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TEMA: Celia Amorós y su defensa del "cupo femenino"

Re: Celia Amorós y su defensa del "cupo femenino" 13 Feb 2011 12:27 #1294

  • Kierkegaard
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Los argumentos que dais en vuestros últimos mensajes acudiendo a ejemplos concretos de la práctica política se salen en mi opinión un tanto de la discusión filosófica que estábamos manteniendo sobre la legitimidad o no de medidas discriminatorias que tratan de revertir una inercia histórica injusta.

En este sentido, entrar en la práctica concreta nos llevaría a enumerar mil ejemplos sonrojantes frente a los que habéis planteado: Como recogen los Informes de Desarrollo Humano del PNUD, las mujeres en todo el mundo ocupan menos cargos de responsabilidad, tanto en política como en economía, reciben salarios inferiores a los hombres en trabajos similares, les afecta en mayor medida el desempleo y cargan con la mayor parte del trabajo doméstico. Las mujeres constituyen ya más del 40% de la mano de obra mundial y sin embargo, su participación global en los puestos directivos rara vez supera el 20%, según estudios nacionales, y cae hasta el 2 o el 3% en las empresas y organizaciones mayores y más poderosas. En Rusia, por ejemplo, donde las mujeres son en la población más del 54% su representación en el parlamento apenas supera el 10%. Eso es lo que se ha llamado "techo de cristal", una frontera que parece que no va a sobrepasarse si simplemente nos quedamos sentados mirando y diciendo que no hay tal techo.

Que en el caso de abogados o jueces esta discriminación histórica no se dé ya, sólo sirve para evidenciar algo obvio y es que los cupos no son aplicables en todos los casos. Y que la Delegación del Gobierno para la Violencia de Género represente ese desequilibrio es comprensible, aunque deba trabajarse por cambiarlo, precisamente porque la preocupación por la igualdad - vergüenza masculina - estimula mucho más a las mujeres que a los hombres, y es normal que surjan más candidatas que candidatos de entre los que elegir. Resultan mucho más famosas y numerosas las Olympe de Gouges o las Wollstonecraft que los Marqués de Condorcet o los François Poullain de la Barre.

Por otro lado, advertir que la práctica puede degenerar en situar sólo nominalmente a mujeres en el cargo es algo que, en primer lugar, habría que demostrar (lo que no es fácil, y menos con cargos tan relevantes como los de las vicepresidencias de Fernández de la Vega o Salgado), porque considerar que ellas consienten ese tutelaje titiritero es suponer o bien que no se enteran o bien que se resignan, lo que no deja en muy buen lugar a las mujeres. Pero, en segundo lugar, eso sólo relfeja que la práctica concreta de los cupos puede no ser suficiente, pero no que no sea necesaria o conveniente. Insisto, para mí, en cualquier caso, eso es una crítica política, no una crítica filosófica-política, como para que debiera tener valor en un examen, a no ser que fuera bajo el paliativo de considerarla una mera observación sobre el posible uso ideológico del cupo, y no como una refutación del mismo.
Javier Jurado
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Última Edición: 13 Feb 2011 14:06 por Kierkegaard.
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Re: Celia Amorós y su defensa del "cupo femenino" 13 Feb 2011 12:49 #1299

  • Nolano
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A Conrado: mi intención primigenia al abrir este debate era poner de manifiesto que es absurdo (e injusto) establecer un "cupo" con un criterio, el del sexo, irrelevante, que no tiene nada que ver con el ámbito de la realidad al que se aplica. A mí me parece que la valoración política que hagamos de Zapatero, Blanco o Aguirre no tiene nada que ver con el sexo. Supongo (y espero) que para tomar sus decisiones que tanto nos afectan, lo hagan con lo que tienen encima de los hombros y no con lo que tienen debajo del ombligo.

A Kierkegaard: tienes razón en que nos desviamos del debate de filosofía política para entrar en el análisis de datos concretos. Pero eso es inevitable: si mi propósito es desenmascarar un metarrelato tergiversador, sólo puedo hacerlo poniendo en evidencia que es falso, que no se ajusta a un relato o descripción de lo que realmente está sucediendo.

