Bienvenido, Invitado
Nombre de Usuario: Contraseña: Recordarme

TEMA: Cosmos trinitario vs Cosmos Unitario

Cosmos trinitario vs Cosmos Unitario 19 May 2016 09:06 #36552

  • elías
  • Avatar de elías
  • DESCONECTADO
  • Escolástico
  • Mensajes: 1972
  • Gracias recibidas 1788
En Cosmología se ha dado un movimiento inverso al realizado en teología. Se ha pasado de un Cosmos trinitario a un Cosmos unitario mientras que en el mundo judeo-cristiano se pasó de un Dios unitario a un Dios trinitario.

¿Qué significa, y en lo que atañe a la cosmología, el paso de un Cosmos trinitario a uno unitario?

Hasta la Teoría de la Relatividad General el Cosmos se lo consideraba trinitario. Es decir, estaba constituido por tres sustancias: espacio, tiempo y materia. Las tres sustancias, y por serlo, eran autosuficientes e independientes. Tanto el espacio, el tiempo como la materia poseían su propia realidad al margen de las demás.
Esta visión cambió por completo con la Teoría de la Relatividad General. En dicha teoría al Cosmos se lo considera unitariamente y no trinitariamente. Ahora el espacio y el tiempo no son sustancias sino que son atributos. Es decir, el Cosmos es espacioso, tempóreo y matérico. El espacio y el tiempo no son sustancias, y por tanto no preceden a la materia, sino que los mismos, pero ya como propiedades, surgen con ésta.

Pero decir que el cosmos es tempóreo es decir que el Cosmos es constitutivamente dinámico. El Cosmos es histórico. Y por tanto, el cosmos no posee “ser” sino que es “devenir”. El cosmos es costitutivamente deviniente. Lo cual quiere decir que así como en la antigüedad se suponía que se conocía el ser del Cosmos, y lo que faltaba por conocer era algún tipo de movimiento de los astros, en la actualidad se conoce la dinámica del Cosmos pero es imposible conocer su “ser” precisamente por ser constitutivamente deviniente.
Ni podemos conocer en su totalidad como era el universo en el pasado, en el presente, y aún menos, y por razones obvias, en un futuro.

Pero hay una cuestión a la que se la prestado escasa atención. Y es una cuestión que Zubiri le planteó en varías ocasiones a Werner Heisenberg y éste nunca la contestó. La cuestión es la siguiente: ¿Qué sentido o qué significado posee el que en un universo constitutivamente dinámico existan leyes y constantes universales. Es decir, que existan leyes y constantes que no varían con el tiempo cuanto todo en el universo es deviniente?

Hoy en día el modelo cosmológico estándar está sustentado en que así como el universo es constitutivamente dinámico las leyes que lo gobiernan y determinadas constantes no varían con el tiempo. Y ésta es una cuestión que no es ya que no esté suficientemente explicada sino que ni tan siquiera se hace mención a ello. Es que la física no explica, y al parecer no tiene ningún interés, en explicarnos cómo es posible que en un universo constitutivamente dinámico exista “algo” que se mantenga imperturbable con el paso del tiempo.

Si las leyes o las constantes variasen con el tiempo dicho modelo, el modelo cosmológico estándar, se desmoronaría. Bueno, ese modelo y cualquiera. Y el problema no sería tanto que se aceptara que dichas leyes y dichas constantes variasen con el tiempo sino si seríamos capaces de poder predecir cómo varían y por qué. Si no fuéramos capaces de ello entonces no tendría sentido hablar de una descripción dinámica del Cosmos desde sus orígenes.
El administrador ha desactivado la escritura pública.
Los siguientes usuarios han agradecido: Conrado, noemí, Herrgoldmundo

Cosmos trinitario vs Cosmos Unitario 19 May 2016 15:24 #36560

  • Conrado
  • Avatar de Conrado
  • DESCONECTADO
  • Escolástico
  • Mensajes: 5941
  • Gracias recibidas 4773
Muy buenas, elías:

Siempre he pensado que eres una personas profundamente religiosa. Se nota en tu empeño por defender posturas claramente fideístas que buscan deslegitimar el progreso de la ciencia (filosofía) en sentido fuerte, de la ciencia experimental y cuantificacional que, en definitiva, no es más que la filosofía "de toda la vida".

Pero el asunto que tocas no tiene demasiado sentido tocarlo si no es acudiendo a las fuentes y a los últimos avances en investigación cosmológica. De lo contrario, no pasamos de la mera divagación y especulación religiosa; es decir, nos quedamos anclados en tiempos pretéritos.

Parece que defiendes la postura tradicional y fideísta que intenta volver a las Sagradas Escrituras con la excusa de que la cosmología científica no tiene algo así como una explicación global para el funcionamiento y las "leyes" del cosmos. Pero esa postura me resulta profundamente antifilosófica y aintiutópica. Responde al concepto de utopía del statu quo de Jürguen Moltmann en Teología de la Esperanza, 1968. Si todavía no hemos descubierto las "leyes" del cosmos no se trata plegarnos y volver a las explicaciones religiosas de hace más de veinte siglos. Es decir, no me parece que la vuelta a la época de antes del paso del mito al lógos sea lo mejor en aras al progreso de la humanidad. Más bien ello debería impulsarnos (utopía como elemento dimanizador) a seguir en la búsqueda de intentar encontrar respuestas racionales, filosófico-científicas a las preguntas de siempre: ¿cómo funciona el cosmos y de qué están hechas las cosas? Se trata de preguntas recurrentes muy presocráticas.

Pero dejando de lado nuestros prejuicios personales hay algunas afirmaciones en tu anterior mensaje que no son ciertas según las observaciones de los distintos satélites cosmológicos: COBE (1989), WMAP (2003) y Planck Surveyor (2003). Se trata de aparatos que estudié en mi trabajo final de carrera hace aproximadamente un año. También investigué acerca del modelo cosmológico estándar. Éste se basa en el conjunto de torías que dan lugar al paradigma inflacionario de Alan Guth de 1981. A este respecto, puede leerse GUTH, Alan y STEINHARDT, Paul J., «El universo inflacionario», en Investigación y Ciencia, nº 94, (2005), pp. 66–79. O mejor aún GUTH, Alan, The Inflationary Universe: The Quest for a New Theory of Cosmic Origins, Londres: Vintage, 1998 (hay traducción castellana).

Los resultados sobre los parámetros del universo arrojados por las mediciones efectuadas por el satélite cosmológico Planck, de la ESA, los puedes encontrar en los papers de la Agencia Espacial Europea (son las fuentes que yo manejé para esta parte de mi investigación). Cito de mi TFG que se encuentra en Descargas, p. 90:

"[con las mediciones de Planck] Se confirman los resultados previos obtenidos con WMAP en 2003 en parámetros fundamentales como la densidad y distribución de materia en el universo, aunque se reduce el margen de error (mediciones más finas). En concreto, nuestro Universo contiene un 4,82 ±0,05% de materia bariónica (materia ordinaria), un 25,8 ±0,4% de materia oscura y un 69 ±1% de energía oscura (energía del vacío o «constante cosmológica Λ»)."

Este párrafo es importante porque hay algunas cosas que dices en tu anterior mensaje que, según las observaciones cosmológicas efectuadas por la NASA y la ESA, no son ciertas. No es cierto esto que dices:

elías escribió:
Hoy en día el modelo cosmológico estándar está sustentado en que así como el universo es constitutivamente dinámico las leyes que lo gobiernan y determinadas constantes no varían con el tiempo.

Muchas de las denominadas constantes del universo no son constantes en sentido estricto. No lo es, por ejemplo, el parámetro de aceleración del universo. El uso de la palabra constante no es muy adecuado. Constante significa simplemente "constante hasta nuevas y mejores abservaciones". Y así, los parámetros del modelo cosmológico estándar han ido variando ligeramente con las sucesivas mediciones de COBE, WMAP y Planck Surveyor. Por tanto, no es cierto tampoco esto que dices:

elías escribió:
Y ésta es una cuestión que no es ya que no esté suficientemente explicada sino que ni tan siquiera se hace mención a ello. Es que la física no explica, y al parecer no tiene ningún interés, en explicarnos cómo es posible que en un universo constitutivamente dinámico exista “algo” que se mantenga imperturbable con el paso del tiempo.

Si las leyes o las constantes variasen con el tiempo dicho modelo, el modelo cosmológico estándar, se desmoronaría.

