Pero has traído al foro esta película por las relaciones que hay entre el método de Holmes y el método científico. Al respecto creo que se pueden hacer algunas reflexiones de filosofía de la ciencia. Según la opinión más general el conocimiento científico es aquél capaz de explicar por qué sucede algo (el “
explanandum”); si esa explicación es correcta, nos permitirá predecir lo que va a suceder si se presentan determinadas condiciones iniciales. El vínculo que liga las condiciones iniciales con el
explanandum sería una “ley” o norma, que explica por qué las condiciones iniciales desembocan en el efecto o
explanandum. El conjunto de condiciones iniciales y ley se denomina el
explanans. Naturalmente, el
explanans puede revestir una complejidad enorme; por un lado, las condiciones iniciales pueden ser numerosísimas y, por otro, también lo puede ser la ley explicativa, llamada habitualmente “ley cubriente”, “ley de cobertura” o “ley cobertora”. Se suelen distinguir tres clases de leyes cubrientes en teoría de la ciencia: las leyes deterministas, las leyes probabilísticas y las leyes de tendencia. Las primeras establecen que si se da un conjunto de condiciones iniciales C, se dará necesariamente el resultado E. Las segundas predican que si se da C, se dará E con una probabilidad determinada. Las terceras, más débiles, sólo predicen que si se da C, tenderá a producirse E, pero sin especificar con qué grado de probabilidad.
Si llamamos Ci a las condiciones iniciales, la formalización simplificada del modelo nomológico de explicación científica sería: (C1^C2^C3^...^Cn)↔E. Normalmente el número de condiciones iniciales es tan elevado que habrá que centrarse en las más relevantes, dando por supuesto las demás, de forma que el modelo se simplifica en un conjunto de circunstancias dadas e inamovibles y una condición variable: (A^C1)↔E. O , más resumidamente,
ceteris paribus (permaneciendo igual lo demás), C1↔E.
Nuestro modelo se complica si consideramos que a veces no es necesaria la concurrencia de todo un conjunto de condiciones necesarias, sino que habrá condiciones iniciales alternativas, de forma que la formalización pasaría a ser: [(C1^C2^C3^...^Cn)^(K1vK2vK3v...vKm)]↔E. Las condiciones C son condiciones necesarias y, dadas éstas, cualquiera de las condiciones K sería condición suficiente (pero no necesaria cada una de ellas), para que se produzca el efecto E. Al enfrentarnos a las condiciones de tipo K, el esquema inferencial sería ahora: (A^K1)→E; o, simplificadamente, K1→E. La mayoría de las veces nos encontraremos ante ese tipo de situaciones, de forma que tendremos que conjeturar, ante la aparición del hecho E que ha sido originado por la condición K1; eso nos hará incurrir frecuentemente en la falacia de la afirmación del antecedente, deduciendo (erróneamente) del hecho E, que E→K1. Eso sólo lo podremos hacer si antes hemos descartado que se hayan producido las condiciones alternativas K2 a Km. Ése será el método que normalmente seguirá Sherlock Holmes en sus “deducciones”.
En las novelas de Conan Doyle Sherlock Holmes sigue, pues, el mismo esquema que la ciencia. Pero, a diferencia de lo que ocurre en la ciencia, aquí la ley cubriente no tiene mucha trascendencia; normalmente se tratará de una ley de sentido común, que no requiere grandes conocimientos. Eso es obvio pues Conan Doyle escribe para un público amplio al que no se le suponen especiales conocimientos y al que no conviene aburrir con farragosas explicaciones científicas; pero, además, Holmes resuelve casos individuales, no fija teorías abstractas de aplicación general (como sí hace la ciencia, interesada en predecir una clase de fenómenos, no en explicar un caso particular). Pero al no poder acudir a la ley cubriente para ir descartando alternativas de condiciones suficientes, para quedarse sólo con las necesarias, Holmes hace uso de un método singular: el efecto principal buscado E1 no aparecerá normalmente aislado, sino en conjunción con otros hechos, E2, E3...Eñ. Como quiera que cada uno de esos efectos será normalmente incompatible con algunas de las condiciones iniciales alternativas para el hecho E1, podremos irlas eliminando hasta quedarnos sólo con las condiciones necesarias, resolviendo así el caso. Por ejemplo, y de forma deliberadamente simplificadora, si mi amigo entra en casa con el abrigo mojado, puede que esté lloviendo o puede que al pasar por debajo de un balcón alguien le haya arrojado agua encima. Si veo que por la ventana entra un sol radiante, eliminaré la primera condición suficiente (que esté lloviendo), y me quedaré con la segunda, que se convertirá,
ceteris paribus, en condición necesaria y suficiente. Para ilustrar cómo utiliza Holmes el método científico, os propongo la lectura del comienzo de la novela “El perro de los Baskerville” (bastan las tres primeras páginas), que tenéis en este enlace:
EL SABUESO DE LOS BASKERVILLE. Es uno de mis pasajes favoritos, aunque posiblemente sea porque fue la primera novela que leí de Sherlock Holmes, la primera intervención que conocí del brillante detective, y eso siempre deja huella.
