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TEMA: El problema moral.

El problema moral. 24 Ago 2015 13:17 #31950

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La definición de izquierdas y derechas de Tierno Galván la traje a colación porque es la única que conozco que pueda ser objeto de contrastación y servir para algo; lo que no quiere decir que la comparta. Lo de reformista, transformador, revolucionario, superador, conservador, creo que no sirve; hay conservadores de derechas y conservadores de izquierdas, revolucionarios de derechas y revolucionarios de izquierdas. Todas esas categorías remiten a mantener o derrocar el statu quo y hay países con statu quo de "izquierdas" y otros con statu quo de "derechas".

A mí lo de derechas e izquierdas me parece que es algo así como lo de "uno de los nuestros". Uno puede ser libertario y otro estalinista, pero ambos se perciben mutuamente como "uno de los nuestros". Un liberal clásico (tipo Sagasta) y un fascista (tipo José Antonio), se perciben mutuamente como "uno de los nuestros". Esa no es una categoría válida para un debate político serio, en mi opinión.

Sobre la imputación que me haces, Herrgoldmundo, de posicionarme junto a Habermas, tengo que decir que, como ya he afirmado no hace mucho, la filosofía nos lleva a atravesar y recorrer las aporías. La línea filosófica marcada por Habermas ciertamente es de las que merece la pena ser recorrida. Especialmente recomendable es su obra "Verdad y justificación".

Porque el caso es que, por muy liberales que seamos, la propuesta de Sloterdijk no deja de ser un maximalismo bastante poco realista. Hasta los más clásicos de los economistas liberales, empezando por Adam Smith, reconocen que algún papel hay que otorgar al Estado, aunque sólo sea como regulador, y eso conlleva la exigencia de impuestos a los ciudadanos para mantener el aparato institucional. Que uno pueda defender que cuanto menores sean esos ingresos coactivos del Estado, mejor, no significa que deje de reconocer que algún nivel, aunque sea mínimo, de esos ingresos tendrá que haber. Aún más, los estudios posteriores a la Economía Política clásica han detectado fallos del mercado como mecanismo asignador de recursos, como economías y deseconomías externas, monopolios "naturales", etc.

Ahora bien, el problema siguiente al de cuál ha de ser el nivel de impuestos es el de cómo debe repartirse la carga impositiva entre los ciudadanos. Y a la hora de fijar de mutuo acuerdo ese sistema de reparto y oponiéndome yo a que eso se decida de forma autoritaria por un dictador o por la dictadura de la mayoría, sí me parece útil la figura del sujeto trascendental (o del "velo de ignorancia" de Rawls).

Aunque fundar toda nuestra filosofía en el sujeto trascendental a mí me parece poco aceptable, sí que tiene la utilidad que acabo de decir. Y, después de todo, tampoco es una hipótesis tan irrealista la del sujeto trascendental. Por ejemplo, en ajedrez nadie puede ser un buen jugador si no se pone en el papel del adversario a la hora de evaluar las posiciones y el posible desarrollo futuro del juego. De la misma forma, cualquier estrategia práctica de la vida debe ser diseñada teniendo en cuenta la posible reacción de los demás a nuestras acciones. Si no hubiese algo así como un sujeto trascendental, ¿cómo íbamos a dar valor alguno a nuestras expectativas de respuesta del otro? Estaríamos ciegos en nuestra interacción con los demás; sin embargo la teoría (de juegos) y la experiencia nos enseñan que aunque el comportamiento del otro no es totalmente predecible, sí que es posible prever en cierta forma sus cursos de acción.

Que ese "sujeto trascendental" no sea, en mi opinión, tan trascendental, sino fruto de la evolución de la especie, no quita que, al menos en el corto plazo, tengamos que contar con un "a priori" filogenético en todas estas cuestiones.
Bin ich doch kein Philosophieprofessor, der nöthig hätte, vor dem Unverstande des andern Bücklinge zu machen.
No soy un profesor de Filosofía, que tenga que hacer reverencias ante la necedad de otro (Schopenhauer).


Jesús M. Morote
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Última Edición: 24 Ago 2015 13:20 por Nolano.
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El problema moral. 24 Ago 2015 18:26 #31964

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Hola Conrado.
Prácticamente estoy de acuerdo con todo lo que dices. Coincidimos.

Sin embargo, señalaré una pequeña discrepancia.
Cuando escribí:
Finalmente, de su empatía con liberales como Unamuno y Ortega no pudo por menos que surgir su peculiar "republicanismo", un republicanismo claramente inspirado en las ideas progresistas del maestro de las circunstancias.

