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TEMA: "Marx (sin ismos)". Notas de lectura crítica (I)

"Marx (sin ismos)". Notas de lectura crítica (I) 10 Oct 2011 21:16 #4840

  • Nolano
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Inicio una serie de comentarios críticos personales sobre el libro “Marx (sin ismos)” de Francisco Fernández Buey. Mis comentarios previos en este hilo me eximen de realizar una introducción con mi visión general del libro y mi planteamiento frente a él. Así que, sin más preámbulos, empiezo con el Prólogo (pp. 9-23; si no se indica lo contrario, las páginas que se citan se refieren al libro que comentamos, en concreto a la tercera edición, de mayo de 2004, que es la que manejo; por otro lado, utilizaré la abreviatura FB para referirme a Fernández Buey).
FB escribió:
"Muchos trabajadores llegaron a entender, a través de la palabra de Marx, al menos una parte de sus sufrimientos cotidianos, aquella que tiene que ver con la vida social del asalariado" (p. 9).

Es dudoso que los trabajadores llegaran a entender su explotación por el patrono a través de Marx; más bien yo diría que empezaron a no entenderla y, precisamente por eso, a cuestionarla. Pero además incurre aquí FB en cierta ambigüedad que no es precisamente trivial, sino que tiene consecuencias de largo alcance en la interpretación y valoración de la figura de Marx. Apela aquí FB ad misericordiam, buscando la simpatía de un público predispuesto a simpatizar con el sufrimiento de la humanidad explotada. Pero esa identificación de Marx con un segmento social, el de los asalariados, reduce su sistema filosófico a la ideología de un grupo social determinado; bajo ese prisma, Marx sería prácticamente un sindicalista o quizá (si tiene algún sentido conceptual la vaga referencia a tal denominación) un agitador de un “movimiento social”. Y creo que ahí hay un serio error de enfoque. Como comenté en el hilo al que me referí antes, que sirve de introducción a estos comentarios más extensos, lo que caracteriza al “proletariado” es que, al no tener nada, carece de interés propio y, por consiguiente, puede servir de catalizador de un proceso cuyo final es una sociedad desinteresada, sin clases. Si algo tengo claro respecto de los “movimientos sociales”, a falta de una definición teórica más precisa por parte de quienes utilizan eso como referente, es que carecen de una dimensión totalizadora de la realidad, no disponen de un relato descriptivo coherente de la realidad social y menos aún de un metarrelato explicativo. Sería menospreciar mucho a Marx reducirlo a eso. Precisamente la importancia de Marx es la de haber elaborado un relato y un metarrelato coherente del mundo social. Y, por eso, su alcance es político, incluye en su horizonte la toma del Estado y el gobierno de la sociedad en su conjunto; incluso la disolución del Estado en una comunidad internacional. Y no en beneficio de una sola clase social, sino en beneficio de toda la sociedad y de toda la humanidad. Esa visión global, pura filosofía política, no puede reducirse a una defensa de los intereses del asalariado; eso es demasiado miope y difícilmente hubiera alcanzado la resonancia que sí tuvo (y quizá todavía tenga) el marxismo.
FB escribió:
“Marx es un clásico. Un clásico interdisciplinario. (...) Y, sobre todo, un clásico de la economía que no se quiere sólo crematística. (...) Fue él quien llamó la atención de los contemporáneos sobre las alienaciones implicadas en la mercantilización de todo lo humano.” (p. 10).

“... la concentración de capitales desemboca en el oligopolio y en el monopolio; y el monopolio acaba siendo negación no sólo de la libertad de mercado sino también de todas las otras libertades. Lo que se llama «mercado libre» lleva en su seno la serpiente de la contradicción.” (p. 12).

Es bastante conocido que Marx acudió a la economía política clásica para explicar el mundo bajo una óptica económica. Tal como se fue configurando la doctrina económica clásica desde Adam Smith y sus seguidores, fundamentalmente David Ricardo, el sistema económico liberal se basaba en dos pilares: 1) la división del trabajo y 2) la teoría del valor-trabajo. De acuerdo con esta segunda, el valor relativo de las mercancías depende de la cantidad de trabajo que la obtención de cada una de ellas lleva aparejado.

¿Qué quiere decir FB con lo de “economía crematística”? Si por crematístico entendemos dinerario, nos encontramos con dos cosas, a ninguna de las cuales le cuadra la frase de FB: 1) No sólo es imputable a Marx el no querer una economía “sólo crematística”; de hecho no hay ningún economista a lo largo de la historia (ni anterior ni posterior a Marx) que considere que la economía es cosa exclusivamente de dinero, sino antes bien todos piensan que se trata de satisfacer necesidades humanas, para lo que el dinero es mero instrumento; 2) Marx tampoco rechaza el dinero como medio de intercambio, pues eso significaría o bien acabar con la división del trabajo o bien volver a una economía de mero trueque, o ambas cosas a la vez.