Algunos parámetros siguen variando, en especial el de aceleración del universo, y el modelo cosmológico estándar sigue en pie. De hecho, es el modelo que mejor se ajusta a las observaciones del último aparato cosmológico lanzado al espacio: el Planck Surveyor. Cito otra vez de mi TFG, pp. 90-91:

"Este punto ha sido una auténtica sorpresa para los cosmólogos. En 1998 se observó que la expansión del Universo se estaba acelerando (véase nota al pie nº 131). De hecho, hasta 1998 se pensaba que la aceleración estaba disminuyendo, tal y como, por ejemplo, expresaba el físico y escritor británico Paul Davies (n. 1946): «la tasa a la cual se expande el universo no permanece constante en el tiempo. Lo cual se debe a la fuerza de la gravedad, que actúa entre las galaxias en su alejamiento hacia afuera. En consecuencia, la tasa de expansión va disminuyendo gradualmente con el paso del tiempo». Pero de ser así, estaríamos ante el caso particular de la curva «(d)» de la figura nº 40. Pero hoy sabemos que nuestro Universo atiende a la curva «(a)» de la misma figura.

Para medir la velocidad de expansión del Universo se ha venido utilizando la constante de Hubble, que con WMAP fue establecida en 69 (km/s)/Mpc. Pues bien, a raíz de las mediciones de
PLANCK el valor de la constante de Hubble se ha reducido y ha sido establecida en 67,80 ±0,77 (km/s)/Mpc, lo que podría hacer pensar en una deceleración en la expansión del Universo: «The biggest surprise here, astronomers said, is that the universe is expanding slightly more slowly than previous measurements had indicated. The Hubble constant, which characterizes the expansion rate, is 67 kilometers per second per megaparsec — in the units astronomers use— according to Planck. Recent ground–based measurements combined with the WMAP data gave a value of 69». Sin embargo, más que una disminución en la aceleración del Universo, se trata de una medida más fina con respecto a la que se hizo con WMAP. Por el momento, la idea de que la aceleración del Universo está aumentando sigue en pie.

Como consecuencia de la disminución en la tasa de expansión del Universo (constante de
Hubble), se altera «ligeramente» la edad del Universo, que pasa de tener 13.700 millones de años (WMAP) a 13,780 ±0.037 millones de años: «Analyzing the relative sizes and frequencies of spots and ripples over the years has allowed astronomers to describe the birth of the universe to a precision that would make the philosophers weep. The new data have allowed astronomers to tweak their model a bit. It now seems the universe is 13.8 billion years old, instead of 13.7 billion»"

La conclusión más importante de las últimas observaciones efectutadas por Planck Surveyor es la siguiente:

"Queda validado, una vez más, el modelo más sencillo de la teoría inflacionaria de Alan Guth de 1981, que es el universo ΛCDM o modelo cosmológico estándar que veíamos en el epígrafe 9.1.2: «The CMB temperature fluctuations detected by Planck confirm once more that the relatively simple picture provided by the standard model is an amazingly good description of the Universe». La coincidencia entre las observaciones (mediciones) y las predicciones de la vieja teórica inflacionaria de 1981 son exageradamente coincidentes. Ya lo eran con los datos de COBE (figura nº 30), BOOMERANG (figura nº 33) WMAP (figura nº 42) y VSA (figura nº 51). PLANCK ha terminado de rematar la faena (figura nº 60). A pesar de las dudas relativas a las condiciones iniciales que Steinhard, Turok, Hawking y otros han esgrimido (y razón no parece faltarles), el caso es que la evidencia de la observación apoya la inflación original de 1981: «as the New York Times suggested213, they [PLANCK bservations] validate the notions of inflation. […] If you look at what quantitatively has come out of the new results, the’re exactly consistent with the old results [COBE and WMAP]. They reduce the error bars a little bit, by a factor of 2» (Krauss, 2014, 239). Lo que no sabemos es por qué las condiciones iniciales fueron las que debían ser para que el Universo se expandiese en la medida en que lo lleva haciendo. De hecho, ya dijimos que en función de una serie de parámetros resumidos con la letra griega ʎ la inflación podría haber tenido lugar de infinidad de maneras posibles. Por el momento sigue siendo un misterio por qué las condiciones iniciales fueron las que tenían que ser para dar origen a nuestro Universo. Pero a pesar de todo lo anterior, la puerta del multiverso sigue estando abierta. La inflación no es incompatible con un multiverso de universos inflacionarios (figuras nº 22 y 23). De momento y a tenor de los datos arrojados por el PLANCK, parece que la inflación sigue viviendo momentos de gloria. El remate final en favor de la vieja inflación sería el hallazgo de ondas gravitatorias primigenias."

Hay dos anomalías especialmente incómodas que el modelo cosmológico estándar, basado en el paradigma inflacionario de Alan Guth, no predice. La fuente de la información la tienes aquí, en la página de la Agencia Espacial Europea. Cito nuevamente, pp. 94-95:

"Según se desprende de la figura nº 60, deberíamos pensar en un Universo prácticamente perfecto. Pero aunque en la imagen del mapa anisotrópico del universo de la figura nº 60 no se aprecia, los cosmólogos han detectado que éste contiene algunas «anomalías» —algunas ya observada por WMAP (véase nota al pie nº 140)— para la cual los cosmólogos no tienen de momento ninguna explicación. La visión del universo presente en el modelo estándar ΛCDM podría no ser capaz de explicar la riqueza de detalles presentes en la CMB a escalas angulares grandes. Los cosmólogos han revelado un número importante de «anomalías» en el mapa de la CMB en todo el cielo que no encajan muy bien con las predicciones del modelo estándar. Mientras que las observaciones efectuadas a escalas angulares pequeñas e intermedias concuerdan extremadamente bien con las predicciones del modelo, las fluctuaciones detectadas en el cielo a escalas angulares grandes —entre 90º y 6º— son cerca de un 10% más débiles que el mejor ajuste predicho por el modelo estándar.

Esto no concuerda con las observaciones efectuadas con PLANCK. Además hay otra «anomalía», tal vez relacionada con la anterior. Se trata de una señal «anómala» (no predicha) que aparece como una marcada asimetría dipolar en la señal de la CMB observada en los dos hemisferios opuestos del cielo: uno de los dos hemisferios parece tener una señal significativamente más fuerte en promedio que el otro: «the pattern formed a funny–looking one–dimensional band across the sky rather than being random mess as theory predicted. […] This was not how our Universe was supposed to be! As opposed to photos of you, photos of our Universe weren’t supposed to have any special direction, such as “up”: they should look similar no mather how you rotate them. Yet these baby–universe images on my computer screen had these bands of zebra–like [the axis o Evil] stripes aligned in only one particular direction» (Tegmark, 2014, 60–61).

Un elemento peculiar adicional en los datos es la presencia de lo que se ha dado en llamar «cold spot» (mancha o lugar frío): uno de los lugares de más baja temperatura de la CMB se extiende sobre una zona del cielo mucho mayor de lo previsto.

La falta de energía a grandes escalas angulares ha sido revelada por primera vez de manera convincente por PLANCK, pero la asimetría hemisférica y el punto frío ya habían sido detectados en 2003 a partir de las primeras observaciones de WMAP. Sin embargo, había dudas persistentes acerca de su origen cósmico. Con WMAP, de hecho, no fue posible confirmar que estas anomalías eran características genuinas de la CMB. Cabía pensar en la posibilidad de algún tipo de contaminación —improbable en el punto L2, pero no 100% descartable— debida a otras emisiones ajenas a la CMB: «some argued that it [the “axis of Evil”] was a statistical fluke or Galaxy contamination, while others argued that it was even more puzzling tan we’d claimed» (Tegmark, 2014, 61). Pero el hecho de que estas anomalías también están presentes en los datos más precisos de PLANCK aclara cualquier duda sobre su origen cósmico: «Within the standard cosmological framework, however, the new satellite data underscored the existence of puzzling anomalies that may yet lead theorists back to the drawing board. The universe appears to be slightly lumpier, with bigger and more hot and cold spots in the northern half of the sky as seen from Earth than toward the south, for example. And there is a large, unexplained cool spot in the northern hemisphere. Those anomalies had shown up on previous maps by NASA’s Wilkinson Microwave Anisotropy Probe, or WMAP, satellite, but some had argued that they were because of a bad analysis or contamination from the Milky Way. Now cosmologists will have to take them more seriously, said Max Tegmark, an expert on the early universe at the Massachusetts Institute of Technology who was not part of the Planck team»."

