Discotecas de Mallorca ofrecen copas gratis a cambio de felaciones. Otra vez tratando a las mujeres como objetos de deseo sexual, como objetos de usar y tirar. Y yo me pregunto, ¿a qué están esperando las feministas para denunciar estos abusos? ¿Dónde están las feministas cuando se las necesita de verdad?

Claro que tampoco hace falta ser feminista para denunciar los atropellos contra las mujeres.

Lo que no tengo claro es que tipo de persona cambia una barra libre por felaciones a desconocidos. Que les aproveche, a mi no me pueden importar menos.

Suponiendo que un caso así sea recriminable desde un punto de vista moral, que es el que nos interesa, ¿en qué lugar queda el cliente que se deja felar? ¿Por qué tendemos a analizar un acto tal sólo desde el punto de vista del objeto sexual y no desde el prisma del sujeto sexual? No creo que sea una cuestión de feminismos. Adicionalmente, alguna de esas féminas puede, con mucho gusto, matar dos pájaros de un tiro, en cuyo caso el objeto pasa a ser, en un sentido, el miembro viril del varón.

Demóstenes escribió:
Porque aunque el sujeto también sea de moral distraída, es a la mujer a la que se está vejando. Es decir, aquí la cosificación viene por parte de la mujer-objeto, y no del hombre-sujeto. Es la mujer-cosa la que sale perdiendo.

Vuelvo a lo que dije antes. Afirmar que existe una única parte malparada es ver una sola cara de la moneda.

El propietario de un local lanza una oferta: copa gratis para las clientas si felan el miembro a los clientes.

Contemplo tres opciones, desde un punto de vista moral. Y subrayo "moral":

1º La hembra hace caso omiso y abona el coste de las bebidas que consume.
2º La hembra gusta de beber y no gusta de felar, pero sopesa opciones y decide que el/los perjuicio/s ocasionados por ese acto sexual son inferiores a las ventajas de tomar equis copas. Acaba felando y bebiendo las correspondientes consumiciones.
3º La hembra está encantada de felar; le produce gran placer y no tiene escrúpulos a la hora de hacérselo al primer fulano que se ponga delante. Además, piensa ella, le regalan unas cuantas copas.

Nos olvidamos del primer punto. El segundo y el tercero implican que al menos un grupo de varones se han ofrecido al mercadeo sexual, del cual la hembra hace uso con arreglo a un fin concreto: tomar bebidas sin coste pecuniario. La diferencia moral estriba en el grado de uso que se hace en cada caso. En el último punto sería una utilización total: ambas partes obtienen utilidad en términos de sexo, pero sólo una de ellas consigue una utilidad adicional, objetivada en bebidas.
En el segundo escenario, los papeles siguen siendo idénticos: un sujeto (la hembra) utiliza a un objeto (el varón) a fin de lograr un beneficio propio. No parece relevante si el placer sexual para él es mayor que el beneficio conseguido por la hembra, porque la decisión de llevar a cabo el trato es de ella. Libremente decide si acceder o no.

Lo anterior está referido a un análisis que tome como partida el supuesto de que aquí hay un objeto y un sujeto. Convendría ahora que obviáramos esta premisa y reflexionáramos sobre el hecho en sí, donde no hubiese sujetos felantes ni sujetos felados, como tampoco hubiese objetos felantes ni objetos felados. Me gustaría desarrollarlo más, pero mi avión parte en un par de horas rumbo a un lugar vacacional. Por tanto, ya seguiremos discutiendo esto, si gustas, en otra ocasión.

Un saludo.

No hay por dónde pillarlo, Demóstenes. En general comparto lo que dices, pero me temo que la parte malparada en estas cuestiones siempre es la mujer y con mucha diferencia. Por eso en Barcelona multan sólo a los hombres que solicitan sexo en la calle, pero no a las prostitutas.

Otra cosa. Creo que no estás teniendo en consideración que en este caso hablamos de sexo unidireccional. Es la mujer la que satisface sexualmente al hombre. Pero el hombre no le presta ningún servicio sexual a cambio. Luego desde el punto de vista sexual no podemos equiparar a hombres y mujeres en esta práctica. De ahí lo de la vejación de la mujer. Ella es la que hace de "prostituta", no el hombre. Por una copa de mier...

Además, el hombre que recibe la felación no es quien paga las copas, sino la discoteca.

hexagram escribió:
¡El individualismo elevado a la máxima potencia! "Mientras yo y los míos estemos bien, ya estamos todos bien.

Me considero un liberal, pero no estoy al margen de lo que se cuece en la sociedad. Claro que a mí tampoco me cambia la vida todo esto, pero no lo observo impasible. Por lo demás, cada uno que haga lo que le de la gana siempre y cuando donde empieza la libertad de uno no termine la de otro. Tampoco se me escapa que la libertad tiene un precio, sobre todo en países con políticas excesivamente intervencionistas.

Por mucho que no te importe, hexagram, seguro que tienes amigos y/o familiares en edad adolescente, que hoy en día llega hasta los treinta o más en la mayoría de los casos. Mirar hacia otro lado no es la solución. Aquí no lo vamos a arreglar, por supuesto, pero por lo menos dejamos constancia que esto no pasa inadvertido.

Porque digo yo que la filosofía sirve para algo más que para hacer exámenes, ¿no? No está de más que de vez en cuando la saquemos de las aulas.

