El otro día pude finalmente ver esta película que nuestro forero Thunderbird nos recomendó a unos cuantos hace ya tiempo. Es una película de Eastwood como director que relata la versión nipona del episodio más cruento de la guerra del Pacífico, en el que murieron más de 20.000 japoneses y 7.000 estadounidenses. El objetivo de la batalla para los japoneses era conservar un islote insignificante, pero de gran valor estratégico, pues desde allí defendían la integridad de su territorio.
Dicho esto, lo filosófico del asunto que aparece en la película en mi opinión se refleja en cuestiones como la del deber por el deber o la carencia de fundamentación racional de los principios. La película se ve atravesada por un mensaje encarnado en la carta que los soldados nipones encuentran entre las pertenencias de un prisionero americano, y que remitida por la madre de este soldado le espetaba a "hacer lo correcto simplemente porque es lo correcto". Esta es una frase que curiosamente me encontré leyendo el libro de "Verdad y justificación" de Habermas para la asignatura de Metafísica quien citaba a G. Nunner ("Zur moralischen Sozialisation": Kölner Zeitschrif für Soziologie und Sozialpsychologie 44 (1992), pp. 266). Y a mi modo de ver vertebra dos formas diferentes de interpretar esta máxima que se manifiestan en la película: una versión más racional - dentro de la "a-rracionalidad" de los principios - más abierta al mundo, más utilitaria pero también más responsable y no menos valiente - más occidental me parece -; y otra versión más típica del tradicionalismo nipón, ceñido a la mera disciplina, a la honorabilidad suicida, a la cerrazón que no se pregunta el porqué de los actos ni la legitimidad de las órdenes recibidas aunque contradigan otros principios y sensibilidades.
Recomendable.