La crítica típica de la religión (teología fideísta) a la ciencia experimental y cuantificacional es que no puede explicarlo todo (como si los teolólogos sí pudiesen). Es exactamente lo que pretendes, elías, cuando recurres a esto:

elías escribió:
Pero hay una cuestión a la que se la prestado escasa atención. Y es una cuestión que Zubiri le planteó en varías ocasiones a Werner Heisenberg y éste nunca la contestó.

Sin embargo, el no tener todavía explicación para todos los fenómenos observables del universo no debería ser excusa para que desde posturas fideístas se desprestigie el avance de la investigación filosófico-científica. De hecho (cito otra vez del TFG):

"Desde el punto de vista de las predicciones, se trata de «anomalías» sin que de momento tengan explicación, lo que da una somera idea de la cantidad de camino que todavía queda por delante en la investigación del universo primitivo y en la CMB en particular."

No se trata, por tanto, de volver a las Sagradas Escrituras. Aunque no los dices literalmente, elías, tengo la sensación de que es claramente tu pretensión (protestantismo anticientífico).

Se me olvidaba: sobre la medición de los parámetros más importantes del cosmos y de cómo van variando a medida que se van afinando los intrumentos de medición, puede verse ROWAN-ROBINSON, Michael (2001), Los nueve números del cosmos, Editorial Complutense, Madrid (original en inglés publicado en Oxford University Press en 1999).

Otra excelente publicación sobre los parámetros del cosmos es REES, Martin (2001), Seis números nada más, Crítica, Barcelona (original en inglés publicado en el año 2000).

Si deseas echar un vistazo a alguna de estas publicaciones, escríbeme al correo electrónico.

Cualquier tipo de especulación teológica (Zubiri) sólo lleva a terminar de enterrar el ya de por sí descompuesto cadáver de la filosofía continental.

Por cierto:

elías escribió:
En Cosmología se ha dado un movimiento inverso al realizado en teología. Se ha pasado de un Cosmos trinitario a un Cosmos unitario mientras que en el mundo judeo-cristiano se pasó de un Dios unitario a un Dios trinitario.

Esa visión "unitaria" de la que hablas ya está superada. Ahora intuimos que eso ya no es así. Hace medio siglo aún no se hablaba de universos paralelos ni de agujeros de gusano. Pero resulta que el modelo inflacionario de A. Guth -el que mejor se ajusta a las observaciones cosmológicas- tiene la característica de que se autorreproduce, dando así lugar a otros universos-burbuja. De ahí la contribución del ruso Andrei D. Lindberg de 1983: el universo inflacionario autorregenerante (epígrafe 5.3 de mi TFG).

Cito del TFG. Las fuentes quedan indicadas con arreglo al método de citar abreviado de Harvard:

"Pero el mismo A. Guth reconoció que su esquema inflacionario —que en fechas recientes
se viene llamado inflación vieja— adolecía de un fallo pernicioso. Como vimos,
un campo de Higgs sobreenfriado (figura nº18) tiene un valor que está asentado en la colina en su cuenco de energía uniformemente a lo largo del espacio. Y aunque el campo inflatón sobreenfriado podía dar el salto al valor de energía mínima (figura nº 19), Guth se preguntó si este salto cuánticamente inducido sucedería en todos los lugares del espacio al mismo tiempo. La respuesta, que no tuvo más remedio que aceptar, fue que no lo haría. En su lugar la relajación del campo inflatón a un valor de energía cero tiene lugar mediante un proceso denominado «nucleación de burbujas»: el inflatón cae a su valor de energía cero en un punto del espacio, y eso desencadena una burbuja que se expande.
Guth imaginó que muchas de esas burbujas, con centros aleatorios, se fusionarían finalmente para dar un universo con campo inflatón de energía cero en todas partes. «No onstante, el problema, como el propio Guth advirtió, era que el espacio que rodea a las burbujas seguía estando lleno de un campo inflatón de energía no–nula, y por eso tales regiones seguirían sufriendo rápida expansión inflacionaria, que separarían las burbujas» (Greene, 2005, 665). Es decir, el mismo viejo esquema inflacionario creaba las condiciones para el inicio de una nueva inflación, de manera que el proceso no se detendría.

Para intentar solucionar estas aporías de la vieja inflación, en 1983 Paul Steinhardt y Andreas Albrecht, de la Universidad de Pensylvania, y A. Linde y Alex Vilenkin, en Rusia, presentaron un nuevo esquema inflacionario que se conoce como «nueva inflación» con objeto de explicar cómo se detenía la vieja inflación. Argumentaron lo siguiente. Cambiando la forma del gráfico de la energía en forma de sombrero, tal como se muestra en la figura nº 20, estos investigadores comprendieron que la inflación podía relajarse a su valor de energía cero «rodando» cuesta abajo por la colina de energía hasta el valle, un proceso gradual que no tenía necesidad del salto cuántico de la propuesta original. Sus cálculos demostraron que «este rodamiento algo más gradual cuesta abajo prolongaba suficientemente la ráfaga inflacionaria de modo que una única burbuja se hacía suficientemente grande para abarcar el universo observable entero» (Greene, 2005, 666). En esta nueva inflación, antes de convertir la energía del campo inflatón en la de partículas y radiación ordinarias
mediante colisiones de burbujas, el inflatón conseguía gradualmente está conversión de nergía de forma uniforme a lo largo del espacio por un proceso afín a la fricción: a medida que el campo rodaba cuesta abajo —uniformemente en todo el espacio— cedía su energía «frotando contra» (interactuando con) campos más familiares para partículas y radiación. «La inflación nueva retenía así todos los éxitos de la aproximación de Guth, pero resolvía los problemas importantes con los que ésta se había encontrado» (Ibídem) (figura nº 21).

No obstabnte lo anterior, los teóricos de la nueva inflación se vieron obligados a admitir que el universo inflacionario tenía otra propiedad incómoda: se autorreproducía. Y para explicar esta propiedad y al poco de proponerse la inflación nueva, Andrei Linde, Alex Vilenkin, Paul Steinhardt y Neil Turok propusieron en 1997 una nueva versión de la inflación denominada inflación caótica autorregenerante y eterna (figuras nº 22 y 23). «Una vez que la inflación toma posesión de una pequeña región del universo y hace que acelera su expansión, crea las condiciones necesarias para que tenga lugar la inflación en subregiones de esta primera región inflacionada. El resultado es un proceso que se autorreproduce, con regiones en inflación generando otras regiones en inflación, que a su vez, producen otras, y así hasta el infinito» (Barrow, 2011, 254). La explicación algo más detallada es la que sigue. Linde advirtió que había una manera más sencilla para que el universo primitivo alcacanzase las condiciones necesarios para la inflación nueva de 1983 (no confundir con la inflación caótica o autorregenerante de 1997). Advirtió que la inflación podía seguir teniendo lugar de forma natural con un cuento (figura de energía tipo sombrero) de energía simple y sin preparar con detalle el valor inicial del campo inflatón. La idea es imaginarse un universo primitivo «caótico», cuyo energía del campo inflatón varía aleatoriamente. En un lugar del espacio su valor podría haber sido pequeño, en otro lugar del espacio podría haber sido intermedio, y en otro su valor podría haber sido alto. Ahora bien, nada particularmente digno habría sucedido en regiones donde el valor del campo era pequeño o intermedio. Pero Linde comprendió que algo asombroso habría tenido lugar en regiones donde el campo inflatón hubiera alcanzado un valor alto (se encuentra en lo alto de la colina): «empieza un tipo de fricción cósmica: el valor del campo trata de rodar cuesta abajo hasta una energía potencial menor, pero su alto valor contribuye a una fuerza de fricción resistiva, y por ello rueda muy lentamente. Así, el valor del campo inflatón habría sido casi constante y —de manera análoga a un inflatón en la parte superior de la colina de energía potencial en la nueva inflación— habría aportado una energía y una presión negativas aproximadamente constantes. Y éstas son justamente las condiciones requieridas para impulsar una ráfaga de expansión inflacionaria […] Muchos físicos consideran
que es la realización más convincente del paradigma inflacionario» (Greene, 2005, 667). Así es como el entorno caótico podría haber dado del universo primitivo podría haber dado lugar de forma natural a una expansión inflacionaria, un «universo de bolsillo» (figuras nº 22).

