rdomenech31 escribió:
Xna escribió:
Hola.
En el lenguaje acontece la realidad y el pensamiento se mostrará a sí mismo como reflexión de la cosa sobre sí misma. Por eso lenguaje y pensamiento están atados y el pensar es un decirse. El lenguaje lo es de las descripciones y es así instrumental, pero también es un lenguaje reflexivo que se pliega sobre sí mismo. Dicho esto y desde este ángulo me voy a atrever a expresar que hay una identidad del ser/pensar/hablar.
Comentaba esto no hace mucho en otro espacio con un compañero y propuso una metáfora muy bella además de ilustrativa: “el pensamiento y el lenguaje son como las notas musicales y la música, ¿alguien podría distinguirlas?
Me parece muy difícil justificar la identidad del ser con el pensar. Dejando de lado por un momento la cuestión de si el pensamiento es lengaje, lo que me parece claro es que la conciencia no es lenguaje y que
puede haber conciencia sin lenguaje. Yo puedo sentir dolor o ver algo sin que el lenguaje intervenga.
Se puede argumentar apelando a la idea que ha señalado Silvanus de que todo es interpretación y de que la interpretación es lingüística, pero, ¿en que sentido es lenguaje la interpretación? Supongamos que veo una casa. Es cierto que nada más verla la interpreto como casa. No veo un conjunto de formas, veo una casa. Esto se ve muy claro en el fenómeno de la percepción multiestable (esas imágenes ambiguas en las que se ven dos cosas, por ejemplo, esa de la copa y las dos caras que creo que todos conocemos). En esas imágenes vemos una de las imágenes o la otra, siempre interpretamos. Pero no veo que esa interpretación sea lingüística. En mi ver una casa no tiene por qué intervenir el lenguaje, no tengo por qué decirme a mí mismo la palabra "casa".
Podrá decirse, como ha sugerido Silvanus con respecto a mis ejemplos, que lo que sucede entonces en nuestra mente tiene estructura lingüística, que la interpretación tiene estructura lingüística. Pero eso (que yo no veo tan claro que sea cierto) sólo quiere decir que vemos ciertas coincidencias entre la estructura de lo que sucede en nuestra mente y la estructura del lenguaje. Si eso fuera cierto faltaría mostrar que la estructura mental está determinada por la lingüística. A
mí me parece más de sentido común pensar que es la estructura lingüística la que está determinada por la mental.
Cuando se habla de lenguaje, al menos desde la idea nietzscheana, no se apela a un ente que existe fuera o que sea como un "ente" en general, y que ese Lenguaje nos forme. Es algo interno, en el sentido de esquematizar, simplificar, interpretar. Lo que se plantea es la existencia de algo como "conciencia", "yo", "sujeto", porque eso ya es interpretación, es fe.
Dice Nietzsche:
"
Si se piensa es que hay algo que piensa: a esto se puede reducir la argumentación de Descartes. Pero esto equivale a admitir como verdadero "a priori" nuestra creencia en la idea de sustancia. Decir que, cuando se piensa, es preciso que haya algo que piensa, es un poco la formulación de un hábito gramatical. Aquí anunciamos, resumiendo, un postulado lógico metafísico, sin contentarnos con comprobar..."
Fíjate que dice "es un poco como....". Pero lo verdaderamente problemático es la idea de sustancia que se asume cuando se habla de "conciencia", de "yo", etc. Como en el lenguaje. Necesitamos esquematizar, engañarnos, para poder vivir, y ahí entra toda superficialidad que somos. Lo que llamamos "conciencia" no es sino superficie, algo muy tardío, muy esquematizado, una apariencia. Por eso dice Nietzsche:
"Todo lo que se instala en la conciencia como unidad es algo enormemente complejo, y lo único que logramos es una apariencia de unidad."
Tú dices: es la conciencia ("lo mental") lo que crea el sujeto-objeto en el lenguaje. Pero Nietzsche diría que ya partes de un "a priori": la idea de sustancia, de sujeto, de esa mente, y de ahí proyectas (proyectamos) a toda la realidad. Por eso pone el ejemplo del lenguaje y de la filología: es una mala lectura, es el hábito lingüístico.
Otro ejemplo que pone, y que tiene que ver con su idea de lo que ha de ser un "espíritu libre", es el del relámpago y el trueno (creo que en "Más allá del bien y del mal", no recuerdo exactamente). Decimos: "El relámpago ha tronado". Y separamos lo hecho del "hacedor", sujeto y predicado. Nietzsche dice: no, no hay tal separación. Todo es efecto. Y por eso, con ello, se une la idea de Eterno Retorno, etc., pero eso sería otra.
Repito que, como toda Filosofía, cada uno de nosotros nos enmarcamos en una idea total acerca de la vida. Así que pensamos y evaluamos la realidad desde distintas ideas, desde nuestra filosofía. Es difícil llegar a una "verdad". Y a mi modo de ver, ni siquiera existe.
Saludos.