Tú respondiste:
...Es decir, que si somos más lo que hacemos que lo que decimos, pensamos o escribimos, no podemos decir que José Antonio fuese un liberal, por más amistad que tiviese con algunos liberales. De hecho, que José Antonio fuese un izquierdista radical no se debe tampoco a su amistad con Indalecio Prieto, el único que le defendió públicamente cuando fue condenado por tenencia ilícita de armas. Decía prieto en sede parlamentaria: "¿quién de nosotros no tiene un arma en casa en los tiempos que corren?".

Reconozco que es más fácil ceñirse a los hechos objetivos, tercos y nudos, que recurrir a análisis psicologistas (que es lo que pretendo).
Por supuesto, no digo que por ser "amigo", ya sea de Pepito o Juanito, una persona se transforme, no solo ideológicamente, sino también psicológicamente.
Lo que pretendo señalar es que, como tú mismo reconoces, a pesar de que José Antonio recibió una educación tradicional católico-conservadora, no sintió simpatías por esa otra "derecha" o burguesía capitalista que representaba la CEDA. He ahí un primer distanciamiento de ese materialismo, carente de espíritu y de poesía prometedora, que representaba la derecha monárquica.
Quiero decir que, incluso antes de su acercamiento a Unamuno y Ortega, ya estaba en José Antonio, en su particular idiosincrasia, la necesidad de reconocerse en valores espirituales, digamos "poéticos", si no liberales, que eran los propios del pensamiento de la Escuela de Madrid (recordemos a Zambrano y su pensamiento o inteligencia poética).

Sostengo, por tanto, que José Antonio era liberal, incluso sin ser consciente de ello, porque no pudo evitar, siguiendo la famosa máxima de Fichte, elegir aquella filosofía que mejor se ajustaba a su forma de ser.
Decía Fichte: elegimos una filosofía no en función de sus bondades o capacidad para convencernos (de una verdad determinada, añado yo) sino que mejor se ajusta a nuestra particular forma de ser.

Yo creo que la identificación de José Antonio con Ortega fue total y absoluta, y por eso creo que yerras cuando escribes:

Recuerda este párrafo del discurso inaugural de Falange de 1933:

"Y queremos, por último, que si esto ha de lograrse en algún caso por la violencia, no nos detengamos ante la violencia. Porque, ¿quién ha dicho –al hablar de todo menos la violencia– que la suprema jerarquía de los valores mor
ales reside en la amabilidad? ¿Quién ha dicho que cuando insultan nuestros sentimientos, antes que reaccionar como hombres, estamos obligados a ser amables? Bien está, sí, la dialéctica como primer instrumento de comunicación. Pero no hay más dialéctica admisible que la dialéctica de los puños y de las pistolas cuando se ofende a la justicia o a la Patria."

Y acto seguido concluyes:


Eso no es que sea muy orteguiano ni unamuniano, ¿no te parece? :whistle:

En realidad decir en 1933 que primero hablamos y si no nos entendemos no queda otra que recurrir a la violencia, no era nada original. La originalidad de José Antonio no estaba en sus propuestas, sino en su brillante pluma.

¿Por qué no iba a ser orteguiana la apelación a la dialéctica de puños y pistolas, solo y si peligrara la esencia de los valores más sagrados, o como legítima defensa?

Tú mismo has reconocido, y es bien sabido por todos menos por las "sempiternamente justas" izquierdas, que José Antonio tardó en responder al "fuego con fuego".
Ortega, de hecho, y recibió duras críticas por ello, reconoció no ser pacifista y en su artículo "En cuanto al pacifismo" (París, diciembre de 1937) criticó lo que consideraba posiciones pacifistas irresponsables.
En esa misma línea de responsable posicionamiento vital, o necesidad de responder con contundencia ante difíciles o graves circunstancias adversas, como gustaba decir Ortega, se pronunció también el maestro cuando al inicio del Alzamiento Nacional reconoció que "Franco estaba pulsando correctamente las notas de la política" (parafraseo).
¿También Unamuno, cuando apeló a "salvar a la juventud española", o cuando reconoció la necesidad de una guerra que purificara odios, fue "fascista"?

No, claro que Unamuno y Ortega no fueron fascistas, pero sí intelectuales responsablemente comprometidos con la unidad e integridad de España. Por esto mismo, Unamuno en su "Del sentimiento trágico" escribió:
Ni a un hombre, ni a un pueblo - que es, en cierto sentido, un hombre también - se le puede exigir un cambio que rompa la unidad y la continuidad de su persona. Se le puede cambiar mucho, hasta por completo casi; pero dentro de continuidad."

¿Qué diferenció, entonces, a Ortega y Unamuno de José Antonio?

La diferencia radicó en que mientras los grandes intelectuales "jugaron" a ser políticos, pero llegado el momento de la verdad se "retiraron por la puerta de atrás" o se "contradijeron" a sí mismos (Unamuno), José Antonio se implicó y se obligó a ser consecuente con sus ideas. No tuvo más remedio que pasar del liberalismo retórico de Ortega y Unamuno al falangismo de acción. Y aun así, volvamos a recordarlo, le costó recurrir a la dialéctica de puños y pistolas; una "dialéctica" que, por cierto, las izquierdas ya hacía tiempo practicaban sin pudor alguno y con el beneplácito de la república frentepopulista.