Otra cosa: no sé si quieres afirmar que el problema del machismo en Rusia se va a arreglar estableciendo un cupo femenino. Yo no lo veo así. Por cierto: ¿es constitucional la Constitución al establecer que, en la línea sucesoria a la corona, el varón precede a la mujer? ¿Hasta cuánto se puede soportar tanta hipocresía como muestran los "adalides del cupo" (y las "adalidas"), miembros (y miembras) del Gobierno y diputados (y diputadas) que no hacen nada para cambiar eso, que depende exclusivamente de ellos (y ellas)? La cuestión es mucho más profunda que lo del cupo; el cupo, en realidad, no deja de ser un engañabobos, pero no ha hecho nada (ni podría hacerlo, dada la insulsez de su contenido real) para remover el machismo sociológico, porque no es una herramienta adecuada. Aunque a algunas les venga bien: Creo que si hoy hubiera en las letras españolas un Cervantes, le costaría bastante llegar a la RAE, pues me parece que hasta que no ocuparan su sillón cierto número de mujeres (aunque fueran escritoras mediocres) no tendría opción alguna. Y eso me parece un desatino. Y que en el pasado grandísimas escritoras no recibieran el debido reconocimiento, por razón de su sexo, no es causa razonable de "dar la vuelta a la tortilla". Repito que un error no se corrige con otro error, sino haciendo lo correcto.
Bin ich doch kein Philosophieprofessor, der nöthig hätte, vor dem Unverstande des andern Bücklinge zu machen.
No soy un profesor de Filosofía, que tenga que hacer reverencias ante la necedad de otro (Schopenhauer).


Jesús M. Morote
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Re: Celia Amorós y su defensa del "cupo femenino" 29 Nov 2011 23:54 #5526

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Este debate que mantuvisteis el curso pasado es muy interesante y, seguramente se vuelva a plantear este curso, que supongo que seguirán con los mismos temas.

Por eso no creo que se haya pasado la ocasión para decir que yo comparto plenamente la idea de las cuotas.

Se ha defendido en este debate la idea de que las cuotas no son más de un error que pretende tapar otro error (la desigualdad entre hombres y mujeres), y que la solución real debería ser acabar con esa desigualdad directamente (y no creando otra desigualdad).

Me parece un argumento de falsa ingenuidad. El machismo y la discriminación a la mujer están enraizados de tal manera en la sociedad que resulta imposible implementar la igualdad en nuestros corazones de un día para otro. Por eso, las leyes pueden funcionar como motor del cambio (al igual que la educación y otros aspectos ideológicos). Corregir los síntomas de la enfermedad no es mal manera de empezar una terapia, sobre todo cuando aún no se ha encontrado la cura definitiva.

A veces ese argumento tan beligerante contra las cuotas muestra la ceguera y la incredulidad ante la magnitud que el machismo representa en nuestra sociedad. Las estadísticas de salarios, de adinerados empresarios o de violencia doméstica deberían ilustrar la realidad del machismo. Pero otros aspectos muestran también como pesa el machismo sobre la mujer como la consideración social de que la belleza femenina caduca mucho antes que la masculina (más vinculada al poder, la intelectualidad, el dinero y el culto a todo hombre maduro que se ha hecho a si mismo).

Casi nadie se alza de modo tan indignado contra otras medidas de discriminación positiva como las cuotas y ayudas a la integración o empleo (incluso en la función pública) de ex-reclusos en centros penitenciarios y de las personas con discapacidades. También son, desde el punto de vista de ese ingenuo argumento, "errores que pretenden tapar errores anteriores". Incluso la progresividad de los impuestos podría considerarse una medida de discriminación positiva para solventar parcialmente la situación de desigualdad generada por el capitalismo (y casi nadie se opone a la progresividad).

La profesora Amorós señala que, lo que se evalúa hoy por hoy en la selección de personal para un puesto de trabajo, no es el individuo sino toda una serie de aspectos tales como disponibilidad de tiempo libre, apariencia física, ideología, amigos y contactos, etc. Por tanto la variable "género" se camufla de un modo tan intenso entre el resto de variables que la discriminación se hace casi invisible.

