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TEMA: La depresión desde una perspectiva filosófica

La depresión desde una perspectiva filosófica 15 Ago 2015 21:09 #31784

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Última Edición: 15 Ago 2015 21:11 por Herrgoldmundo. Razón: ¡Cuánto tontolaba en el mundo!
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La depresión desde una perspectiva filosófica 22 Ago 2015 07:51 #31897

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Hola, he estado leyendo por encima vuestras interesantes aportaciones al tema principal y según los pocos autores que he tenido la ocasión de estudiar, pues me encuentro empezando la historia de la filosofia moderna y creo que es ahí donde encontraré los principales autores respecto a este tema,
Por una parte en El Banquete de Platón" una mujer muy sabia contesta a Sócrates la verdadera naturaleza del amor que es tan sencilla como la procreacin´de hijos como único camino que tiene el ser humano de lograr la vida eterna.
Después Freud afirma que la felicidad es imposible porque dentro de ninguna sociedad se puede ser feliz, pero fuera de ella no puede realizarse el ser humano, por eso los ciudadanos de todas las sociedades tiene como universal cultural la embriaguez, de cualquier modo, ya sea fumando o bebiendo.
Como sucede en nuestra moderna "sociedad" también encuentran nuestros conciudadanos la bebida. la marihuana, y otras sustancias como medios escapatorios de la realidad, yo durante muchos años pensaba que no beber dentro de la parafernalia de una fiesta era un aburrimiento, y ahora que tengo mas motivos que nunca para empinar el codo y fumar como garfield en vez de eso he abrazado la filosofía como tabla de salvación porque si el ser humano esta condenado a ser infeliz por lo menos yo quiero poseer algo mas que litros de alcohol en mi cabeza, pero reconozco que el camino del pensamiento no es fácil, pues como no son unos estudios que al terminar puedan proveerte de un trabajo bien remunerado con el que comprar un buen coche de marca, cuando me preguntan ¿Que estudias? a según que conocidos les digo que estudio ingles para que no me digan que me lo deje, que no pierda el tiempo, parece que la filosofía solo salva de la depresión a muy pocos , a la mayoría salva de la depresión convencer a su amiga o amigo que no aprenda algo que ese mismo sujeto no sabe porque si su amigo llega mas lejos que el se da cuenta de su miseria así que !SALUT!

Sin duda he elegido el camino de la soledad.





Gracias a vosotros quiza sea manos angustioso
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La depresión desde una perspectiva filosófica 22 Ago 2015 08:55 #31898

  • Herrgoldmundo
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Hola Jorda.

Yo era un pipiolo de 14-15 años que, por imperativo psicobiológico, deseaba aprender y conocer. Y no era, precisamente, porque mis padres me obligaran y/o condicionaron a ello. De hecho, mi padre, muy pragmático él, solía señalarme que era inútil que los de nuestra clase nos dedicásemos al vano deporte de aprender (filosofar al cabo). Pero, claro, incluso antes de llegar al bachillerato (con apenas 12-13 años) yo prefería ver "El séptimo sello" de Bergman, o seguir los debates de "La clave", antes que ver fútbol.

Estaba claro que tenía un problema: mi "yo" (forma de ser predeterminada psicobiológicamente) no se adecuaba a unas circunstancias adversas (que exigían pragmatismo para sobrevivir). No era feliz.

Según Ortega, "la felicidad es (utilizo un tiempo presente) la coincidencia del yo con las circunstancias". Creo que no hay mejor definición de lo que es la felicidad. Así, si mi yo es inquieto y desea aprender, pero vivo en unas circunstancias que no facilitan satisfacer mis apetencias, no olvidemos que predeterminadas psicobiológicamente, no seré feliz.

Decidí estudiar psicología para "ganarme el pan con el sudor de mi frente" y dejé de lado mis otras opciones preferidas: filosofía, historia y geografía, filología, arte... Fui pragmático, y no me arrepiento de ello, porque, como bien señalas, tuve que encontrar mi felicidad no a través de mi autorrealización personal, sino a través de vías de escape. Gracias a mi inteligencia pude compaginar los estudios (facilones, todo hay que decirlo) con diferentes actividades laborales (encuestador, mozo de almacén, ayudante de mantenimiento, administrativo e, incluso, temporero) y, además, me dediqué al noble arte de "vivir la vida", propio de todo bon vivant: ligar, beber y consumir alguna que otra sustancia alucinógena.