Es cierto que Marx escribió páginas con duras críticas al “dinero”. Pero para comprender a qué se refiere Marx hay que tener en cuenta las dos finalidades muy distintas que tiene el dinero: 1) servir de medio para intercambiar mercancías infinitamente más eficiente que el trueque y 2) servir de instrumento para la acumulación de capital. Evidentemente la primera finalidad, en tanto en cuanto Marx suscribía la necesidad de dividir el trabajo para poder subvenir de forma más eficaz a las necesidades humanas, no puede ser objeto de crítica, pues es un avance respecto del trueque, única forma de intercambio en ausencia de dinero. El problema que Marx veía en el dinero no era ése, sino el derivado de su segunda función: el servir como forma para representar trabajo alienado. Si el valor de las mercancías depende del trabajo incorporado a las mismas, y se cambian mercancías por dinero, el dinero representa trabajo y, a su vez, permite comprar nuevo trabajo. Y el trabajo incorporado no siempre es el del poseedor del dinero: el dinero permite apropiarse de trabajo ajeno, es una herramienta fundamental en la apropiación de la plusvalía del trabajador por el capitalista. El problema que ve Marx no es, especialmente, el dinero ni la mercantilización (es decir, el comercio, el intercambio) sino la propiedad privada del capital, que no es sino trabajo acumulado, en manos de unos pocos, la expropiación por unos pocos del trabajo de muchos.

El problema no es, pues, el «mercado libre» sino que el mercado libre, por razón de las relaciones de producción vigentes en el sistema capitalista en la fase en que Marx lo conoció, acaba desembocando en el oligopolio, en la acumulación de cada vez más capital en cada vez menos manos. Y, como es sabido, el monopolio y el oligopolio no son, precisamente, ejemplos de libre mercado, sino más bien sus enemigos. No digo que Marx defendiese el libre mercado, pero no por él mismo sino porque acaba desembocando inevitablemente, según el relato marxista, en el oligopolio o el monopolio; lo que sí afirmo es que el enemigo de la humanidad según Marx no es especialmente el libre mercado, sino estos epígonos suyos.

Al igual que se ha denominado a Marx “filósofo de la sospecha”, podría llamársele también “economista de la sospecha”. Pero ahí no está tampoco solo. Antes que él algunos economistas y muy señaladamente Robert Malthus ya había “sospechado” que lo de la “mano invisible” de Smith era un mito; que el sistema económico liberal no necesariamente conducía a un equilibrio, sino más bien a desequilibrios crecientes que diseñaban un panorama bastante pesimista, alejado del optimismo implícito en la Ley de Say.
FB escribió:
“... no pretendió construir una filosofía de la historia y (...) así lo escribió en 1874” (p. 13).

“ Hoy (...) nos preguntamos si no hubiera sido mejor conservar para eso el viejo nombre de utopía” (p. 14).

El mayor mérito de Marx no radica en su relato economicista de las relaciones humanas; en eso se limitó a recoger sustancialmente y trabarlos de forma un poco diferente, los mimbres de los teóricos clásicos de la economía política. Tampoco en tomar nota de la alienación consiguiente a la mediatización de las relaciones humanas cuando éstas se objetivizan, pues eso ya lo había apreciado Hegel y expuesto con claridad. En mi opinión el gran mérito de Marx radica en haber sido capaz de elaborar un metarrelato perfectamente trabado con su relato y haber dado origen así a un proyecto político enormemente sólido y atractivo.

Pero en contra de lo que afirma FB, en ese metarrelato sí desempeña un papel fundamental la filosofía de la historia. Es una lástima que FB no nos dé referencia alguna para saber en qué obra dijo Marx que él no pretendía construir una filosofía de la historia, pues así podríamos leer el pasaje completo y entender qué quería decir exactamente, si es que afirmó eso, y en qué contexto lo hizo. No sé si sirve de disculpa que FB pretende al parecer sólo escribir una obra de divulgación (en mi opinión no es disculpa, pues el rigor nunca debe dejarse de lado y no es lo mismo vulgarización que divulgación); en todo caso, sí es cuestionable el criterio del profesor de la asignatura al proponer la lectura de una obra que, en este aspecto, no supera los cánones mínimos de rigor académico exigible a estas alturas. Pero lo que resulta indudable, atendiendo a las más autorizadas voces al respecto es que Marx es un autor muy relevante en lo que se conoce como filosofía de la historia; por ejemplo, puede consultarse la voz “historia” en el diccionario de Ferrater Mora, donde Marx aparece de forma relevante y profusa. Nadie puede dejar de lado esa amplia área del marxismo que es el llamado “materialismo histórico”.