Mi conclusión, por tanto, es clara: José Antonio fue un liberal, de mente y espíritu, que devino falangista, como bien señalé, obligado por las circunstancias.

Así, desde este razonamiento (acción vs idea retórica) puede entenderse el momento en que Jose Antonio censuró a Ortega y Gasset por su silencio, no por sus desacuerdos políticos, ya que no los hubo. También le "afeó" su dimisión cuando la presión frentepopulista alcanzó un nivel insospechado de violencia.

Por último, un fragmento del que quizás sea uno de los más bellos artículos políticos escritos por un español (sito en "Obras completas" de José Antonio y publicado en el número 12 de "Haz", el 5 de diciembre de 1935).

El artículo se titula "Homenaje y reproche a D. José Ortega y Gasset":
"Los valores en cuya busca se afanan los intelectuales son de naturaleza intemporal: la verdad y la belleza, en absoluto, no dependen de las circunstancias. El hallazgo de una verdad es siempre oportuno, la indagación de una verdad no admite apremios (...) En cambio la política es, ante todo temporal. La política es una partida en el tiempo en la que no es lícito demorar ninguna jugada. En política hay obligación de llegar, y de llegar a la hora justa. El binomio de Newton representaría para la Matemática lo mismo si se hubiera formulado diez siglos antes o un siglo después. En cambio, las aguas del Rubicón tuvieron que mojar los cascos del caballo de César en un minuto exacto de la Historia.

Y en esta fecha de plata para don José Ortega y Gasset se le puede ofrecer el regalo de un vaticinio: antes de que se extinga su vida, que todos deseamos larga, llegará un día en que al paso triunfal de esta generación, de la que fue lejano maestro, tenga que exclamar complacido: Esto sí es".

Un saludo.

PD: el fragmento de Unamuno que hace referencia a los "cambios en continuidad", en hombres y pueblos, se apela a una clara superación del logos histórico, que no a su negación y/o transmutación.
Última Edición: 25 Ago 2015 09:01 por Herrgoldmundo.
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El problema moral. 24 Ago 2015 19:46 #31968

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Hola Nolano.

Escribes:
A mí lo de derechas e izquierdas me parece que es algo así como lo de "uno de los nuestros". Uno puede ser libertario y otro estalinista, pero ambos se perciben mutuamente como "uno de los nuestros". Un liberal clásico (tipo Sagasta) y un fascista (tipo José Antonio), se perciben mutuamente como "uno de los nuestros". Esa no es una categoría válida para un debate político serio, en mi opinión.

Muy bien, respeto tu opinión.
Tienes razón, como la tuvo Ortega al señalar la hemiplejia moral que suponía elegir entre "ser de derechas o de izquierdas". También Unamuno se refirió a los "hunos vs los hotros" y Kissinger, más claramente, reconoció que no se trataba tanto de ser un hijo de puta (valoración moral) como de ser un "hijo de puta de los nuestros" (valoración instrumental).

Claro que "ser de derechas o de izquierdas" (clases sociales) no son categorías válidas para definir a un individuo, ni mucho menos, a día de hoy, para ubicarlo ideológicamente dentro de un espectro cada vez más ecléctico y plagado de híbridos. Por eso Ortega se refirió a clases de personas, retomando el determinismo ya señalado por Fichte y que, actualmente, han confirmado ciencias como la psicobiología o la neuropsiquiatría.

No somos iguales. Pero, peor aún para los amantes de utópicos igualitarismos, no somos tanto lo que deseamos ser como lo que biológica y genéticamente estamos programados a ser.

Escribes:
Sobre la imputación que me haces, Herrgoldmundo, de posicionarme junto a Habermas, tengo que decir que, como ya he afirmado no hace mucho, la filosofía nos lleva a atravesar y recorrer las aporías. La línea filosófica marcada por Habermas ciertamente es de las que merece la pena ser recorrida. Especialmente recomendable es su obra "Verdad y justificación".

Bueno, no lo veas como una imputación, sino como una subjetiva observación o una deducción lógica que se derivaría de tu afinidad con Kant y de la necesidad que muestras (por tal de salvar aporías) de reconocer alguna esencia trancendental (apriorística y universal) que dé sentido moral a nuestras acciones. Entiendo que desechado Dios, solo nos queda el sujeto trascendental, pues sin éste último todo sería válido. Te entiendo.

