Kessel:Lo que está más que claro y es evidente -más que evidente incluso-, es que éste señor, heidegger, pudo hablar mucho de la phrónesis pero ÉL fue el último de todos los humanos en ponerla en práctica. Su prudencia se limitó a ser un asqueroso nazi, una persona deleznable que no cumplió en la praxis ninguna de sus genialidades escritas. ¿Quitaría ese hecho importancia a todo lo que dijo? Para mi, personalmente, sí. El mayor de los genios, pero el ente más despreciable posible.
Dejo por aquí un texto que he leído hoy sobre el "ente más despreciable posible"
El hecho más sorprendente de la gran influencia ejercida por Heidegger fue que en los años veinte y a comienzos de los años treinta, antes de que cayera políticamente en desgracia, consiguiera despertar un inaudito entusiasmo entre sus oyentes y lectores y que este efecto volviera a producirse después de la guerra. Esto ocurrió al cabo de un período de vida relativamente retirada. Durante la guerra no había podido publicar porque, al haber caído en desgracia, no se le concedió papel para imprimir, y después de la guerra no pudo enseñar porque fue suspendido como docente por su antigua posición como rector nazi. Sin embargo, en la época de la reconstrucción material y espiritual de Alemania, volvió a estar presente de una manera casi arrolladora. No como profesor; porque solo habló poco y raras veces ante estudiantes. Pero con sus conferencias y publicaciones fascinó de nuevo a toda una generación... En los años cincuenta no había una sala lo suficientemente grande. La situación que estallaba en este pensamiento se transmitía a todos, incluso a los que no lo comprendían... Los Caminos de Heidegger (H.G.Gadamer)
Algo tendrá el agua cuando la bendicen.