Y eso es perfectamente explicable. En efecto, ya Hegel, al dar a Dios por muerto se vio en la necesidad, si quería dotar al mundo de un sentido, de acudir a la historia. Si no queremos resignarnos a la impotencia kantiana tenemos que entender que el mundo tiene un sentido no oculto y, en ausencia de referente teológico, sólo la historia puede darnos las claves del sentido del mundo. Como es reconocido, por ejemplo, por Muguerza siguiendo a Bloch, el marxismo no es en última instancia sino una escatología. La esperanza que Marx expone ante la humanidad es la de una marcha hacia un mundo mejor. Para consolidar esa esperanza primero Marx elabora su relato, de base económica y social, a través del cual interpreta la marcha de la historia hasta el momento presente (de Marx); pero, para dar sentido a esa esperanza, habrá que hacerla posible e incluso inevitable, pues está inserta en la propia realidad de los hechos tal y como han ido apareciendo a través del desarrollo histórico al que se le da un sentido de progreso. Sin filosofía de la historia una filosofía materialista se disuelve en la mera facticidad, en el positivismo ciego y sin sentido; en la inutilidad de la acción transformadora del mundo, por consiguiente.

Aunque ese mundo mejor que anuncia Marx puede ser llamado u-topía, como hace FB, parece más apropiado llamarlo eu-topía. No se trata de la marcha hacia ningún lugar, sino de la marcha hacia el buen lugar. El nombre de utopía es especialmente inapropiado al referirnos a Marx porque precisamente él llamó “socialismo utópico” al socialismo primitivo, irrealizable, estéril, pues éste carece de un relato apropiado como el que Marx si alcanzó a conformar. Aunque desde el respeto a la labor de esos socialistas utópicos, no deja de percibirse siempre un cierto desprecio hacia ese socialismo que nunca puede alcanzar la eutopía por carencia de un relato instrumental sólido para ello, y se queda en mera utopía.

En la última parte del prólogo FB hace unas consideraciones personales de las que sólo voy a comentar dos.
FB escribió:
“Son palabras que hablan de tradición, supervivencia y resistencia, del lento paso desde el mundo rural al mundo de la industria, de la destrucción de culturas por el industrialismo y de la resistencia social a esa destrucción” (p. 21).

Estas palabras, que glosan de fondo la imagen de la tumba de Marx en la película Puerca tierra de John Berger, son muy inapropiadas, pues ilustran algo que Marx siempre despreció profundamente, el espíritu pequeñoburgués. Pues el feroz capitalista merecía el ataque del proletario, pero por lo menos era un agente social inserto en su tiempo, al fin y al cabo un paso necesario previo a la revolución proletaria. Pero el pequeñoburgués, ese personaje de estirpe burguesa que, bajo la imparable concentración de capital en cada vez menos manos (oligopolio), alcanza un estatuto social y económico degradado de proletario sin asumir en su conciencia esa condición y que sigue defendiendo los valores tradicionales, oponiéndose así al progreso de la historia en su marcha hacia la revolución eutópica, ese personaje siempre fue blanco de furibundos ataques por parte de Marx y, posteriormente, por todo el comunismo de corte marxista. Eso puede que hoy no resulte muy políticamente correcto, pero es lo que hay y no se gana gran cosa intentando ocultarlo.
FB escribió:
“Era un gigante. Lo que él [Marx] hizo fue poner por escrito la verdad. El pueblo estaba siendo explotado. Sin él no habría habido sindicatos, ni estado del bienestar, ni industrias nacionalizadas...” (p. 23).

Este texto, procedente de la película Grandes ambiciones de Mike Leigh, contiene dos falsedades y un equívoco. La primera falsedad, bastante obvia, es que Marx no inventó los sindicatos, que ya existían en Inglaterra cuando Marx no era más que un niño. La segunda, que, sea cual sea la influencia que la amenaza comunista haya tenido sobre la aparición y consolidación del Welfare State, éste no es una creación conceptual imputable a Marx de ningún modo; el Estado del Bienestar es más una corrección en términos de justicia social de una sociedad bajo un modelo de economía de mercado, que un modelo político de corte colectivista y comunista. En una sociedad anarquista o comunista es impensable hablar de Estado del Bienestar, pues en ellos no hay clases sociales y, en consecuencia, al menos teóricamente, no debería haber indigentes necesitados de asistencia. El Estado del Bienestar debe mucho más a Keynes que a Marx; y no creo haber leído u oído a nadie poner el régimen soviético como un modelo de Estado del Bienestar (ni siquiera lo pretendió la propia autopropaganda del régimen soviético).

