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TEMA: La neutralidad del Dasein de Heidegger

La neutralidad del Dasein de Heidegger 29 Dic 2023 14:33 #80828

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En el anterior texto explicaba qué significa la existencia en el Dasein. Es su esencia, su definición. Existencia refiere a “ex -sistere” = “salir de sí”. Dasein es el ente cuya esencia es su existencia. El texto de Ser y tiempo, es fundamentalmente un texto de fenomenología aunque ocurre con él una renovación. Ese texto fue dedicado a su maestro Husserl, quien lo celebró como una obra de inmenso nivel, aunque “no era filosofía”, le dijo. Dasein no es el hombre. Heidegger no cita en ningún momento al hombre. Con Dasein trata de repensar al hombre finito, mortal y sus constituyentes: el mundo y el estar con otros. ¿En qué sentido renueva la filosofía?, en el de preguntarse por el ser, algo que había ocurrido desde los orígenes, en Grecia, pero inmediatamente se pasaba al ente sin detenerse en qué es “ser”, el llamado “olvido del ser” de la metafísica tradicional. El propio Heidegger explicará que con Dasein (ser-ahí) no quiere decir que esté allí o allá sino subrayar lo esencial, que el Dasein se interroga por el ser de los demás entes que le rodean, por su propio ser y por el ser en general. Al preguntarse por su propio ser se abre a la pregunta por el ser en general y ¿cuándo acontece esa apertura? Dasein es tiempo, le caracteriza su temporalidad, piensa el tiempo desde el ser finito. Otros ya se habían preguntado por el tiempo: Aristóteles, Hegel, Kant, también Bergson pero no de la misma manera. Heidegger habla de un “tiempo vulgar” el que marcan las agujas del reloj, el tiempo del presente, ahora, ahora, ahora, en el que cada “ahora” elimina el anterior y de un “tiempo extático”. Bergson también pensó el tiempo, pero asociado a la vida. La vida es un ente, no es el ser. Cuando Dasein se temporaliza se abre a la pregunta por el ser y esto ocurre cuando piensa el futuro, la muerte como posibilidad más extrema, la imposibilidad del Dasein, el límite. La muerte constituye el ser del Dasein, el desamparo, la angustia le permite abrirse a la pregunta por el ser en general. Para Heidegger la filosofía exige que pensemos nuestra finitud, entonces acontece el “tiempo extático” en el que el Dasein mirando al futuro, trae hacia sí el pasado y lo resuelve en el presente, en el tiempo del instante, los tres éxtasis temporales. La analítica del Dasein es un transitar el Dasein el mundo, sus entes, otros Daseins, aquí se da el estudio fenomenológico, sin embargo, Dasein es en-el-mundo y con-otros de un modo impropio, arrojado, inauténtico, pero cuando Dasein, que es tiempo, se temporaliza, se apertura al conocimiento de su ser y a la pregunta por el ser en general, entonces es de un modo propio, auténtico. El Dasein “sale de sí”, “ex – sistere” para comprender que todo ese mundo óntico en el que vive arrojado, el mismo es un ente, el ente ejemplar, es comprendido de modo ontológico. De ahí la trama entre lo óntico y lo ontológico en el Dasein, no son dos planos separados, no hay dualismo. Al Dasein le constituye tanto ser impropio como ser propio, no existe una moral entre lo auténtico (bueno)/inauténtico (malo). De esta forma, Dasein, en su facticidad, puede alcanzar su posibilidad de ser. Anterior a Ser y tiempo escribió El concepto del tiempo, en el que se dan las claves, aunque sin los tecnicismos ni la pirotecnia verbal de Ser y tiempo. Pero la lectura es ésta, Ser y tiempo, hablando del primer Heidegger, obra considerada por Levinas como una de las cuatro o cinco obras más grandes de la filosofía junto al Fedro, a la Fenomenología del Espíritu, a la Crítica de la razón pura… Después de sus lecciones en Friburgo y Marburgo, la filosofía de Heidegger será leída en clave hermenéutica y ontológica. Tras la kehre, se desplegará un aparato filosófico de enormes magnitudes, lo que ha llevado a algunos a afirmar, no sé si de forma hiperbólica, que es el mejor filósofo después de Aristóteles.