El hecho a analizar es un bastón que un visitante desconocido se ha dejado olvidado en casa de Holmes. Eso puede obedecer a multitud de causas, por lo que el primer paso es la observación detallada del máximo número posible de hechos adicionales asociados con el bastón. Watson los describe así:
“Sólido, de madera de buena calidad y con un abultamiento a modo de empuñadura, era del tipo que se conoce como «abogado de Penang». Inmediatamente debajo de la protuberancia el bastón llevaba una ancha tira de plata, de más de dos centímetros, en la que estaba grabado «A James Mortimer, MRCS, de sus amigos de CCH», y el año, «1884». Era exactamente la clase de bastón que solían llevar los médicos de cabecera a la antigua usanza”.
Más adelante se ofrecen dos datos más: 1) “
El grueso regatón de hierro está muy gastado”, y 2) Estamos en 1889 (“
se marchó hace cinco años; la fecha está en el bastón”). O sea que, enumerando nuestros datos, tenemos:
1. Un bastón de madera de buena calidad.
2. Se trata de un regalo de “sus amigos” de CCH.
3. El propietario es MRCS (Miembro del Real Colegio de Cirujanos).
4. Con el regatón o contera muy gastado.
5. Le fue regalado al propietario cinco años atrás.
Del hecho 3 se deduce que Mortimer es médico y del hecho 4 se deduce que ejerce en el medio rural. Pero Watson yerra el camino, pues pone en relación el hecho 2 con el hecho 4 (que el propietario vive en el campo), lo que le lleva a interpretar que la inicial H es de “
hunters”, cazadores. Holmes, por el contrario, une conjuntivamente el hecho 3 con el hecho 2, lo que convierte la H en la inicial de “Hospital”. Aquí Holmes juega con la probabilidad, no con la certeza, pero, evidentemente, su hipótesis es mucho más plausible (ya que la de Watson era totalmente arbitraria), especialmente si se une a las iniciales CC, las del mayor hospital de Londres de la época, el de Charing Cross. A partir de ahí, las condiciones iniciales de que se tratase de un médico relativamente joven aparecen por sí mismas.
Holmes ha evaluado más alternativas que Watson, lo que le ha permitido elegir mejor la más probable que, en unión a las demás condiciones, se acerca a la certeza, por el alto grado de probabilidad.
No me gustaría dejar de resaltar el remate final a esta escena, pues dice mucho sobre el carácter socarrón y un tanto teatral de un Holmes alejado de los estereotipos que se le atribuyen, y que da ese encanto tan especial a sus novelas:
“La mandíbula del animal, como pone de manifiesto la distancia entre las marcas, es, en mi opinión, demasiado ancha para un terrier y no lo bastante para un mastín. Podría ser..., sí, claro que sí: se trata de un spaniel de pelo rizado.
Holmes se había puesto en pie y paseaba por la habitación mientras hablaba. Finalmente se detuvo junto al hueco de la ventana. Había un tono tal de convicción en su voz que levanté la vista sorprendido.
-¿Cómo puede estar tan seguro de eso?
-Por la sencilla razón de que estoy viendo al perro delante de nuestra casa...”
Al final, toda teoría debe ser contrastada con los hechos.
Habrá que ver esa serie a que se refiere Rafel. No la conocía, pues las series no suelen ser de mi gusto.