Hola a todos/ as.
Os escribo estas palabras, para pediros vuestra ayuda y colaboración...
Cuando era joven, cayó en mis manos, un ejemplar de LA ILIADA DE HOMERO, de tapa dura, cuyo color era rojo – marronáceo con unas filigranas doradas,de los años entre 50-80 aproximadamente del pasado siglo, el cuál me cautivó y me atrapó por la maestria y la ritmicidad de la traducción. Por circustancias misteriosas, desapareció de mi vida...
Me gustaría poder recuperarlo, ya que tiene un gran valor personal y sentimental. De forma “ milagrosa “ , puede copiar el inicio del VIII canto , que es el que cito posteriormente.( copia literal y exacta, y sólo como aquí queda reflejado, está en el libro y no en otro... )
Estaría muy agradecido , si alguien me pudiera proporcionar de qué traducción se trata , de la editorial, etc...
Agradezco vuestra colaboración de antemano, y un cordial saludo.
CANTO VIII
La Aurora, vestida de color azafrán, se esparcía por toda la Tierra cuando Zeus, señor del trueno, reunió a los dioses en las más alta de las montañas cumbres del Olimpo. Y mientras los otros le escuchaban con gran respeto, les habló así:
¡ Oídme todos, dioses y diosas ¡ . voy a manifestar lo que el pecho me dicta el corazón. Que ningún dios ni diosa intente infringir mi mandato; antes bien, aceptadlo todos unánimemente, para que cuanto antes lleve a cabo lo que me propongo. Aquel a quien yo vea alejarse deliberadamente de los dioses para ir a socorrer a los troyanos o a los dánaos, sentirá mis golpes y volverá afrentosamente al Olimpo; si no es que le coja y le precipite al tenebroso Tártaro, en el fondo del abismo que se halla en lo más profundo, bajo tierra, donde se encuentran las puertas de hierro y el umbral de bronce, tan lejos por debajo el Hades como el cielo está por encima de la tierra.
Entonces conoceréis cuánto aventaja mi poder al de los demás dioses, si queréis convenceros, dioses, haced esta prueba. Suspended del cielo un cable de oro, asíos a él todos, dioses y diosas y no podréis arrastar del Cielo a la Tierra a Zeus, soberano supremo, por mucho que os fatiguéis; más si yo quisiera tirar de aquél, arrastraría la tierra y el mar con vosotros. Luego ataría un extremo del cable en la cumbre del Olimpo, y el todo, para vuestra pena, floraría a merced del viento. Tan superior soy a los dioses y a los hombres.