HermesT escribió:
Por definición, la teoría de la conspirtación es indemostrable...así que vete tú a saber.
Pero yo me quedo con Ockham, por lo que seguramente la señora Díaz leyó el artículo y, sencillamente, compró el eslogan porque le gustó.
No sé muy bien a qué te refieres con lo de la teoría de la conspiración. Hablas de "quedarte con Ockham", supongo que te refieres a la navaja de Occam y su principio epistemológico de no multiplicar los entes innecesariamente para dar una explicación de las cosas. Pero no sé si eso viene a cuento aquí, porque, por ejemplo, tu explicación, que Susana Díaz leyera el artículo de García Santesmases, implica dar por supuesta esa lectura; pero ésa también es una suposición no demostrada y no necesariamente menos imaginaria que la mía. Sin embargo, es la más sencilla, en el sentido de necesitar menos "suposiciones no demostradas", la siguiente explicación: eso de "separatistas y separadores" se le ocurrió a Susana Díaz solita. No sé por qué nadie ha pensado en esta posibilidad que es la más sencilla. Pero lo cierto es que el principio de Occam prohibe introducir entes innecesarios, naturalmente, ante la disyuntiva de dos explicaciones alternativas igualmente admisibles o verosímiles. Si la explicación con más "entes" o más elementos causales implicados es manifiestamente más verosímil que la otra, creo que no entra en juego la famosa navaja.
Y aquí hay una clara regla de experiencia que te voy a proponer a título de ejemplo. Suponte que vamos tú y yo por la calle y nos encontramos a un hombre con una mesita delante en la que tiene tres cubiletes y un garbanzo; llega otra persona y apuesta 50 euros a que averigua bajo qué cubilete se esconde el garbanzo; el primer personaje mueve los cubiletes con cierta torpeza, de forma que todos los que miramos sabemos dónde está el garbanzo; el apostante, naturalmente, señala el cubilete correcto y el que movió los cubiletes le tiene que pagar los 50 euros que ha perdido en la apuesta. El de la mesita propone a los asistentes que se anime alguno a hacer otra apuesta. Entonces yo te comento: "Vaya con el trilero y su gancho" y tú me dices: "no sé por qué afirmas eso; la teoría de la conspiración es indemostrable; no hay por qué pensar mal de ese hombre sin motivos".
Reconozco que parto de un prejuicio, adquirido por mi experiencia siguiendo la vida política española en los últimos 40 años. El prejuicio es que el PSOE, el PP y cualquier partido "de gobierno" (es decir, en condiciones reales de "tocar poder") no es un centro de pensadores, sino una maquinaria electoral cuyo fin es ganar elecciones y detentar el máximo poder posible. Y que los mandos de dichos partidos no están ahí para cambiar el mundo y para llevar a éste sus lindos ideales, sino para aprovecharse de las ventajas (de todo tipo) de estar en el poder, o acoplado al mismo si el poder lo ocupan tus amigos y camaradas. Si alguien no tiene ese prejuicio, estupendo; pero yo sí lo tengo y, por lo tanto, interviene en mi evaluación de los hechos. Y vamos con "separatistas y separadores".
Una búsqueda no demasiado exigente por Internet nos aporta varios datos muy interesantes. El primero, el origen de la expresión "separatistas y separadores", que resulta no ser de García Santesmases, cuyo artículo en "Público" se publicó el 25 de septiembre de 2013. Trece años antes, el 5 de octubre de 2000, Xabier Zabaltza había publicado
este artículo en El País, con el título, precisamente, de "Separatistas y separadores". La lectura de este artículo de Zabaltza nos permite descubrir que la frase en cuestión es de autoría de Castelao, el padre más señalado del nacionalismo gallego, y que el sentido que le dio era el de establecer una relación causa-efecto entre separadores y separatistas: "
los nacionalismos "separatistas" de Cataluña, Vasconia y Galicia son una reacción contra un nacionalismo "separador" anterior, el español".
Hay que reconocer que el eslogan "separatistas y separadores" tiene gancho, es breve, sonoro, pegadizo, de fácil manejo y, por lo tanto, es muy propicio para hacer fortuna, más allá del significado concreto que se le quiera dar; o precisamente por eso, porque es impactante pero suficientemente ambiguo para dar cabida a cualquier contenido que se desee, es una expresión muy apta como eslogan (RAE:
Fórmula breve y original, utilizada para publicidad, propaganda política, etc.). Así, antes de Santesmases, pudo el periódico de signo político opuesto "La Gaceta", en un editorial del 17 de septiembre de 2012,
exponer con ese mismo título de "Separatistas y separadores" la idea de que los separatistas eran también separadores, es decir, disgregadores de la unidad de España. Idea muy alejada de la original de Castelao, como se ve. Pero cuando un eslogan funciona, funciona para todo.
El PSOE, necesitado más que nunca en Cataluña de eslóganes que enganchen a la gente, y un poco desubicado frente a la solidez de las posiciones políticas respecto de la independencia de Cataluña de sus rivales electorales más directos en esa Comunidad (PP y CiU/Esquerra), está haciendo todo lo posible para encontrar su lugar electoral, para lo que le ha venido muy bien la frasecita de Castelao, rescatada al parecer por Santesmases, si es que no hay alguien que la hubiera resucitado antes que él, a la que se le da una nueva vuelta de sentido, para significar ahora que entre unos (separatistas) y otros (sepradores) el PSOE ofrece la mesura de un término medio entre dos fuerzas ciegas que están poniendo al país en peligro de choque y conflicto, por la intransigencia de ambas posturas.
Para despejar las dudas de los ingenuos, basta darse un garbeo por Internet para descubrir que entre el artículo de Santesmases (25 de septiembre de 2013) y la soflama de Díaz (2 de febrero de 2014), en repetidas ocasiones los líderes del PSOE han ido repitiendo machaconamente el eslogan de "separatistas y separadores" en el sentido que acabo de indicar. A título de ejemplo, Rubalcaba el
13 de diciembre de 2013 o el miembro del PSC
Ramón Martínez Fraile, el
6 de diciembre de 2013. Por otro lado, llamo la atención sobre un segundo eslogan que en la propaganda del PSOE aparece vinculado al de "separatistas y separadores": el del "choque de trenes". En el artículo de Santesmases aparece en el quinto párrafo; en la reseña del discurso de Díaz, también el quinto párrafo (esta coincidencia numérica debida sin duda a la casualidad, pero os tengo que decir dónde aparece el eslogan para que lo encontréis fácilmente). Separatistas y separadores como dos trenes lanzados a toda velocidad condenados a un choque definitivo y desastroso; eslóganes e imágenes llamativas para uso de un electorado simplón y aborregado. Si eso es Filosofía Política, que venga Dios y lo vea. Y la actuación de García Santesmases de proponer en el foro oficial de la asignatura a sus alumnos la lectura del artículo de marras y su comentario se califica por sí sola; debe estar cruda la cosa electoral por esos barrios.
Ahora, que cada uno piense lo que quiera de García Santesmases, allá el que quiera comulgar con ruedas de molino, siempre que no pretenda que nos las traguemos los demás. Y no sólo yo pienso
así en este foro, por lo que parece.
Por cierto, Alekhine, eso del trotskismo no se lo tengas en cuenta. Santesmases tiene más o menos mi edad y por aquellos felices años los jóvenes, a los que el PCE nos parecía un nido de estalinistas, nos hacíamos trotskistas (la revolución permanente y eso; estaba la Liga Comunista Revolucionaria de la IV Internacional) o maoístas (Bandera Roja); he conocido a muchos de ellos. El PSOE estaba desaparecido en el interior de España.