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Encuesta: Todas las mañanas del mundo

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TEMA: Todas las mañanas del mundo

Todas las mañanas del mundo 09 Dic 2010 22:38 #549

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Estudiando en Filosofía del lenguaje la Gramática de Port-Royal, me vino el recuerdo de la extraordinaria película francesa “Todas las mañanas del mundo”, que trata de esa época. El señor de Sainte-Colombe, violista de gamba, jansenista de Port-Royal, tras la derrota de esta herejía por la ortodoxia católica, se recluye en su casa de campo, con sus dos hijas, se retira del mundo, desengañado, y vive encerrado en sí mismo, con el recuerdo de su difunta esposa.

Puede vérsele en este enlace cuando se le aparece el fantasma de su mujer mientras toca la viola de gamba (por cierto, en magnífica banda sonora interpretada por el catalán Jordi Savall):

El mundo intelectual cartesiano y de Port-Royal tuvo una expresión sonora muy concreta, de la que es reflejo Sainte-Colombe. Pero aún más lo fueron los laudistas barrocos franceses, como el viejo Gaultier, del que en este enlace podemos escuchar una pieza.

El laúd barroco es un instrumento de extraordinaria dificultad técnica (el laúd renacentista es mucho más sencillo) lo que unido a que se consideraba la versión contemporánea de la lira de Apolo (instrumento de cuerda pulsada, signo de nobleza frente a la cuerda rascada con arco de los instrumentos vulgares, como el violín, descendiente del pastoril rabel) y a su sonoridad íntima, cerrada, sólo apta para pequeñas reuniones de amigos selectos, se convirtió en el preferido de las elites francesas. Si os fijáis en el vídeo, el instrumento tiene 26 cuerdas (frente a las sólo 6 de la guitarra; que nadie intente contar las cuerdas, lo que se cuenta son las clavijas, que se ven mejor), lo que da muestra de su dificultad, aunque, evidentemente, no se tocan todas. El mástil superior, más largo y estrecho, tensa cuerdas de resonancia, que no se pulsan, pero suenan por simpatía armónica y refuerzan la redondez del sonido del instrumento. Las 16 cuerdas que van enclavijadas al mástil inferior del instrumento, más corto y ancho, van "dobladas", es decir cuerdas afinadas iguales de dos en dos, por lo que sólo son 8 órdenes . Yo lo describiría como el instrumento del “cogito” cartesiano, de sonoridad reconcentrada en el yo, en el sujeto que problematiza el mundo exterior y se concentra en sí mismo para descubrir una verdad íntima, deductiva.

No se trata sólo de la sonoridad del instrumento. También la música que se escribía para él respondía a la misma intención, en contraste con el evidente naturalismo descriptivo y esclavo del texto, propio de los madrigales italianos, como los de Claudio Monteverdi. La pieza musical más representativa de esta época es el “lamento”, en francés tombeau (tumba), que se escribía en memoria de algún amigo íntimo fallecido (la amistad en grupo era una de las características de Port-Royal). La pieza de Sainte-Colombe a la viola de gamba es un tombeau por su esposa, como también lo es la pieza de Gaultier, el Tombeau de Mézangeau. Os puse el enlace anterior para que vierais ejecutar la pieza, pero es mejor la siguiente interpretación, aunque en ella no se ve al intérprete:

Ya en los tiempos modernos, es de destacar el tombeau que Falla escribió para Debussy. Si escucháis la interpretación del siguiente enlace, os podréis dar cuenta de hasta qué punto Falla (que estudió en París) toma como modelo el tombeau de Gaultier.
Bin ich doch kein Philosophieprofessor, der nöthig hätte, vor dem Unverstande des andern Bücklinge zu machen.
No soy un profesor de Filosofía, que tenga que hacer reverencias ante la necedad de otro (Schopenhauer).


Jesús M. Morote
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Última Edición: 15 Ene 2011 20:09 por Nolano.
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Re: Todas las mañanas del mundo 03 Ene 2011 19:12 #704

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El otro día llegué, quién sabe cómo, a parar en un blog de un amante de la música, dicho blog se llama Melomania, en él, precisamente se habla de la película que mencionas. Y no deja de sorprenderme el estilo del que escribe en el mismo: sobrio,filosófico y elegante-¿no serás tú por casualidad?-da gusto leerlo e invita a ver la película que por cierto no la he visto, pero me la apunto. A continuación te paso lo escrito en dicho blog acerca de la película.

Un saludo.


Escucho a Sainte Colombe, piezas para viola da gamba, acaso uno de los instrumentos más hermosos de los antiguos, junto con el laud. Al parecer, toda la música está concentrada en cada una de las texturas sonoras que se van abriendo mientras discurren Les Couplets, Le Retrouve, La Conference, Le Change, Tombeau Les Regrets, etc. La música interior que ahí habita en el centro de las jerarquías cósmicas y en la intimidad más amenazadora.