Así pude ser feliz, y hubiese podido seguir siéndolo si la que sería mi mujer no se hubiese cruzado en mi camino y, más tarde, no hubiese tenido hijos e hipotecas.

En fin, que cualquier "sentido" que busquemos o queramos darle a nuestras vidas es un mero autoengaño, como intento sostener a lo largo de este artículo.
La verdadera felicidad está en ser en la vida (la vida es la única verdad radical, de nuevo Ortega). Y ser en la vida significa sentir y experimentar, tanto el dolor como la alegría, el éxito y el fracaso; significa no tener miedo a vivir.
Cuando aparece el miedo a vivir aparece la infelicidad, la angustia y la creencia de que somos seres para la muerte, y no para la vida. Siempre gana Tanathos, y gana porque todo el ente social, sus normas, leyes y reglamentos están a su servicio para ayudarle a matar la vida.

Es entonces, cuando somos conscientes de que hemos perdido la partida que es la vida, cuando no tenemos más remedio que acudir al autoengaño, como acabas de hacer tú misma al obligarte a creer que la filosofía te salvará. Tranquila, no eres la única, todos los que por aquí pululamos estamos autoengañándonos, cayendo en la misma última trampa de la moral: el conocimiento por el conocimiento. ¿Puede haber algo más antivital?

Un saludo.
Última Edición: 23 Ago 2015 11:51 por Herrgoldmundo.
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La depresión desde una perspectiva filosófica 25 Ago 2015 19:11 #31986

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La depresión desde una perspectiva filosófica 25 Ago 2015 19:40 #31987

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Hola Silvanus.

Gracias por aportar tu reflexión.

Escribes:
Pero hay un problema moral en todo ello. A saber: se pierde la perspectiva de todo valor-positivo/valor-negativo. Me explico: si todo se hace como huída, como autoalienación, engaño, etc., no se asume la paradoja y la problemática de la vida, sino que tan sólo se olvida. Y, con este planteamiento, sería lo mismo "ver el fútbol" que ver "El Séptimo sello"; sería lo mismo estudiar que drogarse: distintas formas de evadirse de la problemática existencial. Con ello, no habría heroismo ni individualidad.

¡Exacto, en mi planteamiento subyace un problema moral!
Y dicho problema moral, que ya he desarrollado en este otro hilo: www.filosofiauned.es/index.php?option=co...emid=72&limitstart=0, lo que expone es que desde el momento en que aceptamos el relativismo moral sabemos que no hay salvación, es decir, somos conscientes del sinsentido de la existencia (ser para la muerte).
Es entonces, cuando somos conscientes, como bien señalas, de que lo mismo da estudiar que drogarse, ver a Bergman o ver fútbol, cuando se hace necesario, por imperativo vital, recurrir al autoengaño. Tenemos que crear valores positivos y para ello tenemos que justificarlos (acto moral). Pero dichos valores que, en efecto, son positivos y beneficiosos para seguir apostando por la vida (y alejarnos del hastío y/o la autoinmolación) no son valores a priori ni universales: no son verdades transcendentales, sino verdades instrumentales, elaboradas por la razón para dar sentido a nuestras vidas.
Pues bien, lo que sostengo es que dichas verdades instrumentales son autoengaños, en tanto las hemos creado a través de nuestra conciencia, pues hemos llegado a la conclusión de que tanto la verdad como la moral son relativas.

Los autoengaños, o justificaciones positivas para vivir (existir), se elaboran siempre a través de la razón, la cual se vale de diferentes vías (científicas, religiosas, filosóficas..).

Aquí queda bien resumido:
¿Y en qué consiste el engaño que teje el psicólogo desde su consulta, el sacerdote desde su púlpito, el filósofo desde su cátedra o el ideólogo desde su poltrona? Consiste, sencillamente, en inventar un sentido; consiste en crear e imaginar lo que no puede ni podrá ser hallado: el sentido del ser.