A raíz de esa afirmación alguien ha dicho al hilo de este debate que lo que debería es garantizarse que se mira al individuo de modo digamos "imparcial", pero ¿qué es el individuo si lo liberamos de toda variable?: ¿alma?; en realidad, todas las variables forman parte del inviduo (incluyendo el género). Esto por tanto no es que no sea malo, sino que es ontológicamente inevitable. Por tanto de lo que se trata no es de idear mecanismos que hagan la selección abstractamente imparcial, sino de aplicar un concepto de igualdad geométrica que equilibre a priori una desigualdad injusta que tienen las mujeres como género y que se enmascara entre el resto de "accidentes" del individuo (como por ejemplo, disponer de menos tiempo para dedicarlo al trabajo a causa de la maternidad).
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Re: Celia Amorós y su defensa del "cupo femenino" 30 Nov 2011 01:18 #5527

  • Conrado
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Tasia escribió:
La profesora Amorós señala que, lo que se evalúa hoy por hoy en la selección de personal para un puesto de trabajo, no es el individuo sino toda una serie de aspectos tales como disponibilidad de tiempo libre, apariencia física, ideología, amigos y contactos, etc. Por tanto la variable "género" se camufla de un modo tan intenso entre el resto de variables que la discriminación se hace casi invisible.
En efecto, yo también considero que las nuevas formas de conservadurismo siguen ahí, pero camufladas.

Con respecto a las cuotas de paridad, yo en concreto no defiendo que sea algo absurdo, sino que es insuficiente. Eso implica seguir trabajando en esa dirección, pero dejando claro que, hoy por hoy, la mayoría de mujeres de la política sólo son caras femeninas. Naturalmente que hay excepciones, pues nadie duda de que Angela Merkel, por ejemplo, sea sólo el rostro de una cara fememina. Probablemente es la persona (en este caso mujer) con más poder político de Europa. Y en su día Condoleezza Rice fue la mujer más poderosa de EE.UU. En España también tenemos ejemplos de mujeres con "poder". Sin embargo, no es la tónica general.

No sé si has cursado Ética, Tasia, pero creo que encontrarías interesante el tema "Ética y feminismno" redactado por Celia Amorós en el libro de la asignatura La aventura de la moralidad. Hay un asunto que me pareció de extraordinaria importancia y actualidad. Se trata de la eticidad estética que norma al colectivo femenino. El epígrafe del libro donde se habla de esto es Ética y estética.

Básicamente, el resumen es el siguiente (extraído de mis apuntes colgados):

"El vestido siempre ha sido jerárquico y genérico. Un versículo de la Biblia reza como sigue: «no se vista el varón con ropas de mujer ni la mujer con ropas de varón porque esto es abominación a los ojos de Dios» (Timoteo 2:9 y Deuteronomio 22:5).
Al lado de una rebelión ética siempre se produce una rebelión estética. En los años veinte el vestido diferencial se mantuvo, pero muchas mujeres comenzaron a manifestar sus nuevas posiciones por medio de la aceptación del nuevo vestido femenino.
Es muy distinto portar un signo ética que estéticamente. Un signo se porta estéticamente cuando su carga ética está desactivada. En todas las culturas humanas habidas varones y mujeres no se indistinguen. Y, de vez en cuando, el vestido jerárquico y genérico reaparece. La obligación de «vestirse», para ciertas ocasiones de relieve, quiere decir vestirse adecuadamente según el rango y el sexo de cada uno. Por lo general las novias no se casan de pantalones. Y también por lo común los varones no se visten con prendas femeninas. El estándar usado siempre es el superior, el varonil. Los varones no se han feminizado, sino que las mujeres han adquirido el derecho a llevar prendas antes masculinas: pantalones, corbatas, etc. Todo este cúmulo de innovación estética nos avisa de la innovación ética subyacente, y nos advierte de que cuando el choque cultural se produce por un signo estético lo que realmente ocurre es que tal signo no es «mera-mente» estético. Nuestras sociedades, a medida que desmontaban su eticidad heredada, han educido éticas que les sirvan de guía. Pero, en la medida en que siguen siendo identitarias, han traducido a estética la carga ética de las identidades previas. El feminismo no puede convivir con identidades cuya carga de eticidad diferencial en función del género no haya sido desactivada por principios universales. Por ello el feminismo tiene abierto el debate del multiculturalismo.
El horizonte a medio plazo es el de una sociedad europea tan diversa como la estadounidense. De ahí que la ética se afane en incorporar los términos del debate multicultural y realizar con ellos los debidos ajustes. El feminismo se ve en el deber de recordar a la democracia el respeto a sus propios principios. El feminismo sólo puede admitir diferencias desprovistas de carga sexista que respeten los derechos humanos individuales. El feminismo no tiene ni debe tener una ética propia porque está en la base de todas."