Finalmente, es equívoco imputar a Marx el mérito de las “industrias nacionalizadas”. Por un lado, la revolución comunista no es una nacionalización en masa de industrias: consiste en la colectivización total de los medios de producción. Una industria nacionalizada, sin embargo, es la que, por las razones que sean, ha sido expropiada por el Estado en un el ámbito de una economía de mercado más o menos dirigida. Pero si toda la industria está colectivizada (y no nacionalizada, pues eso apunta al Estado-nación que Marx, como buen internacionalista, pretendía superar) no es legítimo hablar de industrias nacionalizadas (por oposición a las privadas).
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Jesús M. Morote
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Re: "Marx (sin ismos)". Notas de lectura crítica (I) 17 Oct 2011 11:16 #4912

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1. FB escribió:
"Muchos trabajadores llegaron a entender, a través de la palabra de Marx, al menos una parte de sus sufrimientos cotidianos, aquella que tiene que ver con la vida social del asalariado" (p. 9).
Aunque comparto en parte tu visión del reduccionismo “ideologizante” de FB, creo que es posible interpretar estas palabras de un modo diferente, pues Marx contribuyó con su obra y dedicación a explicar metafísicamente el malestar de muchos asalariados. La alienación trasvasada desde la crítica religiosa de Feuerbach supone una noción vigorosa para la elucidación de ese malestar cotidiano, que en cierto sentido resultaba inexplicable. Y aunque admito en parte la acusación ad misericordiam que le imputas a FB, también creo que en el caso de este “asalariado”, el contexto que va a desarrollar en torno a la idea de alienación como mercantilización sistemática y deshumanizadora del trabajo canjeado por el salario concreta en mucho su significado y justifica su expresión.

2. FB escribió:
“Marx es un clásico. Un clásico interdisciplinario. (...) Y, sobre todo, un clásico de la economía que no se quiere sólo crematística. (...) Fue él quien llamó la atención de los contemporáneos sobre las alienaciones implicadas en la mercantilización de todo lo humano.” (p. 10). “... la concentración de capitales desemboca en el oligopolio y en el monopolio; y el monopolio acaba siendo negación no sólo de la libertad de mercado sino también de todas las otras libertades. Lo que se llama «mercado libre» lleva en su seno la serpiente de la contradicción.” (p. 12).
Yo entiendo que la acepción de crematística que ofrece FB es la que la estima peyorativamente como auris sacra fames, como el puro “interés pecuniario de un negocio” (RAE) centrado etimológicamente en la χρηματιστική, como “arte de ganar dinero”, y que ha sido históricamente tan denostada frente a la economía, ya desde Aristóteles.

Marx critica el dinero efectivamente como forma de acumulación de trabajo alienado; pero también el hecho de desarrollar un arte obsesionada por acumularlo como fin en sí mismo – crítica que compartirá con el Estagirita y con otros, como apuntas. De ahí que FB, aunque un tanto ramplonamente, traduzca esta crítica de Marx a los problemas endémicos del mercado sin regulación, completamente libre, cuyo equilibrio inestable fácilmente desemboca en los mentados oligopolios y monopolios. No comparto ese reduccionismo que haces de la inevitabilidad del relato marxista a una simple cuestión “de las relaciones de producción vigentes en el sistema capitalista en la fase en que Marx lo conoció”. Las correcciones técnicas que hoy en día aplican los Estados – sin entrar en valoraciones concretas sobre su eficiencia, efectividad y verdadero interés – creo que no superarían la crítica marxista sobre una economía centrada en la maximización del beneficio propio por encima de otros valores o principios. Tener a un tigre salvaje hasta cierto punto domado no resta valor al que evidencia su naturaleza peligrosa, y que lo remita a las técnicas con que en su tiempo se domaban los tigres. Pero esto ya son valoraciones particulares.

3. FB escribió:
“... no pretendió construir una filosofía de la historia y (...) así lo escribió en 1874” (p. 13). “ Hoy (...) nos preguntamos si no hubiera sido mejor conservar para eso el viejo nombre de utopía” (p. 14).
Sobre la cuestión de la filosofía de la historia, creo que no es justo el extracto que haces privado de contexto. Dice FB: “Como Marx era muy racionalista, como aspiraba siempre a la coherencia lógica y como se manifestaba casi siempre con mucha contundencia apasionada, no es de extrañar que su obra esté llena de contradicciones y de paradojas. […] Otras de esas contradicciones le hicieron sufrir hasta el final de su vida. Él, que no pretendió construir una filosofía de la historia , y que así lo escribió en 1874, tuvo que ver cómo la forma y la contundencia que había dado a sus afirmaciones sobre la historia de los hombres hicieron que, ya en vida, fuera considerado por sus seguidores sobre todo como un filósofo de la historia".