Un saludo.
Última Edición: 25 Ago 2015 20:07 por Herrgoldmundo.
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La depresión desde una perspectiva filosófica 26 Ago 2015 11:27 #31992

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Última Edición: 31 Jul 2022 11:57 por Silvanus.
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La depresión desde una perspectiva filosófica 26 Ago 2015 15:04 #31994

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Bin ich doch kein Philosophieprofessor, der nöthig hätte, vor dem Unverstande des andern Bücklinge zu machen.
No soy un profesor de Filosofía, que tenga que hacer reverencias ante la necedad de otro (Schopenhauer).


Jesús M. Morote
Ldo. en Filosofía (UNED-2014)
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Última Edición: 26 Ago 2015 15:05 por Nolano.
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La depresión desde una perspectiva filosófica 26 Ago 2015 15:54 #31996

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Hola Silvanus.

Escribes:
En mi modo de ver, no se trata tanto de salvación/condena, sinsentido/engaño. Prefiero referirme al hecho existencial de asumirnos a nosotros mismos, individualmente. Se ve en tus argumentos cierta distancia, cierta prudencia y desconfianza hacia todo aquello que proceda desde fuera: de ahí el acto de negar a los místicos, a los poetas, a los políticos, o a cualquier instancia superior o distinta al “yo”.

Creo que no me has entendido o no me he explicado suficientemente bien. No es que yo desconfíe o niegue las diferentes formas de autoengaño (vías de salvación místicas, religiosas, ideológicas...).
No los niego porque reconozco, como ya he señalado, que son creaciones o ilusiones de esperanza que ideamos por imperativo vital, o por pura necesidad psicobiológica, como prefieras, por tal de huir de la angustia existencial.

Sigues:
Está claro que, de haber nacido en otra época, no tendríamos esas precauciones y nos llenaríamos de sentido, no desde nosotros para nosotros, sino desde fuera. Pero de ello se desprende un principio: que propiamente no tenemos forma espiritual, que no nos viene dada, por nacimiento y necesidad, una forma propia y universal. Es decir, que el hombre, para serlo, debe asumirse como enigma.

¡Exacto, en otras épocas hubiésemos vivido nuestras vidas ebrios de sentido!
¡Aaaaaah, pero no olvidemos que nosotros somos hijos de la postmodernidad!

Dices:
El hombre debe ser creador, conquistador, eterno destino. Ser hombre significa eso, que es significado abierto. Sólo existe el engaño allí donde el individuo concreto no se conoce a sí mismo o, peor aún, donde ni tan siquiera busca su propio reflejo.

Por supuesto que el ser humano ha de ser creador. No le queda más remedio que serlo, en tanto le insta a ello, insisto en este punto, un imperativo vital o psicobiológico.

Sigues:
¿Se engañaba Aquiles, por ejemplo, ofreciendo su vida y buscando su areté? No, no lo creo: porque Aquiles, el tipo Aquiles, se hizo a sí mismo, se dio forma y se otorgó destino: conquistó su significado. El valor de su vida se la concedió él mismo, y de ahí la tragedia que supone su entrega como guerrero, como hombre que acepta la muerte y la transforma: él condiciona a la muerte, no la muerte a él. He ahí la libertad creadora, la vida que, al asumirse como ser-mortal, se desborda en sí misma. La muerte como mecanismo para la creación.

Pues ahora sí que discrepamos.
¡Claro que Aquiles se autoengañaba, aunque no fuese consciente de ello!
Toda la magnífica épica heroica que impregna la mitología griega (buen ejemplo has traído) era un bello y poético autoengaño destinado a hacer creer a los hombres en un destino último y glorioso.
¿Qué otra misión tenía la épica gloriosa, los mitos y los héroes, mas que la de hacerles creer a los pobres mortales que la vida tenía un sentido, una razón por la que valía la pena luchar y morir?