El ejercicio de oír a Sainte Colombe mientras la mayoría está en otra cosa, es perturbador. Me siento parte de una exintiguible minoría, amenazada por cosas tan poderosas que no valen la pena ser mencionadas. Quizás por eso entiendo la metáfora del encierro de Sainte Colombe que Corneau retrata en su soberbia "Todas las mañanas del mundo", con libreto inspirador de Pascal Quignard. En la trama ficcional del film, Sainte Colombe le intenta de enseñar al fogoso, sensible y mundano Marais, el sentido profundo de la música, que no yace sólo en la ejecución transcendental, sino también en el reconocer el para qué de la existencia desde la confluencia diaria y desoladora entre la vida y la muerte. La música como una puerta al mundo de los que ya no están. O el puente entre los reinos de los vivos y de los muertos. "Todas las mañanas del mundo son caminos sin retorno", reflexiona Marais desde la experiencia del recuerdo del maestro Sainte Colombe y su melancólica y barroca hija. Así como el devenir de cada año que inexorablemente nos indica que todo lo que amamos morirá.


La recreación de Corneau y de Quignard, sobre los imaginados diálogos entre Sainte Colombe y Marais, nunca dejan de volver a mi cuando pienso en mi propia vida a la luz de las brevísimas muestras de existencia que voy dejando. Pues si hay algo que mi época me ha enseñado es la conciencia de la fugacidad y de la extrema pequeñez de mi propia humanidad respecto al todo. Un ser humano absolutamente contingente que se relaciona con otros iguales.


La vigilia del primer amanecer del 2011, lejos de parecer triste, fue muy feliz. Feliz porque escuchaba algo que me hace inmensamente dichoso como las obras de Sainte Colombe. Porque recordaba partes de la película de Corneau, momentos gloriosos a pesar de su evidente y reflexiva tristeza. Y porque todos los días, desde hace un tiempo, me siento más honrado (si cabe el término) de tener una vocación intelectual. Pues soy intelectual y estoy muy feliz de serlo. A la larga, como decía Vargas Llosa, es la vocación la que nos acompaña hasta la muerte.

Momentos finales de Todas las mañanas de mundo. Sainte Colombe le enseña a Marais todo lo que es el en sí de la música. Glorioso momento de recuerdo y diálogo entre los vivos y los muertos desde la música.
Leer más: serialismo.blogspot.com/#ixzz1A5iNlRdQ
Hay una sola expresión para la verdad: el pensamiento que niega la injusticia. Horkheimer.
Última Edición: 04 Ene 2011 00:16 por Bud.
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Re: Todas las mañanas del mundo 03 Ene 2011 19:46 #705

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Re: Todas las mañanas del mundo 03 Ene 2011 20:33 #712

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No conocía ese blog, Bud, con el que no tengo nada que ver. Pero comparto el entusiasmo del autor por la película. Aunque la traje aquí fundamentalmente para recrear el ambiente intelectual del cartesianismo, tantas veces tildado de “racionalista”, pero bajo el que latía una intensa pasión teñida de melancolía por una certeza perdida e imposible de volver a recobrar. En mi trabajo sobre Baltasar Gracián (apartado Descargas del foro) me hago eco de ese signo inconfundible en los filósofos de la época.

La película tiene muchos niveles de lectura (aunque al que no le guste la música antigua se le puede hacer pesada, supongo). Un nivel es del conflicto entre el arte puro y el arte prostituido; pero también hay un conflicto generacional, entre la vieja escuela jansenista y la pujante corte francesa de Luis XIV. No hay que olvidar que el músico de referencia en la Francia de aquella época fue Lully, el primer director de orquesta de la historia de la música. Dirigía la orquesta de la corte pomposamente ataviado, con su gran peluca de rizos, y en vez de la moderna batuta de los directores actuales, marcaba el compás con un gran bastón (en una escena de la película Marin Marais aparece en una pose semejante). De hecho se dice que Lully falleció porque se le infectó una herida que se hizo en el pie al golpearse sin querer con el bastón mientras dirigía. No puede haber contraste mayor entre esa forma de entender el arte y la de Sainte-Colombe. Aunque sólo aparentemente, pues Sainte-Colombe admite a Marais como alumno porque lo reconoce como artista, después de oírle tocar unas variaciones sobre la Folía de España. Ambos se reconocen como conciudadanos de la república de la música. Ese contraste entre Sainte-Colombe y Marais recuerda, en filosofía, el que hay entre la efigie austera de un Spinoza o un Pascal, y la imagen de Leibniz, con su gran peluca, viviendo en el mejor de los mundos posibles.

Otro nivel de lectura de la película es la del conflicto generacional entre Marais (y las hijas de Sainte-Colombe) y el viejo músico, que sacrifica incluso las aspiraciones vitales de sus mismas hijas a su propio fanatismo. En el horizonte histórico las guerras de religión europea iban dejando paso a un nuevo orden internacional con mayor protagonismo de la diplomacia y el relativismo político e ideológico.

El cuadro con el que está íntimamente relacionada la película “Todas las mañanas del mundo” es este bodegón de Baugin, que se conserva en museo del Louvre:

En su estudio, Sainte-Colombe, tiene una mesita con esa botella de vino y sus barquillos, como puede verse en el primero de los vídeos que colgué en mi primer mensaje.