Dices:
Porque el caso es que, por muy liberales que seamos, la propuesta de Sloterdijk no deja de ser un maximalismo bastante poco realista. Hasta los más clásicos de los economistas liberales, empezando por Adam Smith, reconocen que algún papel hay que otorgar al Estado, aunque sólo sea como regulador, y eso conlleva la exigencia de impuestos a los ciudadanos para mantener el aparato institucional. Que uno pueda defender que cuanto menores sean esos ingresos coactivos del Estado, mejor, no significa que deje de reconocer que algún nivel, aunque sea mínimo, de esos ingresos tendrá que haber. Aún más, los estudios posteriores a la Economía Política clásica han detectado fallos del mercado como mecanismo asignador de recursos, como economías y deseconomías externas, monopolios "naturales", etc.

Lo sé y coincido contigo, y por eso también creo que es necesario superar al liberalismo tradicional y crear nuevas opciones o vías políticas (anarcoliberalismo, por ejemplo). Ya reconocí, también, que las propuestas de Sloterdijk no eran realistas, pues sería del todo utópico (¿sería eutópico?) vertebrar Estados no coactivos.

Sigues:
Aunque fundar toda nuestra filosofía en el sujeto trascendental a mí me parece poco aceptable, sí que tiene la utilidad que acabo de decir.

Volvemos a coincidir. Yo también creo que, aunque filosóficamente poco aceptable, sí hay que seguir considerando al sujeto como portador de valores transcendentales, si no a través de la fe (dogma religioso) sí, al menos, desde necesarios utilitarismos pragmáticos (razón instrumental).

Concluyes:
Que ese "sujeto trascendental" no sea, en mi opinión, tan trascendental, sino fruto de la evolución de la especie, no quita que, al menos en el corto plazo, tengamos que contar con un "a priori" filogenético en todas estas cuestiones.

Solo puedo decir: ¡Amén a esto, hermano!
Quizás ese sutil "autoengaño" de tener que contar con un "a priori" filogenético pueda salvar la aporía en la que nos encontramos. Ya decía yo, en otro post, que al final, tarde o temprano, cuando nos encontramos en callejones sin salida, no tenemos más remedio que crear "autoengaños", aunque sean filosóficamente poco aceptables. ;)

Un saludo.
Última Edición: 25 Ago 2015 08:58 por Herrgoldmundo.
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El problema moral. 24 Ago 2015 20:31 #31970

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Herrgoldmundo escribió:
Quizás ese sutil "autoengaño" de tener que contar con un "a priori" filogenético pueda salvar la aporía en la que nos encontramos. Ya decía yo, en otro post, que al final, tarde o temprano, cuando nos encontramos en callejones sin salida, no tenemos más remedio que crear "autoengaños",

Quizá seo eso lo que diferencia el pensar filosófico de otras perspectivas especulativas. El filósofo sabe que toda superación de una aporía es un autoengaño. Pero, precisamente por saber que lo es, ya no se engaña a sí mismo.
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Última Edición: 24 Ago 2015 21:59 por Nolano.
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El problema moral. 24 Ago 2015 21:04 #31971

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Escribes:
Quizá sea eso lo que diferencia el pensar filosófico de otras perspectivas especulativas. El filósofo sabe que toda superación de una aporía es un autorengaño. Pero, precisamente por saber que lo es, ya no se engaña a sí mismo.

¡Qué grande eres Nolano!
¿Dónde estabas cuando en el hilo "La depresión desde una perspectiva filosófica" me dilapidaron, cual díscolo hereje, por defender que para salvar el sinsentido existencial (circularidad aporética) teníamos que recurrir a "autoengaños"?

Como bien señalé, quien no es capaz de ver que para dar un sentido a la vida es necesario el "autoengaño" es porque todavía no ha reflexionado lo suficiente como para hallarse en caminos sin salida; todavía no se encuentra inmerso en la circularidad aporética, que tan bien definiste, y todavía se aferra a creencias o verdades.

Por cierto, tienes razón: el filósofo puede llegar a saber que toda superación de un aporía requiere de un "autoengaño". Pero, obligándome a ser malicioso y a ejercer de abogado del Diablo, te pregunto:

¿Sería moralmente reprobable que un filósofo, consciente de recurrir a autoengaños (razón instrumental), lo negara y ocultara a las masas por tal de salvarlas del sinsentido existencial?

Un saludo.
Última Edición: 25 Ago 2015 08:54 por Herrgoldmundo.
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El problema moral. 24 Ago 2015 22:17 #31972

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La alternativa política de José Antonio no era liberal. Vamos a dejarnos de tonterías y vamos a ver lo "liberal" que era José Antonio analizando un poco algunos de los 27 puntos programáticos de FE de las JONS de 1934, es decir, su ideario político, que es lo cuenta a la hora de "catalogar" a un partido político y sus ideólogos:

1. "Creemos en la suprema realidad de España. Fortalecerla, elevarla y engrandecerla es la apremiante tarea colectiva de todos los españoles. A la realización de esta tarea habrán de plegarse inexorablemente los intereses de los individuos, de los grupos y de las clases."