La inflación autorregenerante caótica y eterna significa que, aunque es osible que nuestro pequeño universo «burbuja» en inflación tuviese un principio cuando se nició su expansión, el «multiverso» global de universos burbuja no necesita haber enido un principio y no habrá tenido un final. Vivimos en una de esas burbujas en la que la expansión ha durado lo suficiente como para permitir la evolución de estrellas, planetas y vida. En esta teoría, la ruptura espontánea puede ocurrir en cualquier sitio dentro de nuestro universo y hacer que brote de él un universo entero. También significa que nuestro propio universo podría haber brotado de un universo anterior. «En el universo inflacionario caótico, el multiverso es eterno, aunque los universos individuales no lo sean» (Kaku, 2005, 118)."

Después de todo el multriverso sí podría ser eterno.

Aquí tienes una lectura gratuita de Investigación y Ciencia sobre el multiverso. En ella se explica un podo de manera más "asequible" lo que yo investigué durante el curso pasado. Ahí están A. Guth, A. D. Linde y otros.

PD: me hago cargo de la densidad del mensaje. Para manejarse mínimamente con todo esto hay que haber leído muchos libros de cosmología.
David Feltrer Bailén Esta dirección electrónica esta protegida contra spam bots. Necesita activar JavaScript para visualizarla
Graduado en Filosofía (UNED - febrero de 2016)
Estudiante del Máster en Filosofía Teórica y Práctica (UNED - octubre de 2018)
Estudiante del Grado en Geografía e Historia (UNED)
Última Edición: 19 May 2016 18:47 por Conrado.
El administrador ha desactivado la escritura pública.
Los siguientes usuarios han agradecido: Herrgoldmundo, Nemes

Cosmos trinitario vs Cosmos Unitario 20 May 2016 09:38 #36570

  • Herrgoldmundo
  • Avatar de Herrgoldmundo
  • DESCONECTADO
  • Aristotélico
  • Yo y mis circunstancias
  • Mensajes: 411
  • Gracias recibidas 435
Hola Elías.

Muy buena la pregunta de Zubiri:
¿Qué sentido o qué significado posee el que en un universo constitutivamente dinámico existan leyes y constantes universales. Es decir, que existan leyes y constantes que no varían con el tiempo cuanto todo en el universo es deviniente?

Volvemos al eterno dilema: ¿cuál es el fundamento último de la realidad-fundamento?
¿Por qué existen leyes que rigen el universo? ¿Por que existe ese algo más (leyes) en vez de nada?

Yo creo que por mucho que avance la ciencia, que en ello está y cada día nos regala nuevos descubrimientos, la eterna pregunta por el fundamento último de aquello que es, es decir, la pregunta por el sentido de la realidad que nos envuelve (mundo y Cosmos), seguirá quedando sin respuesta.
La voluntad de verdad a la que nos insta el poder de lo real, que decía Zubiri, nos insta a buscar, vivir y ser. Necesitamos certezas de verdad que fundamenten nuestro Yo (nuestro ser absoluto relativo), pero al final, para fundamentar nuestro Yo, solo podemos optar por una de las tres vías: teísmo, agnosticismo y ateísmo.

¿En tu parecer qué vía (siguiendo a Zubiri) sería la que elegirían quienes pretenden fundamentar la realidad-fundamento desde una voluntad de verdad estrictamente científica? ¿La vía opcional del ateísmo o la del agnosticismo?

Un saludo.
Última Edición: 20 May 2016 09:40 por Herrgoldmundo.
El administrador ha desactivado la escritura pública.
Los siguientes usuarios han agradecido: Conrado

Cosmos trinitario vs Cosmos Unitario 23 May 2016 09:22 #36594

  • Herrgoldmundo
  • Avatar de Herrgoldmundo
  • DESCONECTADO
  • Aristotélico
  • Yo y mis circunstancias
  • Mensajes: 411
  • Gracias recibidas 435
Bueno, por lo visto este hilo es como el Guadiana.
Aprovecharé, ahora que está de nuevo visible, para comentar algunos "temillas".

Primero: yo creo que este hilo abierto por Elías es muy sugestivo y podría dar mucho de sí, si nos obligamos a dejar de lado ciertos prejuicios.

Conrado escribió:
Siempre he pensado que eres una personas profundamente religiosa. Se nota en tu empeño por defender posturas claramente fideístas que buscan deslegitimar el progreso de la ciencia (filosofía) en sentido fuerte, de la ciencia experimental y cuantificacional que, en definitiva, no es más que la filosofía "de toda la vida".


Yo no percibo a Elías como una persona profundamente religiosa, aunque si lo fuera nada tendría que ver, creo, con el tema que nos propone.
Opino, aunque quizás me equivoque, que Elías es, en todo caso, una persona conscientemente religada a la Realidad-fundamento (Zubiri), o preocupada por el sentido del Ser (Heidegger). Si además fuese persona profundamente religiosa , eso, en mi parecer, sería secundario.

No se trata de que seamos o no seamos religiosos, teístas, agnósticos o ateos.
En mi parecer, tanto Heidegger como Zubiri, lo expresan perfectamente: se trata de tener cuidado o cura con el Ser. Se trata de un problema de actitud; se trata de manifestar, o no, interés y/o preocupación por lo que Zubiri denominó el problema teologal, que no hay que confundir con el problema teológico, como ha hecho Conrado (supongo que sin malicia alguna).

A todos se nos plantea el problema teologal por el mero hecho de existir; es decir, todos estamos obligados, seamos o no conscientes de ello, a fundamentar nuestro Yo o ser absoluto relativo. Pero Elías no nos está diciendo que debamos fundamentarlo desde una obligada "religiosidad" que nos aleje de la Ciencia. Al contrario, Elías, como Zubiri, parte desde y en la ciencia para preguntarse por el fundamento último de la Realidad-fundamento.
Quizás a Heidegger sí pudiéramos "acusarle" de desviarse voluntariamente de la vía de la ciencia, pero no a Zubiri, ni a Elías.

Tal y como yo lo veo, Elías señala una paradoja (no sé si sería esta la palabra más adecuada): el monoteísmo religioso del Antiguo Testamento evolucionó desde una Realidad-fundamento, entendida como realidad-objeto (Dios supremo), hacia el Dios fundamentante del Nuevo testamento; hacia el Dios que está en nosotros. Por el contrario, la ciencia cosmológica ha hecho el paso inverso, pasó de una concepción trinitaria del Cosmos a una más unitaria y absoluta.

¿Qué conclusiones podemos extraer de dicha paradoja?
Pues yo extraigo la siguiente conclusión: tanto la vía teológica, como la cosmológica, son opciones religadas (ambas) a la necesidad del ser humano por conocer el fundamento último de la realidad que le envuelve. Son dos opciones o actitudes perfectamente válidas para enfrentar, que no olvidar o ignorar, el problema teologal que es constitutivo de toda persona.
Y aún extraigo otra conclusión: si bien es cierto que dicho problema teologal (búsqueda del fundamento último) no ha sido resuelto por la vía teológica (religiosa), tampoco ha sido resuelto por la vía de la cosmología científica.

Un saludo.
Última Edición: 23 May 2016 09:27 por Herrgoldmundo.
El administrador ha desactivado la escritura pública.
Los siguientes usuarios han agradecido: Conrado, noemí

Cosmos trinitario vs Cosmos Unitario 23 May 2016 13:14 #36597

  • Conrado
  • Avatar de Conrado
  • DESCONECTADO
  • Escolástico
  • Mensajes: 5941
  • Gracias recibidas 4773
Herrgoldmundo escribió:
¿Por qué existen leyes que rigen el universo? ¿Por que existe ese algo más (leyes) en vez de nada?

En realidad eso de las leyes es un invento terrícola de la especie humana. Es un invento cultural. Las leyes describen el funcionamiento del cosmos.

En cuanto a por qué existe algo en lugar de nada, suponiendo que eso de la nada sea posible (el vacío absoluto no existe en nuestro cosmos => lo que denominamos vacío es en realidad una espuma cuántica en plena efervescencia), te recomiendo la lectura del libro del astrofísico (filósofo, en sentido clásico) Lawrence Krauss, Un universo de la nada. Fue una de mis fuentes para el TFG y lo seguirá siendo para el TFM. En el origen de la pregunta se encuentra la física del falso vacío y los campos de Higgs.

Siempre estará el típico teólogo que desde su cómoda posición de no tener que demostrar nada con arreglo al método científico espetará que las condiciones iniciales de surgimiento del cosmos fueron las que "debían" ser porque hay algo así como un diseñador que las hizo posibles. Bien, pero con eso no se está demostrando que efectivamente exista ese diseñador o creador. Antiargumentar de esa manera supone más bien una cuestión de fe: "tengo fe en que un Dios todopoderoso hizo posible que las condiciones iniciales del falso vacío y los campos de Higgs fuesen las que "debían" ser para el surgumiento del cosmos tal y como lo conocemos". Pues vale. La ciencia no puede afirmar ni negar eso. Es una cuestión de fe.

