elías escribió:
No entiendo muy bien lo que quieres decir con eso de que es sólo observacional. Supongo que también será únicamente observacional la física cuántica. ¿Qué quieres decir con eso de que es únicamente observacional?
En fin...
Lo de más arriba no me lo he inventado yo. Es una apreciación que ya me hizo un catedrático de historia de la ciencia el curso pasado. Pero es que además es lo que me acabo de encontrar en una
publicación de reciente aparición de un autor, por cierto, de orientación religiosa:
"¿Es la cosmología una ciencia? Y si lo es, ¿qué clase de ciencia? En este caso, resulta de entrada más fácil decir algo en relación con la segunda pregunta que con la primera. Pues claramente no estamos ante una ciencia experimental, salvo que podamos considerar como experimentos las simulaciones de ordenador. En el ordenador podemos generar todo tipo de «universos», y experimentar con ellos: universos con las leyes conocidas de la física, o con otras diferentes; con el valor observado de las constantes de la naturaleza, o con otros valores; con tales o cuales condiciones de contorno. Ahora bien, realmente nada nos asegura que las simulaciones informáticas de escenarios cosmológicos tengan algo que ver con el universo real. En el fondo, una simulación no es más que una forma de experimento mental. Y un experimento mental no es un experimento real, ni puede sustituirlos16.
De manera que al situar la cosmología física en el contexto de las ciencias, tendremos que colocarla entre las ciencias observacionales, no entre las experimentales. No obstante, este destino lo comparte con otras ramas muy respetables de la física, empezando por la práctica totalidad de la astrofísica (salvo por lo que se refiere al estudio de algunos objetos del Sistema Solar), la meteorología, y buena parte de la geofísica... y eso por no mencionar ejemplos ae otras ciencias. Simplemente ocurre que hay muchos objetos que son demasiado grandes, o estás demasiado lejos, como para poder realizar experimentos de laboratorio con ellos
".
SOLER GIL, Francisco José (2016),
El universo a debate. Una introducción a la filosofía de la cosmología, Biblioteca Nueva, Madrid, pp. 43-44.
elías escribió:
En fin, cómo que hipótesis físicas sobre el papel. Las hipótesis físicas no estarán verificadas pero son verificables. Es que si no son verificables entonces no son hipótesis físicas. Verás, el que algo sea plausible no lo convierte en científico ( ciencia moderna). Para algunos la existencia de Dios puede ser plausible y que yo sepa nadie diría que por ello se está hablando de una teoría científica. Como para otros el universo reposa sobre sí mismo y no por ello podemos decir que también se trata de una teoría científica.
Y en este punto disiento contigo. Y disiento porque la inmensa mayoría de las teorías cosmológicas no es que no estén verificadas sino que son inverificables al día de hoy. Por tanto no es que sean hipótesis físicas sobre el papel sino que siendo hipótesis no son científicas sino metafísicas. Es que si alguien me dice que posee una teoría que me habla de multiuniversos o de un universo de 11 dimensiones para a continuación decirme que esos otros universos no pueden ser detectados o que no se puede tener acceso al resto de dimensiones pues entonces esta teoría no es una teoría científica.
Te convendría leer un poco para reciclarte.
La tipografía de la cita siguiente es mía:
"La negación de que el universo constituya un objeto de la experiencia fue muy popular en los siglos XVIII y XIX, sobre todo a partir de la defensa por parte de Kant de esta tesis, en su
Crítica de la Razón Pura. Sin embargo, el éxito del modelo estándar de la cosmología actual ha restado mucho atractivo a esta posición. Según Kant, el hecho de que el universo no constituye en realidad un objeto se mostraría en que la razón, al tratar de concebirlo, inevitablemente llega a conclusiones contradictorias sobre sus rasgos principales: las denominadas por él «antinomias» de la razón. Sin embargo, lo que este autor consideraba como callejones sin salida de la razón pura,
han resultado ser en realidad argumentos dependientes de una determinada concepción del espacio y el tiempo. En palabras de Roberto Torretti:
«De acuerdo con Kant, la cosmología resulta afectada necesariamente por la siguiente antinomia: O el mundo tiene un comienzo en el tiempo, y ha de afrontar entonces la cuestión de qué hubo antes, o el mundo no tiene comienzo, y nos vemos lastrados con la idea de un pasado infinito que, sin embargo, se encuentra ahora completo. Gracias a la geometría diferencial moderna, la teoría general de la relatividad puede eludir los dos cuernos del dilema.» (Torretti, 1999: 80).