Efectivamente FB no ofrece la fuente en la que Marx reconoció no haber pretendido eso (quizá no lo pretendió en un comienzo, o no fue el foco inicial de sus planteamientos) pero no es justo decir que “en contra de lo que afirma FB, en ese metarrelato sí desempeña un papel fundamental la filosofía de la historia” o que “lo que resulta indudable, atendiendo a las más autorizadas voces al respecto es que Marx es un autor muy relevante en lo que se conoce como filosofía de la historia” como si FB no lo hubiera admitido. Es fácil verlo, por ejemplo al acudir a la página 127 en la que FB dice: “Las Tesis sobre Feuerbach y la parte dedicada a Feuerbach en La ideología alemana resumen, primero de forma aforística, y recapitulan y amplían luego la antropología filosófica que había en Manuscritos de 1844 para convertirla, por extensión de los temas abordados, en una verdadera filosofía de la historia.

Sobre la eu-topía – en la que comparto tu matiz frente a la u-topía – y la supuesta originalidad de Marx en la futurición de la historia como construcción de lo nuevo hablaré en el hilo que has abierto con tu segundo comentario.

4. FB escribió:
“Era un gigante. Lo que él [Marx] hizo fue poner por escrito la verdad. El pueblo estaba siendo explotado. Sin él no habría habido sindicatos, ni estado del bienestar, ni industrias nacionalizadas...” (p. 23).
Efectivamente, estas palabras no las escribió FB, sino que las cita de la película Grandes ambiciones. Y creo que es preciso entender el contexto panegírico de final de prólogo en el que las cita. Aun siendo ciertas las imprecisiones históricas que rigurosamente le achacas, me parece que evidenciarlas no viene a decir nada nuevo sobre el análisis que ya hiciste acerca del carácter descafeinado y light del libro. Pero en esa clara alabanza, las falsedades y los equívocos pueden considerarse licencia poética en la apología de Marx que lanza el personaje de la película; y liberándonos de ciertos prejuicios, no costaría demasiado entenderlos de otra manera:

Sin él no habría habido sindicatos tal y como hoy los entendemos, pues aunque preexistían, la enorme influencia de Marx les permitió elaborar un discurso coherente que los potenció como agente social. Y seguramente el Welfare State le debe más a Keynes que a Marx, pero éste no representa sólo “la amenaza comunista” o se identifica sólo con “el régimen soviético” – reducirlo a eso, en tus propias palabras, sería menospreciar mucho a Marx–, sino que constituye un polo teórico que entre otras cosas favoreció a apuntalar dentro del sistema liberal la idea de que – como otros también habían señalado, tal y como ya hemos dicho – la mano invisible de Smith no es sino una falacia. En esta línea irían autores como Keynes que aun dentro de la tradición liberal, apostarían por la intervención pública directa en materia de gasto público para ajustar los desequilibrios del sistema. Y lo mismo podría decirse de las industrias nacionalizadas, pues hacia el polo comunista teórico que supuso Marx hay muchos grises que se distancian del puro liberalismo capitalista.
Javier Jurado
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Re: "Marx (sin ismos)". Notas de lectura crítica (I) 17 Oct 2011 13:38 #4914

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Muy interesantes tus opiniones y reflexiones, Nolano. Otorgan un mayor interés a un prólogo que no pensé que pudiera dar tanto de sí. Comparto muchas de las ideas que has expuesto, sin embargo, en algunos casos mi lectura e interpretación de las palabras de Fernández Buey es algo diferente.

Yo interpreto la frase “muchos trabajadores llegaron a entender…” como equivalente a "ser conscientes de", "darse cuenta de". Las ideas de Marx provocaron una profundización en la problemática de la clase proletaria y, por tanto, no veo que haya contradicción entre lo que Fernández Buey dice y lo que tú expresas de diferente modo. Tampoco creo que pueda extraerse la conclusión de que el sistema filosófico de Marx se reduzca a una identificación con la ideología proletaria, sino que Fernández Buey tan solo pretende dejar sentada el papel preponderante que Marx otorgó a los trabajadores en su sistema, lo que a su vez tuvo como consecuencia que éstos vieran en Marx a uno de sus principales “defensores”.