Disculpad, he escrito esto sin percibir que habíais escrito un par de mensajes en medio. Estoy chutada hasta las cejas de paracetamol. He caído.
Última Edición: 29 Dic 2023 14:36 por Xna.
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La neutralidad del Dasein de Heidegger 29 Dic 2023 19:48 #80829

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Xna escribió:
Dasein no es el hombre. Heidegger no cita en ningún momento al hombre. Con Dasein trata de repensar al hombre finito, mortal y sus constituyentes: el mundo y el estar con otros. (...)

Disculpad, he escrito esto sin percibir que habíais escrito un par de mensajes en medio. Estoy chutada hasta las cejas de paracetamol. He caído.

Cuídate, Xna. No tengas prisa en contestar a los mensajes si estás dopada :silly: :silly:

Como ya advirtió Kant en la "crítica de razón pura", es enormemente peligroso articular discursos sobre presuntas realidades que están fuera de nuestra percepción sensible, porque nos conduce a continuos paralogismos y discursos vacíos de sentido o contenido porque se puede argumentar una cosa y la contraria a la vez.

Pues bien, podemos preguntarnos: ¿es el Dasein susceptible de percepción sensible? ¿Puede ser mostrado el Dasein?

Ciertamente, como afirmas, "el Dasein no es el hombre". Si pudiéramos identificar el Dasein con el hombre (der Mensch) no necesitaríamos el Dasein como concepto separado. Pero afirma Berciano: "Está claro que Dasein en todo ese contexto se refiere al hombre y a los hombres" (Berciano, p.438). Así que lo que podemos preguntarnos es: ¿qué relación exacta guarda el Dasein con el hombre? Aquí se nos abren varias posibilidades. Por ejemplo, el Dasein podría ser una cualidad que tienen los hombres. Ahora bien: ¿Todos los hombres la tienen? ¿En el mismo grado o en diferente grado? ¿Es la misma cualidad desde el principio o evoluciona a lo largo de la vida de cada hombre?

Con carácter hipotético y totalmente provisional, esperando vuestras aportaciones al debate, en mi opinión el Dasein sería una especie de ámbito o marco de referencia en el que se desarrolla la existencia del hombre, una condición de posibilidad de la propia existencia del hombre. En consecuencia, el Dasein es previo (no en el sentido temporal de suceder antes de, sino en el sentido lógico de ser condición necesaria) al propio hombre aunque, evidentemente, se refiere al hombre, como dice Berciano.

Un saludo.
Bin ich doch kein Philosophieprofessor, der nöthig hätte, vor dem Unverstande des andern Bücklinge zu machen.
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Última Edición: 31 Dic 2023 12:48 por Nolano. Razón: Añadir la referencia de la página en la cita a Berciano
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La neutralidad del Dasein de Heidegger 29 Dic 2023 20:43 #80832

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Xna escribió:
Después de sus lecciones en Friburgo y Marburgo, la filosofía de Heidegger será leída en clave hermenéutica y ontológica. Tras la kehre, se desplegará un aparato filosófico de enormes magnitudes, lo que ha llevado a algunos a afirmar, no sé si de forma hiperbólica, que es el mejor filósofo después de Aristóteles.

No tenía previsto participar en este hilo, debido a mis deficientes conocimientos sobre Heidegger, pero visto que ha salido la hermenéutica, aprovecho y añado mi opinión, ya que la importancia de este pensador en las ciencias de la interpretación (y del espíritu) es fundamental.