No podemos demorarnos más en este punto. Solo añadiré que no parece necesario (ni quizás tampoco conveniente) decidir de entrada, mediante el empleo de argumentos
a priori, si podemos considerar o no el universo como un «objeto empírico», y por tanto si se puede o no hacer cosmología. Desde luego, hay que conceder que la consideración de la cosmología —entendida como investigación del universo— como una rama de la física
requiere el postulado del universo como un objeto físico. Pero de esta ligadura pueden extraerse consecuencias en las dos direcciones. Es decir, que también cabe argumentar
a contrario sensu que la decisión de si se debe considerar o no el universo como un objeto dependerá de si la cosmología tiene éxito. La
cosmología física parte de una serie de datos tales como la oscuridad del cielo nocturno, el corrimiento al rojo de las galaxias —que parece aumentar de forma proporcional a su distancia—, la radiación cósmica de fondo, la densidad de radiofuentes a diversas distancias, la abundancia de helio y deuterio en el universo, etc. Que dichos datos puedan entenderse como experiencias de un objeto —el universo— dependerá de si logramos elaborar un modelo de tal entidad que esté libre de antinomias, que dé cuenta de los datos, y que nos permita predecir con éxito otros nuevos. En la medida en que la cosmología física actual sea capaz de proponer modelos cosmológicos así, el rechazo
a priori de la concepción del universo como un objeto de experiencia resultará implausible.
" (Soler Gil, 2016, pp. 45-46).
Llegados a este punto huelga recordar que el modelo de universo inflacionario está teniendo un rotundo éxito, vistas las coincidencias entre predicciones y observaciones, tal y como se han mostrado los resultados del Planck Surveyor lanzado en 2009. Y además, también han sido detectadas las primeras ondas de gravitación. Y la radiación gravitatoria era prácticamente la última predicción pendiente de confirmación experimental de la teoría de la relatividad general.
Pero es que eso no es todo. En cuanto al asunto de la falsabilidad a que has aludido en varias ocasiones:
"De hecho, buena parte de la confianza depositada en la actualidad en el modelo cosmológico estándar proviene de haber sido capaz de realizar una predicción exitosa de este tipo: la de la existencia (y propiedades) de la radiación cósmica de fondo.
Más aún, parece que el modelo estándar
podría ser falsado con relativa facilidad1, ante la presencia de determinados tipos de datos. Lo cual constituye una prueba bastante clara del
carácter científico del mismo. Y, por extensión, de la cosmología física. En palabras de Schneider:
«Un buen modelo físico siempre es también falsable. También en este sentido es el universo de Friedmann-Lemaître un modelo muy bueno, puesto que podría verse en serias dificultades, si no abandonado, por una sola observación. Sería incompatible con el modelo,
1. el que el contenido de helio de una nebulosa o una estrella de pequeña metalicidad estuviera claramente por debajo del 25 por 100;
2. el que pudiera comprobarse que uno de los neutrinos posee una masa en reposo de > lOOeV;
3. el que una fuente con líneas de emisión con corrimiento al rojo ze poseyera líneas de absorción con corrimiento al rojo za» ze;
4. el que los parámetros cosmológicos fueran tales que t0 < 10 Gyr». (Schneider, 2006: 171).
En definitiva, y aunque la discusión de este asunto sigue abierta,
los adversarios de la cientificidad de la cosmología no han presentado hasta ahora —a mi modo de ver— ningún argumento que permita excluir por cuestión de principio la existencia de una ciencia del universo como totalidad.
1Este hecho puede ser considerado también desde la perspectiva inversa, señalando que el mayor soporte de nuestra confianza en la cosmología actual se debe a la superación de numerosos tests observacionales mediante los que se ha puesto a prueba la consistencia de las diversas las afirmaciones del modelo cosmológico estándar con lo que los astrofísicos han ido averiguando independientemente acerca de las estrellas, de la dinámica y la estructura a gran escala, de la composición química de los distintos objetos cósmicos, etc. Este éxito reiterado anima a pensar que el modelo cosmológico estándar encaja muy bien con los datos de la astrofísica. En palabras de Stóckler: «Los enunciados de la astrofísica y de la cosmología encajan sorprendentemente bien, de manera que esa consistencia nos proporciona una remarcable confianza en los resultados» (Stóckler, 2007: 88-89).
" (Ibíd., pp. 47-48).
Y ahora sí que lo dejo, elías. Aquí sólo yo recurro a los libros de los que saben infinitamente más que tú y que yo. Tú, por el contrario, te dedicas sólo a verter lo que recuerdas de tus lecturas de la adolescencia sin aportar ni una sola fuente que apoye tus tesis. Es decir, el debate, por tu parte, no es científico, mira por dónde.
Además, vista tu actitud en éste y otros hilos (falacias
ad hominem incluidas), no creo que lo que puedas leer en ningún libro te sirva de nada si no coincide con lo que dijo Zubiri hace 80 ó 90 años.
Por lo demás, saludos cordiales.