Sobre Las hilanderas, efectivamente parece que hay una viola de gamba; la única duda que me ofrece es que el mástil aparece descabezado y no tiene clavijas; es una viola un poco rara. La forma de pintar de Velázquez, más interesado en la luz y el aire que en las cosas nos deja a veces en la ambigüedad. Lo que tiene el Niño de Vallecas entre los dedos, ¿es una baraja de naipes o un librito?

El cuadro de Las hilanderas está verdaderamente lleno de enigmas. Para empezar, parece que la parte de arriba es un añadido:

Pero le viene tan bien al cuadro que se duda si es que el cuadro original era el ampliado, se recortó con motivo de cambiarlo de ubicación y, más adelante, se le volvió a unir la parte que se le había quitado.

La escena del fondo no ha sido identificada hasta épocas muy recientes como la fábula de Aracné y Atenea. Pero sigue habiendo varias dudas. El cuadro tiene claramente cuatro “capas” episódicas: En primer plano están las hilanderas; un poco más allá hay unas damas; más allá aún están Atenea y Aracné; y, finalmente, hay un tapiz representando el rapto de Europa. El cuadro representado en ese tapiz es de Rubens y se conserva también en el Museo del Prado:

Está claro que eso es un tapiz, pero ahora surge la pregunta: ¿es también un tapiz la escena de Atenea y Aracné? Porque caben dos interpretaciones: 1) que las damas están visitando la fábrica de tapices donde ven un tapiz en el cual hay representado otro tapiz (el tejido para la competición de Atenea y Aracné); y 2) que las damas están acompañando a Atenea y Aracné, que son personajes vivos.

Finalmente, llama la atención que aquí Velázquez realiza una “cita” de la Capilla Sixtina de Miguel Ángel, pues la posición de las dos hilanderas más cercanas a nosotros reproduce la de dos personajes de la bóveda de aquella Capilla (las dos figuras de la izquierda en esta foto):

Como vemos, un continuo juego de equívocos muy característico del Barroco.
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Última Edición: 04 Ene 2011 00:41 por Nolano.
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Re: Todas las mañanas del mundo 04 Ene 2011 14:24 #725

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He visto la película. Una película intimista y muy melancólica. Empapada de música de principio a fin. La misma te deja un sabor agridulce, ¿es necesario pagar tan alto precio para alcanzar la maestría en un arte? Sainte Colombe roza el paroxismo. Se desvincula de sus hijas para refugiarse el único paliativo que le ofrece su atribulada vida, la música. Todo tiene un precio en esta vida, se es maestro en su especialidad al precio de ser víctima del oficio. Pero es que, el precio pagado por Colombe es mayúsculo. Haciendo analogía con la filosofía me gusta más una vida hegeliana o al estilo de Hume, disfrutando de las pequeñas cosas que ofrece la vida, que no una vida llevada al extremo al estilo nietzscheniano.

Un saludo.
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Última Edición: 04 Ene 2011 14:25 por Bud.
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Re: Todas las mañanas del mundo 05 Ene 2011 00:39 #729

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Bueno y aprovechando que estábamos hablando del Barroco, me ha venido a la cabeza una película de época que me impactó bastante; Barry Lyndon de Stanley Kubrick.

La banda sonora, con piezas clásicas (como la zarabanda de Händel, El barbero de Sevilla de Paisiello, un trío de Schubert o de Bach) y del folklore irlandés (interpretado por The Chieftains).Wikipedia.

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Re: Todas las mañanas del mundo 05 Ene 2011 21:03 #735

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No sé, Bud, si lo has hecho a propósito, pero esa pieza de música de fondo de Barry Lyndon que has colgado es una versión de la zarabanda conocida como La Folía de España, exactamente la misma pieza que toca Marais en la prueba a que lo somete Sainte-Colombe antes de admitirlo como alumno:

Como se puede ver, en la mesa aparecen la botella de vino y los barquillos del cuadro de Baugin, que es como un leit motiv pictórico de la película.

En un momento dado se puede observar el gesto de disgusto de Sainte-Colombe. La zarabanda es una danza en ritmo ternario (compás de tres tiempos) con una primera nota de la mitad de duración que la segunda; es decir, es un compás de 3/4 con una negra y una blanca. Pero con la característica adicional de que se carga el acento en la segunda nota del compás, en vez de, como es lo usual, acentuar la primera. Eso le da un ritmo como roto, quebrado, desequilibrado, yámbico invertido, frente a la serenidad del ritmo dactílico propio de la poesía elevada; en su época se consideró que era una danza obscena; de hecho, "folia" viene a significar "locura". De ahí el contraste entre el joven Marais, con su casaca roja y su larga melena rubia tocando esa danza y el viejo Sainte-Colombe, vestido de negro y con su gola ya un poco pasada de moda.
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Última Edición: 05 Ene 2011 21:26 por Nolano.
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