Herrgoldmundo escribió:
Yo creo que por mucho que avance la ciencia, que en ello está y cada día nos regala nuevos descubrimientos, la eterna pregunta por el fundamento último de aquello que es, es decir, la pregunta por el sentido de la realidad que nos envuelve (mundo y Cosmos), seguirá quedando sin respuesta.

A corto y medio plazo estoy de acuerdo. Además, una de las características del homo sapiens es la de preguntarse siempre por aquello que está más allá de su capacidad de comprensión. Y a partir de ahí entra en escena la metafísica y la religión. El profesor Martínez, catedrático de metafísica en la UNED, como buen marxista, prefiere hablar de homo metaphysicum en lugar de homo religious (Mircea Eliade). Se le "olvida" (en realidad lo sabe perfectamente), no obstante, que el marxismo también tiene sus dioses (el Estado, el trabajo y alguno más).
David Feltrer Bailén Esta dirección electrónica esta protegida contra spam bots. Necesita activar JavaScript para visualizarla
Graduado en Filosofía (UNED - febrero de 2016)
Estudiante del Máster en Filosofía Teórica y Práctica (UNED - octubre de 2018)
Estudiante del Grado en Geografía e Historia (UNED)
Última Edición: 23 May 2016 17:51 por Conrado.
El administrador ha desactivado la escritura pública.
Los siguientes usuarios han agradecido: Herrgoldmundo

Cosmos trinitario vs Cosmos Unitario 23 May 2016 14:04 #36598

  • Conrado
  • Avatar de Conrado
  • DESCONECTADO
  • Escolástico
  • Mensajes: 5941
  • Gracias recibidas 4773
Herrgoldmundo escribió:
Primero: yo creo que este hilo abierto por Elías es muy sugestivo y podría dar mucho de sí, si nos obligamos a dejar de lado ciertos prejuicios.

Estoy de acuerdo. Debemos admitir, no obstante, que todos los tenemos. Y yo no soy de los que cree en el cientifismo; es decir, en que todo lo que se diga desde la ciencia es verdadero. Pero desde luego me considero muchísimo más cerca de él que de la fe en algo así como un diseñador inteligente (defiendo la religión católica y el cristianismo, pero no tengo fe).

Por lo demás coincido contigo en lo de los prejuicios (la objetividad absoluta no es posible). De hecho, era la idea de Francis Bacon en la primera parte de su obra Novum Organum de 1620. Son los famosos ídolos que en mayor o menor medida todos tenemos.

Herrgoldmundo escribió:
No se trata de que seamos o no seamos religiosos, teístas, agnósticos o ateos.

No estoy de acuerdo. Esos son prejicios imposibles de dejar de lado cuando se abordan cuestiones relacionadas, por ejemplo, con el origen del cosmos. Además, la historia de la cosmología así me lo demuestra. Léase en algún libro de historia de la ciencia y/o de la cosmología la disputa entre Einstein y Lamaître a cuenta de la teoría del átomo primigenio

Herrgoldmundo escribió:
En mi parecer, tanto Heidegger como Zubiri, lo expresan perfectamente: se trata de tener cuidado o cura con el Ser. Se trata de un problema de actitud; se trata de manifestar, o no, interés y/o preocupación por lo que Zubiri denominó el problema teologal, que no hay que confundir con el problema teológico, como ha hecho Conrado (supongo que sin malicia alguna).

Te prometo que las ideas de Heiggeder (cosmos cíclico) o Zubiri (tradicionalismo católico) no pintan absolutamente nada en la investigación científica del funcionamiento del cosmos. Y ojo que no estoy desmereciendo ninguna de sus importantes aportaciones a la filosofía más metafísica. Pero en ninguna revista científica ni publicación de divulgación cosmológica me he encontrado los nombre de Zubiri o Heidegger. No se los menciona ni una sola vez.

Por lo que respecta a Zubiri en particular (lo estudié someramente en Historia de la Filosofía Española Contemporánea), nadie duda de que era un hombre profundamente religioso. Lo digo por lo que comentábamos de los prejuicios. :whistle:

Herrgoldmundo escribió:
Tal y como yo lo veo, Elías señala una paradoja (no sé si sería esta la palabra más adecuada): el monoteísmo religioso del Antiguo Testamento evolucionó desde una Realidad-fundamento, entendida como realidad-objeto (Dios supremo), hacia el Dios fundamentante del Nuevo testamento; hacia el Dios que está en nosotros. Por el contrario, la ciencia cosmológica ha hecho el paso inverso, pasó de una concepción trinitaria del Cosmos a una más unitaria y absoluta.

Insisto en que ésa es una visión científica del cosmos caducada (forma parte ya de la historia de la cosmología). Todos los indicios de las teorías actuales sobre el cosmos apuntan hacia una realidad múltiple, hacia un multiverso. Y no por querer llevar la contraria a la idea de un origen singular de nuestro cosmos -de eso nadie duda-, sino porque la teoría que mejor se ajusta a las observaciones efectuadas de la radiación fósil del fondo cósmico de microondas (CMB) apuntan hacia ello. La teoría del universo inflacionario de Alan Guth (y otros) de 1981 predice ineluctablemente que vivimos en uno de los muchos universos burbuja. No es una cuestión teológica, es física teórica pura y dura. Por el momento no hay evidencia observacional de ese multiverso. Pero las investigaciones en el campo de las ondas gravitatorias primigenias -el denominado fondo estocástico de ondas gravitatorias- nos podrían desvelar información crucial sobre la "era opaca" del cosmos: los primeros 380.000 años desde el hipotético Big-bang. La luz no nos puede proporcionar información sobre ella porque la luz empezó a viajar sin trabas a partir de esa "fecha". Para investigar sobre los primeos instantes del universo necesitamos estudiar el fondo estocástico de ondas gravitatorias.

Y un apunte final: no hay leyes universales en nuestro cosmos. En todo caso, hablamos de leyes cuasi universalies. ¿Y por qué cuasi? Pues porque sabemos que las leyes conocidas del cosmos no nos sirven para describir lo que sucede en el interior de los agujeros negros (tampoco nos sirven para explicar el funcionamieno del universo primitivo, el de la época opaca). Y sabemos que el universo está lleno de ellos. No sabemos si la relatividad funcionará más allá del horizonte de sucesos de un agujero negro. Por eso hablamos de singularidad para referirnos a lo que se encuentra en el interior de un agujero negro: un punto de densidad infinita (implosión de una estrella masiva). Imposible, pues, describirlo con la relatividad general ni con ninguna de las leyes que rigen la mayor parte de nuestro cosmos. En nuestro universo hay "lugares" donde sabemos que no funcionan las leyes del universo conocidas. Quienes hayan visto Interestellar, de Christopher Nolan, aunque no hayan leído mucho sobre agujeros negros pueden hacerse una idea de lo que estoy comentando. De hecho, hay un libro sobre la física de la película que ya no es ciencia ficción: The science of interestellar. El libro se encuentra ahora mismo sobre mi mesa (lo tenía pedido a través del préstamo interbibliotecario). Será uno de los libros que tendré que estudiar. Kip Thorne es una de las mayores autoridades en realtividad y agujeros negros junto con Stephen Hawking, Roger Penrose y otros. No es un libro de ciencia ficción.

Que en los agujeros negros no nos valen las leyes conocidas del universo es algo que el gran relativista y astrofísico Kip Thorne no deja de recordarnos en su libro Agujeros negros y tiempo curvo, que acabo de leer y anotar de cara a mi investigación sobre agujeros negros para el TFM.

No habiendo leyes universales (válidas en cualquier lugar y tiempo de nuestro universo conocido) el problema al que aludía elías se evapora: el universo es dinámico y NO hay leyes universales (al menos de momento). Por lo menos no que se conozcan. Y en ese caso debemos hacer caso a Wittgenstein y "de lo que no se puede hablar hay que callar" (tomada en sentido literal no es, desde luego, el sentido que Wiitgenstein le daba a la expresión).