Por otro lado, en lo que se refiere a las afirmaciones sobre la economía crematística, creo que de la frase de Fernández Buey no pueden deducirse las dos afirmaciones que expones. Por un lado, no entiendo que otorgue la exclusividad de la defensa de una economía no crematística a Marx, tan sólo dice que es un “clásico de este tipo de economía”, pero no el único. Parece que hay que partir de de la distinción aristotélica entre economía natural y economía crematística. Mientras la primera tiene como fin último la vida buena, la felicidad, la segunda sólo aspira a acumular riquezas por encima de las necesidades. De lo que se trata no es de rechazar el dinero como medio de intercambio, sino de rechazar la adquisición del dinero como un fin en sí mismo, hecho que Marx denuncia como uno de los rasgos fundamentales del capitalismo.

Por último, suscribo las palabras de Kierkegaard sobre la interpretación de la filosofía de la historia de Marx. Pese a que existen algunas voces que entienden que no llevó a cabo tal filosofía de la historia, tampoco creo que se pueda concluir que Fernández Buey niegue este aspecto en el pensamiento de Marx.
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Re: "Marx (sin ismos)". Notas de lectura crítica (I) 20 Oct 2011 21:10 #4971

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Os agradezco a ambos vuestros comentarios. Pero de momento no voy a responder de forma exhaustiva, pues creo preferible hacerlo cuando hayamos revisado el libro completo, ya que muchos de los puntos de divergencia en nuestras respectivas lecturas volverán a aparecer, con toda seguridad. No obstante, no quería dejar de comentar tres cosas:

1) Reconozco haberme dejado llevar un poco por la ocasión de hacer un pequeño juego de palabras sobre el “entendimiento” por la clase obrera de su situación y en qué sentido Marx contribuyó a dicho entendimiento.

Me parece evidente que no diríamos que incurre en contradicción una persona si hace estas dos afirmaciones:
-“Entiendo cómo es que después de una vida entera de trabajo, vivo en la miseria”.
-“No entiendo cómo es que después de una vida entera de trabajo, vivo en la miseria”.

Lo que ocurre es que en estas dos frases “entiendo” no tiene el mismo significado. En la primera se alude a que se ha llegado a conocer los mecanismos económicos por los que se da esa situación como hecho. En la segunda frase, “entender” alude a ver algo como justificado. Espero durante el segundo cuatrimestre, cuando comentemos la obra de Habermas “Verdad y justificación”, hacer ver la importancia de la distinción pero, a su vez, la conexión mutua entre verdad y justificación que hacen a Habermas concebir la esperanza de un cierto grado de cognitividad ética.

Pero no nos adelantemos. Ahora lo que importa es decidir si la importancia de Marx en el pensamiento moderno se produce por sus avances teóricos en lo que respecta al primer “entiendo” o al segundo. Yo creo que es por esto último; y FB afirma que es respecto de lo primero; en mi opinión ya había habido antes de Marx bastantes economistas que explicaron los mecanismos de fijación del salario y, en consecuencia, de las rentas del trabajo, cuestión sobre la que Marx no innova mucho, salvo para poner esa doctrina económica en conexión con la alienación y la explotación humana. En eso sí fue Marx importante, pero no en lo primero.

2) FB afirma expresamente que Marx “no pretendió construir una filosofía de la historia”. Estoy de acuerdo con vosotros en que, luego, a lo largo del libro, él mismo se desmiente; pero en la introducción, en la declaración de principios, por tanto, de su libro, sí afirma eso.

No es la única cuestión en que se contradice FB. Por ejemplo, me hubiera sido muy fácil (y por eso no lo hice) tomarme a guasa la afirmación que tú, Kierkegaard, citas para contextualizar el texto que yo extraje: “Como Marx era muy racionalista, como aspiraba siempre a la coherencia lógica... no es de extrañar que su obra esté llena de contradicciones”. O sea, el argumento de FB es el siguiente: “Si uno aspira siempre a la coherencia lógica, entonces su obra estará llena de contradicciones”. Como digo, no quise hacer sangre de eso, que no sólo no contextualiza nada, sino que nos introduce en el reino de los despropósitos.

O, por ejemplo, yéndonos ya al final de mi comentario, afirma FB (por boca de un obrero inglés) que sin Marx no hubiera habido estado del bienestar. Pero en la página 117, mucho más adelante imputa a Marx «la negación de la posibilidad misma, en las condiciones históricas del momento, de lo que hoy llamamos el “Estado social”». Contradicción que no se puede entender cancelada por esa apostilla “en las condiciones históricas del momento”, pues no creo que pueda opinarse sobre qué hubiera pensado Marx en la Europa posterior a la 2ª guerra mundial; esa frase “en las condiciones históricas del momento” es un brindis al sol, pues Marx no podía opinar sino en las condiciones históricas en que vivió.

