Compañer@s estaba estudiando y para descansar un poco he empezado a pensar que a mí personalmente me gusta leer releer, subrayar, anotar y marcar en los libros que compro, no sé, es como una especie de ritual - en los de la biblioteca no, por supuesto- y quería saber qué hacéis vosotros cuando usáis los libros.

No sé si este es el foro apropiado para este tema, pero ruego que si no es aqui que el administrador me lo cambie.

Moderador 3: como se trata de un asunto de discusión general; es decir, no exclusivo para estudiantes de la UNED, el lugar oportuno para este hilo es el Ágora.

Para mí es un sacrilegio subrayar o anotar en los libros, ni siquiera a lápiz. Yo lo que hago es escanear algunos de mis libros (o partes de ellos) e imprimir lo que me interesa y, de paso, amplío la letra durante el procedimiento. El resultado lo llevo a una copistería a encuadernar (lo típico, un par de tapas y una espiral de acero) y sobre ese dossier subrayo y anoto o lo que me parezca. Una vez hecho esto ya me puedo olvidar del libro. El dossier es lo que me tengo que estudiar, y sobre él hago todo tipo de "perrerías".

Alguien me podrá espetar que así sale algo caro. En parte sí. Pero es que hay libros que cuestan una pasta. Así es que prefiero escanear e imprimir y confeccionarme un dossier de 15€ (impresión + encuadernación) que estropear el original. Además mis dossiers son mucho más cómodos de leer (amplición de la letra) y de manejar (espiral de acero tipo libreta). Y este es el segundo objetivo que persigo con ellos: hacer la lectura lo más cómoda posible. Si voy a pasar un montón de horas leyendo, más vale que el dossier que tenga que leer una y otra vez se vea bien y pueda manejarlo con comodidad. Normalmente lo hago con todas las asignaturas.

Siempre me gusta picar de varias fuentes. Confeccionarme un dossier me permite tener todos las lecturas juntas en el mismo espacio. De hecho, esta es la primera fase (de tres) en la preparación de una asignatura. A ella la llamo "recopilación y preparación de la información de estudio". La segunda consiste en el subrayado, anotado y demás. Y la tercera es la parte más memorística. La más dura suele ser la segunda fase.

Ahora bien, cuando no hay más secreto que estudiarse un libro en concreto, entonces barajo dos posibilidades:

1ª. Si el libro no es muy caro (hasta 20€) me lo compro dos veces (sí, ya sé que es una "frikada", pero todos tenemos nuestras manías). Uno de ellos lo forro y me lo quedo de por vida. El otro corre menos suerte. Lo llevo a una copistería a que le quiten el lomo mediante una guillotina eléctrica. Después le pongo una espiral de acero. Y así lo que obtengo es una especie de libreta mucho más cómoda de estudiar con el atril que el libro original, sobretodo a la hora de subrayar y anotar. En este caso "estropeo" el libro, claro, pero merece la pena si luego obtengo un buen resultado. Y siempre me queda el otro que se encuentra en estado impecable y forrado con forro del que no se pega.

2ª. Si el libro es muy caro, entonces prefiero escanear mi originar y crear una copia para mí (más barata que si me lo compro dos veces, claro) sobre la que subrayar y demás. En este caso aprovecho también para ampliar la letra. Para esto último basta con eliminar los márgenes o reducirlos al mínimo.

Pues ya está, todo eso hago.

Mis libros son intocables. Me han costado y me siguen costando mucho dinero. Yo incluso me lavo las manos antes de ponerme con ellos. Los islamistas se lavan las manos antes de tocar el Corán. Pues bien, yo lo hago con todos mis libros. Es una de mis pocas manías.

Algunos de mis libros son ediciones agotadas que he comprado a través de Iberlibro. Lo último que se me ocurriría es estropear ninguna de sus páginas a base de subrayados o anotaciones.

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Thunderbird escribió: Bueno Thunderbird, te has explicado tu mucho mejor que yo. En efecto, gracias a tu mensaje me he percatado -antes no había reparado en ello- de que manejo los dos conceptos de libro que mencionas: 1) el de libro como objeto patrimonial que hay que intentar conservar; y 2) el de libro como herramienta de estudio, que implica un deterioro del mismo.