La importancia de Heidegger en la hermenéutica es enorme. Con él la hermenéutica cambia de objeto al no centrarse en los textos, sino en la vida misma. Separándose de las ciencias positivas y del ideal metódico de Dilthey para el análisis textual. Este consideraba que la hermenéutica debe alcanzar un método que garantice la objetividad de la interpretación y trata el texto como una "tabula rasa", al cual se puede aplicar dicho método.
Heidegger, en cambio, propone una hermenéutica de la facticidad, una hermenéutica de la existencia, el ens hermeneuticum. La existencia tiene que "destruir" las interpretaciones que la mantienen dormida y que tratan de ocultar al ser. Despertar la existencia es deseo de desvelar el ser oculto. La existencia se vuelve hermenéutica y el plano ontológico se une al plano hermenéutico. Pero en lugar de usar la intelección ("intelligere"), Heidegedder se vale del uso pronominal de comprender "comprenderse" (perdóneseme si no uso el término alemán, pero no lo recuerdo ni sé alemán). Un comprenderse implica una comprensión de lo sido y una anticipación de las posibilidades. Toda comprensión es, por tanto, un proyecto de ser. Y la interpretación es la explicitación de la comprensión.

La interpretación no tiene ya como finalidad el comprender un texto con un método preciso como promulgaba Dilthey, sino el desvelar una comprensión que la precede. Una precomprensión. Y aquí observamos también una diferencia con la hermenéutica clásica. La precomprensión de un texto (o de la vida) conlleva una serie de prejuicios que determinan la interpretación. Y esto es importante porque la hermenéutica anterior trataba de eliminar toda subjetividad en su material de estudio. Recordemos que partimos de una disciplina que aún no había superado las ciencias positivas. Heidegger se valdrá de la fenomenología para superar el método anterior.

Hablar de prejuicio y de subjetividad no implica que Heidegger renuncie a la objetividad, sino que considera que hay que penetrar en el círculo de la interpretación (el círculo hermenético) de la manera correcta, previendo las estructuras de anticipación del comprender. De lo contrario, caeríamos en un círculo vicioso en el cual toda interpretación sería imposible debido a las preconcepciones propias.

No me alargo más en este tema porque, como dije, mis conocimientos de Heidegger son rudimentarios.

Su importancia, en la hermenéutica posterior o en la teoría literaria es inmensa. Heidegger dejará gran influencia en Gadamer, si bien desliza una línea paralela de interpretación que parte de Heidegger para seguir sus propios derroteros. Si bien este autor se aleja de la hermenéutica de la existencia, sí tomará en consideración su concepto de círculo hermenéutico, disciplina que ya no se puede contemplar como una "tabula rasa", como pretendía Dilthey, ya que sin las anticipaciones la comprensión pierde toda su razón de ser.

Esa idea de anticipación será también fundamental en la filosofía hermenéutica de Jauss, en su concepto de "horizonte de expectativas",. El lector individual, históricamente determinado, espera encontrar en una obra una relación con su comprensión previa del mundo. Esto abre el camino a toda la Estética de la Recepción, que supone un giro de 180º en la teoría de la literatura al considerar al lector copartícipe de la obra del autor y que llegará a sus extremos con la "muerte del autor" de Barthes, de la que se ha hablado en varios hilos.

Pero también la consideración del silencio como estructura básica de comprensión del texto y de la vida que observamos en Wolfgang Iser. El texto nos habla desde sus silencio y nos comunica desde esta atalaya la experiencia vital y textual. Vida y texto se construyen desde el silencio y el olvido.

La relación entre texto y vida será puesta de manifiesto también por Ricoeur, que une a Heidegger con el estructuralismo de Jakobson para concebir la literatura, la historia y la vida como un continuum narrativo articulado como un proyecto de anticipaciones conforme a las experiencias pasadas que seleccionamos y unimos en la memoria. Y aplicamos en el escurridizo momento en que "somos".

Y, por supuesto, la descentralización de las estructuras de Derrida.

Para concluir, diría que la hermenéutica de Heidegger supera con creces la exégesis clásica y la hermenética de finales del siglo XIX para convertir la lectura de los textos en lectura de vida y la vida en texto ya que, como frecuentemente nos recuerda Xna, "el lenguaje es la morada del ser".