3) Finalmente, y este reparo sólo me lo ha puesto Kierkegaard, está la cuestión de la importancia que para Marx tenían los sindicatos. Precisamente una de las cuestiones que hizo que finalmente la 2ª Internacional obrera (socialdemócrata marxista) se escindiera de la 1ª Internacional fue el diferente papel que ambas asignaban a la lucha sindical y a la lucha política y sus ciertamente complejas relaciones. Si no estoy equivocado Marx nunca dio demasiada relevancia a los sindicatos, que siempre deberían estar subordinados a la lucha política, encabezada por la vanguardia del proletariado para la que el sindicato era una mera “correa de transmisión”. En cambio la 1ª Internacional, de corte anarco-sindicalista siempre rechazó la lucha meramente política y se decantó por un sindicalismo radical. No es cuestión de extenderse mucho en esta cuestión, marginal para nuestro asunto aquí, pero no quería dejar sin exponer estas circunstancias históricas que no deberían caer en el olvido.
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Última Edición: 20 Oct 2011 23:22 por Nolano.
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Re: "Marx (sin ismos)". Notas de lectura crítica (I) 21 Oct 2011 08:01 #4975

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Me parece razonable no entrar pormenorizadamente en todos los aspectos ahora mismo, porque como dices volverán a salir, aunque siempre nos quedan aquí por si no es el caso de alguno. Así que me limito a los tres puntos de tu respuesta:

1) Reconocido tu juego de palabras, creo que entonces resulta claro que de las palabras de FB no se debe interpretar que ese "entender" se refiera sólo ni principalmente a "conocer los mecanismos económicos por los que se da esa situación como hecho" como le achacas, sino que al "poner esa doctrina económica en conexión con la alienación y la explotación humana" Marx ofrecía al proletario la posibilidad de "entender" las causas metafísicas de esa alienación, o como decía ya en mi primera respuesta, "explicar metafísicamente el malestar de muchos asalariados". Me sigue pareciendo correcta la expresión de FB, no en el sentido de justificación, en el que ciertamente los proletarios dejaron de entender como decías al principio, sino en el sentido de comprensión a un nivel más profundo precisamente por esa conexión relato-metarrelato entre economía y filosofía.

2) Aunque sea en la introducción, me sigue pareciendo que FB ofrece la cuestión de la filosofía de la historia como ejemplo de las paradojas de Marx más que como una de las tesis centrales de su interpretación de Marx - exactamente tal y como se verá posteriormente en el desarrollo del libro y ya he demostrado.

A mí, al principio, también me chocó el contexto que citas pues no parece fundamentar el consecuente; pero ahora creo que también admite otra interpretación, precisamente gracias a la frase que nuevamente vuelves a obviar, y es la de que sumado a su riguroso y racionalista esfuerzo por no admitir equivocidad, "se manifestaba casi siempre con mucha contundencia apasionada", lo que le podría haber llevado a esas contradicciones y paradojas.

En cuanto a tu crítica sobre la segunda contradicción de FB, habiendo ya explicado la primera afirmación y lo indirecto, apologético y simplificador que tiene, no veo la contradicción con la segunda afirmación que citas de FB sobre el Estado social. Dado que la influencia de Marx en el estado del bienestar parece sólo dialéctica en contraposición con el polo opuesto del capitalismo liberal más salvaje, no es de extrañar que FB considere que dadas "las condiciones históricas del momento" - se entiende, del momento en que Marx vivió - él no podía concebir que algo así como el Estado social que conocemos pudiera construirse. Eso no habla de lo que Marx hubiera pensado en la Europa posterior a la 2ª guerra mundial, sino de la poca credibilidad que a Marx le ofrecía en su momento histórico una hipotética vía socialdemócrata - que fructificaría en el consenso democrático europeo mucho más tarde - llevándole a apelar a la revolución.

3) Creo que yerras en tu respuesta pues yo no he hablado "de la importancia que para Marx tenían los sindicatos" sino, muy al contrario, de la importancia que Marx tuvo para los sindicatos, a la que creo que claramente se refiere el obrero citado por FB. Pues, como ya dije, "la enorme influencia de Marx les permitió elaborar un discurso coherente que los potenció como agente social".
Javier Jurado
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Última Edición: 21 Oct 2011 09:40 por Kierkegaard.
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Re: "Marx (sin ismos)". Notas de lectura crítica (I) 21 Oct 2011 08:15 #4977

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Kierkegaard escribió:
Creo que yerras en tu respuesta pues yo no he hablado "de la importancia que para Marx tenían los sindicatos" sino, muy al contrario, de la importancia que Marx tuvo para los sindicatos