Pues bien, es algo que salta a la vista. Ahora la mujer ya no está en casa para fregar y planchar. Pero esa eticidad antigua se ha convertido hoy en día en estética: la mujer tiene que vestirse "adecuadamente" incluso para salir a comprar el pan. Y es algo que percibo cada día, mujeres vestidas de sábado noche a cualquier hora del día, ¡hasta tal punto norma la eticidad!.

En cambio, con los hombres no sucede lo mismo. La mayoría vamos muy cómodamente por la calle con chandal y zapatillas deportivas, y más para ir a estudiar a la biblioteca, donde no tiene sentido (al menos para mí) ir de traje y corbata para estar ocho horas sentado delante de los libros. En cambio, observo que la mayoría de mujeres llevan botas hasta las rodillas para estar ocho horas sentadas ¡con lo incómodo que se debe estar así!. Y esto es precisamente a lo que se refiere Celia Amorós con lo de "Nuestras sociedades, a medida que desmontaban su eticidad heredada, han educido éticas que les sirvan de guía. Pero, en la medida en que siguen siendo identitarias, han traducido a estética la carga ética de las identidades previas".

En conclusión, la eticidad que norma o, mejor dicho, que hipernorma al colectivo femenino sigue ahí con más fuerza que nunca, sólo que ahora se ha convertido en eticidad estética. La eticidad femenina ha pasado de ser doméstica a ser estética. Y al mismo tiempo se matan dos pájaros de un tiro, pues esa eticidad estética que norma está al servicio del capitalismo salvaje; me refiero a las firmas de ropa y complementos que se han colado en la cabeza de una mayoría de mujeres sin personalidad o por falta de autoestima, si se me permite la crítica. Creo firmemente que dejarse llevar por la eticidad estética supone tener anulada la personalidad.

Este es un tema que me gusta (la ética en general). Hay demasiada eticidad estética al servicio del gran capital. Y el colectivo femenino es el más afectado. Es impresionante la falta de valores del momento. Y las redes sociales no ayudan, dicho sea de paso, sino que fomentan más aún los aspectos menos humanos y más materialistas de la vida. Con ello se incrementa la eticidad y el fomento del consumo masivo de productos de marca.

Disculpad si este mensaje se ha hecho demasiado largo.
David Feltrer Bailén Esta dirección electrónica esta protegida contra spam bots. Necesita activar JavaScript para visualizarla
Graduado en Filosofía (UNED - febrero de 2016)
Estudiante del Máster en Filosofía Teórica y Práctica (UNED - octubre de 2018)
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Última Edición: 30 Nov 2011 01:27 por Conrado.
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Re: Celia Amorós y su defensa del "cupo femenino" 30 Nov 2011 14:27 #5532

Es una ingenuidad pensar que por el hecho de que haya más mujeres ocupando cargos políticos la situación de la mujer corriente va a mejorar. Es como pensar que el racismo ha disminuido en Estados Unidos desde que Obama es presidente. Las mujeres que se mueven por las altas esferas de la política concentran una cantidad de poder muy superior al del resto de las mujeres, y por lo tanto no son representativas a la hora de evaluar la igualdad entre sexos.

La igualdad entre hombres y mujeres no debe emanar de las instituciones, sino de la educación (entendida en su sentido más amplio) que es la que instaura una serie de valores y estereotipos en los que se supone que debemos encajar por el hecho de pertenecer a un determinado sexo. Hasta que la mujer no deje de verse obligada a cumplir con los roles que se le adjudican (supermamá, esposa amantísima y objeto romántico) no puede haber igualdad entre sexos, por mucho que Carmen Chacón haya sido ministra de defensa estando embarazada.