La cuestión de las leyes universales es en realidad la problemática abordada en eso que en física se denominan teorías del todo (TOE: Theories of Everything). Uno de los padres de la teoría de cuerdas, Leonard Susskind, y el carismático cosmólogo "presocrático" -siempre preguntándose por el funcionamiento del cosmos- Stephen Hawking (entre muchos otros) llevan detrás de ello desde hace muchos años. Una teoría del todo que se precie debería poder unificar la relatividad general con la mecánica cuántica; la teoría de lo infinitamente grande con la de los infinitamente pequeño. Pero ése es, en palabras de Jesús Mosterín en alguna página de su libro Ciencia viva (ahora mismo no lo tengo delante), el cisma de la física.

Así es que de momento no tenemos leyes universales -teorías del todo- que nos describan en su totalidad el funcionamiento de un cosmos efectivamente cambiante (Heráclito).

Saludos cordiales, Herrgoldmundo. :) B)
David Feltrer Bailén Esta dirección electrónica esta protegida contra spam bots. Necesita activar JavaScript para visualizarla
Graduado en Filosofía (UNED - febrero de 2016)
Estudiante del Máster en Filosofía Teórica y Práctica (UNED - octubre de 2018)
Estudiante del Grado en Geografía e Historia (UNED)
Última Edición: 23 May 2016 17:58 por Conrado.
El administrador ha desactivado la escritura pública.
Los siguientes usuarios han agradecido: alekhine, Papageno, Herrgoldmundo, Silvanus, Nemes

Cosmos trinitario vs Cosmos Unitario 24 May 2016 09:29 #36611

  • Herrgoldmundo
  • Avatar de Herrgoldmundo
  • DESCONECTADO
  • Aristotélico
  • Yo y mis circunstancias
  • Mensajes: 411
  • Gracias recibidas 435
Hola Conrado.

Dices:
En realidad eso de las leyes es un invento terrícola de la especie humana. Es un invento cultural. Las leyes describen el funcionamiento del cosmos.

Bien, te "compro" tu explicación. Pero a mí no me interesa saber qué son las leyes, ni cuáles son las leyes que rigen el Universo. Como tú mismo has reconocido, las leyes tan solo son "invenciones" humanas para explicar cómo funciona el Cosmos. Yo solo quiero saber el porqué, quiero conocer el fundamento último que, valga la redundancia, fundamenta y da sentido a toda la realidad (Cosmos, mundo, ser humano, vida...)

Yo me pregunto: ¿por qué el ser humano se insta a buscar, inventar o descubrir leyes o explicaciones? Pues porque necesita fundamentar su existencia; necesita llegar a un conocimiento último y radical que le tranquilice, que le aleje de la angustia y le proporcione un sentido: una razón para vivir.

Y me hago preguntas instado por un problema, al que yo me refiero, e intuyo que es al que se refería Elías, que es un problema teologal; y lo es porque nos insta a preguntarnos por el fundamento último de toda la realidad-fundamento (Cosmos).

Todos, tú también Conrado, estamos obligados a enfrentarnos a este problema teologal, y todos lo hacemos, porque todos buscamos y construimos nuestros propios sentidos de vida; todos nos fundamentamos a través de diferentes vías que son, en definitiva, distintas opciones o maneras de resolver dicho problema teologal: vía científica, vía filosófica, vía religiosa, vía mística, vía artística...

Tú optas por la vía científica. Perfecto, nada que objetar. Pero Elías, como yo mismo, optamos por la vía filosófica o metafísica.
Recurrir a la metafísica, en mi parecer, no es mejor ni peor, ni más racional o irracional que recurrir a la ciencia para enfrentar el problema teologal.

Una vez enfrentamos el problema teologal, relativo a nuestra necesidad de fundamentarnos a nosotros mismos, no tenemos más remedio que preguntarnos por el fundamento último de "tot plegat". Es entonces cuándo surge la pregunta radical:

¿Por qué somos algo más que nada?

Y tú contestas:
En cuanto a por qué existe algo en lugar de nada, suponiendo que eso de la nada sea posible (el vacío absoluto no existe en nuestro cosmos => lo que denominamos vacío es en realidad una espuma cuántica en plena efervescencia), te recomiendo la lectura del libro del astrofísico (filósofo, en sentido clásico) Lawrence Krauss, Un universo de la nada. Fue una de mis fuentes para el TFG y lo seguirá siendo para el TFM. En el origen de la pregunta se encuentra la física del falso vacío y los campos de Higgs.

No se trata de conocer, saber o tener certeza sobre si la Nada es o no posible. No es esta la cuestión que planteo, ni la que planteó Heidegger ni la que ha planteado Elías.
Tú puedes, una vez más, definir la Nada como mejor te plazca, o como creas que mejor lo haga el autor de turno. Demos por sentado que el vacío sea esa espuma cuántica en plena efervescencia a la que aludes. ¿Y? La cuestión es el porqué, por qué el ser humano distingue entre algo y nada; qué le insta a preguntarse por la "nada". ¿Por qué el ser humano necesita respuestas?
¿Qué hace que el ser humano sienta y viva el problema teologal? O, para que no haya lugar a confusión entre lo teológico y lo teologal: ¿qué se apodera del ser humano para que éste sea consciente de que algo y nada sean antagónicos?

Vuelves a confundir la cuestión teologal planteada por Zubiri (expuesta por Elías), que es también la cuestión por el sentido del ser a la que se refiriera Heidegger, con una teoría o explicación teológica:

Siempre estará el típico teólogo que desde su cómoda posición de no tener que demostrar nada con arreglo al método científico espetará que las condiciones iniciales de surgimiento del cosmos fueron las que "debían" ser porque hay algo así como un diseñador que las hizo posibles. Bien, pero con eso no se está demostrando que efectivamente exista ese diseñador o creador

La vía teológica (religiosa) da por supuesta la realidad de Dios. No así la vía metafísica, que se enfrenta al problema teologal preguntándose por diferentes posibilidades para dar respuesta a dicho problema. Así, vuelves a referirte al típico teólogo, pero el texto de Elías pretendía, claramente, confrontar (no enfrentar) la vía filosófica (metafísica) con la vía científica. Eres tú en todo momento, Conrado, quien tira de prejuicios, insistiendo en interpretar la cuestión planteada por Elías (Zubiri) como una cuestión teológica y/o religiosa.

Si la conceptuación problema teologal te confunde (es normal) reinterprétala como problema existencial. Es lo que yo hago.

Una vez afrontamos el problema existencial, en busca del sentido del Ser o del fundamento último, optaremos, como ya señalé, por resolverlo o darle respuesta a través de diferentes vías. Todas ellas perfectamente válidas. No es que Elías rechazara la vía científica, sino que, al contrario, se limitó a evidenciar que dicha vía, como la metafísica, tampoco podía responder a la pregunta última radical: ¿por qué somos algo más que nada?

Y, por fin, Conrado, estamos de acuerdo en algo:
Antiargumentar de esa manera supone más bien una cuestión de fe: "tengo fe en que un Dios todopoderoso hizo posible que las condiciones iniciales del falso vacío y los campos de Higgs fuesen las que "debían" ser para el surgumiento del cosmos tal y como lo conocemos". Pues vale. La ciencia no puede afirmar ni negar eso. Es una cuestión de fe

Efectivamente, escoger una opción (una vía de conocimiento) no deja de ser un acto de entrega, es decir, un acto de fe en la esperanza de poder encontrar la respuesta última o radical. Tanta fe, en mi opinión, tiene el científico como el religioso, solo que el primero creerá en la diosa Razón (la ciencia) y el segundo en un Dios que, atención, podrá ser considerado realidad-objeto o fundamento absoluto de la realidad-fundamento. Son dos acepciones muy distintas de Dios que ahora tampoco es cuestión de matizar.

Un saludo B) (las gafas de sol me quedan mucho mejor que a ti).
Última Edición: 24 May 2016 09:35 por Herrgoldmundo.
El administrador ha desactivado la escritura pública.
Los siguientes usuarios han agradecido: Conrado, Papageno

Cosmos trinitario vs Cosmos Unitario 24 May 2016 11:37 #36613

  • Silvanus
  • Avatar de Silvanus
  • DESCONECTADO
  • Escolástico
  • Mensajes: 1507
  • Gracias recibidas 2474
Un saludo.
Última Edición: 31 Jul 2022 12:15 por Silvanus.
El administrador ha desactivado la escritura pública.
Los siguientes usuarios han agradecido: Conrado, Herrgoldmundo

Cosmos trinitario vs Cosmos Unitario 24 May 2016 13:57 #36614

  • Herrgoldmundo
  • Avatar de Herrgoldmundo
  • DESCONECTADO
  • Aristotélico
  • Yo y mis circunstancias
  • Mensajes: 411
  • Gracias recibidas 435
Silvanus, suscribo tu comentario.
Pues sí, no se trata de negar ninguna vía, pues todas ellas son racionales en tanto que humanas. De hecho, y vuelvo a insistir en este punto, el problema teologal, o problema existencial, no tiene por qué abordarse, necesariamente, a través de la vía teológica. Esto es lo que intenté explicarle a Conrado.