Estoy de acuerdo en lo que dices Conrado, pero yo solo veo en esta noticia un poco mas de vulgaridad a la clase de tonterias que, o bien solo pasan en Mallorca, o bien solo publica el diario de Mallorca:

• El tampon mojado en vodka: www.diariodemallorca.es/mallorca/2013/06...aginales/851444.html
• El balconing: www.diariodemallorca.es/mallorca/2014/06...alconing/942848.html

En otros terminos, no dejan de ser opciones de disfrute personal similares en riesgo a la escalada o al puenting y no veo que sus desmanes puedan afectar al resto a gran escala. Como decia, si esas son las elecciones personales de algunos, yo no puedo hacer mucho por convencerles de que practicar balconing tras felar para conseguir, finalmente, impregnar el tampon, aporta mucho menos que estudiar filosofia. No pretendo provocar, pero son los medios los que intentan poner todo esto en el mismo compartimento, por ejemplo: noticias.lainformacion.com/asuntos-socia...ugAVjwbWoBkyKLB1FF5/

En el caso de menores de edad podemos entrar en el tema de la prevencion y la educacion pero mas alla del consejo y experiencia de familiares, no tengo demasiada fe en abordar el problema como lo suelen hacer programas como el plan de prevencion sobre drogas estatal (fundamentalmente basado en la renuncia al consumo que conduce a la curiosidad de lo prohibido) si no en enseñar a regular los placeres individuales. No obstante, todo esto queda lejos de los casos puntuales del balconing, el tamponing y la felacion por alcohol. En mi opinion, parece tipico de sujetos con poco conocimiento, que espero algun dia se den cuenta de la estupidez que estan haciendo. Mas alla de como se abordan actualmente la problematica de los excesos, ya sea via renuncia o via regulacion de los placeres a partir del consejo y la experiencia de otros no tengo mucho que aportar en este contexto.

Tampoco creo que el feminismo tenga mucho que decir en este caso. Es la mujer la que decide introducirse el tampon mojado en vodka como la que opta en felar por alcohol. Finalmente, me siento algo esceptico acerca de todo esto ya que invitar a copas a mujeres es un club es algo que la mayoria de hombres hacen, no creo que ninguna necesite felar. Quiza se trate de una tecnica para atraer clientes masculinos y todo quede en vulgar marketing. En ese caso si estariamos ante el caso de tomar a la mujer como objeto, tal como se sigue haciendo en anuncios de coches, bebidas alcoholicas, etc.

hexagram escribió:
Yo creo que por ahí deben ir los tiros. El hombre no paga la copa a la mujer, sino que lo hace el empresario. ¿Cómo se entiende eso?

Por otro lado, hexagram, no creas que ahora en tiempos de crisis ningún hombre está dispuesto a invitar a nadie a una copa así como así. En las discotecas de barrio cuestan una media de 8€, pero en las de Ibiza y Mallorca el precio se dispara.

Yo creo que el empresario lo que busca es incentivar el consumo. Es decir, al principio paga la casa la copa de la señorita, pero la siguiente la paga el hombre que haya sido felado. Es una manera de incentivar el consumo. Eso sí, a costa de lo que sea. La ética, para variar, está completamente excluida.

Conrado, yo conocía esta noticia porque la colgaron amigas feministas en el facebook en las páginas de denuncia. El feminismo es un movimiento bastante activista y no creo que pueda acusársele de no alzar la voz ante estas situaciones.Otra cosa es que la voz de lxs feministas no tenga el eco mediático que merece. Para las personas interesadas en feminismo recomiendo especialmente la revista "pikara magazine", que plantea los actuales debates del feminismo con espíritu crítico, desde múltiples perspectivas dentro del movimiento.

Por supuesto que el feminismo tiene mucho que decir en esta situación. Se está utilizando la sexualidad de la mujer (prostitución) por parte de un tercero (pub) para obtener un lucro (considerable incremento de la clientela masculina) que es muy superior a la ganancia de la mujer que decida ejercer esta forma de prostitución (pues la ganancia es solo una miserable copa). Por tanto es un caso claro de explotación, tan condenable como el de los chulos que cobran usureras comisiones a las prostitutas y que se aprovechan de las situaciones de vulnerabilidad. Tenemos una estructura de explotación "laboral" que tiene como base la sexualidad de la mujer.

No debemos juzgar a la mujer que está en esta forma de explotación. Tal vez sean muchachas que solo quieren divertirse sin ser conscientes de que unas malas personas se están aprovechando de ellas para lucrarse (o tal vez lo sepan y no les importe). En mi opinión no hay nada reprochable moralmente en lo que ellas hacen. También podrían ser profesionales contratadas por la discoteca para atraer a clientes masculinos con el reclamo del sexo fácil (este caso también me parecería horrible la actitud de la discoteca).

Se trata de prostitución encubierta y mediatizada por una empresa que está quedándose con las ganancias que corresponderían a las mujeres. Y esa explotación es favorecida por el "machismo simbólico" en el que las mujeres no desean verse reflejadas en la estigmatizada figura de "prostituta", aunque eso suponga dejar que otros se lucren descaradamente con sus cuerpos.

Es como si la empresa estuviera diciendo: yo te ofrezco hacer de prostituta ocasional sin tener que admitirte interiormente como tal, a cambio tendrás un beneficio muy inferior al que realmente te correspondería y yo me quedo con el resto. Es una estrategia comercial muy perversa. Una estrategia que se nutre de los estigmas que recaen sobre la sexualidad de la mujer.

Me parece también terrible que los clientes masculinos participen en ese juego, al igual que me parece reprochable cualquier tipo de consumo que se beneficie de la explotación y en la discriminación (en este caso sexual).