Decía Nicolás de Cusa que el mundo es el libro donde Dios escribe sus signos y nosotros debemos leerlos conforme a nuestros conocimientos. Heidegger nos descubre (o al menos así lo interpreto yo) que nosotros somos los que escribimos ese libro, abierto a posibilidades, como las antiguas historietas de "escoge tu camino". Y lo escribimos con otros. Pero en la existencia inauténtica no nos percatamos de esa escritura, que pasa desapercibida. Solo somos conscientes a partir de la autenticidad.

Edito: Cuando he enviado el mensaje me he percatado de que hay un mensaje anterior de Nolano que no he leído y, por tanto, no lo he podido tener en cuenta al redactar este.
Última Edición: 29 Dic 2023 20:45 por Futaki.
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La neutralidad del Dasein de Heidegger 29 Dic 2023 21:03 #80833

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Nolano escribió:
Con carácter hipotético y totalmente provisional, esperando vuestras aportaciones al debate, en mi opinión el Dasein sería una especie de ámbito o marco de referencia en el que se desarrolla la existencia del hombre, una condición de posibilidad de la propia existencia del hombre. En consecuencia, el Dasein es previo (no en el sentido temporal de suceder antes de, sino en el sentido lógico de ser condición necesaria) al propio hombre aunque, evidentemente, se refiere al hombre, como dice Berciano.

Un saludo.

Matizo un poco mi mensaje para que se me entienda mejor. Cuando digo que el Dasein es "una condición de posibilidad de la propia existencia del hombre" no me refiero, naturalmente, a la existencia biológica de tal o cual hombre (ahí nada tiene que ver el Dasein: todos sabemos cómo nacen los niños), sino a su vida digamos "espiritual" y social.

Un saludo.
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La neutralidad del Dasein de Heidegger 30 Dic 2023 14:47 #80849

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Para el término Dasein, Jorge Eduardo Rivera, traductor de Ser y tiempo (Editorial Trotta)
descarta el “ser ahí” de Gaos por significar de forma tradicional “existencia”, algo alejado de las pretensiones de Heidegger, por ello no la va a traducir en el texto dado su amplio contenido semántico. Si acotamos su significado se pierde su carácter polisémico.

Con Dasein Heidegger refiere a la “existencia humana” de forma exclusiva. Dasein, literalmente, es “ser el ahí” y alude al ser humano abierto a sí mismo, al mundo y a los demás seres humanos, pero también al abrirse del ser mismo, su irrupción en el ser humano.

Al expresar Dasein, decimos un ente que se eleva, sobresale de entre todos los demás entes por ser aquel que se cuestiona por su ser y por el ser en general, subrayando su prioridad óntica y ontológica respecto del resto de entes.

Jesús Adrián escudero en El lenguaje de Heidegger (Diccionario filosófico 1912-1927), nos dice que con Dasein Heidegger expresa exclusivamente la constitución ontológica de la vida humana, caracterizada por su apertura al ser y por la capacidad de interrogarse por su sentido. Dasein como “ex-sistencia” (ek-sistenz) no puede comprenderse como un yo encapsulado en sí mismo, sino que su ser es un estar abierto al mundo, a su relación con las cosas, personas y situaciones que le acontecen, lo que le lleva de una posibilidad a otra en su facticidad.

Dasein aludirá, asimismo, al yo histórico, a la condición arrojada de la existencia humana y a la experiencia fáctica de la vida humana. Tiene que ver con la apertura constitutiva y originaria que es el estar-en-el-mundo.

Y a cuenta de la “existencia” y el “existencialismo”, os resumo algunos rasgos de un texto de Gadamer (discípulo de Heidegger), titulado Existencialismo y filosofía existencia. En él se habla de la propuesta filosófica existencialista que despuntaba en aquella segunda década del s.XX, con el referente de Jaspers, para el que los caminos del pensar se reflejaban en la práctica de la vida, sobrepasando la visión generalista de la concepción científica del mundo y quien entendía la vida como una situación límite que va más allá de los cálculos científicos, incidiendo sobre la muerte (cada uno ha de morir), la culpa (que cada uno debe de asumir) o la organización personal de la vida en la que cada cual debe realizarse porque cada cual es él en su unicidad… Sobresaliendo de los modos de comportamiento dominables y calculables de la existencia social se va dando forma al concepto de “existencia”.