Escribes:
Yo no pienso en “justificaciones”, porque, a mi modo de ver, el espíritu aristocrático es como el dandy. Me explico: no le vale vivir a cualquier precio, necesita, por el contrario, otorgar valor, plenitud, belleza, forma. Y este alto valor no funciona como justifiación, sino como creación, el espíritu aristocrático es narcisista. Y así, el dandy, para enamorarse, pide una mujer valiosa, elevada, que la sienta siempre superior a sus fuerzas, que es su camino para probarse. No le vale vivir a cualquier precio. El filósofo, o el poeta, o el mísitico, hacen lo mismo con la vida, y no únicamente mediante la razón, porque en ello implican todo su ser, todos sus instintos. Lo que importa es la conquista, y cuanto más elevada, más difícil, más áspera sea, mejor.


Todo ser humano es moral en tanto que racional. Y ser moral significa que tenemos la necesidad (a priori) de justificar nuestros actos. Los griegos clásicos fueron unos grandes justificadores. De hecho, la moral entendida como virtud fue una de las más importantes creaciones de la historia del hombre, cuyo fin último era el de justificar las acciones humanas a través de valores de justicia y bondad. Quiero decir, con esto, que podríamos hablar de muchas morales: la moral del aristos vs la del esclavo, la moral judeocristiana vs la musulmana... Hay tantas morales (relativismo moral) como culturas, grupos humanos o psiques individuales. Yo sostengo, de hecho, que la libertad (gran autoengaño) consiste, tan solo, en poder elegir entre un abanico de engaños (vías de autocuración que den sentido a nuestras vidas).

Sigues:
De aquí que, ante mis ojos, el engaño es decir que todo es engañoso: es el camino más fácil para no asumirse, para no vivir propiamente: ¿Y qué es vivir? Crear tu vida, asumir la posibilidad, sobre todo en una sociedad y en un tiempo, el nuestro, cuyo sentido espiritual está barrido del horizonte (la problemática del relativismo moral que decías). Yo no veo tristeza en ello, porque no quiero ser conducido por nadie. Veo mundo abierto, destino que construir.

El engaño que es reconocido conscientemente, como bien señaló Nolano en otro post, se convierte en autoengaño.
Sí, el ser humano tiene que hacerse a sí mismo y dotarse de esencia a través del ex-sistere: "La existencia precede a la esencia" (Sartre).
Vamos a ver... Yo no digo que haya tristeza en el autoengaño. Al contrario, intento explicar que el autoengaño (la creación o búsqueda mística, religiosa o filosófica) es necesario, precisamente, para superar la tristeza, la angustia o el sentimiento trágico de vivir.
Como ya le señalé a otro compañero, no hay que ver connotaciones negativas y/o pesimistas en la necesidad de recurrir a autoengaños (ilusiones o creaciones de esperanza). De hecho, todos recurrimos a ellos, salvo quienes se rinden, dejan de crear y/o de buscar vías salvadoras y se abandonan, en los brazos de Tanathos, a la autoinmolación vital.

Dicho de manera jocoso-cartesiana: "Me autoengaño, ergo existo" ;)

Un saludo.

PD: concluyes con una sentencia interesante: el engaño es decir que todo es engañoso

Yo diría: nos autoengañamos para no reconocer como engaños las ilusiones y creencias que nos salvan de la angustia vital.
Última Edición: 26 Ago 2015 16:18 por Herrgoldmundo.
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La depresión desde una perspectiva filosófica 26 Ago 2015 18:56 #31999

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Última Edición: 21 Abr 2016 19:42 por Silvanus.
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La depresión desde una perspectiva filosófica 27 Ago 2015 17:27 #32018

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Hola Silvanus.

Escribes:
Tu argumento base, dime si me equivoco: "El ser humano, como tal, está sometido al imperativo vital de justificación, dado que está enfermo. Toda justifiación es engaño".

A ver, no es del todo así.
Sí, podríamos decir que el ser humano, en tanto que inteligente (racional) necesita justificar sus actos, es decir, es inevitablemente moral.

Dejemos de lado el hecho de que el ser humano esté o no enfermo (definición en exceso poética de Unamuno) o de que el hombre sea un ser para la muerte (radical conclusión de Heidegger).
Lo que importa, para lo que pretendo explicar, es que la generalidad de los seres humanos (¿podría haber excepciones?) sienten en algún momento de su vida lo que Unamuno llamó el sentimiento trágico de vivir, y los psicólogos y psiquiatras consideran "desajustes" del estado de ánimo (labilidad emocional, apatía, anhedonia...) que suelen acompañar a estados de estrés y ansiedad y, en última instancia, pueden desembocar en una depresión.
Las depresiones más graves y persistentes en el tiempo pueden originar ideas autolesivas o de autoinmolación (suicidio).