Lo que comentas de las glosas es bastante interesante. De hecho, a veces los libros de la biblioteca están anotados a lápiz. Por pura curiosidad suelo leer las anotaciones. En alguna ocasión me han servido para clarificar algún concepto.

Yo también tengo los libros de Historia universal de Vicens Vives. Como sabes, algunos tomos cuestan 60€. No creo que me viese capaz de alterarlos.

El otro día me sucedió algo curioso. Compré un libro a través de Iberlibro. Cuando lo recibí y me dispuse a hojearlo en busca de algún defecto, me percaté de que estaba lleno de "papelitos" con anotaciones. Es decir, que entre las páginas había notas escritas a modo de aclaración y/o ampliación. Este es un claro caso de persona incapaz de anotar sobre el libro. Lo que hizo fue escribir las notas aparte y entremezclarlas en las páginas correspondientes. El libro se mantiene así intacto.

Alguna vez yo he hecho algo similar. Por ejemplo, con el libro de Teoría del Conocimiento de Sánchez Meca, que cuesta 49€. Lo que hice fue anotar en hojas sueltas algunos comentarios. Al inicio de cada comentario añadía el número de página y de párrafo con los que se correspondía la nota. Otra opción hubiese sido numerar las notas a lápiz.

En definitiva, hay varias maneras de tomar notas sin escribir directamente en el libro. Eso sí: como dice Thunderbird, lo más cómodo es tenerlo todo delante en el mismo espacio. Por eso yo me confecciono mis dossiers a modo de libro-herramienta.

Vamos a ver si me defiendo bien je je. En primer lugar pedir perdon a pulpo porque le dije (en un arrebato de enojo) que no comentaria más por aquí, pero la soledad de la UNED es lo que tiene, que necesitas los foros.

Siguiendo con el tema de los compañeros, me gustaría añadir mi modesta opinión.En el tema de los libros ocurre un poco como en los temas de la filosofía, cada cual tiene su método,y de estas conversaciones extraigo las siguientes conclusiones.

Los hay que "les hacen el amor a los libros" esto es, que los tratan como si fuesen algo que se complementa a su ser, una extensión de su cuerpo, por eso Conrado por ejemplo, si toca una página con un boli o lápiz lo considera como una violación, un sacrilegio(usando terminología religiosa, para ellos un libro es un tesoro, a veces literal pues hay libros de 50 euros, incluso los hay de 90 (que pregunten en la facultad de derecho) y realmente es un gasto demasiado elevado como para andar haciendo "garabatos"

Ahora bien, Thunderbird ve la otra cara de la moneda, ve el uso de los libros como una oportunidad de comunicación entre humanos, no me refiero a lo evidente, que es la comunicación entre el escritor y el lector, sino a la comunicación entre lectores, es decir, si yo subrayo y "gloso" los libros que adquiero, seguramente alguien lo verá en el futuro, debido a que los traspaso, vendo, dejo como legado... así que mi forma de comunicar mis pensamientos con otras personas es por medio de anotaciones y marcas en los libros.


Mi postura es un poco ecléctica, si puede llamarse así, yo opino que los libros son un tesoro que apreciar, pero a la vez pienso que la mejor manera de apreciarlos es oliéndolos, tocándolos, "manchando" sus páginas, escribiendo en sus páginas, ojo, con miramiento, no le voy a dejar a mi hijo de tres años el libro de, por ejemplo, Teoria del Conocimiento, pues las glosas parecerían que son en siriaco-arameo, pero poner notas explicativas, síntesis de los parágrafos, es algo imprescindible en mi opinión.

Yebela hemos quedado en que yo manejo ambas concepciones de libro: instrumento y objeto patrimonial. Si no queda más remedio que "estropear" el libro, pues se "rompe". Eso sí, ese libro estropeado no será el que se quede en mi biblioteca. Prefiero comprarme otro.