Sin embargo, Heidegger se había educado en otros ámbitos diferentes al científico, en concreto en el del mundo histórico, la filosofía y la teología. Además tuvo por maestro a Husserl, por lo que se vale de la técnica analítica y de esa mirada hacia las cosas. Pero no solo a Husserl, también a Aristóteles, quien le aporta una comprensión del griego directa, viva, más allá de la erudición, una evidencia inmediata, la simplicidad en el pensar. Otros fueron Bergson, Dilthey, no directamente Nietzsche, el redescubrimiento de Kierkegaard, la correspondencia con van Gogh, la asimilación de Dostoievski…

Dirá Gadamer que “el pensamiento filosófico que se condensaba en el concepto de existencia era expresión de una nueva forma de estar expuesto, de un sentimiento existencial que se extendía por todas partes”, flotaba en el ambiente, se podía untar pero es Heidegger quien lo radicaliza y enfoca la existencia humana en general, hacia su carácter de situación límite.

Heidegger no llamará a la moral ni a la autenticidad de la existencia humana, lo cual no supone que les de la espalda, sino que su aspiración fue entregarse al pensamiento de un modo distinto y eso le dio un impulso revolucionario, pues la pregunta “la más antigua y la primera de la metafísica, la pregunta por el ser, la pregunta de cómo esta existencia humana finita, caduca y consciente de su muerte, podía entenderse en su ser a pesar de su temporalidad y concretamente como un ser que no sólo es privación y carencia, un mero peregrinaje fugaz del morador de la Tierra a través de esta vida hacia una participación en la eternidad de lo divino, sino como un ser experimentado como aquello que distingue al ser humano”, aunque no fue muy bien comprendido por sus coetáneos, tampoco el carácter revolucionario de esta obra primeriza, Ser y tiempo, (1º Heidegger) ni lo que tiene de crítica a su época, ni de uso del método fenomenológico (Husserl), ni ese ir más allá de “toda cáscara dogmática”

Ya en Cartas sobre el humanismo romperá formalmente con el “irracionalismo del pathos existencial”, algo que no fue su verdadera aspiración. El existencialismo francés está muy lejos de él. Desde allí se le reprocha que no trabajase el tema de la ética o la constitución social de la existencia. Heidegger iba más allá y formulaba preguntas más radicales. Dirá Gadamer que “la tarea del pensar no puede consistir en correr detrás de vínculos en disolución y solidaridades que se debilitan, amonestando con el dedo levantado del dogmático. Su tarea era más bien pensar en dirección a lo que subyace en la base de estas disoluciones producidas por la revolución industrial e instar al pensamiento, degradado al mero calculo y operar a que vuelva a su lugar

En su crítica ontológica mostrará el prejuicio que conlleva el concepto de sujeto, la crítica a la conciencia. Aunque ser-ahí sea tan originario como ser-con, “ser-con” no significa dos sujetos que están juntos sino la forma originaria del ser-nosotros, diferente a que un yo se complete con un tú.

Existencialismo en el ambiente, existencialismo que le impregna en sus primeros escritos pero siempre un ir más allá, hacia la radicalización del pensar, superando el sentido del ser para lanzarse en pos de la verdad del ser.
Última Edición: 30 Dic 2023 14:47 por Xna.
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La neutralidad del Dasein de Heidegger 30 Dic 2023 21:23 #80851

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Xna escribió:
Para el término Dasein, Jorge Eduardo Rivera, traductor de Ser y tiempo (Editorial Trotta) descarta el “ser ahí” de Gaos por significar de forma tradicional “existencia”, algo alejado de las pretensiones de Heidegger, por ello no la va a traducir en el texto dado su amplio contenido semántico..