Bien, la pregunta sería: ¿por qué hay personas que no perciben la vida como un sentimiento trágico o un drama que ha de ser vivido (Ortega)?
La psicología, la psiquiatría, la psicobiología y las neurociencias en general, responden rápidamente desde un punto de vista científico y proporcionan explicaciones para todos los desajustes o alteraciones del estado de ánimo (estrés, ansiedad, depresión, ideas suicidas...).

Estas explicaciones no nos interesan, porque estamos afrontando la depresión (y todo el conjunto de síntomas "antivitales" que suelen acompañarla) desde una perspectiva filosófica.

Queremos averiguar qué es lo que hace resistentes a algunas personas a la angustia existencial. ¿Cómo logran superar dicha angustia?

Tú mismo proporcionas la cura o vacuna que nos hace resistentes al drama de vivir: la creación, la creación entendida como constante quehacer; entendida como una constante lucha que nos proyecta en el tiempo y en el espacio y nos insta a superar circunstancias adversas.
La cura, en definitiva, consistiría en ser y hacer en la vida.

Estamos de acuerdo, pues, en que para no caer en la apatía de la depresión (inactividad), y poder seguir siendo y proyectándonos en la vida, necesitamos crear. Pero crear no es tan solo hacer, sino también idear y buscar.
Lo que digo es que los que son resistentes al drama de vivir lo son porque son creadores y/o buscadores.

Y lo que sostengo es que las creaciones, como las diferentes vías de búsqueda que utilizamos para hallar conocimientos, verdades o el sentido de la vida (vías místicas, religiosas, filosóficas, científicas, ideológicas...) son autoengaños necesarios para poder vivir sin miedo ni esperanza.
¡He aquí el gran propósito del autoengaño! Ayudarnos a vivir sin miedo (a la muerte) y sin esperanza (en otra vida o en la perdurabilidad eterna de nuestro ser).

Los autoengaños, por tanto, tienen una finalidad positiva: positivar la muerte (valga la redundancia) para sobrellevar el sinsentido de la existencia, ya sea creando o buscando sentidos o razones al ex-sitere (la vida). Pero el autoengaño, además de ser positivo y necesario, está construido desde una mentira, también positiva y necesaria.

Este doble carácter del autoengaño (como creación positiva y falsa a la vez) creo que es lo que no se entiende y nos está llevando a todos a una larga discusión que no lleva a ninguna parte.

Ya he explicado por qué el autoengaño es positivo y necesario. ¿Pero por qué, además, el autoengaño es falso?

El autoengaño es falso (de ahí que lo denomine "autoengaño" y no creencia ilusoria, creencia moral o espiritual) porque todas las creaciones (artísticas, literarias, políticas...) y todas la vías de búsqueda (tanto racionales como irracionales) son falsas, es decir, solo existen como exigencias de la inteligencia humana; como ineludibles imperativos vitales, si se prefiere. Y no sirven para nada, en tanto ninguna nos salva de la muerte. Solo sirven para burlar la angustia ante la muerte y para hacernos creer que somos seres dotados de verdad o esencia transcendental

Conclusión:

Como he explicado, los autoengaños nos hacen creer que los seres humanos tenemos una esencia transcendental. ¿Cómo consiguen "endiosarnos" los autoengaños hasta el punto de hacernos creer que el hecho de ser humanos es una esencia en sí misma?
Pues a través de razonamientos instrumentales, es decir, autoobligándonos a creer en lo que, en el fondo de nuestro ser, sabemos que no sirve para nada y es mentira.

¿Y qué es un razonamiento instrumental? Es un razonamiento que crea verdades, valores y "sentidos vitales" para salvar el relativismo, tanto de la verdad como de la moral; para salvar el sinsentido de la existencia, haciéndonos creer que "el ser es algo, más que nada" (Heidegger).

Un saludo
Última Edición: 27 Ago 2015 17:33 por Herrgoldmundo.
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