Grandes aporaciones, compas!!
Respecto a lo que comentan Leira y rdomenech sobre el manual, yo diría que, efectivamente, situar la mirada sobre temas (por ejemplo, esencia-apariencia, etc.) y desde ahí ir desgranando a los grandes filósofos que han aportado algo al tema, hace que sea más duro. Creo que se queda a medias de todo precisamente por eso. Pensemos cuántas páginas tiene cada tema, y comparémoslo, por ejemplo, con el manual de Corrientes, donde cada tema lleva 150 páginas o más. El de Metafísica quiere abarcar mucha densidad de conceptos e ideas en poco espacio, y, sin embargo, la de Corrientes quiere ahondar en cada uno de los fenonemólogos y hermeneutas que toca. El de Metafísica lo toca todo sin entrar realmente a nada. Creo que ese el problema. Me quedo, sin embargo, con la bibliografía que pone al final de cada tema. Yo descubrí libros que ahora me están sirviendo para mi TFG.
¡Estoy totalmente contigo, cuervo ingenuo, en lo del "complejo"! El problema de la filología y de lo que ha traído Heidegger creo que es ese. He leído bastantes artículos o trabajos en general de profesores de filosofía, que redundan una y otra vez, por ejemplo, en buscar la "verdad" de un concepto en virtud de la raíz de una palabra, al modo heideggeriano del origen, el volver a evaluar la metafísica desde Grecia, etc. Creo que desenfoca, y deja de ser una filosofía creadora, para contentarse con una presentación más científica, sin, obviamente, conseguirlo. A lo sumo es una demostración de erudición filológica, pero poco más veo en ello, siempre bajo mi modo de entender la Filosofía. Lo de las fórmulas en Marzoa es para llorar, sinceramente. Claro que esto supone partir de una idea de lo que es o ha de ser la filosofía. ¿Ha de ser explicativa, creadora, simple comentario a textos, acaso una historiografía, o qué posición asume? Cada uno tenemos la nuestra y cada autor también.
Al respecto de todo esto, en la entrevista con el profesor Rosales (gran forma que tiene de evaluar, por cierto), al hablar al final de todo, pues traslució y se dio cuenta de que yo tiendo más a Nietzsche, a Platón, a Dante, incluso a María Zambrano, que me gusta esa forma de pensar y de hacer filosofía. Pues respondió diciendo que él, obviamente, iba por otro lado: más Spinoza, Kant, Hegel, etc. Es decir, un modo más "científico", frente al otro que sería más "poético". Pues ahí estamos. Desde mi lado, esa forma es árida, ni siquiera creo que asuma los presupuestos de la vida, que para mí es creadora e interpretativa, perspectivista. Para el otro lado, un Nietzsche es "simplemente" un poeta, un irracional, etc.
Xna, ¿dónde la erudición deja de ser ocultación y expresión de un complejo de inferioridad ("escribo así para crear un abismo y distanciarme del resto, como "plebe"), para convertirse en creación misma, en la plasmación del gran estilo?
Saludos!