¿Recomiendas la edición de Trotta o la de Gaos del FCE? Espero que estés mejor con esos chutes de paracetamol. :woohoo:
Última Edición: 30 Dic 2023 21:23 por Futaki.
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La neutralidad del Dasein de Heidegger 31 Dic 2023 00:31 #80863

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Pues he leído las dos pero claramente la traducción de J.E.Rivera. Está gripe está siendo suave y lo agradezco, descanso y Paracetamol.
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La neutralidad del Dasein de Heidegger 31 Dic 2023 12:46 #80882

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¿Por qué se necesita el Dasein (u otra construcción mental similar) en una metafísica de la libertad humana?

No solo, como comenté en un hilo anterior, la Física de Newton era mecanicista y, en consecuencia, determinista. La Teoría de la Evolución, especialmente después de su vinculación con las leyes de la Genética, trasladó ese determinismo también al mundo biológico, acabando con la alternativa de Lamarck, que todavía daba un cierto posible papel al individuo y su práctica vital en la modificación genética. Una vez aceptado que los genes no se pueden modificar por un individuo de la especie, se abre pàso también el determinismo genético. Finalmente, y como un paso más, aparecen las doctrinas del determinismo psicológico (conductismo) y otras variantes de los condicionamientos sociales y psíquicos (nacimiento de la Sociología).

Ciertamente, aún se puede postular (aunque no mostrar y menos aún demostrar) la libertad del individuo, pero con no mucho mejores resultados en el ámbito social y político que los de la Física estadística. Es verdad que la Física, en muchas de sus áreas, especialmente la Física de gases y fluidos, no puede predecir exactamente, en un conjunto cerrado de moléculas o átomos (y menos aún de partículas subatómicas), el comportamiento de todas y cada una de esas moléculas o átomos. Pero sí predecir el comportamiento del conjunto. Eso se puede explicar aduciendo que hay demasiadas variables en el comportamiento de una sola partícula, lo que hace imposible conocer el comportamiento individual, pero sí que se puede determinar el comportamiento global. Trasladando eso al individuo humano, la conclusión es que hay demasiados factores y elementos que determinan el comportamiento humano. Pero eso no quiere decir que el comportamiento humano sea indeterminado, como muestra la predictibilidad del comportamiento de los grandes grupos humanos. No olvidemos que el pensamiento del primer Heidegger se desarrolla en el entorno social y político del nacionalsocialismo y del comunismo, las dos grandes maquinarias de manipulación del comportamiento humano mediante la propaganda.

Ciertamente no podemos salir de ese agujero determinista desde la propia ciencia y desde el estudio de los propios fenómenos, por lo que, si se quiere defender la libertad, habrá que postular un ámbito meta-físico (en su sentido literal: más allá de la Física) que abra un espacio de acción a un mundo de posibilidades no mecánicamente determinadas.

"La unidad prolongada en la posibilidad y como posibilidad (faltar posibilidades, ofrecer posibilidades y ofrecerse, crear posibilidades, etc.) y este todo entendido como la realidad, como realidad en su específica opacidad como potencia y como destino.
(...) El Dasein es vida fáctica y sigue indicando posibilidades abiertas, estar en camino, temporalidad, etc.
" (Berciano, p. 436).
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Última Edición: 31 Dic 2023 16:14 por Nolano.
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La neutralidad del Dasein de Heidegger 31 Dic 2023 14:07 #80884

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No quería entrar mucho en este hilo porque el tema es largo y es laborioso, pero dado que es un día de "chapas", ahí voy con la mía.