Lo típico de los nacionalismos de la época: la nación por encima del individuo (como ahora en algunas partes de España, por cierto). Es decir, no es la nación la que está al servicio del ciudadano, sino al revés. Esto no es muy liberal, ¿no te parece? De hecho, ya solo por esto no haría falta seguir con el resto de puntos.

En la actualidad yo estoy a favor de lo de ennoblecer a mi nación, España. Pero no a ponerla por encima de las personas. Eso es cosa de comunistas y fascistas.

(no os perdáis los puntos 2 al 5)

6. "Nuestro Estado será un instrumento totalitario al servicio de la integridad patria. Todos los españoles participarán en él a través de su función familiar, municipal y sindical. Nadie participará a través de los partidos políticos. Se abolirá implacablemente el sistema inorgánico, representación por bandos en lucha y Parlamento del tipo conocido."

¡Libralismo al 100%, sí señor! :dry: :dry: :dry:

7. "La dignidad humana, la integridad del hombre y su libertad son valores eternos e intangibles. Pero sólo es de veras libre quien forma parte de una nación fuerte y libre. A nadie le será lícito usar su libertad contra la unión, la fortaleza y la libertad de la Patria. Una disciplina rigurosa impedirá todo intento dirigido a envenenar, a desunir a los españoles o a moverlos contra el destino de la Patria."

Date cuenta que la libertad individual está siempre sometida a los intereses de la Patria. La nación es, como en el comunismo, el Dios absoluto por encima del cual no hay nada, y menos los ciudadanos, que en realidad no son tales, pues son esclavos y carne cañón al servicio de la madre Patria,

9. "Concebimos a España, en lo económico, como un gigantesco sindicato de productores. Organizaremos corporativamente a la sociedad española mediante un sistema de sindicatos verticales por ramas de la producción, al servicio de la integridad económica nacional."

El marxismo elevado a la máxima potencia. Venga, a ver quién es más marxista y menos liberal. Lo del sindicato vertical el franquismo lo implementó a su manera, a pesar de mantener el nombre. Y por supuesto, todo siempre en clave nacional, pues el Estado lo impregna todo.

10. "Repudiamos el sistema capitalista, que se desentiende de las necesidades populares, deshumaniza la propiedad privada y aglomera a los trabajadores en masas informes, propicias a la miseria y a la desesperación. Nuestro sentido espiritual repudia también el marxismo. Orientaremos el ímpetu de las clases laboriosas, hoy descarriladas por el marxismo, en el sentido de exigir su participación directa en la gran tarea del Estado nacional."

Esto es muy característico del fascismo: por un lado, el anticapitalismo; por otro, el antimarxismo. Se entiende que hay una especie de tercera vía que no se sabe exactamente en qué se concretaría. Nuevamente, el liberalismo brilla por su ausencia.


11. "El Estado Nacionalsindicalista no se inhibirá cruelmente de las luchas económicas entre hombre, ni asistirá impasible a la dominación de la clase más débil por la más fuerte. Nuestro régimen hará radicalmente imposible la lucha de clase, por cuanto todos los que cooperan a la producción constituyen en él una totalidad orgánica. Reprobamos e impediremos a toda costa los abusos de un interés parcial sobre otro y la anarquía en el régimen del trabajo."

Más marxismo. No me extraña que a día de hoy haya un entendimiento tan íntimo entre Amanecer Dorado, Syriza y el Frente Nacional de Le Pen. Le quitas la componente racial al fascismo y ya está, comunismo. Así, grosso modo. Ricardo Sáenz de Ynestrillas aplaudió el programa de Podemos y lo calificó de joseantoniano: "Llevo meses mostrando mi apoyo a Podemos por su proximidad al discurso que reivindicamos quienes nos sentimos herederos de la Falange Auténtica." Por cierto, Falange Auténtica fue, junto con los Círculos José Antonio de Márquez Horrillo, otro de los grupos de resistencia joseantoniana al franquismo.

El punto 12 sigue en la línea de la abolición de las clases, típico también del marxismo. Si es que en lo económico FE de las JONS fue una copia casi calcada de las doctrinas marxistas.

El punto 13 no es marxista, pero tampoco liberal.

14. "Defendemos la tendencia a la nacionalización del servicio de Banca y, mediante las corporaciones, a la de los grandes servicios públicos."

Esto no sólo es marxista, sino liberticida desde el punto de vista económico (como lo es el marxismo). Justo lo contrario de lo que diría cualquier liberal.