Un saludo.
El administrador ha desactivado la escritura pública.
Los siguientes usuarios han agradecido: Conrado

Cosmos trinitario vs Cosmos Unitario 24 May 2016 15:32 #36615

  • Conrado
  • Avatar de Conrado
  • DESCONECTADO
  • Escolástico
  • Mensajes: 5941
  • Gracias recibidas 4773
Herrgoldmundo escribió:
Bien, te "compro" tu explicación. Pero a mí no me interesa saber qué son las leyes, ni cuáles son las leyes que rigen el Universo. Como tú mismo has reconocido, las leyes tan solo son "invenciones" humanas para explicar cómo funciona el Cosmos. Yo solo quiero saber el porqué, quiero conocer el fundamento último que, valga la redundancia, fundamenta y da sentido a toda la realidad (Cosmos, mundo, ser humano, vida...)

Yo me pregunto: ¿por qué el ser humano se insta a buscar, inventar o descubrir leyes o explicaciones? Pues porque necesita fundamentar su existencia; necesita llegar a un conocimiento último y radical que le tranquilice, que le aleje de la angustia y le proporcione un sentido: una razón para vivir.

Y me hago preguntas instado por un problema, al que yo me refiero, e intuyo que es al que se refería Elías, que es un problema teologal; y lo es porque nos insta a preguntarnos por el fundamento último de toda la realidad-fundamento (Cosmos).

Todos, tú también Conrado, estamos obligados a enfrentarnos a este problema teologal, y todos lo hacemos, porque todos buscamos y construimos nuestros propios sentidos de vida; todos nos fundamentamos a través de diferentes vías que son, en definitiva, distintas opciones o maneras de resolver dicho problema teologal: vía científica, vía filosófica, vía religiosa, vía mística, vía artística...

En general estoy de acuerdo con todo esto que dices. Básicamente la búsqueda de ese fundamento último podría resumirse en la siguiente pregunta: ¿por qué hay algo en lugar de no haber nada? O bien: ¿por qué hay un cosmos? Yo me refugio en libros de ciencia (filosofía de ciencias) y filosofía (filosofía de letras) para intentar hallar respuestas. Pero no me atormento por no hallarlas todas. Más bien sigo leyendo y ya está.

Está claro que por la vía científica (empleará la palabra ciencia como sinónima de filosofía) no podemos responder a eso. Lo máximo que se puede decir desde la ciencia lo encontré en uno de los libros de Stephen Hawking, creo que en The Great Design (2010): "estamos aquí debido a la imperfección. En los momentos iniciales no todas las partículas estaban simétricamente repartidas. Si así hubiese sido, todas las fuerzas (entonces unificadas) se habrían anulado entre sí. De este modo es como la gravedad pudo actuar y dar lugar a la maravilla del cosmos de hoy". No es literal, es de memoria.

Ahora bien, debido a la naturaleza humana, queremos saber más de lo que podemos conocer por vía de la razón. De momento la ciencia no puede responder al por qué último. Sin embargo -y esto es lo que yo reivindico en este hilo- ello no debería ser óbice para echarnos en manos de ningún tipo de fideísmo o, peor aún, de deslegitimar el avance científico sólo porque, admitámoslo, normalmente no lo comprendemos. Y como no lo comprendemos, porque eso de la física es muy difícil, no deberíamos sin más despreciar el avance científico en pos de una filosofía muertísima (y eso ya es un hecho objetivo) que se niega a aceptar su mediocridad (esto es un juicio de valor) con la excusa de que la ciencia no puede fundamentar las preguntas últimas.

No olvidemos que muchas de las preguntas que ahora no tiene respuesta científica (filosófica) podrían tenerla mañana, el mes que viene o dentro de varios años. Y así, en fechas recientes se ha detectado el bosón de Higgs (el cuanto que da masa a la materia) o las ondas gravitatorias no primordiales.

Herrgoldmundo escribió:
Tú optas por la vía científica. Perfecto, nada que objetar. Pero Elías, como yo mismo, optamos por la vía filosófica o metafísica.
Recurrir a la metafísica, en mi parecer, no es mejor ni peor, ni más racional o irracional que recurrir a la ciencia para enfrentar el problema teologal.

En esto no estoy de acuerdo. Diferimos en nuestra concepción de Filosofía. La tuya es la de la escisión entre ciencia y filosofía, es decir, la de la separación entre letras y ciencias. Y excuso decir que yo me las veo y me las deseo para intentar mantenerme al margen de esa concepción prejuiciosa que tanto daño ha hecho tanto a lo que hoy en día llamamos ciencia como a lo que denominamos filosofía. Recuerdo que Isaac Asimov (entre muchos otros) se referido a ello en la introducción de varios de sus libros de vilgación científica (no en los de ciencia ficción.

La definición que filosofía que yo manejo es la más tradicional: filosofía y ciencia son exactamente lo mismo. Nuestros científicos de hoy eran los filósofos de ayer. Lo que a día de hoy denominamos física era filosofía natural hasta el siglo XVII.

De hecho, es la visión de la filosofía que tienen los departamentos de lógica, historia y filosofía de la ciencia. Hace sólo uno días lo comentaba el profesor de Filosofía de la Ciencia Cristian Saborido en su breve intervención ¿Qué es la Filosofía de la ciencia? a propósito de las VI Jornadas de Investigación: Pensar las Humanidades (diciembre de 2015). Que en definitiva es la filosofía entendida tal y como la describe José Manuel Sánchez Ron en La nueva ilustración, publicación ganadora de un importante premio (aunque esto último es lo de menos)

Soy consciente de que vivimos en un mundo de saberes escindidos e independizados. Pero eso es una cuestión de burocracia universitaria para organizar de alguna manera los estudios superiores.

La tradición filosófica analítica no concibe esa separación tan a lo navaja de Ockham entre estudios de ciencia y estudios de letras. Por tanto, aunque catalogamos a alguien como S. Hawking como físico y cosmólogo (eso eran Galielo, Newton, los presocráticos y un largo etcétera de filósofos), en sentido clásico es un pedazo de filósofo. Recononozcamos, no obstante, que es muy difícil ser un filósofo a lo Jesús Mosterín, por ejemplo. Es muy difícil saber física, matemáticas, ética, metafísica y etc.

Es un hecho objetivo que la filosofía tal y como se define y se enseña en los ambientes continentales, prácticamente escindida de las ciencias (filosofías) empírico-matemáticas, es un cadáver andante (hecho objetivo). Y lo es por culpa suya en exclusiva, y no por culpa de este o aquél Ministro o ideología política o económica.

Y en otro orden de cosas, a lo mejor debemos empezar a conformarnos con menos cuando nos preguntamos por el fundamento último de la existencia humana. No digo que debamos sin más rechazar la pregunta por el fundamento último. Ahora me estoy acordando de una cita de Manuel Fraijó. De hecho, mi TFG finalizaba justamente con la siguiente reflexión a cuento de la búsqueda de una teoría del todo, que en ciencia sería lo más parecido a una fundamentación última de la realidad:

"En mi opinión creo que a veces hay que conformarse con menos. Esto no implica que deba dejar de impulsarse la investigación científica. Más bien me refiero a esos cosmólogos que, ante la falta de evidencias observacionales sobre el universo «opaco», ya están mirando alternativas que tampoco acumulan demasiadas evidencias observacionales. Al igual que algunos cosmólogos, Nietzsche era uno de esos pensadores que no se conformaba con algo, sino que lo quería todo. Tal vez algunos cosmólogos, y en particular los teóricos de cuerdas o de teorías del todo, deberían tomar nota de lo que W. Dilthey espetaba a un alma tan ambiciosa como la de Nietzsche: «[A diferencia de Nietzsche] Dilthey se reconcilia con lo que la vida da de sí. Acepta la finitud, la inmanencia, lo relativo. Asume que hay lo que hay. Por supuesto, le gustaría romper la jaula y asomarse a otros horizontes más dilatados, pero es bien consciente de que es imposible. Sólo tenemos acceso a lo fragmentario, a lo parcial. Nuestra visión sólo alcanza a contemplar las partes. El todo nos está rigurosamente vedado. Pero esa amarga constatación no condujo a Dilthey a la desesperación. Su temple vital fue siempre sereno, amable y resignado. Aceptó la finitud humana y se instaló dignamente en ella, sin gritar como Nietzsche, sin huir a las montañas, sin crear profetas desmedidos como Zaratustra, sin recurrir a la ilusión del superhombre, sin refugiarse en dioses embriagadores como Dionisos. La inquietud de Dilthey es limitada; en cambio, la de Nietzsche se desbordó» . Un poco de prudencia, pues, nunca le ha venido mal a nadie. Pero la prudencia no tiene por qué estar reñida con el optimismo."