Creo que antes de llegar al determinismo, la libertad, fenomenología y demás temas que, seguro surgirán, habría que tener en cuenta cómo llega Heidegger al concepto del Dasein teniendo en cuenta la tesis de la ontología medieval, que se remonta a Aristóteles y consiste en que todo ente (a la constitución de todo ente) le corresponde una esencia y una existencia, es decir, el ser de cada ente posee una esencia y una existencia. Heidegger examina la relación de esta tesis con la tesis de Kant que dice que la existencia no es un predicado real (Kant llamaba realidad al conjunto de notas de una cosa). Realidad sería igual a esencia, Kant toma este término de la escolástica.
A partir de todo esto, Heidegger nos advierte que esencia y existencia no se distinguen igual que la diferencia ontológica (diferencia entre el ente y el ser, la que hay entre las cosas y el hecho de lo que las cosas sean).
Para Heidegger esencia no es igual a ente.
Por eso hemos de preguntarnos por la composición de la esencia y la existencia.
La explicación que da Heidegger sobre el ente es que para ser tiene que consistir (ser) esto o aquello, esto es, algo es algo.
Si pensamos algo que no pudiera describirse, sin determinaciones, esto nunca sería, pues no tiene notas (es la realidad kantiana dada por las categorías).
Ese conjunto de notas lo tenemos que pensar como siendo, por lo tanto, la esencia implica la existencia.
Esencia y existencia son dos componentes del ser, por eso dice Heidegger que el ser se compone de esencia y de existencia, y el concepto de ser es simple (porque el concepto de ser lo abarca todo). Esencia y existencia no son notas del concepto de ser sino que ambas se co-implican pues toda esencia es existencia.
Además, Heidegger señala dónde aparece esta tesis y es en Aristóteles (aunque no se formula directamente) y en el neoplatonismo (Plotino, Agustín de Hipona, Avicena), y llega a su esplendor en Tomás de Aquino, Duns Escoto y, el preferido de Heidegger y con el que más se centra, Suárez.
Surge en el contexto de la teología, al hablar de dios y de su naturaleza, al distinguir el ser infinito del ser finito, donde Heidegger dice que si hablamos del ente científicamente solo puede ser analizando las causas (ente finito).
Hablar del ente en general (para un escolástico) es lo mismo que hablar de Dios. Pues el ente en cuanto ente es lo que hay de común en todos los entes y lo que no hay de común.

Después de analizar a Suárez en profundidad, pasa a analizar la escolástica para, más adelante pararse en Kant, pero mi brasa termina aquí.

He intentado ser breve y esquemático, aunque todo es a través de la traducción que hicimos con Juan José García Norro del libro: "Los problemas fundamentales de la fenomenología" de M. Heidegger.
Comer es cosa de esclavos.
Última Edición: 31 Dic 2023 14:34 por framiza. Razón: Escribir rápido nos lleva al camino del error y el hartazgo.
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La neutralidad del Dasein de Heidegger 31 Dic 2023 18:45 #80886

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Tu “chapa”, Framiza, tiene que ver con el “olvido del ser”, eso con lo que nos machaca Heidegger a cada página que le leemos. El ser, verdadero y único tema de la filosofía, desde la antigüedad hasta su desarrollo más grandioso: la lógica de Hegel.

¿Pero qué es ser? Pues un verbo y lo usamos todo el tiempo, visto, ¿cuál es el problema? Pues parece ser que el planteamiento y es que a lo largo de la tradición metafísica el ser ha sido reducido al ente, así que urge aclarar “la diferencia ontológica” entre ser y ente.

Ser no es ente, nada más. Pero no le basta con decirlo. Tiene que discutirlo con todos los pensadores que le han precedido o con muchos de ellos, así que se mete en sus textos, alcanza la cosa de lo que tratan, profundiza en ella, llega a lo más originario y lo eleva a un nivel superior. A la historia de la metafísica, que es el olvido del ser, no hay que descartarla, “hay que soportarla”, dirá, su historia es la de una verdad oculta que hay que sacar a flote, la verdad del ser. La verdad del ser lleva intrínseca su ocultación y el alemán pretende des-velarla.

Que el ser es previo al ente lo aprecia en los textos de la Grecia arcaica, pero ese antes no refiere al tiempo vulgar, al tiempo del reloj. Se trata de un tiempo trastocado. El ser es lo que tiene que haber, la condición trascendental para experimentar los entes. Antes de toda intuición fáctica del ente hemos de comprender qué es ser. Ser no puede conceptualizarse y, sin embargo, existe un ente, “de cuyo nombre no quiero acordarme”, al que le va la comprensión del ser, ese ente que, casualmente, somos nosotros. Nos toca comprenderlo.

