Hola, Estilpon:
Como soy un mal catalán, peor español, no digamos cristiano y la mayor calamidad de todos los rojos, he pasado el día de la Díada con mi mujer y mi hijo en un pueblo haciendo turismo, homenajeándonos en un restaurante de un par de estrellas. Lo de Michelín será por los michelines que cultivas comiendo allí. Se podría decir que soy un pijo-progre como dices. A mí me gustaba más lo de Gauche divine pero es que los rojos de hoy día hemos perdido mucho glamour.
La dialéctica de los puños y las pistolas es una expresión muy conocida de Primo de Rivera en uno de sus discursos. No fue ningún intelectual porque el fascismo carece de ellos y tiene muchos ideólogos, entre ellos este señor. Hay que tener en cuenta que el fascismo se basa en la estetización de la política. Básicamente es estética y te expongo un par de ejemplos.
En el ámbito del rock hay muchos grupos nazis que nunca triunfarán porque no son más que un par de tíos gritando tonterías. Sin embargo, hay muchos del punk, el rock y hard-rock que siguen una estética nazi y fascista porque resulta trasgresor pero no comparten tal ideología. Ejemplos: Motörhead, Slayer, Kiss, The Exploited, Joy Division, y muchos más. Lemmy, el lider de Motorhead era coleccionista de simbología nazi y resumía muy bien esto: los malos siempre visten mejor.
En el cine vemos como en La naranja mecánica o Star Wars la estética fascista está presente y el espectador siente una identificación con esos malos de los que hablaba el líder de Motorhead.
Nuestra política actual es heredera de eso, no la concebimos sin eslóganes, con mensajes vacíos pero llenos de estética. Nadie conoce realmente las propuestas sino la imagen proyectada. La crítica a la modernidad la adelantaba Nietzsche. No hay nada, es la era del nihilismo, del no-ser. Desde un punto de vista sociológico Gilles Lipovetsky lo estudió muy bien en La era del vacío. Al no haber nada se opta por esta estética vacía.
Pues bien, te diré algo sobre lo de España como idea: esto es una idea estética vacía. No me cuesta trabajo aplicarlo a Catalunya también como concepto. Esa vacuidad lo que refleja, a mi modo de ver, es la carencia de virtudes individuales. Nadie que se sienta orgulloso por algo que ha podido construir, por su vida, lo hará de algo a lo que pertenece por casualidad, la nación (aquí tomo prestada la frase al viejo Schopenhauer).
Como idea estética, España es bastante hortera. Tampoco Catalunya es demasiado glamurosa porque es subsidiaria de esa idea. De todos los régimenes totalitarios en Europa (URSS, Alemania nazi, Italia fascista, España fascista), la más hortera, de lejos, es España. Uno no tiene más que comparar el cine de Einsesntein con lo que hacía el régimen en nuestro país, los trajes diseñados por Hugo Boss con los uniformes de los legionarios o los monumentos construidos por Mussolini con el Valle de los caídos para darse cuenta de lo que me refiero.
Como ya he dicho, soy un pijo-progre, un rojillo que le gusta vestir a la última y toda esta estética JoseAntoniana me parece, ante todo, hortera y kitsch. No hay más que ver las banderas que tenemos. ¿A quién se le ocurre esa combinación de rojos y amarillos? (Es conocido que es una combinación que se eligió por llamativa para evitar el fuego amigo). El añadir azul y una estrella en la Senyera no mejora la cosa y mucho menos poner un águila imperial en la rojigualda.
En suma, el problema de la política actual es que se entiende desde la estética y no desde el ser. La crítica hermenéutica viene precisamente a restaurar esa política, ese entendimiento mutuo originario. Pero si uno no se acerca a esta corriente con cariño, como ya he señalado anteriormente, no se podrá hacer uno cargo de lo que está transmitiendo.
Saludos