El punto 15 va consagrado al trabajo, categoría glorificada por casi todas las ideologías, incluido el nacional-catolicismo (la Iglesia no admite holgazanes y el sacrificio es la nota predominante en cualquier sacerdote). En una famosa intervención en TV el General Franco (a partir de 0:27) ennoblecía la categoría de trabajo como "el más ineludible de los deberes... que hará cristalizar nuestro ideal supremo". De ahí que el Caudillo volviese a poner en marcha la antigua Ley de vagos y maleantes de la Segunda República (1933): se entendía que quien no estaba trabajando ni estudiando (estudiar era el trabajo de los estudiantes, y así debería seguir siendo), en nada bueno andaba metido, sobre todo teniendo en cuenta el tema de la masonería y las sociedades secretas. Además de arremeter -y esto lo añadió el franquismo- contra la homosexualidad.

Los puntos 15 y 16 van en la línea de que los españoles tienen el derecho y el deber de trabajar. Seguimos con la categoría de Dios-trabajo.

23. "Es misión esencialmente del Estado, mediante una disciplina rigurosa de la educación, conseguir un espíritu nacional fuerte y unido e instalar en el alma de las futuras generaciones la alegría y el orgullo de la Patria. Todos los hombres recibirán una educación premilitar que les prepare para el honor de incorporarse al Ejército nacional y popular de España."

La educación no es que tuviera muchos tintes de laicidad, ¿no? Por laicidad no me refiero sólo a la componente religiosa, sino a la ideologización secular de la enseñanza de la que hablábamos en otro hilo (laicismo debería ser sinónimo de emancipación). Esto no es nada nuevo y, aunque sin decirlo y de manera más disimulada, se sigue practicando a día de hoy. Pero esto, como se dijo en otro hilo, ya viene de muy atrás. Tampoco lo inventaron los falangistas. En la Alemania nazi, por ejemplo, estaban las nápolas, escuelas político-nacionales (muy buena la película que narra esa historia) para los hijos de la élite nazi.

No se juzga a un político como José Antonio por sus inquietudes intelectuales (al menos no fundamentalmente), sino por su propuesta de modelo de Estado, que en el caso de Primo de Rivera era netamente fascista, pero sin la componente racial por motivos religiosos.

26. "Falange Española de las J.O.N.S. quiere un orden nuevo, enunciado en los anteriores principios. Para implantarlo, en pugna con la resistencia del orden vigente, aspira a la revolución nacional.
Su estilo preferirá lo directo, ardiente y combativo. La vida es milicia y ha de vivirse con espíritu acendrado de servicio y de sacrificio."

Esto es eminentemente revolucionario. Pero hemos quedado en que revolucionarios los ha habido de todos los colores, empezando por el mismo Cristo. Se dice expresamente que lo que se desea es romper con lo establecido y cambiar por completo las cosas. Es la izquierda radicalizada de corte nacionalista, porque eso es exactamente el fascismo: un socialismo nacionalista, como era el caso de FE de las JONS.

En el punto 27 dejan claro que no desean pactar (Podemos tampoco querría, por cierto), dado que lo que quieren es instaurar un orden nuevo.

En definitiva, que FE de las JONS, con José Antonio como cabeza visible, sobre todo después de la salida de Ledesma, era un partido de clamoroso tinte fascista: revolucionario, izquierdista, intervencionista, etc. Nada que ver con el liberalismo. Y esto es realmente lo que cuenta, y no si José Antonio era amigo de fulanito que, a su vez, era más o menos liberal.

José Antonio se oponía a la violencia, no por leer a Unamuno y Ortega; no por principios liberales, sino por principios morales de índole católica. Por eso y sólo por eso rechazó el nazismo en su viaje a la Alemania nazi.

José Antonio sostuvo posturas muy dispares en un corto espacio de tiempo. No ha pasado a la historia como liberal. He de reconocer que la historia es muy injusta en muchas ocasiones. El suplicio de José Antonio es estar enterrado al lado de Franco y que la palabra Falange Española suene a franquismo. Eso sí que fue un fastidio para personas como Hedilla o Diego Márquez Horrillo, el fundador de los Círculos José Antonio, ilegales y en la clandestinidad durante el franquismo. Conocí personalmente a Diego Márquez Horrillo, que falleció hace poco más de un año.

José Antonio debe estar revolviéndose en su lucero por estar al lado de Franco. Y para colmo Franco va y se muere un 20-N. Dicen algunos que los médicos alargaron su agonía para que su muerte fuese un 20-N (José Antonio también murió un 20-N) y crear así el mito del 20-N.

Por lo demás, los textos que más influyeron en la propuesta política de José Antonio no fueron los de Ortega ni los de Unamuno. De lo contrario, su propuesta no habría sido la que fue. Sus verdaderos inspiradores fueron Mussolini, Giménez Caballero y, por supuesto, Ramiro Ledesma, quien de hecho redactó 27 puntos programáticos del programa de FE de las JONS de más arriba, sólo retocado después por José Antonio para que el texto estuviese perfectamente redactado (era una de las obsesiones de José Antonio, muy fino él, como sabes).