Entonces la metafísica tradicional la extendemos desde Platón y Aristóteles…hasta Hegel
Durante este periodo la filosofía se salpica de un “concepto promedio” de ser y esto hay que cuestionarlo y es difícil porque mira la de siglos de pensamiento que arrastra. Para ello se vale de la destrucción /deconstrucción o Abbau (propia del método fenomenólogico, junto con la reducción y la construcción) de conceptos tradicionales y ¿qué conceptos vamos a destruir/construir? El concepto de ser y el de tiempo. Pero sin acritud. Adelante, pasen:

Para Tomás de Aquino, Suárez y Duns Scoto en la Edad Media, la esencia (el qué es que nos vuelve hacia el ente antes de que la cosa sea efectiva) y la existencia (su efectividad) adquiere dimensiones teológicas que las alejan de la comprensión filosófica y, sin embargo, son relevantes para problemas planteados por Kant en su Crítica de la razón pura y por Hegel en la Ciencia de la lógica. Y es que la discusión filosófica es entre el concepto de un ente finito y de un ente infinito, entre aquello que es efectivo, el ente finito que no es el propio Dios y cuya posibilidad es la de no ser o de ser de otra manera y un ente infinito que, conforme a su esencia, nunca puede no ser ya que su esencia es su existencia. Esta distinción también está en Descartes.
Para el ente finito, la esencia, su definición, la forma, está antes, es primero en el conocimiento y luego la existencia que, en relación con sus causas, devendrá opaca. A este ente finito entonces le pertenece un qué y un aun no aclarado cómo.

¿Pero estos conceptos de dónde salen?, ¿por qué la existencia es efectuarse?, ¿de donde nos sacamos la esencia?, ¿cómo los relacionamos? Heidegger dirá que Kant resuelve lo de esta relación esencia/existencia a partir de la facultad del conocimiento y de la percepción de un sujeto. Para Kant el ser no se predica de algo, es un “es” de cuya colocación resulta la unión de un sujeto y un predicado en la proposición. Así, la realidad, entendida como “essentia”, y la existencia no son sino categorías y el ser un modo en que lo efectivo, lo existente es.
De la Escolástica, dirá que lo resuelve a partir de la efectuación.
¿Y cómo lo resuelve Heidegger? Pues la esencia y la existencia son dos conceptos que surgen de la comprensión del ser a partir de un comportamiento productivo de un determinado ente, ese ente que nos trae de cabeza y que somos todos nosotros.

Producir es un comportamiento intuitivo, una modificación del ver en el que se hace evidente la efectividad de lo efectivo que ya expresó Parménides al decir que lo mismo es noein, percibir, sentir, intuir y ser, pues la ontología antigua interpretó el ente en su ser desde un producir y un percibir.

Pero en la Modernidad, a vueltas con el sujeto, no se abandonaron los conceptos ontológicos tradicionales, que ya eran dogma, y se encaraman a la subjetividad para insistir en la distinción entre sujeto y objeto, entre el yo y la realidad, entre la naturaleza y el espíritu. El yo será autoconciencia y todo pensamiento, un “yo pienso”, condición fundamental del conocimiento a partir de la disposición de los conceptos del entendimiento, siendo el espacio y el tiempo formas de la sensibilidad, de la experiencia sensible.

Y, sin embargo, la esencia, el qué, remite a un comportamiento productivo del ente, del Dasein, quien se dirige intencionalmente a lo producido en el sentido de dejarlo libre por sí mismo para ser en sí. Por ello Heidegger indagará en la comprensión de este ente respecto de su ser, del ser de los demás entes, para aspirar a comprender el ser en general. Y para el primer Heidegger, la clave se encuentra en la temporalidad del Dasein. Dasein será tiempo.

Y por aquí concluye una “chapa” más y yo que me las tengo que ver con el deseo mal que le pese al gran Buda. Feliz año a todos.
Última Edición: 31 Dic 2023 18:53 por Xna.
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