Por otra parte, Celia Amorós representa sólo un tipo corriente feminista, la del feminismo de la igualdad, que presupone que la mujer tiene que alcanzar todo aquello que ha conseguido el hombre porque es lo deseable y lo mejor (vamos, que los hombres han conseguido todo lo que se puede conseguir). Cabe recordar que como reacción a esta corriente surgió el feminismo de la diferencia, y que posteriormente se han ido desarrollando otras corrientes como el postfeminismo o el transfeminismo. El feminismo de la igualdad, al que pertenece Amorós, ha sido muy atacado y revisado desde todas estas corrientes, considerando que sus supuestos básicos son, cuanto menos, erróneos.
Última Edición: 30 Nov 2011 14:28 por sebastian im traum.
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Re: Celia Amorós y su defensa del "cupo femenino" 30 Nov 2011 19:23 #5536

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Yo no he dicho en ningún momento que piense que con que haya mujeres en política todo está hecho en la igualdad entre hombres y mujeres. Eso me lo has atribuído tú.

Lo que yo que he dicho es que el hecho de que haya cuotas (no solo en política) es una medida de disciminación positiva a favor de la igualdad entre hombres y mujeres (lo cual es obvio). Y he procedido a defender las medidas de discriminación positiva (o igualdad geométrica, si prefieres un concepto de antigüedad milenaria, para que no pienses que soy militante del partido socialista o miembro de una "superada" corriente feminista)a favor, no solo de las mujeres, sino de cualquier colectivo injustamente discriminado.

En cuánto a decir que los problemas deben resolverse por medio de la "educación", no por ser una realidad elemental deja de ser un cliché ampliamente utilizado para escurrir el bulto ante una injusticia que, de facto, ya se ha dado.

La "educación", así, en sentido amplio y abstracto, es por desgracia algo muy lento que no nos ayuda de modo inmediato a mejorar las condiciones de mujeres que sufren violencia doméstica o que son despedidas por estar embarazadas. Las significativas compensaciones económicas y la inversión de la carga de la prueba han hecho bastante, en un sentido práctico, por esas mujeres. Por tanto hace falta educación, sí, pero también leyes, derechos efectivos e instituciones públicas que resuelvan los problemas que ya se están dando cotidianamente y que reclaman soluciones inmediatas y efectivas.

En cuanto al debate que apunta Conrado, me parece muy interesante la cuestión de la vinculación entre machismo y moda femenina, entre estética y dominación, y la cuestión de la conversión de la mujer en objeto sexual mediante estos mecanismos.

Son cuestiones a las que las mujeres nos enfrentamos en nuestras propias decisiones cada vez que nos maquillamos, nos ponemos unos tacones o lucimos un vestido con el que nos congelamos; y también cuando optamos por cirugía estética por envejecimiento o por ser más voluptuosas. Incluso depilarse es una cuestión ética cuando eres mujer.
Pero creo que la estética y la moda también son arte y una expresión de creatividad, y una fuente de placer. Además no hay nada malo en querer ser sujeto-objeto sexual.

Lo malo es cuándo la estética se vuelve dictadora y excluye del canon de belleza a cualquier mujer mayor de 27 años, cuando las mujeres de 50 no hacen el papel de sex simbol protagonista en las películas (los hombres sí) y las mujeres con cierto peso o de distintas razas se sienten excluídas del concepto de "la guapa". También es injusto que la moda se transforme en un elemento de clasificación en grupos sociales más que en un elemento de expresión artística individual, así, como bien dices, los hombres visten de un modo y las mujeres de otro (resaltándose demasiado el hecho del género).

Sin prescindir de la estética como juego y como arte, ni del concepto divertido del fetiche, debemos encontrar una estética y una moda más cercanas a la pluralidad del arte contemporáneo.
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Re: Celia Amorós y su defensa del "cupo femenino" 30 Nov 2011 20:04 #5538