Ciertamente no es lo mismo una cosa que otra, pero difícilmente puede atribuirse a Marx el haber tenido una gran importancia en el movimiento sindical si para él los sindicatos tenían poca.
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Re: "Marx (sin ismos)". Notas de lectura crítica (I) 22 Oct 2011 09:53 #4989

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Nolano escribió:
Kierkegaard escribió:
Creo que yerras en tu respuesta pues yo no he hablado "de la importancia que para Marx tenían los sindicatos" sino, muy al contrario, de la importancia que Marx tuvo para los sindicatos

Ciertamente no es lo mismo una cosa que otra, pero difícilmente puede atribuirse a Marx el haber tenido una gran importancia en el movimiento sindical si para él los sindicatos tenían poca.
Al contrario, es muy fácil, pues es obvia la enorme importancia que ha tenido Marx para chinos o cubanos sin que tengamos noticia de que a él le importaran especialmente.
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Última Edición: 22 Oct 2011 09:54 por Kierkegaard.
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Re: "Marx (sin ismos)". Notas de lectura crítica (I) 23 Oct 2011 19:10 #5007

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Para Marx los chinos y los cubanos tenían importancia, y supongo que mucha, en cuanto hombres, aunque posiblemente no en cuanto chinos y cubanos. Y supongo que para los chinos y cubanos la tuvo Marx en cuanto hombres, no en cuanto chinos o cubanos.

En todo caso, creo que está claro lo que pretendo decir y lo que pretende decir FB. Creo que no es lo mismo y que cada cual saque sus propias conclusiones sobre cuál de las dos posturas es más plausible.

Someto a reflexión la siguiente frase: "Sin los presocráticos no habría habido moderno pensamiento hermenéutico". Para mí eso sería un claro abuso: que los hermeneutas utilicen mucho a los presocráticos no autoriza a considerar que éstos estaban sentando las bases de la actual filosofía hermenéutica. Más que nada porque dudo mucho que el pobre Parménides, por ejemplo, pensase ni por asomo estar dando nacimiento a una corriente de pensamiento como la hermenéutica. Y no cabe hacer responsables a los presocráticos del uso que los hermeneutas hagan de sus textos.

Esa es la diferencia que pretendí resaltar en mi hilo de hace unos meses al hablar de interpretar a Marx (el del siglo XIX) hoy y utilizar a Marx para reforzar lo que uno piensa hoy. Y creo que FB hace lo segundo y no lo primero.
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Re: "Marx (sin ismos)". Notas de lectura crítica (I) 24 Oct 2011 09:27 #5014

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Sigo pensando que, salvo que se acuda con el firme propósito de malinterpretar, no es justo rechazar esa afirmación por la simple obviedad de que los sindicatos ya existieran en Inglaterra cuando Marx no era más que un niño.

Me sigue pareciendo que el significado de la frase es que a los sindicatos "la enorme influencia de Marx les permitió elaborar un discurso coherente que los potenció como agente social". Y eso no puede refutarse denostando "la importancia que para Marx tenían los sindicatos". Dependiendo del sentido con que se diga, la afirmación de que "Sin los presocráticos no habría habido moderno pensamiento hermenéutico" no tiene por qué ser falsa. Desde luego, sin la hazaña del señor Schindler, Spielberg no habría obtenido tantos Óscar. Por supuesto, la intención del señor Schindler nunca fue la de contribuir al éxito de la película de aquél. Pero quien pretenda argumentar que la historia real en la que se basa es pieza clave en el éxito de la película podría perfectamente afirmar lo anterior sin que por ello pudiéramos reprocharle falsedad alguna, salvo, como digo, que nuestro prejuicio pretenda mailinterpretarle deliberadamente y aduzca que Schindler nunca pensó que de él se haría una película.

Me parece que está claro lo que pretendo decir: creo que puedes encontrar otros motivos con los que intentar demostrar que FB utiliza a Marx para reforzar lo que piensa, como pretendes, sin tener que distorsionar esta alabanza indirecta, sumaria y generalista sobre la importancia de Marx.
Javier Jurado
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Última Edición: 24 Oct 2011 12:53 por Kierkegaard.
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Re: "Marx (sin ismos)". Notas de lectura crítica (I) 24 Oct 2011 09:48 #5016

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Espero que este sea mi último mensaje sobre la cuestión de Marx y los sindicatos. Vuelvo al principio, porque tal vez nos hayamos ido perdiendo un poco por el camino.

Dice un trabajador inglés en una película y FB hace suya esa afirmación, al citarla: "Sin él [Marx] no habría habido sindicatos".

Pues bien, vuelvo a repetir: ese enunciado es, lisa y llanamente, falso. Prueba de la falsedad: que ya había sindicatos antes de que Marx escribiera una sola línea.
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