"No sólo, pues, conviene decir qué es hábito, sino también qué manera de hábito.
Esto, pues, se ha de confesar ser verdad, que toda virtud hace que aquello cuya virtud es,
si bien dispuesto está, se perfeccione y haga bien su propio oficio. Como la virtud del ojo
perfecciona el ojo y el oficio de el, porque con la virtud del ojo vemos bien, de la misma
manera la virtud del caballo hace al caballo bueno y apto para correr y llevar encima al
caballero y aguardar a los enemigos. Y si esto en todas las cosas es así, la virtud del
hombre será hábito que hace al hombre bueno y con el cual hace el hombre su oficio bien
y perfectamente" Libro II, Cap. VI
Y así todo el rato. Me encuentro atravesando una selva de tautologías y argumentos circulares en las que al autor parece costarle un esfuerzo increíble avanzar. Si no hubiese leído otras cosas suyas pensaría que es su estilo y ya está, pero habiendo leído Metafísica y fragmentos de De Ánima, por ejemplo, de doy cuenta que mas allá de lo poco ameno que es el autor en si (es un tostón increíble) en las obras anteriormente citadas se muestra increíblemente preciso. De hecho ocurre justo el problema contrario, la densidad de conceptos y precisión es tal que avanzas lento porque te lo has de leer varias veces... pero en Ética para Nicómaco? Círculos y círculos y círculos, el hombre bueno es el que hace bien el Bien y siendo así diremos que es virtuoso porque tiene virtud que es esa tendencia ha hacer el bien... pero luego le cuesta la vida definir ese bien, esa virtud...