A mí lo que me molesta es escuchar gratuitamente en ciertos contextos lo del "tonto en cinco idiomas" (o "tonto en varios idiomas"), -que por cierto, me parece que se atribuye a Ortega y Gasset en referencia a Salvador de Madariaga-, como falacia para desprestigiar o minusvalorar al que tiene la suerte de saberlos o se ha tomado el esfuerzo de haberlos aprendido. Pero también es verdad que se pueden decir tonterías en varios idiomas, faltaría más.
Es posible que haya confundido las citas (hay una muy parecida de Unamuno, pero más radical). En cualquier caso, claro que es molesto todo aquello que tenga por origen la envidia. Pero ese es otro tema, la cuestión es que los idiomas son herramientas pero no garantizan en absoluto el buen pensar. El que sepa idiomas muy bien por él, hasta ya he dicho que para el debate doxográfico serio es necesario saber los idiomas del texto. Pero creo que la academia se reduce a eso y es bastante triste. Creo que es la diferencia que habría que establecer entre Historia del pensamiento y Filosofía.
Bueno, lo cortés no quita lo valiente. ¿Por qué no pueden ser compatibles ambas cosas? Por cierto, esa frase me ha hecho recordar este aforismo de Nietzsche que en su momento me llamó mucho la atención:
Mejor ambas juntas, desde luego. Pero saber mucho implica tiempo, tiempo que sólo tienen los que tienen medios para tener tiempo. Sin embargo, el pensar sistemático es bastante fácil de aprender y se desarrolla en la práctica del día a día con cualquier cosa.
Parece una frase muy dura y radical, ¿no?
Sí, pero eso es como el que niega el principio de no contradicción, que se tira todo el rato usándolo para intentar negarlo. Cabe pensar que en Nietzsche puede haber un sistema de pensar no explícito, de hecho no necesariamente es algo que tenga que ser explicitado porque hay gente que lo aprende sin haber estudiado a Aristóteles o Kant. La propia estructura del lenguaje lo genera. Pero de todas formas, nadie puede negar la utilidad y la importancia de saber idiomas. Pero considerar la filosofía en base a unos criterios puede desplazar a un grupo, aunque yo creo que si lo reducimos a los propios diálogos de Platón vemos que la filosofía es una actitud más que un contenido, por eso me hace gracia eso de "Historia de la filosofía", hasta intento cuidar de llamar a alguien filósofo, porque lo será cuando proceda filosóficamente. Entonces las respuestas a unas cuestiones no están en un libro de Platón aunque implique cierta universalidad, porque a veces lo que tienes que hacer es fijarte en el fenómeno de Internet o en cosas que son del ahora (y ojo, que acabo de decir que muchos filósofos tienen aplicación a nuevos fenomenos).
Pero mira, el problema de los idiomas es problema para el que quiere ser académico. A mi eso no me preocupa y no lo veo como una exigencia, aunque mi interés por aprender alemán está ahí, mi autor favorito es Husserl y por eso me gustaría aprenderlo. Pero creo que la tarea del filósofo es contagiar de esa actitud a las personas circundantes, no tanto saber lo que dijo Hegel con exactitud. Delimito el filósofo del pensador, no todo pensador es filósofo, pero todo filósofo es necesariamente pensador. Pues bien, no todo filósofo sabe varios idiomas, ni todo filósofo necesariamente tiene estudios, sino que la filosofía brota en el intercambio que hay de ideas, en ese "Pero a qué llamas justicia"---> "Llamo justicia a"---> "Pero si llamas a la justicia X entonces Y". ¿Por qué concluir que la consecuencia de esa actitud es propiamente la filosofía? Sin embargo, he dicho que pensar no es filosofar, porque el filosofar exige una dialéctica, un proceder determinado.
Añadido posteriormente:
Hay un fenómeno particular que le sucede al que lee un autor entendiendo su esquema: que acaba deduciendo el contenido. ¿Nunca os ha pasado que antes de haber concluido una lectura ya habíais llegado reflexionando a partir de las ideas generales que expone el autor? Pues eso es interesante de plantear porque pone de relieve que las ideas se conectan entre si y que uno por su cuenta puede construir e incluso aclararse mejor que leyendo al propio autor.