Silvanus escribió:
Y si la inspección se da durante los exámenes, ¿qué ocurriría? ¿Y nadie ve que sois personas adultas, no niños, además de toda la infraestructura para hacer los exámenes, ordenadores, la sala, etc. etc.?
No me creo que nadie lo sepa. Más aún dependiendo directamente del Ministerio de Educación.
A ver, lo que yo intuyo es que lo que se sabe es que durante dos semanas al año vamos a ese instituto a hacer exámenes. El problema está en la biblioteca. El centro está cerrado y tiene puertas automáticas y si no te abre personal del centro no puedes pasar. Entonces lo que ocurre es que cuando vamos a un examen nos llevan como si fuésemos vacas de la puerta al aula de exámenes. Tenemos un pasillo marcado: entramos, hacemos los examenes y nos vamos. Entonces legalmente no tenemos derecho a movernos fuera de ese recorrido. Como dice en los carteles, «eso sería nuestra responsabilidad». Por eso digo que si alguien que vaya por primera vez se despista y busca un baño antes del examen fuera del precinto para estudiantes de la UNED se puede meter en un lío. El problema de la biblioteca es que está conectada con el aula de exámenes a través del patio de recreo de los chavales. Y eso es lo que es ilegal: una instalación para adultos que sin supervisión se mueven de aquí para allá por un instituto de menores. Entonces por eso nos hicieron escaparnos. Pero hasta el punto de dejarnos tirados en el aparcamiento.
Anuska- escribió:
No os calléis Leira89. Lo que cuentas no es normal. Pasa de la demencia, yo diría que podría ser denunciable. Tú y tus compañeros habéis pagado una matrícula y tenéis unos derechos.
Eso pienso yo, no hay razón alguna por la que la UNED no ofrezca unas instalaciones decentes. Es que es el único centro en las islas y la cantidad de matriculados, atendiendo a la cantidad de gente que acude a la reserva, es inmensa.
zespris escribió:
Y hasta este año no se digitalizaban los exámenes al contrario que otros centros asociados.
A mí eso me auténtica parece una barbaridad. Aunque he de decir que en una convocatoria de reserva éramos tanta gente que nos tuvieron que distribuir en diferentes clases. Afortunadamente era sábado y no había críos por lo que pudimos ir a otras clases. Se ocuparon tantas aulas que a mí me mandaron a hacer el examen a la biblioteca y no había personal para supervisar el aula. Estábamos solos, con un pobre tipo fuera cubriendo varias salas. Al final, claro, tampoco veías cómo te lo escaneaban: se lo dabas a él y te tenías que fiar.
Hace dos años la policía nos identificaba uno por uno en la puerta del centro al salir. Si querías ir a por un café a Portobello, te identificaba la policía a la salida del centro asociado.
Un cachondeo