¡Madre mía, con la de instituciones científicas que hay! No sé exactamente en qué quedaría a día de hoy eso del
anarquismo científico. Eso (o algo parecido) sólo fue posible cuando el científico trabajaba prácticamente en solitario. El ejemplo paradigmático en la Modernidad es el padre del experimentalismo y, en parte, del empirismo: el canciller Francis Bacon (1561-1626). Pero es sólo uno de tantos.
Hoy en día no es el caso. Piénsese, por ejemplo, en el "descubrimiento" del Higgs. Justamente la polémica en torno al Nobel del Higgs va en la línea contraria a algo así como un anarquismo científico. En el Higgs participaron más de 4.000 personas. Entonces, ¿por qué otorgarle sólo el Nobel a una, dos o tres de ellas, como máximo? Si los científicos trabajasen de manera anárquica, es decir, a nivel individual a más no poder (aislados los unos de los otros), no habría ningún problema en que los Nobel (de Física) se siguiesen otorgando como hasta ahora (1-3 personas). Ahora bien, a día de hoy los científicos no trabajan ni en solitario ni aislados los unos de los otros (de ahí la tan valorada capacidad de trabajo en grupo). Y justamente por eso algunos científicos vienen planteando ya un cambio en las normas de los Nobel. Y el cambio se debe, justamente, al nivel de organización de los grupos e instituciones científicas. Algunos consideran que es injusto que todo el prestigio se lo lleven entre una y tres personas siendo que en los hallazgo más importantes hay un elevado número de científicos involucrados.
Traigo a colación esta cuestión justamente porque se trata, en mi opinión, de un ejemplo paradigmático que muestra que, por lo menos en ciencia, el camino que se está siguiendo es justamente el opuesto a algo así como la
anarquía científica (el individualismo extremo).
Me remito a una publicación científica de reconocidísimo prestigio a nivel nacional e internacional: la revista
Investigación y Ciencia (mensualmente en el kiosko o bien en PDF a 6€). Hay un artículo muy interesante en el nº 433 que aborda justamente esta cuestión. Pongo el
enlace por si alguien se lo quiere comprar. Digo comprar porque la revista no es gratuita y los artículos sueltos cuestan entre 1€ y 2€ (pago con tarjeta). Sin embargo, si el acceso al portal de la revista se efectúa desde una institución de enseñanza con algún convenio con la revista (es el caso de la UB), el acceso a los contenidos es "gratuito" en formato PDF protegido (desde enero del 2010 en adelante para la UB). En fin, cito de ahí porque creo que es un ejemplo paradigmático de hasta qué punto está de organizada
antianárquicamente la ciencia. Pero no sólo eso, sino que la dirección hacia la que apunta la organización científica es la de trabajos en grupos cada vez más numerosos
1. La negrita es mía:
"Precisamente por su relevancia, los premios Nobel quizá deberían revisar algunos de sus principios, poco acordes con la ciencia actual. El de la paz se ha concedido 18 veces a organizaciones internacionales no gubernamentales como la Cruz Roja, la ONU, Amnistía internacional o Médicos Sin Fronteras. ¿Por qué no otorgar los más fundamentales (física, química y medicina)
también a instituciones o colaboraciones, más que a un máximo de tres individuos, como marcan las normas actuales? En muchos casos sería probablemente lo más justo. Pensemos en la posible concesión del Nobel de física de 2012 por el descubrimiento del bosón de Higgs, un hito histórico que ha sido posible gracias a los
varios miles de personas que han participado en las colaboraciones ATLAS y CMS del CERN. La concesión del galardón a dichas colaboraciones, por el extraordinario
trabajo en común, reflejaría el reconocimiento de la sociedad a
una nueva manera de hacer ciencia.
" JARCÍA BELLIDO, Juan, «La relevancia de los Nobel», en
Investigación y Ciencia, nº 433, 2012, p. 48.
Es decir, algunos consideran que los Nobel deberían concederse a
grupos enteros en lugar de a personas concretas. Eso está en las antípodas de algo así como una organización anárquica de la ciencia. De hecho, en el caso de la ciencia es totalmente cierto que la anarquía es algo muy antiguo, pues como decía más arriba la soledad del científico y, por tanto, su total autonomía e independencia era lo que había antes del surgimiento de las instituciones científicas.
Si alguien desea leer algo rápido y asequible sobre esta cuestión puede verse el capítulo de ciencia, tecnología y sociedad que se encuentra en el libro de Solís y Sellés. Se trata del capítulo 29 «La ciencia en el siglo XX». Quienes hayan cursado la optativa correspondiente en Licenciatura (primer parcial) o en el Grado (Aspectos de la Ciencia Contemporánea) ya lo habrán tenido que estudiar.
1 El satélite cosmológico PLANCK, de la ESA, fue el resultado de la cooperación entre una cantidad inmensa de insituciones científicas de un montón de países. Si bajáis hasta casi el final de
esta página veréis la cantidad de instituciones y países involucrados en el proyecto. Entre ellos, el Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC) (España). Conozco algo el experimento PLANCK y su funcionamiento (más o menos y a nivel de divulgación científica) porque hay un gran epígrafe sobre él en mi TFG.