Conrado, ya te he dado las gracias por tu explicación y no me queda más remedio que reconocer, y estar de acuerdo con tus argumentos, desde el punto de vista que lo enfocas, aunque yo lo único que quería explicar, era que a mí personalmente “me gusta”, me hace pensar y reflexionar sobre esa época y me ayuda a poder ver otros textos desde un punto más crítico.
Germán escribió:
En cuanto a tu opinión sobre la ciencia jurídica, cierto es que es una ciencia particular, y ofrece un aspecto parcial de la verdad, la verdad jurídica, que no es la Verdad absoluta que busca el filósofo, y desde este punto de vista está el Derecho en un nivel inferior a la filosofía; en terminología de Kierkegaard, el jurista se encuentra en una fase ética, mientras que el filósofo asciende a una fase superior metafísica.
Pero no por esto ha de despreciarse la ciencia del Derecho, que tiene como base la idea de justicia, y por tanto un componente ético-teleológico que convierte al Derecho en el hermano menor de la filosofía, o en una especie de filosofía práctica.
Si la filosofía trata de explicar el quod del quid, la norma jurídica, que es quid, tiene su quod, su espíritu, como el cuerpo el alma, y la labor del exégeta del Derecho consiste es descubrir el nous de la norma. El Derecho se coge de la mano de la filosofía, y un jurista de élite ha de ser un filósofo necesariamente.
Germán, contigo lo siento pero no llego a ver el Derecho como inferior, ni superior y menos como hermano menor de la Filosofía, y te aseguro que no es fobia.
Como consecuencia de la espera para el inicio del curso, otra cosa será cuando empiece, voy leyendo libros sobre el tema, y casualmente ayer por la mañana empecé a leer
“De physis a polis. La evolución del pensamiento filosófico griego desde Tales a Sócrates” Antonio Escohotado, en que lo expone y estoy más de acuerdo con él.
Antonio Escohotado escribió:
Hay un campo de actitudes y criterios que pertenece al nomos y otro, bien distinto, que pertenece a la physis. Lo primero es puesto, acordado, y no surge de sí mismo ni llegaría jamás a nacer sin el concurso de una voluntad consciente. Lo segundo, como dirá Aristóteles "se pone de manifiesto como génesis", tiene la necesidad de lo autoconstituido o de aquello que camina hacia su propia presencia. Pero Antifón llega a afirmar que "la mayor parte de lo justo según nomos es contrario a la physis", es decir, que no se trata de una simple diversidad, sino de oposición y conflicto. La raíz del conflicto está en que lo segundo excluye lo primero, y lo excluye precisamente al cerrar el curso espontáneo de la experiencia o de la sensibilidad.
Pero no renunciemos a que en algo estaremos de acuerdo, nos queda todo el Grado por delante