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Pero creo que la estética y la moda también son arte y una expresión de creatividad, y una fuente de placer. Además no hay nada malo en querer ser sujeto-objeto sexual.
. Me alegra leer tus comentarios porque nos ayuda a comprender mejor el problema, sobre todo cuando nuestro genoma está tan marcado por XY así como nuestro fenotipo.
Es muy complejo para comentar brevemente y muchos comentarios y rapapolvos hemos de recibir aún .
Hemos pasado por varias etapas últimamente sobre todo desde que conozco el feminismo militante. En algún momento parecía o era un espejismo su progreso. Comenzaron con sugerir leyes, cambios en televisión , en la propaganda pero actualmente veo que es una batalla perdida , por eso he subrayado tu frase. Me sigue pareciendo exagerada. La mujer es libre para hacer de ella lo que le plazca. Ya ves que no hay protestas po0r que se viste con "camisones" o "combinaciones" o se descubren de una manera que hace una década era impensable o que se podía ver en algún cruce de carreteras y se ha vuelto normal, dentro de unos límites. Pero a lo que yo iba es que la esclavitud con ese derecho que expresa Tasia, ha aumentado. Eso se ve en las revistas, de moda , para vender coches, en el deporte las animadoras, en los grandes premios. Una cosa es la afirmación de ser mujer y su valía que no pongo un solo momento en duda sino la esclavitud que supone.
La belleza y cuanto le rodea es un placer visual, pero se acompaña de "poses" gestos que se salen de lo normal.
Escucharé tu crítica con atnción porque los hombres aún hemos de recibir muchas lecciones
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Re: Celia Amorós y su defensa del "cupo femenino" 01 Dic 2011 00:41 #5542

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Tasia escribió:
Pero creo que la estética y la moda también son arte y una expresión de creatividad, y una fuente de placer. Además no hay nada malo en querer ser sujeto-objeto sexual.
Yo no soy un entendido en arte, pero creo que las modas tienen más de capitalismo salvaje que de arte. Tal vez para una modelo profesional la moda sea un arte. En general, supongo que para los profesionales de la moda ésta sea un arte. El arte de ganar dinero a base de introducir estereotipos del tipo que si no vas a la moda no puedes ser feliz. En fin, reconozco que soy un poco pesimista con la cuestión de la moda.

A mí no me parece que ir a la moda sea sinónimo de apreciar el arte contemporáneo. Más bien me inclino a pensar que la mayoría de quienes quieren ir a la moda es que están llenos/as de prejuicios. No hay más que ver la cantidad de prendas falsificadas que compran aquellos y aquellas que quieren "salvar las apariencias" con tal de ir a la moda. Naturalmente que habrá excepciones, pero me da la sensación de que muy pocas.

No se pone de moda estudiar filosofía, teología o humanidades. No, claro que no, ahí no hay negocio y, además, no interesa que la gente se vacune contra los estereotipos estudiando historia o filosofía, no sea que empiece a pensar demasiado y deje de ser manipulable.

La verdad es que yo me congratulo por no ir ni a la moda ni a la anti-moda. Simplemente voy como puedo. No tengo Facebook, ni Iphone, ni Blackberry, ni nada de lo que "está de moda".

Para mí lo que está de moda es no ir a la moda y no seguirle el rollo al Corte Inglés ni a Emporio Armani.

Con respecto a lo de querer ser sujeto-objeto sexual, me consta que a una mayoría de mujeres les estimula tanto la inteligencia de un hombre como su vigor físico. No hace falta ir a la moda para ser sujeto-objeto de deseo sexual.

PD: pudiera parecer que me/nos estamos desviando de la cuestión, pero yo creo que en realidad seguimos con la temática, pues todo esto está directamente relacionado con el sexismo y la eticidad.
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Re: Celia Amorós y su defensa del "cupo femenino" 01 Dic 2011 09:43 #5545

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Os pongo un enlace de mi profesora Amelia Valcárcel en la asignatura Problemas de la ética contemporánea.
Celia Amorós y Amelia comparten ideas sobre la cuestión de la paridad y la defienden a ultranza. En Teoría Feminista, de la primera, y en El feminismo en el mundo global, de la segunda, defienden las mismas posturas.
Me parece oportuno poner este vídeo porque esta señora lo explica mejor que yo y quien no esté de acuerdo con ella, simplemente, no es feminista.

upnatv.unavarra.es/es/unes/valcarcel

Tasia, seguimos en la lucha, gracias por tu interés y tu apoyo.
"Burru fó Perico a Uviedo, burru fó y burru vieno."
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Re: Celia Amorós y su defensa del "cupo femenino" 01 Dic 2011 13:23 #5555

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Magnifíca y clara su conferencia , con aplomo, tranquilidad, suavidad y una dicción envidiable
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