto en sí, al sentirse insensible, se sobrecogió de espanto, de un trágico espanto, del más espantoso, y gritó ahogándose en angustia: «¡Es que no existo!» ¿Qué te aterraría más: sentir un dolor que te privase de sentido al atravesarte las entrañas con un hierro candente, o ver que te las atravesaban así, sin sentir dolor alguno? ¿No has sentido nunca el espanto, el horrendo espanto, de sentirte sin lágrimas y sin dolor? el dolor nos dice que existimos, el dolor nos dice que existen aquellos que amamos.

La piedad, principio de toda moralidad, toma también a los animales bajo su protección. La pretendida carencia de derechos de los animales, el prejuicio de que nuestra conducta con ellos no tiene importancia moral, de que como se suele decir, no hay deberes para con los irracionales, todo esto es ciertamente una grosería que repugna, una barbarie de Occidente, que toma su origen del judaísmo. Es necesario a estos desdeñosos de los brutos, a esos occidentales judaizantes, que igual que ellos fueron amamantados por sus madres, el perro también lo fue por la suya.