Como ves, Herrgoldmundo, yo no he dejado al margen las cuestiones del fundamento último (no puedo). Pero que la ciencia no tenga todas las respuestas no debería ser excusa para desacreditarla. Y menos para echarse en manos de ningún fideísmo religioso o filosófico-especulativo.

Herrgoldmundo escribió:
No se trata de conocer, saber o tener certeza sobre si la Nada es o no posible. No es esta la cuestión que planteo, ni la que planteó Heidegger ni la que ha planteado Elías.
Tú puedes, una vez más, definir la Nada como mejor te plazca, o como creas que mejor lo haga el autor de turno. Demos por sentado que el vacío sea esa espuma cuántica en plena efervescencia a la que aludes. ¿Y? La cuestión es el porqué, por qué el ser humano distingue entre algo y nada; qué le insta a preguntarse por la "nada". ¿Por qué el ser humano necesita respuestas?
¿Qué hace que el ser humano sienta y viva el problema teologal? O, para que no haya lugar a confusión entre lo teológico y lo teologal: ¿qué se apodera del ser humano para que éste sea consciente de que algo y nada sean antagónicos?

Que sí, que estoy de acuerdo. Yo lo único que te espeto es el hecho de que aunque filosofía en sentido tradicional -la ciencia de hoy- no tenga todas las respuestas a las preguntas sobre el fundamento último no implica que debamos plegarnos de brazos y volver la mirada a, por ejemplo, los escritos religiosos de hace más de veinte siglos (no digo que nadie lo haya sugerido). La especulación metafísica me parece del todo necesaria. Es más, las mejores teorías sobre el cosmos han empezado así: mediante una especulación metafísica. Y luego hemos ido viendo que algunas de ellas se han ajustado a las observaciones experimentales. Un ejemplo paradigmático no es sólo la teoría de la inflación de A. Guth después mejoradada por A. D. Linde, también lo es la hipótesis de la nebulosa de Kant de su Teoría del cielo de 1755 (período precrítico), que fue luego mejorada por Laplace.

Lo que yo no concibo, tal vez por ídolos personales, es remitirme a la teología para buscar el fundamento último. Eso para mí es historia. Como homo metaphysicum que soy (como diría el profesor Martínez, y estoy de acuerdo), no puedo quedarme al margen de las preguntas por el fundamento último. Pero yo no necesito recurrir a explicaciones teológicas, todas ellas muy respetables y estimulantes, sino que prefiero preguntar a la ciencia y la metafísica. Y no me importa, como decía Fraijó de Dilthey y a diferencia de Nietzsche, no tener respuesta a todas mis preguntas (¿acaso la teología las tiene?). Seguiré leyendo sobre las últimas investigaciones científicas sin vivir atormentado a lo Unamuno o Lutero.

Herrgoldmundo escribió:
Vuelves a confundir la cuestión teologal planteada por Zubiri (expuesta por Elías), que es también la cuestión por el sentido del ser a la que se refiriera Heidegger, con una teoría o explicación teológica:

Lo dudo. De todos modos mis pretensiones a la hora de leer cosmología tampoco son las de encontrar el fundamento último, sino estar al día del estado de la cuestión. Así es como, poco a poco, me iré acercando a eso que denominamos "el fundamento úlltimo" que, como te decía, me parece algo excesivamente ambicioso y codicioso, intelectualmente hablando. Y no es que yo no me pregunte por dicho fundamento, pero creo que no haríamos mal en empezar a ser conscientes de nuestras limitaciones cognitivas. De hecho, ésa fue precisamente la tarea que se propuso Kant es su Crítica de la razón pura (1781 y 1787).

Herrgoldmundo escribió:
La vía teológica (religiosa) da por supuesta la realidad de Dios.

Lo sé. Pero, francamente, no me interesa la vía teologal más allá de un conocimiento general a modo de tener algo de cultura. Y la religión lo es, por supuesto.

Ahora bien, no puedo estar más de acuerdo con la idea kantiana de las aporías, antinomias y contradicciones en las que caemos cuando intentamos acceder a la idea de Dios (una parte del noúmeno junto con las ideas de mundo y alma) desde del entendimiento (que no de la razón -> dialéctica trascendental). A Dios no se accede por la vía científica. Es, en definitiva, una cuestión de fe. En mi vida no hay lugar para las cuestiones de fe (más allá de la creencia en los "derechos" de los animales y la unidad de España como dogmas cuasi religiosos, no racionales, lo reconozco, y otros también deberían reconocer sus prejuicios). Soy cristiano, sí, y siempre defenderé el catolicismo (visto lo que hay en otros países). Pero no por cuestiones trascendentales ni relacionadas con verdades últimas, en las que no creo, es decir, en las que no tengo fe (fundamentalemante por cuestione de ética y de unidad nacional). De la religión cristiana sólo me interesan las cuestiones éticas que se derivan de ella. Me sobran los dioses y toda la capa trascendente.

Herrgoldmundo escribió:
Tanta fe, en mi opinión, tiene el científico como el religioso, solo que el primero creerá en la diosa Razón (la ciencia) y el segundo en un Dios que, atención, podrá ser considerado realidad-objeto o fundamento absoluto de la realidad-fundamento. Son dos acepciones muy distintas de Dios que ahora tampoco es cuestión de matizar.

No estoy de acuerdo del todo. Efectivamente el filósofo, insisto, el científico de hoy en día, tendrá que confiar en la "diosa" razón. Pero, a diferencia del teólogo, al científico no le vale con el mero acto de fe. Por más que el filósofo crea en la diosa razón, no le vale sólo con el mero acto de fe en ella. En ciencia existe algo denominado método científico. Y todas aquellas explicaciones que no se ajusten a él quedan excluidas. Dicho de otro modo: el filósofo cree en la diosa razón, sí, pero es perfectamente consciente de que ésta puede no llegar a manifestarse. El teólogo, en cambio, tiene fe ciega en sus dogmas, que normalmente considera como verdades absolutas (teología dogmática). Normalmente el teólogo puede, a lo Lutero, aferrarse a la sola fe. No tiene que demostrar nada de manera manifiesta. Y debemos reconocer que eso es muy cómodo.

Por ejemplo: el teólogo puede decir: "estoy convencido de la existencia de un creador primordial que se encuentra al margen del espacio y del tiempo". Y se queda tan freso. No lo tiene que demostrar. A lo sumo tratará de dar una explicación verosímil con su lógos interno (como los mitos de Platón) en plan teología natural: "como la ciencia no tiene explicación para el origen del universo, pues de ahí se "deduce" que ha de existir un ser supremo". Vale. Pero al filósofo Stephen W. Hawking eso no le vale por aquello del método científico gracias al cual, por cierto, podemos estar teniendo este debate en la distancia.

Herrgoldmundo escribió:
Un saludo B) (las gafas de sol me quedan mucho mejor que a ti).

¿Te refieres a unas Ray-Ban verdes de guardia civil que tenía? Si es así, ¿dónde has visto la foto? Creo que la tuve puesta hace un tiempo en los foros oficiales de la UNED. No sé si por estos lares la llegué a usar a modo de imagen de avatar. Creo que no. En cualquier caso, se trata de una foto que me hicieron un 12 de octubre en Monjuic, en un acto de homenaje a la bandera (hace años que ya no voy).
David Feltrer Bailén Esta dirección electrónica esta protegida contra spam bots. Necesita activar JavaScript para visualizarla
Graduado en Filosofía (UNED - febrero de 2016)
Estudiante del Máster en Filosofía Teórica y Práctica (UNED - octubre de 2018)
Estudiante del Grado en Geografía e Historia (UNED)
Última Edición: 24 May 2016 18:32 por Conrado.
El administrador ha desactivado la escritura pública.
Los siguientes usuarios han agradecido: Herrgoldmundo
Tiempo de carga de la página: 0.304 segundos