Estoy de acuerdo con la mayoría de las cosas que dices en tu penúltimo mensaje. Pero no estoy de acuerdo en que José Antonio fueses un liberal.

Herrgoldmundo escribió:
Mi conclusión, por tanto, es clara: José Antonio fue un liberal, de mente y espíritu, que devino falangista, como bien señalé, obligado por las circunstancias.

Pero hombre, por la misma lógica podríamos decir: José María Gil Robles era de ultra izquierda y masón, lo que pasa es que por el motivo X devino derechista en la CEDA. A ver, no. :pinch:

Creo que es una objetividad que José Antonio no fue liberal. Y creo que analizando un poco los 27 puntos programáticos del ideario de Falange, con estampa joseantoniana, queda más que aclaro que José Antonio tuvo tintes derechistas, marxistas y fascistas, pero NO liberales. Decir que José Antonio fue un liberal es como decir que Indalecio Prieto fue falangista por el mero hecho de haber sido amigo de José Antonio y de hacerse hecho cargo de su testamento y sus otros papeles póstumos.

PD: Recuerda que no hay más ciego que el que no quiere ver. :P
David Feltrer Bailén Esta dirección electrónica esta protegida contra spam bots. Necesita activar JavaScript para visualizarla
Graduado en Filosofía (UNED - febrero de 2016)
Estudiante del Máster en Filosofía Teórica y Práctica (UNED - octubre de 2018)
Estudiante del Grado en Geografía e Historia (UNED)
Última Edición: 25 Ago 2015 20:57 por Conrado.
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El problema moral. 25 Ago 2015 08:31 #31976

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Escribiste:
La alternativa política de José Antonio no era liberal. Vamos a dejarnos de tonterías y vamos a ver lo "liberal" que era José Antonio analizando un poco algunos de los 27 puntos programáticos de FE de las JONS de 1934, es decir, su ideario político, que es lo cuenta a la hora de "catalogar" a un partido político y sus ideólogos:

No me hagas trampas, Conrado, claro que a José Antonio no le sirvió la alternativa liberal, por ello le reprochó a Ortega su dimisión y salida de la política por la puerta de atrás.
Ya dejé escrito que "José Antonio fue un liberal que devino falangista por imperativo de las circunstancias".
En esta afirmación mía queda claro que no niego que fuese falangista, sino que, antes de ello, su idiosincrasia era la propia de un liberal, reprimido si lo prefieres.

Yo, a través de un análisis psicobiográfico o psicodinámico (considerando personalidad y circunstancias históricas) he argumentado por qué la esencia de José Antonio fue liberal antes que falangista. Tú siempre partes del momento concreto en que se identificó con el falangismo. En mi parecer, sin embargo, necesitó crear FE para justificar la necesaria acción que exigían las circunstancias, frente a la estática retórica liberal de intelectuales como Ortega y Unamuno. Lo que hizo José Antonio fue "autoengañarse" por tal de salvar una aporía.

La aporía (circularidad aporética) a la que se enfrentó José Antonio, y por ende toda la sociedad española, constituía un auténtico callejón sin salida.
¿Qué podía hacer "la España liberal", responsable con su legado histórico-cultural, ante el afán negador y transformador del bolchevismo del Frente Popular (los hunos) y el estatismo ultracatólico y conservador (los hotros)?

Estaba claro que la república frentepopulista (legitimada por el dictamen de las urnas) estaba "jugando" sucio, es decir, no solo usaba y abusaba de la "dialéctica de puños y pistolas" (ésta sí), sino que vulneraba alegremente la legalidad institucional (véase, como ejemplo, la declaración unilateral de la independencia de Cataluña por parte de Companys).

Ortega, crítico con la ideología marxista (la calificó de pseudomoral eslava) y aunque celoso con la salvaguarda e integridad de la razón histórica española, hizo mutis por el foro; él no podía apoyar ninguna vulneración de la legalidad institucional vigente. Bien claro explicó el maestro que la violación de la legalidad tanto podía producirse desde las acciones directas de las derechas como de las izquierdas.
Estaba claro que las izquierdas habían recurrido a las acciones directas de toda índole, por inmorales que fuesen, pero Ortega (y he aquí el motivo del reproche de José Antonio) no podía apelar, al menos no abierta y públicamente, al uso de la fuerza (finalmente lo hizo de forma sutil cuando la barbarie frentepopulista se desbocó).

José Antonio, sin embargo, no podía hacer mutis ante la gravedad de tales hechos, como sí hiciera Ortega y, en cierto modo, también hiciese Unamuno con sus recurrentes contradicciones y retractaciones (ahora blanco y después negro). Él, como he intentado explicar, era otra clase de persona: un caballero-poeta. ¿Dónde está escrito que si me escupes en la cara no pueda soltarte una buena hostia? ¿¿??

Insisto, tú mismo reconoces que a la hora de "catalogar" a un partido político solo cuenta su ideario político (cierto). Pero es que yo voy más allá e intento buscar una explicación, humana y racional, que argumente por qué una persona sensible y de gran inteligencia como José Antonio devino falangista.

El falangismo fue una necesidad vital; un autoengaño (o cinismo moral si se prefiere) que tuvo que justificarse, a través de la razón instrumental, para frenar al suprematismo marxista. El falangismo, en definitiva, salvó la aporía (callejón sin salida) en la que se encontró el liberalismo.
Algo muy parecido sucedió durante la II GM en Hiroshima. Por muy liberales y defensores de las libertades que se autoproclamasen los estadounidenses, no tuvieron empacho alguno en justificar el lanzamiento de las bombas atómicas sobre Japón. Estaban en un callejón sin salida: o lanzaban la bomba (acto inmoral) o perdían la guerra o se desgastaban en ella (autoinmolación vital).
Un buen raciovitalista sostiene que la razón está al servicio de la vida y que, por tanto, los imperativos vitales priman sobre los morales.

Un saludo.

PD: Efectivamente, los 27 puntos reflejan muchas coincidencias con el marxismo y están muy alejados del liberalismo económico. Pero ya señalé que José Antonio coincidía, en lo esencial, con el liberalismo filosófico (la persona como portadora de valores transcendentales). Está claro que, por imperativo de las circunstancias, JA devino falangista, y con ello hizo suyo (asimiló) todo un nuevo paquete ideológico. Como bien he señalado, no tuvo más remedio que autoengañarse (traicionar su esencia liberal) por tal de salvar la aporía de un difícil momento histórico.
Última Edición: 25 Ago 2015 08:49 por Herrgoldmundo.
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El problema moral. 25 Ago 2015 20:52 #31988

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Herrgoldmundo escribió:
"José Antonio fue un liberal que devino falangista por imperativo de las circunstancias".

Es que lo leo y aún no me lo creo. :pinch:

En defensa de la memoria de su padre no tenía por qué fundar un partido del que su padre -monárquico y derechista conservador- habría abominado, dicho sea de paso.

No sé qué me resulta más escandaloso, si que alguien diga que la enseñanza pública española no está politizada o esto que dices sobre José Antonio. En fin. No tengo por costumbre debatir sobre cuestiones de hecho.

Herrgoldmundo escribió:
No me hagas trampas, Conrado

Eso, encima el tramposo soy yo. :S

Por mi parte doy esto por finiquitado. :dry:
David Feltrer Bailén Esta dirección electrónica esta protegida contra spam bots. Necesita activar JavaScript para visualizarla
Graduado en Filosofía (UNED - febrero de 2016)
Estudiante del Máster en Filosofía Teórica y Práctica (UNED - octubre de 2018)
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El problema moral. 25 Ago 2015 20:56 #31989

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Herrgoldmundo escribió:
Pero, obligándome a ser malicioso y a ejercer de abogado del Diablo, te pregunto:
¿Sería moralmente reprobable que un filósofo, consciente de recurrir a autoengaños (razón instrumental), lo negara y ocultara a las masas por tal de salvarlas del sinsentido existencial?

Gracias por tus elogios.

No he intervenido en el hilo de la depresión porque no es una cuestión que me interese. No he tenido mucho contacto con eso que llamáis depresión, y no tengo formación en Psicología, así que, sencillamente, no sé muy bien de qué estáis hablando. Por lo tanto, me callo.

El "problema" que planteas se parece mucho al de "San Manuel Bueno, mártir" de Unamuno. No es una cuestión moral; si alguien hiciese eso, aunque fuese filósofo por titulación académica o por lo que sea que lo podamos llamar filósofo, no estaría actuando como filósofo. No veo que un filósofo tenga ningún papel (como tal filósofo) que hacer para salvar a las masas de nada. De hecho no me imagino a un filósofo dirigiéndose a las masas. (Tomemos "masas" en el sentido orteguiano de "La rebelión de las masas".) Manuel Bueno no era un filósofo, sino un filántropo, que creo que no es lo mismo.
Bin ich doch kein Philosophieprofessor, der nöthig hätte, vor dem Unverstande des andern Bücklinge zu machen.
No soy un profesor de Filosofía, que tenga que hacer reverencias ante la necedad de otro (Schopenhauer).


Jesús M. Morote
Ldo. en Filosofía (UNED-2014)
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Última Edición: 25 Ago 2015 20:57 por Nolano.
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El problema moral. 25 Ago 2015 21:00 #31990

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Vale Conrado, el tema no da más de sí, pero conste en acta que he argumentado de forma impecable.
Mis argumentos están ahí, para el que quiera ver más allá de los hechos puramente objetivos.

Un saludo.

PD: por cierto, lo de "tramposo" te lo dije con cariño, sin ánimo de quitarle mérito a tu minuciosa y analítica argumentación.
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